Ayer el Gobierno anunció el aumento de las tarifas eléctricas, entre el 61 % y el 149 %. Otro golpe al salario y un nuevo premio a las empresas que no invirtieron y recibieron abultados subsidios.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, fue el encargado de anunciar el incremento de las tarifas eléctricas, medida que ya se esperaba para este año.
Las tarifas eléctricas para los usuarios de Edenor y Edesur subirán entre febrero y marzo entre el 61 y el 149 %, en tanto que la boleta social para sectores de menores recursos aumentará un 35 %. Hay que recordar que este aumento se suma al ajuste de las tarifas de 2016, que fue de 370 %.
Aranguren afirmó que el Gobierno decidió “desdoblar” el incremento en las tarifas eléctricas para que la mayor incidencia recaiga en marzo, teniendo en cuenta que en febrero aún hay mayor consumo de energía por las altas temperaturas del verano.
Para el Gobierno, el tarifazo no tendría que tener un impacto adicional para las proyecciones de inflación previstas para el año, de entre 12 y 17 %. Sin embargo, especialistas respondieron lo contrario.
La consultora Elypsis estimó que la suba en las tarifas eléctricas "tendrá una incidencia directa de 1,3 % en la inflación" del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Por su parte, la consultora Ecolatina calculó que el tarifazo a la luz "sumaría en total a la inflación 1,5 puntos porcentuales".
Regalo para las empresas
Las empresas eléctricas desde el 2002 tenían congeladas las tarifas, producto de la crisis del 2001. Con la sanción de la Ley de Emergencia Económica N° 25.561, se “dispuso pesificar las tarifas de los servicios públicos de gas y electricidad de su valor original en pesos convertibles a dólares estadounidenses a pesos a un tipo de cambio de $1 por cada dólar”.
Las empresas eléctricas, al igual que las del gas, respondieron reduciendo sus inversiones y la calidad del servicio fue empeorando. La falta del suministro significa más del 75 % de los reclamos de los usuarios registrados. Mientras tanto el kirchnerismo compensó la imposibilidad de ajustar las tarifas con un festival de subsidios para las empresas, que fue creciendo año a año.
Entre los años 2004 y 2014, la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap) estima que los subsidios a la luz y el gas, alcanzaron los $ 342.000 millones de pesos corrientes.
En 2015 los subsidios energéticos llegaron a $ 157.145 millones, y en 2016 según las proyecciones presentadas por el Instituto Argentino de la Energía “Gral. Mosconi” (IAE) y la Asap, los subsidios destinados al sector energético tuvieron un impacto fiscal proyectado de aproximadamente $ 215.000 millones.
Con el macrismo, se ajustaron las tarifas de luz (también el gas, el agua y el transporte). Desde marzo de 2016, el tarifazo promedio de la factura de luz entre los usuarios residenciales, manteniendo los mismos niveles de consumo, fue de 370 %, según datos de Cifra y se modificó la facturación, en forma mensual.
Pasado el ajuste de inicios del año pasado, se realizó una audiencia pública donde las empresas, no conformes con los aumentos, pidieron mayores subas, un 31 % más y una condonación de deuda por $ 21.000 millones de multas.
El Gobierno hizo lugar a los pedidos empresariales y otorgó un nuevo tarifazo con el argumento que es necesario reducir los subsidios y de esta manera el déficit fiscal.
Aranguren dejó abierta la posibilidad para un nuevo incremento para este año, al remarcar que la suba anunciada ayer corresponde al período febrero-octubre.
Además del tarifazo, las empresas fueron premiadas en 2016 con la condonación de deuda a las distribuidoras eléctricas con Cammesa (empresa estatal que le vende la energía a las distribuidoras) por el precio mayorista de la energía por más de $ 19.000 millones a valores de octubre.
La Bolsa de Comercio porteña reflejó ayer el buen ánimo de las empresas eléctricas tras las medida, las acciones de Edenor crecieron un 7,9 %; las de Transener, un 7,5 %; las de Central Costanera, un 3,1 %; y las de Central Puerto, un 2 %. También, en Wall Street, la distribuidora que controla Pampa Energía subió un 7,6 %.
Pierden los salarios
El aumento a la luz no es el único ajuste de este año, las naftas subieron un 8 % en enero y se espera otro aumento en marzo; las empresas de medicina prepaga van a subir sus cuotas un 6 % a partir de febrero.
A partir de hoy los peajes en las autopistas de Buenos Aires (Illia, 25 de Mayo, Perito Moreno) tendrán un incremento del 52,3 % en efectivo y del 15 % para Telepeaje. Luego se ajustarán las tarifas en la Autopista Buenos Aires-La Plata, Acceso Oeste y Panamericana.
El gas tendrá a partir de abril el primero de las cuatro subas por año aunque el Ministerio de Energía no estableció aún los ajustes.
La consultora Ecolatina recordó que "junto al incremento de la luz, este año también habrá subas en el servicio de gas (superaría el 100 %), transporte (+25 % anual), y nuevos aumentos en prepagas y naftas (25 % en total para el año, en ambos casos)".
En ese marco, proyectó que "de concretarse, estas subas agregarían aproximadamente 7 puntos porcentuales a la inflación de 2017", y estiman una inflación anual del 24 %.
En 2017 Cambiemos continúa con los ajustes al salario, tarifazos y quiere establecer un techo a las paritarias del 18 %. Los salarios ya se deterioraron en 2016 un 6 %, aproximadamente, según datos de la misma consultora. Los aumentos de este año apenas compensarán la pérdida salarial de 2016.
En tanto, hay economistas como Miguel Bein, que advierten que uno de los elementos para que la economía crezca este año, es que los salarios deben ganarle a la inflación y, así reanimar el consumo. Los tarifazos y el techo al salario impactan de manera negativa en este sentido.
Al ser un año electoral el Gobierno necesita que haya una percepción de mejora de los salarios y las condiciones de vida, pero este objetivo choca de frente con los negocios que sigue otorgándole a las patronales y que esperan un mayor ajuste. Los cortocircuitos entre ambos planes serán el telón de fondo durante los próximos meses.
Mónica Arancibia
@monidi12
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