martes, 28 de febrero de 2017

Tras el escándalo de los “voluntarios”, Vidal convocó a una nueva paritaria docente



Hoy a las 18 habrá una nueva reunión convocada por la gobernadora bonaerense. Esto se da luego del bochorno de la campaña #VoluntarioDocenteNoAlParo, desbaratada por miles y miles de docentes.

Luego del escándalo de los “voluntarios”, encabezado por Mariano Bronenberg - asesor PRO, exteniente coronel del Ejército y espía del Batallón 601 en la dictadura- que se ofrecían para reemplazar a los docentes durante los días de huelga, el Gobierno de María Eugenia Vidal convocó para hoy a las 18 horas a los gremios docentes para una nueva reunión paritaria.
Esta convocatoria también se da luego del anuncio de los cinco gremios nacionales -Ctera, UDA, CEA, Sadop y Amet- de un paro de 48 horas en el inicio del ciclo lectivo el 6 y 7 de marzo.
La inflexibilidad del Gobierno de Macri, que anula la paritaria nacional e impone un techo salarial del 18 %, obligó a las conducciones sindicales nacionales a poner en escena la fuerza y la bronca de un millón de trabajadoras y trabajadores, que ya se venía expresando por abajo. Se pudo ver ante los aumentos de tarifas, la inflación y el escándalo por el intento de condonar la deuda millonaria a la familia Macri en el escándalo por el Correo Argentino.
La escandalosa campaña de los “voluntarios” terminó siendo “un tiro por la culata” para el Gobierno. La bronca de miles de docentes permitió desbaratar el burdo intento de ganar apoyo social con un “ejército” virtual de carneros.
El hashtag trolleado por Cambiemos, #VoluntarioDocenteNoAlParo, fue perdiendo fuerza. Y con post creativos, memes y videos las y los docentes junto a miles de trabajadoras y trabajadores solidarios impusieron en las redes los hashtag #ApoyoALosMaestros, #ApoyoALosDocentes y hasta “Batallón 601” fue de lo más comentado en Twitter.

Hay fuerzas para derrotar la campaña del Gobierno

En las escuelas aumenta la predisposición a no dejar pasar las medidas de ajuste y vaciamiento de la educación pública. Al ser una paritaria testigo, el conjunto de la docencia, con un millón de compañeras y compañeros en todo el país, puede convertirse en ejemplo de lucha contra los ataques de Macri.
Desde cada escuela hay que seguir enfrentando este ataque a los derechos democráticos y al derecho de huelga, fortaleciendo los lazos con los padres y madres de las y los estudiantes, quienes sufren el mismo ajuste por parte del Gobierno con los tarifazos, la inflación, los despidos y las suspensiones.
Hay que desarrollar con todo la organización y la fuerza de las y los docentes en la Provincia de Buenos Aires y en todo el país, imponiéndoles a los dirigentes delegados paritarios de la oposición, la realización de una nueva asamblea para que evaluemos los docentes la propuesta del Gobierno y un plenario provincial de delegados con mandato para discutir y decidir el plan de lucha. No podemos dejar que Baradel y Petroccini decidan por las y los docentes.

María Díaz Reck
Dirigente de SUTEBA La Plata

Grave: Resolución del Ministerio de Defensa habilita espionaje interno de las Fuerzas Armadas



El Ministerio de Defensa emitió una resolución, publicada en el boletín oficial el último viernes, que habilita a las Fuerzas Armadas (FFAA) a actuar en tareas de seguridad interior. En su articulo 5, la resolución habla de “informes socio ambientales”, un eufemismo utilizado para el espionaje interno. Citamos el fragmento del articulo en cuestión: “No procederá la realización de tareas de inteligencia o contrainteligencia para el cumplimiento de los extremos regulados por la presente medida. No se considerarán tareas de inteligencia o contrainteligencia la realización de los informes socio ambientales realizados por los organismos de personal de cada una de las Fuerzas Armadas”. Recordemos que por este delito fue condenado el Almirante Godoy en marzo de 2015. Es tan grave el punto de los “informes socio ambientales” que se detalla abiertamente que las tres fuerzas deben “adoptar las medidas conducentes para brindar acompañamiento jurídico, patrocinio y/o la representación en juicio de todo personal que, cumpliendo sus obligaciones en un acto del servicio regulado en la presente Resolución, enfrente por ello un proceso judicial y/o administrativo”.
También abre la puerta para el uso de la fuerza por parte del ejército ante amenazas o delitos en las zonas militares, pero no se señala ningún ejemplo que confirme la existencia de delitos o alguna amenaza.

La cuestión de fondo

Detrás de todo este juego de palabras y justificaciones jurídicas hay un objetivo claro: involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de represión interna. El macrismo y gran parte de la clase capitalista vislumbra la posibilidad de levantamientos populares y estallidos sociales provocados por el brutal ajuste en marcha. La ofensiva política a favor de la impunidad de los genocidas de la dictadura y la campaña alevosa en los medios de comunicación sobre la reconciliación son parte de este mismo objetivo.

Los antecedentes de esta resolución

La resolución del ministro Julio Martínez deroga una resolución del 2006, cuando la cartera era ocupada por Nilda Garré, y actualiza otra del 2009, cuando el cargo era ocupado por Agustín Rossi. En una nota publicada en Página 12, se busca contrastar esta resolución del macrismo con aquellas dos que se emitieron durante el gobierno kirchnerista. Según el diario, aquellas resoluciones del kirchnerismo establecían límites para la represión interna por parte de las Fuerzas Armadas. El propio Rossi es citado en la nota como un crítico de la actual resolución, colocando al ex ministro como un defensor de las libertades democrácticas del pueblo argentino. Pero por más límites que se establezcan en el papel, el aparato de Estado no modifica los intereses de clase a los que sirve. La propia Nilda Garré organizó, cuando fue ministra, el proyecto X, un verdadero centro de espionaje interno comandado por la Gendarmería. En ese momento, el eufemismo utilizado para encubrir las tareas de espionaje y represión contra los trabajadores fue la “seguridad democrática”.
En cuanto a la política de reconciliación con las Fuerzas Armadas de la dictadura, el kirchnerismo y el entonces ministro Rossi fueron aún más lejos, nombrando a un genocida actualmente preso por delitos de lesa humanidad como César Milani (proveniente de la inteligencia militar) al frente de la fuerza.

El 24, todos a la Plaza con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia

Esta resolución, que busca instrumentar la forma en que las Fuerzas Armadas van a operar en casos de represión interna, viene acompañada de un operativo de impunidad a favor de los genocidas y de la reconciliación con las Fuerzas Armadas. El ajuste que reclama la burguesía así lo determina. El PO y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia son conscientes de este telón de fondo. Este 24M las fuerzas nucleadas en este espacio tenemos un desafío político importante, que es movilizar a decenas de miles detrás de las banderas de lucha contra los crímenes de la dictadura y también los crímenes de la democracia, con independencia política de los distintos gobiernos de turno y del Estado, el principal violador de los Derechos Humanos y las libertades democráticas. No podemos enfrentar esta ofensiva del macrismo con los socios políticos de Milani o los que encubrieron la desaparición de Julio López. Desarrollemos una fuerte campaña explicando las características independientes y de lucha de la movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (la más convocante de la jornada año tras año).
Llenemos Plaza de Mayo y todas las plazas del país.

-Son 30 mil, fue genocidio

-Abajo el ajuste, la entrega y la represión de Macri y los gobernadores

-Perpetua a Milani

Lucas - PO

"Hay un proceso asambleario en todo el país como no se veía desde la huelga de 1988"

Entrevista a la legisladora del FIT y docente Laura Marrone

Los sindicatos docentes anunciaron una medida de fuerza de 48 horas en todo el país el 6 y 7 de marzo, en la semana en que estaba previsto el inicio del ciclo lectivo. Es contra la decisión del Gobierno de no convocar a la paritaria nacional. En Provincia de Buenos Aires, los gremios adelantaron su rechazo a la propuesta de una suba del 18% en cuatro cuotas.
Además, los maestros participarán de la marcha convocada por la CGT para el 7 de marzo y adherirán al paro de mujeres del 8.
M.H.: Quisiera hacer un repaso de dónde está parada la discusión salarial docente, tanto a nivel general, como en la Ciudad de Buenos Aires.
L.M.: Desde hace algunos años, existía un mecanismo que se llama paritaria nacional que reunía a los sindicatos docentes y a los distintos Ministros de Educación del país para acordar un piso salarial que luego cada provincia debía tener en cuenta para realizar sus propias negociaciones provinciales. Este mecanismo deriva del hecho de que nuestra estructura de financiamiento educativo y nuestra composición salarial dejó de ser nacional como lo era antes de la transferencia de las escuelas a las provincias. Durante las épocas más duras de la transferencia, cada provincia peleaba su piso salarial por su cuenta sin ninguna referencia nacional. Durante el kirchnerismo se estableció este mecanismo nacional que la única diferencia que tuvo en cuanto a la etapa anterior, fue la obligación de todas las provincias de respetar un piso. De todas maneras se daban situaciones como que el piso que se establecía para muchas provincias era inferior al ya establecido, eso nos pasaba a nosotros en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo.
Por otro lado, se daba la situación que este piso luego muchas provincias no lo garantizaban, entonces en algunos casos hubo algún mecanismo de compensación y siempre quedó el peso central del financiamiento en las provincias.
Este año el Ministro de Educación Bullrich sinceró la situación, como no se iba a hacer cargo del pago de los salarios y evidentemente vamos a una baja salarial, porque la política a nivel nacional es que los salarios no superen un aumento del 18%, directamente decidió no reunir a la mesa salarial nacional y queda a consideración de las provincias de acuerdo a su capacidad de pago.
A esto se ha sumado una cuestión poco conocida y es que el mecanismo por el cual se estableció este sistema de negociación, también garantizaba un pequeño porcentaje a las confederaciones de los sindicatos que se sentaban a la mesa de negociación salarial. Los sindicatos provinciales no tenían esa cuota extra, era una facultad que el gobierno nacional le otorgaba de la masa salarial que se discutía a los sindicatos participantes. Con el mecanismo actual, por el cual no se establece un piso salarial nacional, los sindicatos también se ven afectados.
Esto ha desatado una situación inédita, en un sentido la reacción de CTERA que desde hace muchos años no desarrolla una medida nacional para luchar contra la baja salarial y ha dejado a provincias el año pasado como Santa Cruz, Tierra del Fuego, Misiones, Santiago del Estero, Chaco que se desangraron en conflictos provinciales solas, sin ningún tipo de apoyo ni coordinación nacional en un marco de gobiernos provinciales que no respetaban ni siquiera ese piso nacional establecido.
Lo que pasó este año fue que el 2 de febrero hubo una movilización convocada a la puerta de donde se suponía se iban a reunir los gobernadores con el Ministro de Educación nacional. Fuimos al hotel Savoy, pero no se reunieron allí.
En este momento hay un proceso asambleario impresionante en todo el país, no solamente de las provincias que vienen muy rezagadas y, por lo tanto, con planes de lucha provinciales, sino también provincias que no estaban en la línea de fuego de la demanda salarial pero que ya se ven en una situación insostenible, como es el caso de Neuquén que ya votó un plan de lucha y Santa Cruz que va también a medidas de fuerza.
Un dato sintomático han sido las asambleas en las jornadas de capacitación que se dieron en la Ciudad de Buenos Aires durante esta semana, donde ha habido algo así como una decena de asambleas autoconvocadas en las distintas sedes, que han reunido docentes más que nunca, tendría que remontarme a la famosa huelga de 1988 para recordar una convocatoria como ésta, en asambleas muy genuinas, espontáneas y masivas que empezaron a pedir un plan de lucha pero unitario. En la Ciudad de Buenos Aires hay 18 sindicatos y no existen instancias de base.
M.H.: Hay una asamblea convocada el 1° de marzo.
L.M.: Así es, una asamblea que pretende ser unitaria, que sea el ámbito de resolución. Ha sido tomada como iniciativa de estas asambleas y la apoya e impulsa Ademys, pero Ademys no quiere que esa asamblea sea exclusivamente de Ademys y todas esas asambleas espontáneas que se armaron esta semana, sino que también venga la UTE y todos los demás sindicatos. La UTE ha sido convocada, incluso se ha convocado expresamente a su dirección, porque es la mejor forma de derrotar esta política que tiene una ofensiva no solo salarial, porque es bastante conocida la escala inflacionaria que tenemos y lo que va a significar el 18% que el gobierno pretende para la paritaria de este año.
Bullrich en estos últimos días con mucha petulancia dijo en una asamblea de empresarios y distintos personajes vinculados a la privatización de la educación que él aplica una ofensiva contra los docentes desde muchos lugares, sabiendo que los docentes solo tienen capacidad de dar respuesta en uno, y entonces muchas otras cuestiones pasan de largo.
Bullrich atiende en los dos lados del mostrador
M.H.: Esa es la táctica política del PRO, no dijo nada que no se sepa.
L.M.: Lo que resulta bastante irritante es el nivel de cinismo con el que se dedica a atacar lo que son los derechos de las personas, a una vida digna y a la educación.
M.H.: Igualmente me parece que los intereses de Bullrich pasan por los negocios más que por la educación.
L.M.: Él se reconoce a sí mismo más que un Ministro de Educación, como un Gerente de Recursos Humanos. La última de las muestras de que su interés va hacia la privatización tiene que ver con toda la ofensiva que está haciendo en formación docente, que por un lado no va a ser solo para docentes, sino que también para los estatales, con las empresas del señor Sánchez Zinny.
M.H.: Los hermanos que atienden en las dos puntas del mostrador.
L.M.: Uno, Gabriel, está a cargo del INET (Instituto Nacional de Educación Técnica) y a su vez establece contratos y convenios para la capacitación por vía digital con empresas que están a cargo de su hermano, Ignacio, director de marketing y educación de Internet Media Services (IMS). Esto da por resultado una verdadera expoliación de los recursos del Ministerio de Educación para el negocio de la educación privada.
Hemos hablando ya del art. 17° que modifica el gobierno el 28 de diciembre del año pasado, por el cual les había quitado a los docentes que los cursos valieran por toda su carrera poniéndoles una caducidad de 5 años. En la nueva escala, pone más valor a los cursos digitales, justamente los cursos que brinda Zinny y su compañía, que no tienen grupos de docentes para dar una oferta seria de capacitación sino paquetes de productos digitales que venderían al Estado.
Estamos frente a un negocio de varios millones de pesos que facilita este gobierno mientras cierra todo lo que es la formación docente. Justamente a los trabajadores que están siendo desplazados de los programas de formación, que van a volver a manifestarse.
M.H.: Lo que se está viendo en los últimos días es esta suerte de utilización para negocios privados del Estado, el tema de Correo Argentino, el caso Avianca que surgió ahora.
L.M.: El capitalismo cuando entra en crisis busca nuevas ramas para su reproducción. Es algo que nunca imaginamos a este nivel, que la salud y la educación fueran parte de la nueva extensión de los negocios del capitalismo.
M.H.: Es la Ley de público-privado que se votó el año pasado en el Parlamento llevada a este terreno, porque aunque se votó para grandes proyectos de infraestructura fundamentalmente, en un ámbito menor podemos ubicarla dentro de este tipo de proyectos que está llevando adelante el Ministerio de Educación con Internet Media Service que es la empresa de capitales estadounidenses con la que ha hecho este negocio el gobierno.
L.M.: Volviendo al tema de paritarias, mañana hay una reunión muy importante a nivel nacional de todo lo que son los sindicatos combativos de toda la docencia, luego de un esfuerzo muy grande, una convocatoria de Ademys a la que se sumaron sindicatos de Formosa, el gremio de docentes autoconvocados, el sindicato de Tierra del Fuego, cuya Comisión Directiva está amenazada por parte del gobierno de Bertone en una ofensiva brutal, tienen una condena que está apelada, pero lo que pretenden es desconocerlos en el reclamo de los trabajadores docentes y estatales, viene también Santa Cruz, representantes del sindicato de Misiones.
M.H.: En Misiones hubo un acuerdo de un 13%.
L.M.: Son los sindicatos que usan los gobiernos, como hizo Vidal en la provincia de Buenos Aires que firmó sin ninguna asamblea ni proceso real donde los trabajadores hayan dado algún tipo de aval, lo mismo pasó con ese sindicato pequeño de Misiones que no tiene ninguna representación.
Al plenario además se suman los Multicolor de provincia de Buenos Aires que tienen muchísima representación, de La Matanza, La Plata, Bahía Blanca, entre otras, que van a estar presentes.
Esta convocatoria pretende ir con un mandato al Congreso de CTERA, que será el jueves.
En principio se está discutiendo un paro para el 6, 7 y 8 de marzo, este último acompañando el paro mundial de mujeres y un plan de lucha, pero que sea discutido en las bases y que no haya ninguna decisión que pueda tomar el Congreso de CTERA por fuera de las decisiones de las bases. Nosotros sabemos de qué se tratan estos mecanismos. En este momento hay una gran efervescencia, hay una gran voluntad de defender el salario que pretende ser destruido y derechos como la formación docente de la que hablábamos antes. Si CTERA pretende eso como una maniobra para descomprimir el descontento y después mandar al muere al movimiento, se va a encontrar con que se ha organizado una alternativa de dirección a nivel nacional que va a disputarle a CTERA el respeto a las bases para la continuidad de las medidas de fuerza. Cualquier decisión va a ser tomada por las asambleas escolares, como en otras oportunidades hemos logrado hacer. La dispersión que hemos tenido durante los últimos años, que es lo que permitió a CTERA estas negociaciones y dejar a las provincias solas, creemos que no va a continuar, que vamos a dar una vuelta de página. El 1° de marzo la asamblea será en el local de ATE en Belgrano y Alberti.

Mario Hernandez

Marzo caliente en Argentina

Una marcha, todas las marchas

El 6 de marzo habrá una gran movilización docente, parte del paro de ese día y el siguiente. El 7 será la manifestación de la CGT, con adhesión de vastos sectores sindicales, sociales y partidarios. El 8 el paro de mujeres, otra muestra de una lucha feminista cuasi inédita. El "calendario de luchas" se prolongará el 13, por parte de las organizaciones sociales vinculadas a la "emergencia social" que no se aplica. Por supuesto el 24, será la tradicional marcha por memoria, ver dad y justicia.
Tenemos y tendremos desde serios reparos hasta repudios en toda la línea con respecto a buena parte de los dirigentes que convocan cada una de esas expresiones. A la cabeza la burocracia de la CGT que aceptó "congelar" en una mentirosa mesa de diálogo la propuesta de paro general el año pasado.
Creo sin embargo que puede resultar decisivo que TODAS esas movilizaciones sean multitudinarias.
Una verdadera seguidilla de manifestaciones vinculadas en su rechazo a las políticas en curso, más en las bases que en parte de los dirigentes. Días enteros con Buenos Aires y otras ciudades y pueblos "copados" por la protesta y la manifestación del hartazgo frente al programa de máxima del gran capital que pretende realizarse una vez más.
Puede ser el punto de partida para que las políticas de ataque a los ingresos y el nivel de vida de la mayoría de la población empiecen a quedar acorraladas.
Y el comienzo de un reencuentro con las mejores tradiciones de lucha. Las que no saben ni quieren entender de "pactos de gobernabilidad", "compases de espera", ni "diálogos constructivos" con el gran capital y sus representantes.
En estos días de marzo no puede ocurrir mejor cosa que seamos muchos miles en las calles, yendo a todas o a la mayoría de las convocatorias.
Con las consignas propuestas o con las propias, en las columnas de los organizadores o en las que marchen por separado, con aplausos a los oradores o silbándolos a todo pulmón, quedándose hasta el final o retirándose antes...
Seamos cientos de miles, millones si se puede.
Nos vemos en marzo.

Daniel Campione

El ministro Barañao y la historia medieval

Lino Barañao dijo en la revista Noticias que el Conicet no debería financiar el estudio de la Edad Media. Propaga la idea de que el Estado invierte en una actividad ajena a los intereses del país y que solo sirve para el goce hedonista de los medievalistas.
La opinión es vulgar y trillada; lo insólito es escucharla en boca del ministro de Ciencia. Como integrante del Conicet dedicado a la historia del Medioevo, materia que a su vez enseño en las universidades de Buenos Aires y de La Plata, me siento interpelado. La circunstancia exige algunas consideraciones.
Del feudalismo se originaron el modo de producción capitalista, el régimen político moderno, la sociedad civil, el sistema parlamentario, las condiciones del racionalismo, las comunas, las luchas sociales (entre ellas las luchas antifeudales), la forma de familia que hoy se encuentra en crisis, la Iglesia, la religiosidad moderna, la discriminación de las minorías confesionales, el préstamo y los bancos, las primeras configuraciones nacionales y el colonialismo. Prácticamente todas las determinaciones cardinales de nuestro mundo derivan de la Edad Media.
Hegel decía que el estudio del pasado se inicia en el presente. Indicaba así la íntima relación entre aquello que, en palabras de los lingüistas, se ha denominado análisis sincrónico y análisis diacrónico. Con esto se pretende decir que estudiar la situación actual argentina (que el ministro avala) presupone estudiar una historia que no se inició en 1810 sino que se remonta a mucho antes, a la conquista española, y más allá a la Edad Media. Ese estudio es indispensable si se pretende acceder a los fundamentos de la cuestión actual y con ellos a un pensamiento crítico que el gobierno ya condenó.
De los aportes que dio La Edad Media, uno de ellos, las condiciones de posibilidad del racionalismo, es muy apropiado para lo que aquí se comenta. Se sabe que miembros de la jerarquía eclesiástica procuraron impedir la difusión del aristotelismo (y Umberto Eco hizo del tema un cautivante best seller). Entre otros, el obispo de París Étienne de Tempier prohibió en la década de 1270 la enseñanza de las tesis aristotélicas; los universitarios se protegieron defendiendo su autonomía (apelaron a la huelga, que fue otro invento medieval), y lograron que a fines del siglo XIII el aristotelismo se impusiera en los medios intelectuales europeos. A lo largo del tiempo otros obispos (religiosos o profanos) pretendieron dictaminar sobre lo que se estudia, y en ellos se descubre al linaje de Barañao. La estrategia de los científicos argentinos debería ser la de sus colegas medievales: defenderse contra la intervención de este prelado del siglo XXI.
Hay otras cuestiones en danza.
Eric Hobsbawm, un historiador que posiblemente el ministro desconoce pero que ha sido uno de los más notables del siglo XX, dijo que los medievalistas habían renovado muchas veces el estudio de la historia. Pensaba en el papel de Michael Postan en Inglaterra y en el de Marc Bloch en Francia. En nuestro país se dio una situación análoga. El estudio riguroso del documento (con apoyo en la filología) lo inició en la Universidad de Buenos Aires, a principios del siglo XX, el medievalista italiano Clemente Ricci, tarea que fue continuada desde 1943 por otro medievalista emigrado y mundialmente famoso, Claudio Sánchez Albornoz. La renovación de la historiografía argentina en los años 1960, con la introducción de un enfoque social no positivista, se debió a José Luis Romero, que fue un extraordinario medievalista, y el más eximio conocedor de la historia argentina en la última centuria, Tulio Halperin Donghi, realizó su doctorado estudiando los moriscos valencianos del siglo XVI. Con su tesis inauguró en el país la historia económica y social centrada en una región.
Los casos citados muestran que el medievalista alimenta reflexiones, aunque él mismo se nutre de historiadores de distintas épocas, de científicos sociales, de literatos o de filósofos. Hace lo que hace todo científico. Posiblemente el ministro Barañao no diría las cosas que dice si conociera estas cuestiones o si supiera que Einstein elaboró su teoría de la relatividad leyendo a Platón, Hume, Spinoza, Kant, Mach y Russel. Sabría entonces que la ciencia es ante todo una atmósfera múltiple que respiran quienes la comparten.
Conjeturo que estas reflexiones no lo conmueven. Se presenta a sí mismo como un hombre práctico con ansiedad por el rendimiento monetario, y no dejó de viajar hacia el lugar donde podía obtener mayores beneficios (no por nada cuando se lee a Tácito hablando de los tránsfugas romanos que se iban con los bárbaros uno se acuerda del Lino apresado por sus impulsos terrenales). Ahora pertenece a un gobierno en el cual esas preocupaciones monetaristas están a la orden del día, y no descartemos que en compañía de muchos gerentes de empresa haya avivado su inclinación natural. No obstante si la cuestión es ésta, las apariencias lo engañan. Debería evaluar al respecto cuantas divisas le redituaron a Francia la famosa pareja de Sartre y Simone de Beauvoir o los estructuralistas de los años 1960 y 1970. Algo similar es posible señalar sobre Borges, que seguramente le ha proporcionado al país más riquezas culturales y económicas que las que le dieron las aplicadísimas investigaciones del ministro Barañao.
A propósito de Borges. Un libro de Silvia Magnavacca, investigadora del Conicet, pone de manifiesto la sabiduría que atesoraba en filosofía medieval. Su lectura le evitaría al ministro exponer su torpeza, aunque se le opone un escollo insuperable: la profesora Magnavacca escribió una obra demasiado elevada para la estatura intelectual de Barañao.
Este último ejemplo nos revela, una vez más, la intrínseca relación entre distintas prácticas científicas y culturales. En esa unidad que logra la praxis el medievalista argentino tiene su papel; esperemos que la escasa cultura de un funcionario no elimine esa participación.

Carlos Astarita
Profesor de Historia Medieval en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA e investigador del Conicet.

lunes, 27 de febrero de 2017

El Choconazo: la clase obrera se organiza



El “Choconazo”, es el nombre con que se conoció popularmente la huelga y ocupación obrera de la central hidroeléctrica Chocón-Cerros Colorados, desarrollada entre el 23 de febrero y el 14 de marzo de 1970, en plena dictadura militar encabezada por el Gral. Onganía. En esta primera parte analizaremos el conflicto y la reacción popular.

El conflicto había comenzado a fines de 1969, cuando los trabajadores de Impregilo Sollazzo S.A. exigiendo fundamentalmente seguridad laboral -ya habían muerto 8 obreros por desprendimiento de rocas- decidieron elegir tres delegados para que los represente ante la patronal. Lo destacable del Choconazo fue la autoorganización de los trabajadores, las asambleas masivas y la decisión de combatir contra el poder armado de la burguesía.

Origen del conflicto

La construcción del Complejo Hidroeléctrico Chocón-Cerro Colorados fue anunciada como la “Obra del Siglo”. Llegaron obreros de todo el país y de los países limítrofes, quienes trabajaban 12 horas por día, con sueldos miserables.
Y quien mejor pinta esa situación fue uno de los dirigentes del Choconazo, Antonio Alac, “[…] La gente vivía en galpones que se estaban construyendo para vivienda. Y había galpones ya construidos donde vivían 80 o 100 personas. Una cama al lado de la otra, sin tener donde lavarse o bañarse. Los baños estaban haciéndose. No te olvides que nosotros trabajábamos con temperaturas de hasta 15 o 20 grados bajo cero. No podías tomar vino. Las mujeres no podían venir a visitarte. ¡Una cantidad de prohibiciones que parecían de un campo de concentración!” (1).
En agosto de 1969, producto de los continuos accidentes de trabajo, que produjeron varios muertos, se realizó un reclamo, pero recién a fines de noviembre el Secretario General de la UOCRA de Neuquén, Adolfo Schvindt, prometió soluciones. Doce días después, los trabajadores se autoconvocaron en una asamblea donde eligieron como delegados a Antonio Alac, Armando Olivares y Edgardo Torres.
Posteriormente, el 13 de diciembre, insistieron ante la empresa con un petitorio que incluía: 40% de aumento salarial; medidas de seguridad para evitar o enfrentar derrumbes; medidas de seguridad durante las voladuras; liquidaciones de sueldos quincenales con recibos legibles; adicionales por trabajos en que arriesgaran la vida; autorización para hacer asambleas de trabajadores, reconocimiento del sábado inglés. Asimismo, denunciaron maltratos de obreros por parte de capataces; negligencia en el tratamiento de accidentados y venta de herramientas a los obreros por parte de las empresas que los contrataban.
La empresa Impregilo Sollazzo S.A. contestó desconociendo y despidiendo a los delegados, pidiendo su detención, lo que se intentó de inmediato, pero la reacción de los trabajadores lo impidió. Se declaró la huelga hasta el reconocimiento de la comisión interna.
Luego fueron arrestados por la Policía Federal Olivares, Torres y el cura Pascual Rodríguez, y se intentó detener a Alac, pero los obreros se opusieron. El clima en la zona era hostil hacia la empresa y las fuerzas policiales. El 20 de diciembre volvieron a ser elegidos como delegados Alac, Torres y Olivares.
La burocracia del gremio decidió expulsarlos.

La lucha continuó

Las protestas se reanudaron en enero, y una asamblea realizada el 23 de febrero de 1970 decidió un paro, pidiéndose la restitución de los delegados y los reclamos iniciales.
La huelga y ocupación obrera de la central hidroeléctrica Chocón-Cerros Colorados se prolongó desde ese día hasta el 14 de marzo de 1970.
Participaron entre 3.000 y 4.000 obreros de la gran industria, de los cuales la mayoría pertenecían a la compañía constructora del Chocón y los restantes a las empresas constructoras de viviendas, hospitales y la villa permanente en la que vivían los trabajadores.
La huelga fue declarada ilegal.
La situación empeoró cuando las fuerzas policiales y de gendarmería realizaron un cerco represivo. Los obreros levantaron barricadas, se organizaron con guardias obreras, disciplina interna, participando las familias de los trabajadores. La preocupación de las fuerzas de seguridad fue que los explosivos que se utilizaban en los trabajos cotidianos quedaron en poder de los trabajadores.
Dos caravanas desde la ciudad de Neuquén llevaron víveres a los trabajadores. A pesar de estar bajo una dictadura que prohibía cualquier manifestación política, hubo un acto de 2.000 personas que manifestaron por las calles en su defensa.
Hubo mediaciones del gobernador y del obispo Jaime de Nevares y, a principios de marzo, se insistió con el petitorio de cinco puntos, en el que reiteraban el pedido de aumento y que se les permitiera elegir delegados. A pesar de que el gobernador Sapag declaró que los puntos eran “bastante prudentes”, la Secretaria de Trabajo los rechazó de plano.

Leónidas Ceruti

Notas.

1. Néstor Kohan, Rebelión, Entrevista inédita con el dirigente histórico de la clase obrera argentina. Antonio Alac, el Choconazo y las enseñanzas del clasismo. Rebelión.

El choconazo: la clase obrera se organiza (II)

Continuamos con la segunda parte de la historia del Choconazo. Esta vez desarrollaremos la autodefensa obrera, el rol

Autodefensa obrera

Consultado sobre cómo organizaban la seguridad de la huelga, Antonio Alac comentó: “Nosotros teníamos piquetes y guardias obreras que recorrían todo permanentemente. El perímetro tenía unos 700 u 800 metros. Estábamos cercados. Había patrullas de la policía, de la brigada de choque contra las manifestaciones, etc. Teníamos que cuidar cada parte del perímetro. Las guardias nuestras tenían rifle, revólveres, pistolas, bombas molotov, etc. Una de las cosas más serias que nosotros manejábamos era la cuestión de los explosivos. Había gente con mucha experiencia. Porque esa obra también se caracterizó por contar con trabajadores de distintas nacionalidades. Había brigadas de trabajadores chilenos, contratados en carpintería, que habían sido contratados poco antes de la huelga. La gente de Chile venía ya organizada con delegados. Eran como 200”.
P: ¿Ellos tenían experiencia en formas de autodefensa?
Alac: ¡Por supuesto! Ellos manejaban la dinamita... habían peleado contra el Ejército en Bolivia. Sus huelgas son famosas por el grado de resistencia que han tenido […]
P: ¿Cuánta gente participaba de estas guardias obreras?
Alac: Nosotros calculábamos que por cada turno nunca bajaban de 100 trabajadores. Dependía de las horas. De noche eran grupos más chicos y más distribuidos. De día había más gente en movimiento. Te imaginas... Había más de 500 tipos caminando por allí, se caminaba, se recorría... Nadie se quedaba quieto” (1).

Ocupación por la Gendarmería

La empresa hidroeléctrica fue retomada por las fuerzas de represión. Eso sucedió el 14 de marzo, cuando la Gendarmería tomó la Villa Chica, deteniendo a varios dirigentes. “La dictadura tuvo que acudir a 800 hombres armados hasta los dientes para poder recuperar la central ocupada por los trabajadores. Los dirigentes -Antonio a la cabeza- fueron apresados, esposados y enviados en un avión militar a Buenos Aires, la capital, y soltados ante la presión popular. Según el testimonio de uno de los compañeros de Antonio, cuando se lo llevaban esposado, el jefe de la gendarmería le dijo a Alac: ‘Te saliste con la tuya. Te tuvimos que sacar esposado’. A pesar de todo, Antonio no había bajado las banderas ni había huido. Lo tuvieron que apresar por la fuerza” (2).

Mujeres en las barricadas

Griselda Fanese y Emilse Kejner, en una excelente investigación, analizaron a través de entrevistas y de lo registrado por el diario Río Negro, el papel de las mujeres durante los meses de lucha.
Señalan las autoras que las mujeres tuvieron un rol que motivó su atención. Al examinar una nota del diario, comentan que en “un recuadro que refiere al acuerdo logrado alude a la distensión y al festejo tras la tensión vivida”, y señalan que “se sucedieron varios oradores, entre ellos varias mujeres de destacada actuación en los sucesos. Los nombres de esas mujeres no se consignan y sus palabras, tampoco”. Una foto que ilustra la nota central del diario, muestra a “varias mujeres, esposas de los obreros, que se dirigen hacia el lugar de la concentración llevando bolsos con alimentos para los trabajadores que en esos momentos estaban en huelga. Esas mujeres, erguidas, jóvenes, visten pantalones, pañuelos y anteojos para el sol según la moda del momento. Los hombres -policías y obreros- las miran caminar. Ellas constituyen una nota de color en el desierto choconense y contribuyen con su imagen a lograr la empatía del lector con los obreros, objetivo del diario, inserto en una política de oposición al gobierno de Juan Carlos Onganía”.
[...] "En una entrevista realizada a Ana Egea, 37 años después de la huelga, señala que las mujeres de El Choconazo son diez, y se organizan en una jerarquía de mayor a menor relevancia en el escenario discursivo: la misma Ana, las dos Mansilla, dos mujeres de obreros, la Gringa y la boliviana.
“¿Ustedes eran todas mujeres de trabajadores?
“Claro. Yo, por ejemplo, era la esposa de un chofer de los camiones, de los camiones grandes, de Terex. Pero, a la vez, tenía comedor, yo les daba de comer a obreros. Tenía dos turnos.
“¿Ustedes vivían en las casas?
“Claro, mi marido y todos los obreros que venían a comer a mi casa era como si fuéramos todos hermanos. Éramos una gran familia. A veces algunos no iban a trabajar en ese turno y venían junto con los otros. Eso lo acomodaban ellos. A mí no me interesaba porque la comida era toda igual, viste. Yo no tenía preferencias ni para uno ni para otro. Pero sí, cuando ellos llegaban a casa, ellos me ayudaban a cuidar a los chicos, a servir la comida. Yo era la cocinera, pero después lo demás era todo en conjunto. Nos ayudábamos en todo. Entonces éramos una gran familia, viste, como yo digo siempre, una gran familia.
En el relato, Ana Egea asume diversos roles: cocinera, guerrillera, prófuga, archivista, enfermera, detectora de infiltrados, oradora ante la comunidad, madre. Establece distinciones jerárquicas: están las mujeres y las pibas (las primeras defienden a las segundas cuando la policía las insulta); la boliviana es servicial; la gringa y las otras están en la vanguardia, cercanas a Ana pero detrás de ella. Otra más, Ema Mansilla, también está siempre cerca, acompañando a Ana.
Ana se instaura como una mujer de vanguardia, no sumisa. Presupone admitir que, aunque en el tiempo que rememora las mujeres fueran sumisas, ella no lo era: lavaba platos pero también afrontaba huelgas” (3).

Lo que dejó el conflicto

Varios años de dictadura exacerbaron notablemente la explotación económica y la opresión política de las masas populares y fueron determinando la aparición de la lucha antidictatorial en las calles, en las fábricas, en las universidades. Todo se expresó en “los Azos del 69”: Rosariazo-Cordobazo-Rosariazo. Lo acontecido en el Choconazo se enmarca en ese contexto.
Una de las primeras conclusiones a señalar es que la solidaridad a nivel nacional no llegó en la medida necesaria; el conflicto del Chocón se quedó huérfano del apoyo que estaba necesitando. Se sumó a ello que la mayoría de los obreros eran de otras provincias y el sostén de sus familias estaba demasiado lejos. La dictadura, la burocracia sindical y la empresa apostaron al desgaste y al aislamiento. En los primeros días de marzo algunos obreros habían empezado a retirarse.
A partir de entonces y poco a poco, la obra volvió a ponerse en movimiento. Pero, para sorpresa de los directivos de Impregilo-Sollazo, no todos volvieron con la cabeza gacha a sus trabajos.
Alrededor de 1.800 obreros no aceptaron reingresar en las condiciones que imponía la empresa.
Lo destacable fue la autoorganización de los trabajadores, resolviéndose todos los problemas en asambleas masivas, la forma de doble poder en el campamento de los obreros. Como sostuvo uno de los participantes “La organización se hizo en base a la solidaridad, siendo este un elemento muy importante para la prolongación de la huelga. Al quedar aislados en medio del desierto, el riesgo para los huelguistas era que se agotaron los víveres. Desde Neuquén partían caravanas que caminaban cientos de kilómetros para proveer a los obreros de lo necesario”.
Durante la huelga, los obreros destituyeron a los delegados digitados, eligieron a los propios y llegaron a defender ese derecho, al margen de la Ley de Asociaciones Profesionales. Enfrentados y dispuestos a combatir incluso contra el poder armado de la burguesía (asambleas democráticas permanentes en las que participó la población, englobando a las familias de los obreros), ejerciendo el control civil (por ejemplo contra la ebriedad, robos), sin necesidad de ninguna “policía especializada” y separada de la sociedad en un organismo especial; en otras palabras, organizando su propia vida social, de acuerdo a la voluntad expresada en forma directa por la mayoría.
La lucha de esos meses fue de gran impacto entre los trabajadores del país, y ayudó a que creciera el sentimiento antipatronal, antiburocrático y antidictatorial.

Leónidas Ceruti

Notas:

1. Néstor Kohan, Rebelión, Entrevista inédita con el dirigente histórico de la clase obrera argentina. Antonio Alac, "El Choconazo y las enseñanzas del clasismo". .
2. Néstor Kohan, op. cit.
3. Griselda Fanese y Emilse Kejner, "La Aneida: una epopeya de mujeres en una huelga de obreros. Representaciones de las mujeres que participaron en el Choconazo" (1969-1970) Universidad Nacional del Comahue. Butin, Rocío, "El choconazo y las mujeres‏", choconazo.blogspot.com.

Cambiemos, La Nación y el negacionismo del genocidio



Las declaraciones de Gómez Centurión, Darío Lopérfido o el mismo Macri niegan la existencia de 30 mil desaparecidos y de un plan genocida. La Nación escribe el libreto negacionista que levanta Cambiemos.

Como suscribe un editorial del oligárquico y ultrarreaccionario diario La Nación: “Los constituyentes de 1853, en circunstancias históricas de graves enfrentamientos internos, supieron elevar la mirada y proponer la unión nacional como pauta programática para la convivencia de los argentinos (…) En el marco de la Guerra Fría, la Argentina, como otros países de la región, se vio sometida a la acción de grupos armados empeñados en imponer la revolución con orientación marxista leninista. El modelo era Cuba y sus operaciones no tomaban en cuenta la institucionalidad como valor a respetar. Enfrentaban tanto a gobiernos constitucionales como de facto”.
Se reabre un debate sobre el pasado que no está resuelto e incomoda a la clase capitalista, que fue la que colaboró, sustentó y aprovechó el genocidio llevado a cabo por el llamado Proceso de Reorganización Nacional.
El golpe militar del 24 de marzo de 1976 no fue esencialmente la respuesta al accionar de la guerrilla, que había sido diezmada luego del pase a la clandestinidad de Montoneros, y el ERP derrotado con el Operativo Independencia y el asalto a Monte Chingolo. La finalidad de la Junta Militar fue poner fin a un ascenso obrero y popular que amenazaba con llevarse puesta a la burguesía argentina en medio de una catástrofe económica. Para lograrlo debía aniquilar a toda una generación de obreros, estudiantes, intelectuales, militantes políticos de algunas fracciones del peronismo combativo y la izquierda que se plantearon la lucha política abierta contra el imperialismo y el capitalismo. Esta generación no surgió de la nada, sino que fue la expresión más radicalizada del estallido de la insurgencia obrera y popular el 29 de mayo de 1969, conocida como el Cordobazo, que hirió de muerte al Gobierno de facto de Juan Carlos Onganía y al régimen de dominio que había surgido luego de la revolución fusiladora de obreros de 1955. Esta generación cuya fuerza motora era la clase obrera protagonizó una verdadera lucha de clases en el sentido estricto del término, con insurrecciones locales, huelgas salvajes, ocupaciones de fábricas y establecimientos, manifestaciones violentas y hasta una huelga general política entre junio y julio de 1975 que desbandó a los líderes de los grupos fascistas que actuaban bajo el amparo del Gobierno peronista. Los obreros pusieron en pie sindicatos clasistas, comisiones internas combativas, grupos de autodefensa y coordinadoras interfabriles. El movimiento estudiantil se lanzó a la unidad activa con la clase obrera y la izquierda comenzó a crecer exponencialmente. Fue el momento de mayor cuestionamiento al capitalismo argentino de la segunda mitad del siglo XX. Por eso la burguesía y su Estado le declararon la guerra.
El dictador Alejandro Lanusse, responsable de la Masacre de Trelew, puso fin a la proscripción del peronismo, con el objetivo de lidiar con las masas mediante el desvío electoral, lo que permitió el retorno de un Perón que prometía la "patria socialista" y daba vía libre a los pistoleros de la Triple A. Muerto Perón en 1974, Isabel Perón y José López Rega fracasaran en su intento de poner fin a la insurgencia por la vía de las bandas paramilitares que reclutaban policías, matones de la burocracia sindical y lúmpenes. Las huelgas del ‘75 fueron las que le pusieron fin al intento de ajuste salvaje para salvar al capitalismo argentino del ministro Celestino Rodrigo y al reinado de “Lopecito”. El peronismo se agotó como fuerza para lidiar con los trabajadores, y la clase capitalista dio vía libre al golpe militar, con el que colaboraron posteriormente tanto radicales, como peronistas y el Partido Socialista, entre otros. Si en aquel momento la clase obrera no avanzó más fue responsabilidad exclusiva de su dirección, el peronismo y su burocracia sindical, que sostuvo a una Isabel Perón odiada por las mayorías populares. Pero también porque la guerrilla peronista jugó el papel de contener dentro de la alianza policlasista del peronismo a los jóvenes trabajadores y estudiantes radicalizados y junto con el ERP, encarnaron una estrategia pequeñoburguesa que separaba de la lucha real de las masas a sus militantes para llevar a cabo una guerra de aparatos que despreciaba la auténtica guerra de clases. Fueron los grupos de tareas de las Fuerzas Armadas, los que llevaron a cabo el plan de exterminio, siguiendo los mandatos del imperialismo y los consejos de Pío Laghi y la Iglesia Católica.
Decíamos que es un debate que se reabre sobre un pasado no resuelto porque el “Pacto de Impunidad” que condicionó a la democracia burguesa argentina desde la restauración democrática de 1983 intenta ser reconstruido luego de que la movilización popular lo socavara. Fue ella quien logró la condena de algunos centenares de criminales de la dictadura e impuso a la justicia burguesa el reconocimiento de la existencia un plan sistemático de exterminio desde el Estado contra todo un grupo nacional, que constituye la base jurídica de la definición de genocidio.
Luego de la crisis del 2001, el kirchnerismo expropió discursivamente las reivindicaciones de justicia de los movimientos de Derechos Humanos, cooptó a sus dirigentes, y lo convirtió en parte del relato expiando al peronismo por los crímenes de la Triple A y sin que se juzgue a todos los responsables militares, civiles, empresariales y eclesiásticos. Luego intentó una política de reconciliación con las Fuerzas Armadas que tuvo como protagonistas a genocidas como César Milani y represores como el también ex carapintada Sergio Berni, que redundó en el espionaje político a través del Proyecto X.
Decíamos que el debate era incómodo porque fueron los grandes grupos capitalistas -a los que el kirchnerismo permitió, según sus propias expresiones, levantarla en pala- los principales beneficiarios y promotores del golpe. Fueron los partidos de la burguesía los principales colaboradores.
Como sentenciaba Balzac, “detrás de cada fortuna hay un crimen”, y las manos chorreantes de sangre de las patronales argentinas y el imperialismo son las que digitan el discurso de la derecha en el poder. Veamos a los protagonistas: Juan José Gómez Centurión, un falso combatiente de Malvinas, un carapintada que se alzó en armas contra Raúl Alfonsín para exigir la impunidad de los criminales que participaron en la represión. Darío Lopérfido, hoy miembro de la oligárquica familia Mitre, a quienes los militares entregaron parte de Papel Prensa, y ex funcionario de un Gobierno de la Unión Cívica Radical como el de Fernando De la Rúa, que plagó de cadáveres los alrededores de la Plaza de Mayo en diciembre del 2001 para intentar aplastar una rebelión popular. Mauricio Macri, el hijo de Franco, el empresario que esquilmó al Estado y es recompensado, había salido de la dictadura genocida como uno de los grupos económicos más importante de la Argentina. Como cuenta Gabriela Cerruti: "Los Macri transitaron los últimos meses del gobierno peronista reunidos con Licio Gelli de la Logia P2 y José López Rega acordando construir el ‘Altar de la Patria’ que resguardaría los restos de Juan Domingo Perón y Eva Perón y unos meses después del golpe militar eran parte de la mesa chica del equipo económico y político de los militares. Con la llegada del gobierno peronista al poder, en 1973, el grupo tenía siete empresas. Finalizada la dictadura militar, el holding tenía 47 empresas".
Los argumentos de Cambiemos buscan reinstalar la idea de la reconciliación nacional y vuelve a ser el diario mitrista quien escribe el libreto: “Tras una cifra falsa del número de muertos y desaparecidos para que alcanzara la categoría de genocidio”. Intentan deslegitimar las reivindicaciones históricas de los movimientos de los derechos humanos. Unos mediante la restauración de la “Teoría de los dos demonios”, que pone un signo igual entre el terrorismo de Estado y la violencia ejercida por las clases subalternas y los grupos guerrilleros, exculpando al Estado de sus crímenes. Otros reivindicando a los represores como luchadores que cometieron excesos dentro de una "guerra sucia", según la doctrina contrarrevolucionaria francesa, contra una subversión sin dios, ni patria. Esta última es un calco del discurso videlista.
Si el kirchnerismo se reapropió de retazos de “memoria” para su operación de restaurar la autoridad del Estado y pasivizar al país convulsionado en el pos 2001, el macrismo busca borrar toda memoria de un genocidio de clase, legitimar un nuevo relato reaccionario de “los dos demonios”, como un aviso claro: son representantes de una clase que puede volver a hacerlo si las condiciones lo requieren.
El relato kirchnerista siempre rechazó que haya habido un genocidio de clase, lo consideraba un golpe contra un Gobierno "popular" y un proyecto "industrialista". La lucha contra el negacionismo macrista hay que encararla desde el punto de vista de recuperar para el presente la memoria revolucionaria de nuestra clase obrera, señalando a sus enemigos, reivindicando en la lucha contra el imperialismo y el capitalismo a nuestros hermanos caídos.

Facundo Aguirre

Hay plan económico y favorece la concentración de la ganancia

La industria cayó 1,1% en enero [1] y contradice todo discurso oficial sobre mejora de la economía, tal como sugiere Macri en España, con el Rey, con el Jefe de Gobierno o con los empresarios, los que son tentados a invertir en un país que asegura jugosas ganancias. Algo de eso sabrá el accionista heredero del Clan Macri.
Vale señalar que la contra cara de ese discurso es el cierre de empresas y los despidos, proceso consustancial al crecimiento de las importaciones, la falta de competitividad de la producción local y por ende, la reconversión empresaria en aras de la rentabilidad y contra el empleo, el salario y en definitiva, los trabajadores y la mayoría de la sociedad.
El cierre de la única empresa productora de llantas en Rosario (se reconvierte en importadora) o innumerables textiles, o industrias del calzado, por solo nombrar las más difundidas en la prensa cotidiana, dan cuenta del fenómeno de reemplazo de producción local por externa. No siempre pierden los empresarios, algunos sí, pero varios otros se transforman, de productores en importadores.
La política económica en la Argentina promueve la producción externa en aras de la eficiencia del capitalismo mundial. No son errores del gobierno, sino, la lógica de un proyecto de inserción subordinada de la Argentina en el sistema mundial con algunos pocos socios locales subsidiados por el Estado.
También el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne “comunica” que sus evaluaciones son de recupero de la economía desde el último tramo del año pasado. En efecto, el INDEC señala que el nivel de actividad económica de diciembre 2016 contra noviembre del año pasado crece 1,6%, pero es -0,1% entre diciembre del 2016 y el mismo mes del 2015. [2]
Además, el informe del INDEC relativo a la evolución industrial (ya mencionado) lo desmiente en el sector que más contribuyó a la recuperación del empleo luego de la recesión entre 1998 y 2002. Más allá del promedio del -1,1% promedio, la industria de la alimentación cayó 1,4% (es el rubro de mayor ponderación en el índice industrial); textil -11,1%; industrias metálicas básicas -9,5% y acero crudo -11,6%. Son datos de rubros relevantes cuando se piensa en industria manufacturera.

Sturzenegger confirma el rumbo del ajuste y la recesión

El titular del BCRA es el ortodoxo del “equipo” del gobierno Macri, encargado de la política monetaria y cambiaria. Dilecto alumno de los monetaristas de Chicago, aplica a rajatabla medidas de “contracción monetaria” y elevadas tasas de interés para frenar los precios.
Su objetivo es bajar la inflación a cualquier costo, aunque ello promueva la recesión o “enfriamiento” de la economía con sus secuelas sociales regresivas en caída del consumo, el nivel de actividad y el creciente desempleo, subempleo, baja del ingreso y generalización de la tercerización y formas de la precariedad laboral. Todo en aras de maximizar la ganancia y hacer atractiva a la Argentina al ingreso de capitales externos.
Lo curioso es que parte de la contención inflacionaria, de la que se ufanan el BCRA y el Ministerio de Hacienda, incluye la contenida cotización del dólar y una demanda acrecentada de los sectores productivos, no solo los más concentrados, por una nueva ronda de devaluación. Es sabido que toda devaluación es una transferencia de ingresos desde la mayoría de la sociedad, especialmente los sectores de ingresos fijos asociados al mercado interno, a los capitales más concentrados y exportadores.
El titular del BCRA anticipa que los próximos meses será difícil en materia de inflación por el impacto del aumento de las tarifas definidos por el propio gobierno en acuerdo con las empresas privatizadas de servicios públicos, los verdaderos ganadores con el cambio tarifario y la continuidad de los subsidios que nutren sus cuentas de resultados.
Resulta interesante analizar la subordinación a la lógica global del capital, en momentos donde la tasa de interés mundial tiende a crecer y a valorizar la divisa estadounidense (política monetaria y cambiaria de la FED, el Banco Central de EEUU), encareciendo importaciones demandadas desde la Argentina, agravado con el desestimulo a las exportaciones locales.

La ortodoxia la pagan los sectores de más bajos ingresos

Con la ortodoxia del Banco Central se asegura un horizonte de inflación y de lucha contra la inflación que afecta principalmente al ingreso popular.
Por eso se intenta disciplinar a maestros y docentes, médicos y trabajadores de la salud, de la Justicia, o del Estado en general, ayudados con una campaña ideológica centrada en los “beneficios” de los trabajadores y eximiendo la responsabilidad estatal que privilegia recursos fiscales para cancelar deuda o subsidiar ganancias, base de la orientación de la política económica en su conjunto. Todo para satisfacer demanda de seguridad jurídica y cuantiosos recursos para concesionarios privados de servicios públicos, caso del peaje, el transporte, o la prestación de luz, gas o agua.
El argumento del chantaje alude al efecto sobre los menores o demandantes de salud ante las medidas de fuerza sindical, eludiendo el reclamo a gobernantes que incumplen promesas electorales, caso del combate a la pobreza.
Quien afecta la educación de nuestros escolares y la salud de la población empobrecida es la política oficial, orientada a satisfacer las necesidades del funcionamiento del capital, que como sabemos, apunta a maximizar las ganancias y con ello asegurar la lógica de la acumulación y valorización de los capitales.

Julio C. Gambina

Notas:

[1] INDEC. Estimador Mensual Industrial, en: http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/emi_02_17.pdf
[2] INDEC. Estimador Mensual de Actividad Económica, en: http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/emae_02_17.pdf
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicar

Alerta por el desmantelamiento de área clave para los juicios en el ministerio de Defensa

La Junta interna de ATE en el Ministerio de Defensa alertó de que el 31 de marzo se vencerán los precarios contratos del personal de la Dirección Nacional de Derechos Humanos.
Recientemente, funcionarios del Ministerio que encabeza Julio Martínez les adelantaron que deberían “ir buscando otro trabajo” ya que los contratos no se renovarán con el argumento de que los juicios por los delitos de la última dictadura van a terminar.
La pérdida de esos puestos de trabajo pone en riesgo el funcionamiento de la Dirección y repercutirá en los juicios: el área es clave en la búsqueda de documentación sobre las Fuerzas Armadas durante la última dictadura.
Así lo advirtió el Colectivo Nacional Mario Bosch, que reúne a abogados de derechos humanos de todo el país. “El área de Memoria nuclea las tareas de archivo, relevamiento, conservación, entre otras, que son las que resultan de suprema importancia para aportar material probatorio y permitir la continuidad de los juicios contra el plan sistemático genocida padecido por el pueblo argentino durante la última dictadura civico-militar”, señalaron los letrados.
Aseguraron además que el área “aporta material histórico fundamental en numerosas causas en las que se juzga delitos de lesa humanidad. Si bien se han logrado 163 condenas a represores dictadas en todo el país, todavía existen 376 causas en trámite en las que no se ha dictado sentencia”.
“Manifestamos nuestra alerta y solidaridad con los/as trabajadores/as que allí desempeñan su trabajo, cuyo contrato laboral vence en marzo”, explicaron.
“Exigimos la continuidad de las políticas públicas en materia de Memoria, Verdad y Justicia. Exigimos el cese del desmantelamiento del área de Memoria del Ministerio de Defensa. Exigimos la continuidad de los contratos de los/as trabajadores/as que allí desempeñan su trabajo.

Gerardo Aranguren
Tiempo Argentino

domingo, 26 de febrero de 2017

"La economía es un descalabro"



Las bases económicas de la campaña electoral.

La primera manifestación ostensible de una crisis en la coalición de poder que integran el gobierno y la totalidad del parlamento (con la exclusión, obvia, del Frente de Izquierda) la constituyeron las declaraciones, el año pasado, del ex ministro Roberto Lavagna, cuando advirtió acerca de la revaluación -inconveniente, dijo- del peso y el aumento extraordinario del endeudamiento público internacional. Con la mochila a cuestas de su pasado de lobbysta de Techint y ministro de Economía encargado de enderezar la quiebra nacional de 2001, no demoró en sugerir la sospecha de un retorno a la movida que acabó con el gobierno de De la Rúa. Con un pie en el Frente Renovador y otro en la UCR, esa suposición quedó relegada: la coalición de Estado siguió funcionando, apenas alterada por uno u otro tropiezo. En el mismo espacio de tiempo, sin embargo, fueron echados del gobierno Isabela Constantini, a cargo de Aerolíneas, Alfonso Prat Gay, de Hacienda, y Carlos Melconian, del Banco Nación. Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, comenzó una campaña, que no ha abandonado, para que Macri incorpore peronistas al gobierno, incluso si esto pudiera disgustar a la ladera UCR.
La crisis política, sin embargo, ha dado indicios de renovarse, acicateada por las elecciones que comienzan a mediados de año. Los medios de comunicación y una mayoría de observadores la atribuyen a la estafa judicial con el Correo y a la oscura modificación del ajuste semestral a las jubilaciones. Las causas podrían ser más profundas; las voces, en el campo oficialista, que anuncian un crack del plan económico, se han hecho estridentes.

“Insostenible”

Es el caso de Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía de Menem y rector de U-Cema, un padre teórico de legiones de economistas neo-liberales - él mismo “un Chicago boy”. Este macrista desencantado no se muerde los labios: “la economía es un descalabro”, vomita sin el menor cuidado (Clarín, 19/2). Para sorpresa de sus críticos ‘nacionales y populares’, asegura “que privilegiar la lucha contra la inflación a costa del nivel de actividad es un error y que la política de endeudamiento masivo es insostenible”. Agrega, sin el menor temor a la ‘heterodoxia’: “Yo hubiera preferido un 40% de inflación con la economía funcionado y no un 20% con la economía a punto de explotar por la caída del consumo y la recesión”. Este planteo revela la gestación una crisis mayúscula desde el campo del gran capital industrial y del capital financiero. Rodríguez no habla desde la cátedra. Les dice a los capitalistas, “no hubo lluvia de dólares y no va pasar”. Advierte la inevitabilidad de un derrumbe. Desde otra vertiente. Miguel Bein advierte: “no veo un programa de crecimiento” (23/2).
Economista de la escuela monetarista, Rodríguez señala que “la plata no va al gasto. Y ni siquiera ingresa al circuito monetario. El efectivo entra al banco y de ahí va a las Lebacs”. Se trata de algo conocido, porque el crédito a la producción y al consumo no crece sino que se recicla, mientras que la base monetaria ha crecido un 48%. Los vencimientos de Lebacs se refinancian; ahora, parte de este negocio se ha trasladado al llamado “mercado de pases”, donde no operan inversores privados, pero que endeuda al Banco Central con la banca local a un plazo incluso inferior. Sedesa, el Instituto público que garantiza los depósitos bancarios hasta una determinada suma, recibe intereses por la compra de Lebac, alimentando un circuito interno parasitario, como ocurre también, desde hace tiempo con la compra de deuda pública por parte de Anses o el Banco Nación. Rodríguez demuele la norma que obliga a diferenciar el precio al contado del precio financiado de las mercancías, porque ha propinado un golpe “fuerte” a las ventas, para obtener medio punto menos de índice de inflación. El rector, claro, se abstiene de recordar que el precio financiado incorporaba intereses del 45 al 60% anual. Por otro lado, gran parte de las divisas que ingresan al circuito monetario como deuda emigran a cuentas del exterior en concepto de dividendos y pagos de intereses. Será por eso, que, desde Madrid, el presidente de la patronal española, entre mucha fanfarria, no dudó en afirmar que “la macroeconomía no cierra” (Bonelli).

“No hay poder político”

Rodríguez atribuye la ausencia de una “lluvia de inversiones”, que esperaba el macrismo, a que “no hay poder político” y “a la falta de liderazgo” -ni más ni menos, a pesar del ejercicio de ocho años en la Ciudad. Dice que “recontratuité” este planteo, “mil veces después de las elecciones”. De un modo diferente, nosotros lo habíamos advertido de entrada, en el pic nic del PO, en diciembre de 2016, cinco días después que Macri entrara a la Rosada, en oposición al impresionismo derrotista que la derrota de Scioli había provocado en la izquierda. En esa ocasión dijimos que Macri carecía de los recursos para su proyecto de clase y que debía reunirlos a través de luchas y crisis políticas. De acuerdo a Rodríguez no lo consiguió –ni lo conseguirá. El apoyo de la oposición parlamentaria patronal y de la burocracia sindical, para Rodríguez no alcanza: “la coalición de Gobierno no genera confianza”, y como “No hay peronistas en el gobierno”, no podría ganar las elecciones que vienen. Rodríguez advierte: “no tienen votos”. La salida a esta crisis sería, entonces, una gran coalición con el peronismo, o en su defecto la caída del gobierno, un pronóstico catastrófico.
El “Chicago boy” deja en evidencia, de este modo, el eje de la disputa que se desarrolla en el oficialismo, por un lado, y en el FpV, por el otro. El primero está discutiendo el ingreso del radical Ernesto Sanz, un hombre de Techint, al gabinete (lo pide la UIA, dice Marcelo Bonelli en Clarín) y un mayor protagonismo en las listas electorales de la UCR. En el otro campo juegan la opción de Randazzo, bendecido por el Papa. La crisis está desintegrando a las fuerzas políticas en presencia. Quienes depositan una expectativa de cohesión en las Paso, han olvidado muy rápido lo que dejó la interna Aníbal-Domínguez. Queda la alternativa de un gobierno de “unión nacional”, el último recurso, pero está relegada al resultado de las elecciones.
El pronóstico del rector Rodríguez comete el mismo error metodológico de otros meteorólogos políticos. Atribuye el retroceso de la economía y la ausencia de inversiones a defectos de política económica en curso y de liderazgo político presente. En cierto modo sigue la misma línea de análisis del entorno de Trump acerca de Estados Unidos e incluso propone una suerte de “Argentine First”, o sea criollo. La alternativa del “dólar barato’ para atraer “inversiones genuinas”, como reclama, sería suficiente para quebrar la relación con Brasil y Uruguay, que aprecian la moneda, como consecuencia de la misma presión que sufre Argentina: el famoso ‘carry trade’, que significa tomar prestado a un interés regalado en el exterior para meterlo en Lebacs con intereses usurarios. Una devaluación provocaría un retorno a las ‘odiosas’ retenciones a las exportaciones, pues de otro modo la devaluación se convertiría en el detonante de un ‘rodrigazo’.
La crisis de ‘liderazgo político’ es un fenómeno mundial, especialmente incluso en Estados Unidos y la Unión Europea, lo mismo que el retroceso de las inversiones, que tiene lugar a escala internacional. La llave de la bóveda de la crisis política en Argentina es, precisamente, la crisis mundial, y la deriva de esta crisis hacia una guerra económica en todos los órdenes - fiscal, comercial, monetaria. “Es el capitalismo”, Rodriguez, le diría el viejo Clinton.

Sublevación neo-liberal

Carlos Rodríguez no es el único que se queja, ni tampoco Clarín el único medio que lo aloja.
José Luis Bour, el economista jefe de Fiel, donde talla la UIA, arremete (en Ámbito) contra lo que denuncia como la “anomalía” de la devaluación macrista del año pasado, que dió lugar a una aumento de las tarifas de servicios muy superior a la de los bienes. Quiere decir que los tarifazos han incrementado los costos de la industria por encima de los de sus precios, esterilizando de este modo el objetivo de la devaluación (ya se oyen reclamos de la patronal industrial contra la elevación que han sufrido los salarios en dólares, mientras han bajado en pesos). Acusa a los tarifazos de pasarse de raya, volviendo así al tema del año pasado acerca del aumento sideral de las facturas. Bour denuncia que la ruta prevista de tarifazos hasta 2020, acentuará la grieta entre costos y precios industriales, incluso en moneda internacional, por una mayor revaluación del peso. Advierte que la “reforma tributaria” de Trump, o sea la guerra fiscal y un reflujo de capitales a Estados Unidos, apreciaría el dólar y por lo tanto al mismo peso frente al resto de las monedas, acentuando la recesión en la manufactura. El ‘carry trade’ se daría vuelta y lo que ingresó saldría multiplicado por los rendimientos obtenidos.
Con una economía que opera en un 35/40% en negro, el blanqueo ya está teñido de oscuro. Esto explica que Macri se encuentre atacado por los economistas de su propio palo, que ofician de voceros ‘teóricos’ del gran capital industrial. La reciente adquisición de una importante siderúrgica alemana, Thyssen, por parte de Tenaris, acentúa claramente el peso de la burguesía industrial en el conglomerado de disputas que ha abierto la política oficial. No es precisamente una apertura importadora del acero o autos de China lo que agradaría al grupo de los Rocca. Un acuerdo Mercosur-UE, si es que alguna vez tiene lugar, deberá hacerse contra China, que es el primer mercado de la agroindustria nacional. Al alentar este acuerdo, Macri y Temer se colocan del lado ‘aperturista’ del capital mundial, enfrente de la política de Trump y sus acólitos. La “argentina macrista” está cruzada por una pelea internacional.
Un examen del impacto de la devaluación y de los tarifazos deja en claro que ha beneficiado a la agroindustria y agrofinanza, a los conglomerados de la energía y minería, y a la especulación inmobiliaria. La venta de terrenos fiscales en la capital es un boom; después vienen los ‘permisos’ para construir; y culmina con los edificios en torre y los barrios acaudalados. Es precisamente donde enfocan sus operaciones los grupos para oficialistas como Pampa Energía e Irsa. La desregulación aérea y el ingreso del ‘low cost’ interesa por sobre todo al negocio de la aviación mundial y el turismo. La especulación ha penetrado en la Bolsa, lo cual no corresponde a las expectativas de beneficios los cotizantes, con el consiguiente pronóstico de un “derrumbe”. El hundimiento de industrias enteras, con la contrapartida de grandes negocios de alcance limitado, pone de manifiesto una tendencia a la disgregación económica que preocupa a la burguesía y a su ‘inteligentzia’. “En abril vencen 7000 millones de dólares del Bonarx y es difícil determinar, dice un economista del macrismo, qué parte de ese pago se transferirá al exterior”.
Otro ‘neoliberal’, Ricardo Esteves, no es menos enfático (La Nación, 22/2): “(Hay) que ser más cautos en las expectativas económicas... (donde) todo depende de la inversión, y las condiciones para propiciarlas son prácticamente inalcanzables. Al menos en este mandato…”. Otro, José Luis Espert, desmiente al ministro Nicolás Dujovne, y dice que “el desequilibrio total (del Tesoro) llegará a más de 8 puntos del PBI al tomar en cuenta el pago de intereses de toda la deuda y el rojo de las provincias”. Nada menos que 650/700 mil millones de pesos. Después de haberse jactado de la doma de la inflación, Federico Sturzenegger acaba de anunciar que “vienen tres meses delicados”, por culpa de los “precios regulados”, o sea los tarifazos. Como esto influye en los costos de los ‘no regulados’, estos también, reconoce, está subiendo más de la cuenta.

La economía de las elecciones

Una recesión prolongada de la economía; el impasse de la política macrista; el enfrentamiento cruzado entre diferentes sectores del capital financiero y de la gran industria; y, lo más importante, el descontento popular que crece; han creado una crisis en el régimen de coalición ‘a la carta’ establecido luego de las elecciones, y sucesivamente una crisis potencial de poder que no tendrá solución ni siquiera con un triunfo electoral del oficialismo, que de cualquier modo será magro y a costa de una división de la oposición. En 2011, cuando ganó con el 52% de los votos, hay que recordarlo, comenzó la cuenta regresiva (lo dijimos el mismo domingo de la votación) del gobierno kirchnerista. Las elecciones contarán los porotos de una salida política que será determinada en otro plano –la crisis capitalista y el desarrollo de la lucha de clases. Una aceleración de todos estos factores podrían también anticipar una salida política, precisamente para que las elecciones puedan tener lugar.
En este cuadro, la cuestión electoral presenta términos análogos, pero no iguales o similares, a los de principios de 2001. O sea que estará dominada, por un lado, por opciones o alternativas capitalistas a la crisis, incluido un cambio en el régimen político. Al mismo tiempo, se desarrolla frente a una crisis que afecta al conjunto de las relaciones sociales y políticas y por lo tanto a las masas en primerísimo lugar. A partir de esta base económica, es necesario caracterizar la situación de todas las fuerzas en pugna y sus posibilidades políticas.
Una tesis completa de campaña.

Jorge Altamira

70 mil usuarios sin luz y cortes de calle en Capital y el Conurbano

Desde la esquina de San Juan y Treinta Orientales, en el barrio de Boedo, hasta Temperley, Ingeniero Budge y Adrogué, vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense han vuelto a la calle a protestar por los cortes de luz que se cuentan por decenas en la durante la última semana. Solo en el día de hoy, los usuarios sin servicio sumaban más de 69.000, mientras que el jueves esa cifra ascendía a más de 200.000 –según datos de las propias Edenor y Edesur. En algunos casos, los afectados se encuentran en el cuarto día consecutivo sin servicio. Entre los barrios porteños más afectados se hallan Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Flores, La Boca, Boedo, Caballito, Retiro, Floresta y Recoleta; mientras que los partidos bonaerense con mayores cortes son San Isidro, Tigre, La Matanza, Escobar, San Martín, Hurlingham, Morón, Pilar, Merlo, Vicente López, San Miguel, San Fernando y 3 de Febrero.
A fines del mes pasado, Mauricio Macri sostuvo en un acto en Casa de Gobierno que este verano se habían reducido significativamente los cortes de luz (La Nación, 1/2), presentando el asunto como una consecuencia de la política de tarifazos crecientes. Sin embargo, bastó que subiera un poco la temperatura para que esta tesitura se cayera por su propio peso.
El cuadro de crisis del sistema energético es el que ha configurado más de una década en que el kirchnerismo garantizó abultados beneficios estatales a las privatizadas de servicios, que recibieron multimillonarios subsidios sin rendir cuentas de sus números ni de inversiones en el mantenimiento del sistema. Al cabo de este recorrido, el macrismo ha vuelto a premiar a Edenor, Edesur y compañía con un camino de aumentos garrafales que apuntan a una redolarización de las tarifas, en el marco de un ajuste en toda la regla sobre los bolsillos de los trabajadores.

Tomás Eps (@tomaseps)

Choque en la Ruta 33: gobierno y empresarios son responsables

El viernes pasado, dos colectivos de la Empresa Monticas (Flechabus) chocaron de frente en la Ruta Nacional 33, localidad de Pérez, Santa Fe, dejando un saldo de 12 muertos y 34 heridos, cinco de ellos con pronóstico reservado.
Los primeros peritajes sostienen que el reventón de un neumático habría sido la causa del accidente que ocurrió en una recta de la ruta sin banquina bordeada por un zanjón, que es donde se clavaron los dos vehículos.
El gobierno provincial sostiene las concesiones en las rutas a pesar de los reclamos y advertencias permanentes de los usuarios por el pésimo estado de éstas. Cientos de denuncias de choferes usarios a lo largo de años, como se puede comprobar en en el hashtag #monticasotravez, demuestran que estamos frente a una tragedia largamente anunciada.
El gobernador Miguel Lifschitz no descartó la posibilidad de quitar la licencia a Monticas si se confirma su responsabilidad en el accidente, pero tampoco descartó la hipótesis de una “mala maniobra” del chofer. Advertimos contra cualquier intento de transformar al conductor en un chivo expiatorio del accidente, como ocurrió en la masacre de Once.
Incluso si se quitara la licencia a Monticas, el negociado continuaría de la mano de otra empresa, junto al monopolio de recorrido y el sometimiento de los usuarios a las pésimas e inseguras condiciones del servicio.
El mismo día del accidente, la población de Casilda se agolpó en la terminal en reclamo de justicia. Lo mismo está sucediendo en Zavalla. Se autoconvocaron también trabajadores y estudiantes en la terminal de Rosario para repudiar a la empresa.
La concejal del PO por Capitán Bermúdez, Jorgelina Signa, se refirió a los hechos como "la masacre de Once de Lisfichtz".
Planteamos la investigación de toda la cadena de participación y complicidades en el hecho, empresariales y estatales. Esta masacre pone al rojo vivo la incompatibilidad del lucro empresarial con las necesidades de la población. Por ello corresponde la estatización del servicio de transporte y su puesta en funcionamiento bajo control de sus trabajadores y usuarios.

Silvia Coronel

De rodillas ante el rey



Fue el acto de coronación -como para seguir con las alegorías a la corona- de una forma de pensar y concebir el mundo por parte de un sector de la sociedad que siempre vivió a costas de las mayorías explotadas.

Fue un símbolo de cómo “entienden” el “progreso”. Después de años de enmascaramiento “nacional y popular”, el establishment se saca la careta, se arrodilla sin miramientos ante el Rey. El capitalismo nacional fracasó, hay que volver a las fuentes.
Hoy España no es el imperio saqueador que vació Latinoamérica, pero sigue representando a esa “Madre Patria” para las clases dominantes. Para esa clase dominante, estar allí, frente al Rey, con todos los galardones y “honores”, es un orgullo, una forma de demostrar “crecimiento”, “avance”, “civilidad”, “nivel”.
Esa misma “Madre patria” saqueó sin piedad nuestras riquezas durante siglos de forma descarnada, y ahora lo hace de manera mucho más sofisticada (Repsol, Telefónica), gobernando las economías de sus ex colonias.
Luego de haber recorrido parte de Sudamérica y parte de África, y haber visto la historia y el presente de estos saqueos imperiales, estos actos de pleitesía ante los países “centrales”-más allá de toda coyuntura política-, se me figuran desde una perspectiva diametralmente opuesta a la visión dominante.
Lo que se ve por los medios como un acto de “inserción” en el mundo, “hermandad” entre Estados, en una trampa en la que caen muchos “demócratas” y “republicanos”; muchos de ellos con buenas intenciones, pero cegados por esta idea de “progreso” y “respeto por las instituciones” que viene desde hace siglos machacando los imaginarios. Ideas “evolucionistas” sembradas por los imperios para justificar sus saqueos y su poder dominante.
Esta “inserción” en el mundo no es más el afianzamiento del tejido de relaciones entre esas clases dominantes; una “hermandad” entre pares. Un claro retroceso para todo tipo de proyecto de autodeterminación e independencia. Esa clase es la que hoy maneja la estructura estatal, y por ende, hacen actuar esas tan exaltadas instituciones según sus intereses.
Por eso esta “apertura” al mundo, es una apertura sesgada por una visión economicista y evolucionista de las relaciones humanas, una visión que retrotrae a lo ocurrido en los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, donde gobernaba un grupo de “notables” a costas de mayorías empobrecidas. Un modelo tan actual que asusta. Un modelo recurrente a lo largo de la historia que hoy se simboliza y llega a su sumun con este encuentro entre Macri y el rey español.

Ignacio Incardona
@PanoramaNegro

sábado, 25 de febrero de 2017

Docentes: el espía del Batallón 601 que inició la campaña para reclutar rompehuelgas



Se trata de una operación divulgada por el aparato comunicacional del gobierno. Los números del call center PRO

Mientras comenzaba el horario pico del tráfico en las redes sociales y, en particular, en Twitter, la cuenta de Mariano Bronenberg emitió un mensaje: "Señora @mariuvidal no soy maestro pero ejercí 25 años la docencia universitaria, seré voluntario no rentado para empezar las clases en fecha". De manera coordinada, comenzó entonces una andanada de tweets que, bajo el hashtag #VoluntarioDocenteNoAlParo, ofrecían reemplazar a los docentes huelguistas sin cobrar, en una versión actualizada del reclutamiento de carneros.
La campaña, impulsada desde el aparato comunicacional estatal -aquel apadrinado por Jefatura de Gabinete y que cuenta con cuentas falsas en las redes sociales que se usan para tratar de instalar temas- y el paraestatal -compuesto por los medios de comunicación afines al gobierno macrista-, encontró eco en periodistas como Facundo Landívar -ex secretario del diario Clarín-, Eduardo Feinmann, Luis Majul y otros, y contó con el apoyo de TN, Infobae, revista Noticias y Clarín, que apenas comenzado el hashtag lo definieron como un fenómeno de solidaridad. Sin embargo, el "fenómeno solidario" es en realidad una campaña iniciada por un oficial de Inteligencia del Ejército, tal el oficio del tal Mariano Bronenberg.
Según informó Infonews, Bronenberg fue agente del Batallón 601. De acuerdo a los archivos desclasificados del Batallón 601, una cueva de espías que actuó bajo la dictadura y también en democracia, el autor de la "iniciativa solidaria" (presentado por los medios afines al gobierno como comunicólogo), fue un espía de esa institución militar. También formaron parte del batallón de servicios figuras como el sindicalista de la construcción Gerardo Martínez, jefe de un cuerpo mafioso del patoterismo gremial. También está el caso de Horacio Cao, que fue designado recientemente por la gobernadora Rosana Bertone (FpV) en la secretaría de Recursos Humanos del gobierno de Tierra del Fuego.
El currículum de Mariano Amadeo Bronenberg indica que es Teniente Coronel (retirado) del Ejército Argentino y recibido como Oficial de Inteligencia de Ejército en el Instituto de Enseñanza Superior del Ejército en 1986. Luego cursó Relaciones Públicas en la Universidad Kennedy y ofició como consultor en comunicaciones para instituciones como la Policía Bonaerense, para cuyos altos mandos brindó una capacitación en "situaciones de crisis", es decir, cuando se revelan casos de gatillo fácil, abusos policiales o se descubren los vínculos de las fuerzas de seguridad con los narcos, los tratantes de mujeres o los capomafia del juego, entre otros.
Más allá de la operación comunicacional impulsada por el así conocido como "call center del PRO" y los "trolls PRO" -robots que tuitean de manera automática-, se trató de instalar la idea de que voluntarios "no docentes" puedan reemplazar a docentes en huelga, un concepto sin asidero posible salvo en la precarización de la educación. Así lo indica Damián Melcer, sociólogo y especialista en educación: "Plantear la voluntad como mero requisito para dar clases instala una contradicción con el discurso estatal que indica que hay que formar a los docentes para tener una educación de calidad, más allá de las objeciones que se pueda tener con ese discurso lo cierto es que es su contrario. Por otro lado, por más que sea un llamado temporario contra el paro, plantea que la enseñanza es una hecho que se da en acto, no que se deba formar al docente en la disciplina que enseña o en las dinámicas de grupo que se requieren para llevar adelante un aula. Hay un grupo de gente que boicotea un paro que promueve un capital simbólico cuyo centro es la desvalorización de la educación. Por otro lado, introduce la idea de la disyuntiva de la vocación o la profesión. La vocación es un ancla religiosa. Desprecia la profesionalización del docente y hace que cualquiera pueda entrar a un aula a dar clases. Es la figura del carnero. Además, es violatorio del Estatuto Docente. Por supuesto, rechazo todo esto".
El grupo Digamos distribuyó en la red Telegram un estudio que demuestra cómo el hashtag #VoluntarioDocenteNoAlParo fue propiciado por el "call center del PRO" con la ayuda de medios afines, como Infobae. Los datos duros son impactantes: del total de 22500 tuits emitidos entre las 21 y las 3 de la mañana, 17 mil provinieron del "call center" -cuentas reconocibles por tuitear de manera automática: de las diez cuentas que más tuitearon en tres horas, la primera hizo 257 tuits sobre el tema, la décima 157, todas cifras desmesuradas para un tuitero humano-. La cuenta que más aportó fue la de Infobae, que con tres tuits obtuvo 7 millones de impresiones (vistas).
Lo cierto es que la operación comunicacional apunta a reclutar rompehuelgas, también conocidos como carneros o esquiroles, una de las figuras más despreciables para la clase trabajadora que encuentra, entre los suyos, a siervos de las patronales y enemigos de su propia clase. La revelación del origen de la campaña iniciada por un oficial de inteligencia del Ejército y replicada por el aparato comunicacional estatal y paraestatal macrista debe servir para marcar los límites de una campaña con asidero endeble y para fortalecer la perspectiva de la huelga general para la docencia de todo el país que logre un salario básico nacional unificado de 15.000 pesos, el pago en forma de los salarios adeudados, el respeto a todas las categorías del Estatuto Docente y la defensa de las jubilaciones.

Antonia Torrebruna

Espías M, espías K: todos tienen su “Batallón 601”



El supuesto “voluntario” que quiere boicotear el paro docente es un militar retirado y exbuchón de la dictadura. Otro exespía que se suma a César Milani, Gerardo Martínez y una larga lista.

Algunos son empleados públicos en oficinas de ministerios. Otros tienen un quiosco o una ferretería en algún pueblo del interior. Los hay abogados, médicos, ingenieros, contadores. Algunos, incluso, dirigen sindicatos o forman parte de instituciones sociales, políticas y culturales.
Los exintegrantes del personal militar y civil de inteligencia del Batallón 601 del Ejército que cumplieron funciones para esa dependencia entre 1976 y 1983 están, en su gran mayoría, vivos, libres y plenamente integrados a la sociedad.
Entre ellos se encuentra el “respetable” docente de las universidades de Palermo, del Salvador (la de Bergoglio), CAECE y UADE Mariano Bronenberg. El mismo que ayer se hizo famoso en las redes sociales por encabezar una campaña de “voluntarios” contra las y los docentes que enfrentan el ajuste del macrismo e irán al paro los próximos 6 y 7 de marzo.
Pese a los esfuerzos de Clarín y La Nación por presentar a Bronenberg como un simple profesor preocupado por la educación los niños y las niñas, a poco de lanzada la campaña #voluntariadocenteNoalParo salió a la luz que el susodicho era un coronel retirado del Ejército y que integró nada menos que el Batallón 601 entre 1976 y 1983, en calidad de “capitán”.

Una larga lista

Hace siete años, por pedido del juez federal Ariel Lijo en el marco de una causa por delitos de lesa humanidad, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner autorizó al Ejército a que entregara un listado con nombres, apellidos, números de documento y cargos del denominado “cerebro” de la represión genocida, el Batallón de Inteligencia 601.
A fines de febrero de 2010, la Revista Veintitrés (entonces propiedad del empresario y militante kirchnerista Sergio Szpolski) publicó “en exclusiva” ese listado de 4.300 personas, entre militares y civiles. Según se dijo entonces, allí figuraban “todos” quienes pertenecieron a ese organismo de inteligencia de la dictadura. Allí figura, precisamente, Mariano Bronenberg.
Además de 345 tenientes, mayores, capitanes y coroneles la nómina incluye 1.599 “agentes civiles” del Batallón 601 y otros 2.353 que cumplieron tareas en distintos destacamentos y secciones de diferentes lugares del país.
Aquella publicación generó revuelo político y no poca indignación entre organismos de derechos humanos y sobrevivientes del genocidio. Sobre todo porque en el mismo hecho se demostraban dos cosas que gran parte del régimen político se negaba (y se niega aún) a reconocer: que hay infinidad de archivos de la dictadura que están en poder del Estado y son guardados bajo siete llaves por todos los gobiernos y que gran parte de esos protagonistas del genocidio están libres, en funciones (sea en las mismas instituciones de antaño o en otras) y con las mismas mañas.
Es necesario remarcar (una vez más) que aunque esa lista sea larga, en verdad ser un “buchón” del Batallón 601 no era para cualquiera. Porque quienes integraban ese organismo debían realizar sus tareas cotidianas como “trabajadores”, “profesionales” o “vecinos” al tiempo que espiaban a sus compañeros de trabajo o estudio e informaban a sus empleadores sobre nombres, movimientos y otros detalles. Antes del golpe muchos eran miembros de organizaciones sindicales, sociales y políticas, lo que les permitió luego del 24 de marzo ser informantes esenciales para futuros secuestros y desapariciones. Y hubo quienes participaron, también, en aquellos operativos.
Por eso, cuando en 2010 apareció el listado a más de un “ciudadano” se le complicó la cosa al comprobar que su apellido, sus nombres y número de documento eran parte de esos 4.300 patéticos renglones.

Botones, de muestra

Algunos nombres enseguida comenzaron a aparecer en denuncias y escraches. Uno de los primeros fue el del actual secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) Gerardo Martínez. Apenas descubierto que ese Martínez de la lista era él, quien entonces era uno de los burócratas sindicales mimados de la presidente debió salir al cruce como pudo. “Esa desgraciada y lamentable historia en la que me involucran”, respondía ante los medios y aseguraba que él nunca había ni trabajado ni conocido el 601. Sin embargo su coartada era muy limitada, ya que nunca pudo desmentir su relación con el teniente coronel Pedro Armando Coria, entonces interventor del sindicato de albañiles.
Martínez y Coria se habían conocido en 1978 en las mismas oficinas de la Uocra. Y mientras el dirigente, según sus propias palabras, acumulaba “liderazgo” en el sindicato, el militar lo limpiaba de disidentes.
Otro que figura en la lista del 601 es el teniente coronel (hoy retirado) Roberto Gordillo, justamente quien le recomendó a su camarada Coria que incorpore a Martínez al batallón de inteligencia.
Gordillo fue detenido en octubre de 2014 por su participación en 1976 como “especialista” en el área de Inteligencia en Tucumán, bajo las órdenes del entonces gobernador de facto Antonio Domingo Bussi. El coronel no corrió la misma suerte de Gerardo Martínez, que fue sobreseído por el juez Lijo (quien pese a la comprobada pertenencia al Batallón afirmó no haber encontrado pruebas para condenarlo). A Gordillo lo mandó a detener en Tucumán el juez Federal Daniel Bejas.
A quien no mandó a detener Bejas en estos años fue a otro integrante del 601 que también figura en el listado publicado en 2010. Se trata nada menos que de César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, imputado en la causa por la desaparición en Tucumán del conscripto Alberto Ledo. Justamente la familia de Ledo acusa a Bejas de haber hecho todo cuanto pudo para no molestar a Milani.
Una curiosidad de esta historia es que quien tuvo a su cargo en 2010 el envío del listado de espías desde el Edificio Libertador a los Tribunales de Comodoro Py fue el mismo Milani, quien entonces era director general de Inteligencia del Ejército, que luego fue promovido por Cristina como jefe de la fuerza y quien hoy está tras las rejas en La Rioja procesado por delitos de lesa humanidad.
Pero el listado de espías del 601 tiene otras perlitas. En 2015, al tiempo que Mariano Bronenberg militaba la campaña de Mauricio Macri y se fotografiaba con personajes de la talla del intendente facho de Mar del Plata, Carlos Arroyo, Daniel Scioli nombraba como asesor de la “Mesa Empresaria Scioli Presidente” nada menos que a Pablo Maron Challú, un Licenciado en Economía que en los 70 había también sido “asesor”, pero del Batallón de Inteligencia.
Si Bronenberg se vanagloria de ser profesor en universidades privadas, Challú no le va en saga. Quien en 2009 ya integraba las huestes sciolistas como asesor de Gabinete de la gobernación bonaerense en el área de “Producción y Empleo”, también es un digno docente de la Universidad Católica.

(Grupos de) tareas de ayer y de hoy

El especialista Jorge Daniel Pedraza estudió el entramado de los organismos de la dictadura. Respeto al Batallón 601 y sus especificidades, Pedraza afirma que “de la totalidad del Personal Civil de Inteligencia que revistaba en el organismo, unos 800 lo hacían como Agentes de Reunión y Producción, que eran quienes se infiltraban en sindicatos, universidades, y organizaciones políticas y sociales para recabar información”.
Pedraza agrega que “los encargados de analizar y clasificar estos informes eran los Agentes de Apoyo y Procesamiento, 475 en total, repartidos en distintas especialidades: agentes, asesores generales, asesores informáticos y asesores universitarios. Estos últimos eran en su mayoría docentes que monitoreaban los contenidos académicos en busca de posibles ‘mensajes subversivos’ camuflados. Se los consultaba además sobre las distintas actividades estudiantiles que se desarrollaban en sus universidades”.
Queda en las lectoras y los lectores de La Izquierda Diario imaginar las tareas y funciones específicas que desempeñaban, según la explicación de Pedraza, personajes como Mariano Bronenberg, Gerardo Martínez, Pablo Challú, Pedro Gordillo y César Milani.
A fines del año pasado otro exespía de la dictadura fue descubierto. Se trata de Fabián Fernández Garello, actual fiscal general de Mar del Plata que supo buchonear al servicio de la Dirección de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (la tenebrosa Dippba de Miguel Etchecolatz). Otro hecho que demuestra que gran parte de los hacedores del genocidio se reciclaron en "democracia" y algunos lo hicieron con creces.
Espías M, espías K o espías sin partido. Todos paridos por las mismas cloacas del genocidio.

Daniel Satur
@saturnetroc

De Menem a Macri: historia de ataques hacia los docentes

La primera presidencia de Perón (1946-1952)



Se cumplen 71 años desde que el general Perón asumiera su primer mandato presidencial. Un repaso por su carrera y las condiciones que posibilitaron su llegada al poder.

Juan Domingo Perón nace en 1895 en Lobos, Bs.As. Teniendo 15 años ingresa al Colegio Militar, destacándose en el área de deportes desde muy temprano. Para esta época el Ejército Argentino sufre importantes cambios: se moderniza y modifica la doctrina militar, y el papel de las fuerzas armadas en la sociedad comienza a tener mayor peso político. Perón participará de las represiones de la huelga de La Forestal entre 1917 y 1918, y al año siguiente, ya siendo teniente del ejército, será parte de la represión de “La Semana Trágica”, una huelga de trabajadores metalúrgicos de los talleres Vasena, que será un hito en la clase obrera Argentina de principios del Siglo XX.
La Argentina de esa época se caracterizará entre otras cuestiones por su papel de país “semicolonial”, donde las potencias imperialistas como Inglaterra (sobre todo) y EE.UU más tarde logran ejercer un dominio importante sobre la economía nacional. Para 1930 y 1940 la clase dominante se dividirá en un sector terrateniente ganadero, atado al imperialismo inglés, y otro sector representado por grupos financieros y sectores industriales, apoyados en el imperialismo norteamericano. Como destaca la historiadora Alicia Rojo “el peronismo surgió y se afirmó apoyándose en la vieja estructura económica Argentina y en oposición a la ofensiva del imperialismo norteamericano, aprovechándose de las brechas abiertas por la competencia interimperialista para lograr una ubicación más favorable en la división internacional del trabajo y una mayor autonomía del país” (1).
Los gobiernos conservadores de la década del 30 contribuyeron a una mayor (semi) industrialización en el país. Sus causas devienen del contexto internacional de la época, producto del impacto de la Crisis del 29. Milcíades Peña en su texto “Industrialización y clases sociales en la Argentina” será uno de los primeros en sostener esta posición, diciendo que a partir de 1935 se inicia una recuperación industrial luego de varios años de crisis y en el bienio 1939-41 se produce una mayor concentración industrial por la fundación de grandes establecimientos y con esto, un aumento de la productividad de mano de obra por renovación de maquinarias. Este proceso tomará el nombre de “sustitución de importaciones”, a causa de la disminución de las exportaciones argentinas, que hacía que se carezca de divisas para continuar importando bienes de consumo, que deben elaborarse a partir de entonces en el país. Una consecuencia de este hecho será la importante incorporación de masas trabajadoras que emigran del campo a la ciudad y su correspondiente proletarización.

El golpe de 1943

En junio del 43 los militares dieron un golpe de Estado y asumió luego de 3 días, el general Ramírez. Perón fue designado como Secretario de Guerra, y luego Secretario de Trabajo y Previsión. Desde acá comenzó una relación con los grupos sindicales que venían de tradiciones socialistas, sindicalistas y hasta comunistas. Apoyándose en sectores de los viejos dirigentes del movimiento obrero encabezó un cambio radical en las relaciones entre el Estado y los sindicatos. Llevó adelante una serie de reformas laborales a cambio de terminar con la autonomía de los gremios, con la intención de convertir a la CGT en una dependencia estatal: decretó la ley de paritarias que obligaba a las patronales a sentarse a discutir en paridad de condiciones con los representantes de los trabajadores, sus salarios; creó la Ley de Asociaciones Profesionales, que hará que desde el Ministerio de Trabajo se reconozca a cada sindicato por rama de oficio, otorgándole personería (institucionalizando definitivamente el movimiento sindical); ley de jubilaciones, beneficiando a más de dos millones de trabajadores, y otras como la aprobación de estatutos para los gremios, pago de vacaciones, aguinaldos, prevención de accidentes, etc.
Es el mismo Perón quien habló de sus objetivos para la clase trabajadora en agosto de 1944 en el famoso discurso de La Bolsa De Comercio. Este discurso tuvo el mérito de expresar como ningún otro documento el programa político que llevó adelante el peronismo desde hace más de 70 años. En él, decía “Yo llamo a la reflexión a los señores para que piensen en manos de quien estaba las masas obreras argentinas, y cuál podía ser el porvenir de esa masa, que en un crecido porcentaje se encontraba en manos de comunistas, que no tenían ni siquiera la condición de ser argentinos, sino importados, sostenidos y pagados desde el exterior”. Y más adelante sentenciaba: “Es necesario dar a los obreros lo que estos merecen por su trabajo y lo que necesitan para vivir dignamente, a lo que ningún hombre de buenos sentimientos puede oponerse… Es necesario saber dar un 30 por ciento a tiempo que perder todo a posteriori”.
Mientras tanto, en plano internacional se producía el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. Argentina se mantuvo neutral desde su comienzo hasta marzo del 45, cuando le declaró la guerra al “Eje”. “La neutralidad argentina era una necesidad para Inglaterra debido a los requerimientos de alimentos y materias primas. Además, la declaración de guerra al Eje significaba el realineamiento de los países latinoamericanos detrás de los EE.UU. (…) La presión del imperialismo norteamericano sobre la Argentina recrudeció y el país tuvo que declararle la guerra al Eje” (2).
Un sector del ejército logra detener a Perón en Octubre de 1945 por su influencia en el movimiento obrero y como producto de las disputas de poder dentro de la clase dominante, un sector importante reclamaba su destitución. Pero quien lograría la liberación de Perón sería la fuerza social del movimiento obrero que irrumpe masivamente en la escena nacionala partir del 17 de octubre de ese año.

La emergencia del peronismo y su llegada al poder

Inmediatamente a este suceso, algunos sectores sindicales recorren todo el país, buscando afiliaciones para constituir el Partido Laborista, que propondrá como candidato a presidente al teniente general Perón. Este hecho de relativa autonomía será rápidamente destruido por Perón desde el gobierno y absorbido por la estructura del Partido Justicialista, como parte de su política de control de las organizaciones obreras. Los dirigentes que se opusieron a esta absorción por parte del Estado fue derrotado imponiéndose finalmente la conciliación de clases.
Este luego de impulsar las reformas laborales más significativas en los dos años anteriores y lograr una adhesión casi total en la clase trabajadora, llevará adelante su campaña en contra del candidato que apoyaba el departamento de Estado de los EE.UU, Spruille Braden, que a través de la publicación del famoso “Libro Azul” acusará a Perón de ser espía nazi y basará su campaña electoral en eso.
Perón con Hortensio Quijano en la vicepresidencia ganará las elecciones presidenciales por más de 60% y asumirá su primer mandato (que luego repetirá en dos oportunidades, siendo el único presidente elegido tres veces) el 24 de febrero de 1946.
Si bien el peronismo tuvo un papel decisivo en los años posteriores en el país hasta el día de hoy, en sus orígenes -producto de su política de conciliación de clases entre la burguesía y el proletariado- se podría afirmar que “La burguesía necesitaba acomodarse a la nueva situación internacional, frente al avance del imperialismo norteamericano y el debilitamiento del inglés, tradicionalmente dominante en el país y al que se encontraban profundamente ligados los sectores de las clases más fuertes de la economía Argentina. Intentó utilizar esa rivalidad dando origen a un régimen que puede definirse como bonapartismo “sui generis”, en tanto oscilaba entre las clases fundamentales de la sociedad, apoyándose en el proletariado bajo su control para negociar mejor con los imperialismos, en resguardo de las relaciones sociales de producción” o como hará en su segundo mandato, apoyándose más en el imperialismo y la burguesía para frenar las luchas del movimiento obrero.

Ricardo Farías
Docente | Corriente Nacional 9 de Abril | Lista Marrón L.de Zamora

Lectura recomendada: Cien años de historia obrera en la argentina 1870-1969. Una visión marxista de los orígenes a la Resistencia. Bs. As., Ediciones IPS, 2017.

1.Alicia Rojo, Josefina Luzuriaga, Walter Moretti, Diego Lotito; Cien años de historia obrera 1870-1969. Una visión marxista de los orígenes a la Resistencia, ed IPS (2016).
2.Ibíd.