miércoles, 31 de octubre de 2012

Mascuba de Argentina reclama el fin del bloqueo yanqui a Cuba y se hace presente en cancillería.



MASCUBA de Argentina, siempre firme junto a Cuba, contra el bloqueo y por la Libertad de los Cinco.

El Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA) repudia una vez más el injusto, ilegal y criminal bloqueo estadounidense contra Cuba, establecido en forma total desde 1962.
La 67º Asamblea General de la ONU votará el próximo 13 de noviembre la moción de Cuba para que Estados Unidos levante el bloqueo y la abrumadora mayoría de los países del mundo votará a favor del país socialista. El año pasado el score fue amplísimo: 186 países a favor y sólo 2 en contra (EE.UU.e Israel).
Esa aplastante mayoría, formada por países de muy diferentes sistemas sociales, pone de evidencia que ese bloqueo ofende a Cuba pero también a la humanidad, a las leyes internacionales, al comercio mundial, etc.
Que los sucesivos gobiernos norteamericanos hayan ignorado hasta hoy esas resoluciones de Naciones Unidas demuestra que aquél es un imperio que viola la ley. La entidad internacional está demandando una refundación. Es que a algunos países los sanciona pese a que cumplen con sus deberes y a otros, imperiales, les permite que violen sistemáticamente las decisiones de la Asamblea General sin sanción alguna.
Entre tanto los daños del bloqueo contra la economía cubana siguen en alza, tal como lo documentó el canciller cubano Bruno Rodríguez: un billón 66.000 millones de dólares, desde 1962 a la fecha, con actualización de la cotización de la moneda, o 108.000 millones sin ese cálculo. En uno y otro caso, una monstruosa pérdida y afectación para Cuba, que debe tener ya un punto final.
Como se demostró en ese informe de Cuba, los daños son severos en Salud, Educación, Alimentación, Turismo, Comercio Exterior, intercambios culturales, etc.
Justamente uno de los casos denunciados por la cancillería de Cuba son las afectaciones en Salud: “La nota pone el ejemplo de hospitales pediátricos como el William Soler, que no dispone del medicamento Levosimendán para el tratamiento del bajo gasto cardíaco, que solamente es producido por los laboratorios Abbott de EE.UU.”.
Por eso mismo MASCUBA de Argentina, exhorta al gobierno nacional a seguir votando a favor de Cuba en la ONU, tal como felizmente lo viene haciendo, en una política que apoyamos.
Las empresas norteamericanas radicadas en Argentina deben obedecer las leyes del país. Es menester recordar que la ley Nº 24. 871, sobre Alcances de las leyes extranjeras en el Territorio Nacional, aprobada en agosto de 1997, estableció en su artículo 1: “Las leyes extranjeras que, directa o indirectamente, tengan por objeto restringir o impedir el libre ejercicio del comercio y la libre circulación de capitales, bienes o personas en detrimento de algún país o grupo de países, o que de algún modo permitan el reclamo de pagos o indemnizaciones de cualquier naturaleza a favor de particulares con motivo de expropiaciones realizadas en un tercer país, no serán aplicables ni generarán efectos jurídicos de ninguna especie en el territorio nacional”.
Por eso MASCUBA solicita que el Estado argentino controle y evite que multinacionales como Abbott, Google, General Motors y otras apliquen desde Buenos Aires el bloqueo al país hermano del nuestro, aplicando de hecho la ilegal ley Helms-Burton de 1996 y contrariando a la legislación argentina.
Cuba es un país muy solidario con el nuestro, pues aporta las becas de la ELAM para estudiar medicina, la alfabetización con el “Yo sí puedo”, las operaciones gratuitas de la vista con el programa “Operación Milagro”, etc. Argentina debe impedir que el ilegal bloqueo estadounidense, condenado a nivel mundial, se aplique directa o indirectamente desde nuestro país.

MASCUBA, Buenos Aires 25 de octubre de 2012

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Gacetilla de prensa

INTEGRANTES DE MASCUBA EN CANCILLERÍA ARGENTINA

Buenos Aires (29 de octubre). En la fecha una delegación del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba fue recibida por la cancillería argentina en esta capital, para entregar un documento a favor de que el país siga votando por Cuba y en contra del bloqueo estadounidense en las Naciones Unidas.
Rubén Záccaro y Sergio Ortiz, de MASCUBA, fueron recibidos por autoridades de la Dirección de América Central, Caribe y México. El ministro Daniel Chuburu y la consejera Geraldine Cohen departieron con los visitantes por espacio de una hora en un ambiente de comprensión y cordialidad.
El documento de los amigos de Cuba se congratula que Argentina vaya a votar nuevamente por Cuba el próximo 13 de noviembre, cuando la 67ª Asamblea General de la ONU considere la resolución propuesta por la cancillería cubana para que Estados Unidos ponga fin al bloqueo contra la isla.
Esas votaciones masivas a favor de la mayor de las Antillas se vienen produciendo en forma ininterrumpida desde 1992. El texto entregado a cancillería plantea: “Que los sucesivos gobiernos norteamericanos hayan ignorado hasta hoy esas resoluciones de Naciones Unidas demuestra que aquél es un imperio que viola la ley. La entidad internacional está demandando una refundación. Es que a algunos países los sanciona pese a que cumplen con sus deberes y a otros, imperiales, les permite que violen sistemáticamente las decisiones de la Asamblea General sin sanción alguna”.
Los funcionarios de cancillería confirmaron que el país hace muchos años que viene votando en contra del bloqueo a Cuba y que lo seguirá haciendo todas las veces que sea necesario. También ponderaron las relaciones bilaterales con Cuba, que pueden mejorar aún más. Ese buen momento del vínculo se pudo apreciar por la delegación que el gobierno argentino envió el pasado jueves 25 a la ceremonia que organizó la embajada de Cuba en Buenos Aires para la repatriación de los restos del diplomático cubano Crescencio Galañena Hernández, desaparecido durante la dictadura en 1976 e identificado en agosto por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Ortiz y Záccaro le pidieron a cancillería que analice la situación de multinacionales radicadas en Argentina pero con casa matriz en EE UU que pueden estar aplicando el bloqueo a Cuba en violación a la ley Nº 24.871. Esta norma de 1997 es un impedimento a la aplicación extraterritorial de leyes como las estadounidenses de bloqueo a Cuba. Los funcionarios dijeron que elevarían la solicitud para su estudio a los organismos pertinentes.
El documento sostiene en uno de sus párrafos: “MASCUBA solicita que el Estado argentino controle y evite que multinacionales como Abbott, Google, General Motors y otras apliquen desde Buenos Aires el bloqueo al país hermano del nuestro, aplicando de hecho la ilegal ley Helms-Burton de 1996 y contrariando a la legislación argentina”.

MASCUBA-Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba

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Repatrian los restos de diplomático cubano desaparecido en 1976

La embajada de Cuba en Buenos Aires abrió sus puertas a una parte de sus muchos amigos del país. Se despedían los restos de Crescencio Galañena Hernández, diplomático cubano desaparecido aquí en 1976.

Pese al bloqueo estadounidense contra Cuba, son cerca de 70.000 al año los argentinos que viajan hacia allí. Cuando esas personas tramitan su visa en la embajada de Virrey del Pino 1810, pueden ver al lado del mostrador de entrada, una foto de José Martí y una proclama suya. Y al lado, colgadas, dos fotos y biografías. Una es de Crescencio Galañena Hernández y la otra de Jesús Cejas Arias, dos diplomáticos cubanos secuestrados y desaparecidos durante la dictadura militar-cívica, el 9 de agosto de 1976.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar a Crescencio, luego que un grupo de chicos descubriera unos tambores cementados con despojos humanos en la zona de San Fernando. Esa metodología, asesinar a sus víctimas y enterrarlas en tambores fue una marca registrada de “Automotores Orletti”, uno de los 500 centros de exterminio que funcionaron en tiempos del terrorismo de Estado. Ese antro se “especializó” en secuestrar, torturar y asesinar a militantes populares de países latinoamericanos. Era una sucursal del “Plan Cóndor” que pusieron en práctica los dictadores de Argentina, Chila, Uruguay y Paraguay, con colaboración de sus similares de Brasil y Bolivia. El Departamento de Estado de míster Kissinger y la CIA fueron artífices y socios de este plan represivo, que apuntaba contra las organizaciones populares que resistían a las dictaduras en el Cono Sur. Y contra Cuba, considerada siempre como el más serio escollo a los planes del imperio y los gobiernos obedientes del subcontinente. Por eso cuando aquellos niños que cazaban cuises se toparon con los tanques con restos mortales y comenzó a trabajar el equipo de Antropología Forense, se suponía que en cuestión de tiempo se podría identificar a los diplomáticos desaparecidos a dos cuadras de la legación diplomática, cuando emprendían el regreso a su casa en la zona norte del conurbano.
Por testimonios de sobrevivientes de “Automotores Orletti” se supo que los dos cubanos habían sido llevados allí y torturados, y luego “trasladados” (léase desaparecidos y asesinados). Los grupos de tareas de la dictadura quisieron no sólo provocar un enorme daño a Cuba con esas desapariciones sino que, además, como era de estilo en esos años, fabricaron un comunicado supuestamente redactado por Crescencio y Jesús, donde decían que habían desertado porque querían gozar de la libertad. El diario “La Opinión” reprodujo ese comunicado falaz. Un poco más de un año más tarde esa metodología volvió a emplearse cuando la Marina secuestró a las dos monjas francesas: fueron desaparecidas en la ESMA, pero fotografiadas debajo de un cartel de Montoneros, como si hubieran sido víctimas de esta organización.
La prueba definitiva de que los dos cubanos habían sido asesinados lo dio el hallazgo en junio de 2012 y su identificación dos meses después de los restos de Galañena. La tristemente célebre “libertad” del capitalismo fue el crimen atroz y el encierro en un tanque con cemento. Hoy la urna de Crescencio vuela rumbo a su Cuba natal, luego de la guardia de honor del jueves 25 en Virrey del Pino. Ahora falta encontrar a Cejas Arias para que emprenda el mismo viaje.

Ceremonia y acto

LA ARENA fue uno de los pocos medios presentes, cuando se despidieron con honores los restos de Crescencio. Al fondo del salón principal, la urna, la bandera de Cuba y una foto del joven humilde (nacido en hogar obrero en 1949, tenía 27 años al momento de su desaparición). De a cuatro personas se turnaban alrededor del pequeño cajón, en posición de firmes. Cuatro cubanos, cuatro argentinos y así hasta que todos pasaron por ese lugar, comenzando por el embajador Jorge Lamadrid y el segundo jefe de misión, Vladimir Mirabal Regueiro. Los últimos fueron los visitantes que llevaron el saludo del gobierno argentino: el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el vicecanciller Eduardo Zuain y el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda. Entre ambos, en la última guardia, también estuvo Carlos “Maco” Somigliana, del Equipo Argentino de Antropología Forense.
Entre el público el cronista vio al juez federal Daniel Rafecas, que instruyó la causa “Orletti” y la elevó a juicio; en junio de 2011 se condenaron a tres jerarcas militares, entre ellos el general Eduardo Cabanillas, que luego de su paso por ese lugar fue promovido en democracia a jefe del II Cuerpo de Ejército con sede en Rosario.
Una delegación de Madres, línea fundadora; Carlos Aznarez y María Torrellas de Resumen Latinoamericano; Carlos Pisoni (de HIJOS y Espacio de la Memoria), Ramón Torres Molina, del Archivo Nacional de la Memoria; José Schulman y Graciela Rosemblum, de la Liga; Patricio Echegaray, del PC; la periodista Stella Calloni, el ex fiscal Hugo Cañón y una amplia delegación del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA), se dieron cita, emocionados y conmovidos por la ceremonia.
Párrafo aparte para el profesor, investigador y catedrático cubano José Luis Méndez, autor de varios libros sobre el “Plan Cóndor” y de las más serias investigaciones sobre la desaparición de Crescencio y Jesús. Estuvo en el acto y como representante de la familia de Galañena hoy sábado volaba hacia La Habana custodiando la urna. Primero se entonó el Himno de Cuba y resonó con más fuerza de lo habitual la estrofa de que “morir por la patria es vivir”, tan martiana y tan adecuada para el mártir que se estaba homenajeando. Que no tuvo una muerte “gloriosa” como dice La Bayamesa, sino una horrorosa, pero por eso mismo es doblemente héroe.

Son 17

En el acto hablaron tres oradores. Abrió la lista “Maco” Somigliana, del EAAF, quien –dentro del dolor por la certificación de ese crimen- rescató la labor del equipo para que los caídos del campo popular no queden en el limbo de “desaparecidos”.
Siguió Fresneda, quien trajo el saludo de la presidenta Cristina Fernández para Cuba, en este momento que –dijo- se restañaba el honor de ese país, mancillado por la dictadura.
Y cerró el embajador Lamadrid, quien agradeció a los delegados presentes del gobierno y a todo el público, recordando que el fallo por “Automotores Orletti” había sido la primera oportunidad en que una justicia -fuera de la cubana- había condenado crímenes cometidos contra ciudadanos cubanos. Y esas muertes fueron numerosas, historió, pues a los 3.500 asesinados por los grupos terroristas ligados a la CIA y el bloqueo, tras el triunfo de la revolución, se sumaron 2.099 lisiados e incapacitados que dejaron todos esos atentados en contra de Cuba.
Lamadrid destacó el rol de José Luis Méndez en la investigación de estos crímenes y los demás del “Plan Cóndor”. Se trata del autor de “Bajo las alas del Cóndor” y del más reciente “La operación Cóndor contra Cuba” (ediciones Cetedo y Espacio Memoria de Buenos Aires). En una parte de su alocución el embajador destacó la presencia de una joven, sentada en la primera fila, Paula Andrea, hija de María Rosa Clementi de Cancere, una argentina que trabajaba como maestra de la escuela San Martín, anexa a la embajada de Cuba. Ella también fue desaparecida en agosto de 1976, una semana antes que los dos diplomáticos.
Esa referencia a la docente desaparecida, dio lugar a que el orador cerrara su mensaje diciendo que en esa condición habían quedado “Crescencio, Jesús, María Rosa y catorce más”. En julio de 2010 dos artículos de Méndez publicados en CubaDebate, dieron cuenta que los desaparecidos cubanos y argentinos que trabajaban en la embajada de Buenos Aires fueron diecisiete.
El último libro de Méndez lo dedica a “Ramón “Moncho” Lucio Pérez, Patricia Dixon, María Rosa Clementi, Raúl Repetto, su esposa y dos hijas; Hugo Unia y Santiago Uziga y los inolvidables jóvenes cubanos Jesús Cejas y Crescencio Galañena”.
Estas personas eran maestras de los hijos de los diplomáticos y empleados de la embajada, choferes del embajador Emilio Aragonés, empleados de la Oficina Comercial, o como David Eduardo Chab, un hijo de cubano y brasileña que fue desaparecido en junio de 1976 cuando hacía el servicio militar en la Armada del almirante Massera.
Lamadrid enfatizó que esas víctimas del “Plan Cóndor” son parte inseparable de los 30.000 detenidos-desaparecidos durante la dictadura en Argentina. Y tuvo palabras muy sentidas, de agradecimiento al gobierno nacional, por su política de Memoria, Verdad y Justicia, y por el impulso a los juicios contra los genocidas, que destacan a Argentina a nivel continental.
El ensañamiento contra el personal de la embajada de Cuba en aquellos años tuvo que ver, primero, con el odio ancestral de las autoridades estadounidenses de entonces por todo lo que significaba Cuba. Y segundo, por la vinculación orgánica con esa política criminal, de los grupos terroristas como CORU, de Orlando Bosch y Luis Posada Carriles. Algunos de sus agentes estuvieron involucrados directamente en el “Plan Cóndor” y en los crímenes de “Orletti”, particularmente con las torturas y asesinatos de Galañena y Cejas.

Emilio Marín
La Arena

martes, 30 de octubre de 2012

Inteligencia previa para asesinar a un militante



La Policía Federal participó en la inteligencia previa al secuestro y asesinato del militante Luis Norberto Marcor en 1974.

En agosto de 1974, la Policía Federal allanó la casa de cuatro militantes. Pocos días después, un grupo de tareas conjunto de la Triple A y la CNU secuestró en esa misma casa al militante peronista Luis Norberto Macor.
Los testimonios de cuatro compañeros de militancia de Luis Norberto Macor permitieron a los autores de esta investigación confirmar la participación de la Policía Federal en la inteligencia previa a su secuestro y asesinato, perpetrado por un grupo de tareas conjunto de la Triple A y la Concentración Nacional Universitaria, la madrugada del 6 de agosto de 1974 en la ciudad de La Plata. La muerte del Chango Macor, como se lo conocía, fue la primera cometida en esa ciudad por la banda parapolicial de la CNU capitaneada por Carlos Ernesto Castillo (a) El IndioEl Viejo– y marcó el comienzo de una escalada de terror sobre la militancia platense que se prolongaría hasta después del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976.Luis Norberto Macor era oriundo de la provincia de Catamarca, tenía 21 años y hacía poco tiempo que había terminado sus estudios en la Escuela Superior de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Militante de Montoneros, había integrado el equipo de la Secretaría de Prensa del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Oscar Bidegain, hasta que éste fue obligado a renunciar en enero de 1974 para poner la gobernación en manos del sindicalista de ultraderecha Victorio Calabró.
Para mediados de 1974, El Chango compartía la casa de la calle 2 N°313, en la zona norte de La Plata, con otros tres compañeros de la izquierda peronista: Juan Carlos Ferrari y Hugo Dellasoppa, ambos también egresados de Periodismo, y Sergio López, que había estudiado Diseño en Bellas Artes. “De nuestro grupo de estudio y militancia en Periodismo, El Chango
Por esos días, la situación se había vuelto complicada. “La renuncia del doctor Oscar Bidegain como gobernador de la provincia de Buenos Aires fue, después de la masacre de Ezeiza, otro jalón de persecución y muerte para los militantes de la Tendencia Revolucionaria Peronista. Muchos militantes fuimos parte de ese gobierno y, entre ellos, ese grupo de egresados y estudiantes de Periodismo de la UNLP. Todos militábamos y trabajábamos y, por las características de la misma ciudad, podría decirse que convivíamos con las patotas de derecha de los sindicatos y las agrupaciones como la CNU, Facundo Quiroga y otras de la derecha peronista. Su lugar preferido de reunión era una librería en diagonal 79, casi esquina 5, propiedad de Patricio Errecalde Pueyrredón, que lucía en la vidriera un ejemplar de Mi Lucha, de Adolf Hitler, y una bandera con la cruz esvástica”, recuerda Juan Carlos Ferrari para Miradas al Sur. –aunque en este caso bajo las órdenes de Aníbal Gordon (a) Luis Macor era el menor, el pibe llegado de su Catamarca natal con todo el cielo en los ojos. Su edad y dulzura de carácter hicieron que varios lo adoptáramos como a un hermano a cuidar y querer mucho”, lo evoca Raúl Artola, otro compañero de la Tendencia Revolucionaria del peronismo.
Una casa marcada. A pesar del avance de la derecha y su escalada represiva, ninguno de los compañeros de Macor –como tampoco El Chango– imaginaba por ese entonces hasta dónde llegaría. Para todos sus habitantes, la casa de la calle 2 era todavía un lugar seguro. “Era el departamento del fondo por el pasillo, supongo que sería el B. Lo habíamos alquilado en los últimos tiempos de la alegría. Yo ya había dado por terminada mi vida de estudiante, ellos ya se habían recibido de periodistas. Era un domicilio oficial, no se hacían ahí reuniones políticas, tampoco se tenían materiales complicados. Sí recuerdo algunas juntadas festivas, en las que el intrincado patio se pobló de desconocidos amigos de amigos no muy conocidos, en las que el vino y la euforia nos puso a cantar, a gritar consignas, y a decir nombres en voz demasiado alta”, dice Sergio López.
Lo que ninguno de los compañeros de El Chango podía saber era que, para fines de julio de 1974, la casa ya había sido marcada. La investigación de Miradas al Sur pudo establecer que fue descubierta casi de manera fortuita, a partir de la vigilancia montada por el grupo de tareas de la CNU sobre la vivienda del sindicalista combativo Carlos Ennio Pierini, que sería asesinado pocas horas después que Macor. El Chango –como relató la viuda de Pierini a los autores de esta investigación– solía ir a cenar a la casa del sindicalista, donde siempre era bien recibido. Luego de comer, Pierini lo acercaba a la zona norte de La Plata en su automóvil, aunque nunca lo llevó hasta la puerta de la casa de la calle 2, por razones se seguridad. Una de esas noches fueron seguidos –sin que se dieran cuenta– por el grupo de tareas que montaba la vigilancia. Cuando Macor se bajó del auto para continuar su camino a pie, siguió bajo vigilancia hasta que llegó a la casa.
Poco después, en pleno día, un comando que se identificó como perteneciente a la Policía Federal allanó la vivienda. En ese momento, el único ocupante era Hugo Dellasoppa. “A principios de agosto un grupo armado allanó la casa de la calle 2, entre 38 y 39. A la hora de la mañana en que se produjo la irrupción el único que estaba en la casa era yo, a punto de salir para mi trabajo de no docente en la Universidad de La Plata. Después de revolver nuestras pertenencias sin encontrar ningún elemento comprometedor, me trasladaron hasta la delegación de la Policía Federal, a pocos metros de la Plaza Moreno. Allí me interrogaron acerca de mis actividades y mi filiación política, para dejarme en libertad cerca del mediodía”, relata para Miradas al Sur.
Por entonces, todavía se conservaban algunos resabios de legalidad en la represión, por lo que otro de los inquilinos de la casa de la calle 2 decidió averiguar por dónde venía el allanamiento. “Recuerdo que ante este hecho junto con Manuel Urriza, amigo, abogado y profesor de Opinión Pública II en Periodismo y un concejal de apellido Casajús, nos presentamos en la Delegación de la Policía Federal de La Plata para preguntar si existía sobre nosotros alguna orden de detención. El comisario de entonces nos negó toda intervención policial en el hecho (a pesar de que a Dellasoppa lo habían llevado detenido a esa delegación) y nos aconsejó que tuviéramos ‘cuidado’, dejando entrever que operaban en La Plata personas de otras jurisdicciones. También recuerdo que el doctor Urriza presentó un recurso de hábeas corpus en la Justicia. Pero la advertencia estaba hecha y decidimos ‘levantar’ la casa”, relata Ferrari.
Secuestro y muerte. Sin embargo, violando las normas de seguridad, El Chango Luis Norberto Macor volvió una noche a dormir a la casa de la calle 2 y le resultó fatal. Fue la noche del domingo 5 de agosto de 1974, al volver de Avellaneda, donde había ido con otro compañero a ver el partido de Independiente, el equipo de sus amores. El Chango tenía sus razones para volver. “Una tarde, pasados unos días del allanamiento, me encuentro con Luis en la Escuela Superior de Periodismo, donde El Chango era ayudante de cátedra y yo estudiaba y trabajaba; y es allí donde me plantea que quiere regresar a la casa, porque desde su sinceridad de pibe del interior sentía que podía ser una molestia o representar un peligro para quienes le habían dado albergue. Ante el clima de inseguridad desatado, traté de que cambiara de parecer. Me contestó que lo iba a pensar antes de tomar una decisión definitiva. Fue la última vez que nos vimos”, recuerda Dellasoppa.
La madrugada del 6 de agosto de 1974, Luis Norberto Macor fue secuestrado cuando estaba solo en el departamento. El grupo que irrumpió en la vivienda estaba integrado por cinco individuos que bajaron de un Ford Falcon. Entre los que entraron a la casa estaban Aníbal Gordon (a) El Viejo y Carlos Ernesto Castillo (a) El Indio. Según el testimonio de varios vecinos, la calle había sido cortada en la esquina por un patrullero. “Fue pura mala leche que encontraran a alguien, la casa debía haber estado vacía. Pero también es probable que esa noche, El Chango no hubiese tenido otra opción que ir a dormir al departamento de la calle 2. Eran días de desbande”, dice 38 años después Sergio López.
El cuerpo de El Chango Luis Norberto Macor fue encontrado al día siguiente cerca del Arroyo El Gato, entre La Plata y el balneario de Punta Lara. Estaba perforado por más de cincuenta balas, una manera de matar que sería emblemática de las operaciones de la CNU. Lo llevaron a la comisaría de El Dique. “No pudimos despedirlo. El departamento de la calle 2 N°313 quedó abandonado y se inició la diáspora. También faltó el abrazo entre varios amigos que íbamos dejando la ciudad para iniciar el camino hacia aquella la larga y oscura noche de la Argentina”, dice Ferrari.

Daniel Cecchini y Alberto Elizalde Leal

Hay anuncios de cambios para el mercado de capitales en Argentina

Casi en simultáneo con la aprobación, la semana pasada, de la inconstitucional reforma a la legislación de riesgos del trabajo, un instrumento solicitado por la Unión Industrial Argentina (UIA) y votado por el oficialismo y la algarabía del PRO (Partido de derecha que gobierna la Ciudad de Buenos Aires) en la Cámara de diputados, el gobierno anuncia cambios en el mercado de capitales, más precisamente, una reforma de la Ley de Oferta pública, que rige desde 1968.
Si los cambios de la “ley corta” de riesgos del trabajo, que afecta los intereses de los trabajadores, eliminando la doble vía (indemnización por accidente o enfermedad, más acción judicial resarcitoria) significa una señal favorable a los empresarios; los cambios en el mercado de capitales sugieren mayor participación estatal en el financiamiento del capitalismo en el país. En el análisis de la noticia o de la política puede pensarse en algo así como una medida a favor del mercado, y otra de orientación pro estatal.

El mercado de capitales y la acumulación capitalista

Debe recordarse para el caso cuál era el objetivo del régimen legal de 1968, imposible de disociar respecto del propósito sustentado por la dictadura del General Onganía desde el golpe de 1966.
La finalidad de la política económica estaba orientada a modificar sustancialmente el patrón de acumulación derivado de la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) promovida desde los años 30´.
Ese propósito de modificación del orden económico social fue demorado una década como consecuencia de la resistencia de los trabajadores, dos rosariazos mediados por el Cordobazo en 1969, y variadas puebladas que se sucedieron en esos tiempos y habilitaron la corta experiencia por la liberación nacional y social contra la dependencia capitalista durante 1973, y que culminó con el rodrigazo a mediados de 1975 y el terrorismo de Estado desde marzo de 1976.
El objetivo de reestructuración de la economía, el Estado y la sociedad del golpe del 66 recién fue realidad una década después, con Martínez de Hoz y sus colaboradores inspirados en la escuela monetarista de la Universidad de Chicago en EEUU. Sus consecuencias aún se hacen sentir en nuestros días, entre otras cuestiones con la institucionalización de la legislación financiera y el régimen de inversiones externas, instrumentos legales asociados al desarrollo del mercado de capitales y la inserción subordinada de la Argentina en el capitalismo mundial.
La función del mercado de capitales apunta a generar las mejores condiciones para la captación de recursos por el sector empresarial de la economía. Además del sector bancario, que oscilaba entre nacionalizaciones (1946 y 1963) y desnacionalizaciones (1955 y 1966) de los depósitos, se buscaba en 1968 estimular la tradicional actividad bursátil.
Una actualización importante y relativa al mercado de capitales se produjo en 1994, con la reforma previsional. Eran tiempo de la ofensiva neoliberal, del capital contra el trabajo. Eran los tiempos en que el equipo de la dictadura genocida destacaba la labor del gobierno constitucional en los 90´. El motivo esgrimido por Cavallo y Menem apuntaba a que sean los trabajadores con sus aportes y retenciones los que generaran una masa de financiamiento para la promoción de la iniciativa privada.
Así surgieron las AFJP, que no tuvieron el monopolio de la actividad por imperio de la lucha de trabajadores activos y pasivos, quienes arrancaron la convivencia del sistema de reparto con el régimen privado de capitalización. Este fue estatizado en 2009, en plena crisis de bolsas y bancos en el mundo.
Vale mencionar que aún con la estatización, esos fondos previsionales aportados por los trabajadores son utilizados para estimular el mercado de capitales en la Argentina. Se estima que un 14% de los fondos previsionales están orientados en el financiamiento del sector productivo privado.

Los cambios que se vienen

Ahora se anuncian cambios que apuntan a mayor participación del Estado en el contralor de las actividades asociados al mercado de valores. Es una iniciativa convergente con similar accionar en el sistema mundial luego de la crisis iniciada entre 2007 y 2008, la que afectó la valorización de títulos y acciones en el sistema capitalista.
En el sistema capitalista, especialmente entre los países más desarrollados, se impone la creciente intervención estatal para estimular el nivel de actividad económica, que se encuentra menguado por impacto de la crisis mundial.
Los anuncios del poder ejecutivo apuntan en el sentido de ampliar las facultades de la Comisión Nacional de Valores (C.N.V.) y restringir los “beneficios” fiscales y de contralor en manos de la Bolsa.
La respuesta de disconformidad de los “mercados” se hizo notar con tendencias a la baja de las cotizaciones y con sospechas sobre la afectación del “libre mercado” que resulta de la intervención pública, como si fuera posible la libertad de mercado en condiciones de monopolio y transnacionalización de la economía.
Los anuncios sugieren modificar la auto regulación vigente en el mercado de valores; la regulación estatal y el fin del secreto bursátil; la ampliación de los operadores que puedan actuar como “agentes de bolsa”, hasta ahora concentrados en muy pocos representantes con una millonaria inversión; y el cambio del carácter jurídico de la Bolsa de Comercio que pasaría a constituirse como una sociedad anónima y perdería así las exenciones impositivas vigentes por su calidad de entidad sin fin de lucro.
Todo ello está acompañado por nuevas regulaciones en el mercado del seguro. Se promueve la formación de un Fondo para inversiones productivas y de infraestructura que surge de orientar un 10% de los fondos administrados por las compañías de seguros, sea por las ART (entre 5 y 20% del total de sus carteras de seguros), los seguros de vida y retiro (entre el 12 y el 30% de las respectivas carteras), o los seguros generales y el reaseguro (entre el 10 y el 20% de cada cartera).
La expectativa apunta a consolidar hacia mediados del 2013 un valor del orden de los 7.000 millones de pesos para destinarlos a proyectos productivos y de infraestructura, elegibles por una comisión de funcionarios del poder ejecutivo.
Estas medidas intentan incidir sobre el nivel de actividad económica, y continúan el rumbo de utilización de los fondos previsionales administrados por el ANSES. Existen inversiones productivas de los fondos previsionales por unos 30.000 millones de pesos, sobre un total de 215.000 millones de pesos. En el mismo sentido actúa la obligación a los bancos para destinar un 5% de los depósitos para préstamos a pequeñas y medianas industrias. La idea es completar la presión sobre las aseguradoras para destinar una décima parte de unos 70.000 millones de pesos que existen en seguros, los que intentan valorizarse invirtiendo en títulos públicos, plazos fijos, fondos comunes de inversión, obligaciones negociables, acciones y ahora en proyectos productivos e infraestructura.
Son anuncios para mantener en actividad y con crecimiento al régimen capitalista de producción en el país, el que se encuentra afectado en la coyuntura por la desaceleración del presente año.
Por ello, más allá del sentido de los cambios y los temores que genera entre especuladores e impunes inversores asociados a la evasión y elusión impositiva, los interrogantes de las medidas anticipadas remiten a qué tipo de producción es la que se debe promover, realizada por quiénes y con qué fin. Es algo que no debe quedar librado a las fuerzas del mercado, aún con mayor regulación estatal.

Julio C. Gambina

Los rugbiers desaparecidos



Abajo derecha: Recuerdo. De izquierda a derecha : Axat, Moura, Sánchez Viamonte, Barandiarán y Rocca.

La Plata Rugby Club cuenta con 17 jugadores que fueron desaparecidos durante la dictadura. En esos años muchos le decían “escuela de guerrilleros”. Familiares y amigos reconstruyen sus historias para Miradas al Sur.

1. Durante los años de la última dictadura, a La Plata Rugby Club muchos lo llamaban “escuela de guerrilleros”. Se decía que algunos de sus jugadores eran militantes comprometidos políticamente en un momento donde comprometerse políticamente no era lo “correcto”. Entonces: los persiguieron, los filmaron, los fotografiaron hasta en los entrenamientos. Hay quienes aseguran que había jugadores que marcaban a otros jugadores. Y así, con el paso de aquellos siniestros años, La Plata Rugby Club se transformó en la institución deportiva a nivel mundial con más jugadores desaparecidos o asesinados por una dictadura política: tiene 17 jugadores desaparecidos.
2. El rugby es un deporte de equipo en el que se avanza siempre hacia adelante pero mirando hacia atrás. Por eso, para hablar del pasado, mejor indagar en el presente. En sus hijos, en sus hermanos, en sus ex compañeros. Hay una especie de comunión entre ellos: se mueven juntos como hermanados por el silencio del recuerdo, como si por unos instantes tuvieran que conectarse con su pasado, un pasado que es presente. Entonces uno de ellos se larga con una anécdota, y así, se van largando todos y van caminando y avanzando hacia una parte del pasado, hacia una parte de sus vidas.
3. Para reconstruir estas historias hay que empezar hablando con el arquitecto y ex jugador Raúl Barandiarán. Estuvo dentro de la cancha con muchos de los jugadores desaparecidos. Eran sus amigos, los pibes con los que se iba de vacaciones, los integrantes de esas anécdotas. Raúl recuerda detalles, conversaciones, palabras, fechas. Cuenta que jugó con Mariano Montequín y Santiago Sánchez Viamonte y Jorge Moura. Su memoria es parte de una construcción. No permite que los recuerdos su hundan en el pasado. Al contrario, con ellos edifica, levanta montañas de recuerdos, construye a partir de la destrucción que puebla su pasado. Miradas al Sur le pidió que cuente cómo se vivía en esa época el día a día dentro del club. Raúl se acuerda de que “cuando volvió Perón en el ’73 todos los del equipo hicimos una asamblea en la casa de Hernán Roca, para ver quiénes iban a recibirlo. Los más zurdos decidimos no ir, pero sí los que ya tenían inclinaciones peronistas. Al otro día, en el entrenamiento, nos contaron cagándose de risa cómo les pasaban las balas en el medio del acto en Ezeiza. Así se vivía la cosa”. Y agrega: “Si hubiésemos sabido que iba a pasar lo que pasó, hubiésemos tomado más precauciones. Eran tan inteligentes, absolutamente distintos: me sorprende que con la inteligencia que tenían estos pibes, hayan podido derrotarlos.” Sobre la relación con sus compañeros en el club, Raúl, con nostalgia, recuerda: “Cada uno dentro del grupo cumplía un rol. Dentro del club, en broma, nos hacíamos llamar el ‘Ejército Revolucionario del Cisne’”. Hay un recuerdo que a Raúl lo conmueve. Cuenta que “para un seven fuimos a entrenar a San Bernardo porque mis viejos tenían casa allá. Yo había ido con Otilio (Pascua), y cuatro o cinco días después vinieron Santiago (Sánchez Viamonte), Mariano (Montequín) y los dos Mendy. Estábamos en la playa y ellos llegaron caminando con un bolsito cada uno. Hasta el ’90, que falleció mi viejo, yo veraneé ahí, y siempre que iba a la playa miraba hacia el sur esperando que vuelvan, que aparezcan ellos a lo lejos, otra vez con el bolsito”.
4. Federico Moura es músico. Tiene el nombre y la nariz y los ojos de su tío, el fallecido líder de Virus. Es hijo del ex jugador y militante del ERP Jorge Moura. Una vez que empieza a hablar de su viejo, se larga, es como si por mucho tiempo hubiera estado sosteniendo el silencio dentro de su pecho. Ahora no. Vuelve a sacar la historia a la que se enfrentó de grande, la historia con la que también hizo música. “A mi viejo lo secuestraron en marzo del ’77 en la casa de mis abuelos, en City Bell. Un grupo de tareas disfrazado de operarios de Segba. Al tiempo de que estuviera detenido clandestinamente, mi abuelo movió contactos que tenía en ese entonces, y alguien le dijo que lo iban a poder ver una vez más. Mis abuelos se encontraron en el Parque Pereyra con mi viejo, lo vieron por última vez, les dijo que estaba bien y nunca más volvieron a verlo.”
¿Cómo hizo para enfrentarse con eso? “La historia de mi viejo la construí de más grande. Cuando pasó yo tenía cinco años. Dicen que uno borra, no sé por qué. Pero sí, hay como un bloqueo de los recuerdos. A los 13 años ya tenía conciencia de lo que había pasado con mi viejo. Lo asumí, lo incorporé y ahí me quedé. Y a los 25 empecé a escribir música, como si estuviera buscando en esa forma de arte algo de conexión con mi pasado”. Después de unos segundos en silencio, agrega: “Pero lo que me sigue comiendo la cabeza es cómo se murió, imaginarme la situación por la que pasó, cómo fueron sus días, qué le hicieron. El otro día se murió el viejo de un amigo, fui al velorio y vi el cadáver. Desde marzo del ’77 hasta el día de hoy no sé qué pasó con mi viejo. Pero lo acepto, es así.”
5.Hernán Rocca escribía. Araceli Rocca escribe. Araceli muestra un diario que había escrito su hermano. Un diario que es pura nostalgia y corazón y fotos de la época y resultados y observaciones y teorías acerca del juego, de todo tiene ese diario. En la última página hay un recorte, un recordatorio de un periódico de la época. Una mano anónima de la familia lo pegó ahí. El recorte dice: “Hernán Francisco Rocca, falleció el 28 de marzo de 1975”. Y ese recorte cierra el diario. Araceli habla de la historia de su hermano, de cómo se encontró con ella a través de la escritura. “Soy profesora de lengua y literatura. Ahora estoy escribiendo sobre mi hermano, haciendo algunas entrevistas con amigos y compañeros de él. Necesito dejar un testimonio de todo eso, contar lo que pasó. En mi familia no se hablaba nunca del tema. Un día, buscando entre las cosas de él, encontré su diario de viaje. Contaba que se había ido al sur y que llevaban libros de política y la guitarra. Su equipaje era eso. Tenía 20 años e hizo 10 mil kilómetros para tocar la guitarra y discutir de política.”
“Nosotros algo sabíamos en su momento. Hernán aparentemente había estado militando en la Juventud Peronista, pero no le dábamos mucha importancia. Del que teníamos más miedo era de mi otro hermano, Marcelo, porque sabíamos que militaba en un grupo de izquierda”, dice Araceli. “Antes de su desaparición –sigue–, Hernán llamó a uno de sus mejores amigos y lo invitó a tomar un café y le dijo que no militaba más. Lo mismo nos dijo a todos nosotros. La idea era proteger a su familia y su entorno, si militaba o no, la verdad que no lo sabíamos. El único que me dice que militaba es Raúl Barandiarán”. Raúl la mira, asiente y lo vuelve a confirmar.
Araceli continúa: “Nos llamó la atención que cuando el club hizo la gira a Europa, él, que era capitán, no quisiera ir. Dijo que se quería casar y que quería dar unas materias. Era raro que el capitán se quisiera perder el viaje de su vida con sus amigos”. La cuestión fue que ese jueves 27 de marzo rindió una materia, y a la tarde fue a entrenarse al club. Su novia y una amiga lo habían acompañado al entrenamiento y a las chicas les llamó la atención que había un Torino filmando a los jugadores. Cuando le avisaron, él dijo: “¿Qué, van a filmar un entrenamiento? Si los chicos están de gira en Europa. No tiene sentido”. Continúa Araceli: “De ahí se fueron todos a un asado y en el camino la chica insistió que los estaba siguiendo un auto. Hernán volvió a insistir en que no tenía sentido”. Cuando Hernán llegó a su casa, su padre sintió el ruido del auto y dijo: “Ahí vino Hernán”. Pero el auto volvió a salir a toda velocidad. “Esa misma madrugada apareció en Magdalena muerto con 21 balazos y los ojos vendados”, dice Araceli. El recuerdo vuelve de la mano con el dolor. “Hay que meterse en la cabeza de ellos, dejar a tus hijos para ir a luchar por un ideal. Para mí fueron héroes”.
6.Verónica Sánchez Viamonte también es arquitecta. Da clases de Historia en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata. Mira con unos ojos puros, una sonrisa amplia, como si por un efecto visual uno encontrara ese gesto siempre en una incontenible expansión. Asegura que tiene cosas de su padre, de Santiago, que según los que saben, fue uno de los mejores jugadores de toda la historia de La Plata Rugby Club. “Tengo recuerdos que no sé si los inventé o eran reales. Mis recuerdos son una parte inventados, parte de lo que me cuentan, y parte con lo que yo me quedo de lo que me cuentan. Por ejemplo, que mi viejo me llevaba en moto al jardín, y nunca tuvo moto. A mí eso no me lo sacás, si me sacás eso me muero”.
Verónica recuerda la historia familiar: “Yo tenía tres años; mi hermana dos. Vivíamos en Mar del Plata. Habíamos ido para allá por una cuestión de militancia de mis viejos: formaban parte del PCML, el Partido Comunista Marxista Leninista. Una semana antes de que desaparecieran, hubo un ‘operativo escoba’ donde barrieron a muchos del partido. Entonces mi mamá llamó a mis abuelos y les dijo que estaba enferma y que nos fueran a buscar. Mi abuela fue a la terminal de Mar del Plata, y mi viejo estaba ahí con nosotras dos. Nos fuimos con mi abuela, que siempre dice que en ese momento tuvo la sensación de que no lo iba a ver más a mi viejo”.
Verónica fue buscando la verdad desde chica. “Tenía una compañera y amiga en el colegio, Lucía, que era también hija de desaparecidos. A ella le habían dicho que los padres estaban en África; y a mí me decían que estaban en Mar del Plata. Y entonces nuestra conclusión era que si en África hay arena y en Mar del Plata también hay arena, nuestros padres habían sido tragados por arenas movedizas. Esa fue nuestra idea hasta que Lucía, un día en el colegio, me dijo que había visto el noticiero y que parecía que no eran las arenas movedizas, sino que matan gente. Así que empezamos a sospechar que por ahí no era África ni las arenas movedizas, sino que pasaba otra cosa”. “Hasta que un día –añade Verónica–, cuando había asumido Alfonsín, estábamos en el auto con mi tía. Ella iba adelante, se dio vuelta y nos dijo: ‘Les voy a decir la verdad, a los papás de ustedes se los llevaron, yo no se los dije antes porque yo los estoy buscando todavía, no puedo creer que los hayan matado’. Cómo me iban a decir que estaban muertos si ellos mismos no lo querían creer. Yo siempre me crié con la verdad, pero toda la vida estuve esperando a que mis viejos vuelvan. De la escuela me quería ir a mi casa para ver si mi vieja estaba ahí haciéndome la leche.”
7.Para contar la historia de Julián Axat primero uno debe decir que es poeta. También, defensor del fuero penal juvenil de La Plata. Defiende la palabra, la verdad, la suerte de los que no tienen suerte. Hay algo en su forma de ser, una tranquilidad que parece a punto de estallar, una mirada alejada pero cálida. Cuando Miradas al Sur le pide que hable de sus padres, la voz se le vuelve una sombra y mira hacia un punto donde no hay nada más que recuerdo: “Yo tenía siete meses. Mi mamá trabajaba como bibliotecaria en la Facultad de Derecho y mi papá era empleado del frigorífico Swift de Berisso. Militaban en Montoneros. Mi viejo ya había dejado de jugar en el club a los 18 años. Sabían que los habían cantado, tenían un dato de que los venían siguiendo. Mi abuelo les ofreció salir, y mi viejo no aceptó, decidió seguir yendo a su trabajo igual. En el frigorífico había una fuerte intervención militar; él militaba ahí adentro: además de ser obrero, militaba. Había hecho una radicalización política, porque salió del club se metió en la facultad y terminó de obrero”.
Axat se refiere a al proceso de proletarización que sostuvieron muchos partidos en esos años. “En ese momento Montoneros había sacado los Documentos de la proletarización, que buscaban organizar que determinados militantes se encuadraran dentro de la vida del obrero. A mi viejo le tocó entrar en los frigoríficos Swift, y ahí quedó. Lo pusieron como responsable de Montoneros dentro del frigorífico. Tenía siete personas a su cargo, siete obreros. Antes de chupar a mi viejo, chuparon a dos obreros. El 12 de abril del ’77 estaban durmiendo en el centro de La Plata en la casa de mi abuela. A mí me habían dejado con mis abuelos y mis tíos. Se sabe que se los llevaron esa noche y a partir de ahí no se supo más nada. Sí supimos después por algún testigo que estuvieron en el centro clandestino La Cacha, pero después no se supo nunca más nada”.
Julián dice que jugó al rugby muchos años. Su padre, su abuelo, sus tíos. Todos jugaron al rugby. “Mi abuelo era un obsesivo de este club. Venía desde cuando se llamaba Gimnasia y Esgrima de La Plata. Crió a sus tres hijos acá adentro. Mi tío Raúl llegó a jugar en primera. Y la anécdota es que cuando mis viejos desaparecieron, mi abuela siguió pagando la cuota durante años y años al cobrador que venía del club. Le pagó a mi viejo durante 35 años la cuota todos los meses”.
8.Y será esa cuota del club que una madre le sigue pagando a su hijo, porque lo espera, porque lo va a esperar siempre. O ese viaje en moto con papá, aferrándose al recuerdo de su pecho vibrante, inolvidable. O esa canción que se le canta al pasado, porque se lo enfrenta con cada grito que sale del alma, porque en cada nota hay un pedazo de dolor. O ese cuaderno mítico, con esas líneas garabateadas, con esas fotos que hablan, que siguen hablando, que hablaran siempre desde un presente que será perpetuo, joven, brillante. O esos tres pibes amigos que alguien, todavía, espera volver a ver, llegando desde el horizonte, desde el crepúsculo, la noche y el día, presente y pasado, justo esa línea, justo ahí, esperando para siempre a que vuelvan a ellos, que estarán vivos mientras existan estas palabras, estas personas que los recuerdan, que los mantienen vivos, encendidos en el recuerdo, como la luz del sol en el horizonte, que aunque parezca que se apaga, que ya deja de brillar, está ahí brillando, y estará siempre.

Lista

Los que ya no están

Lista completa de jugadores de La Plata Rugby Club desaparecidos o asesinados por la dictadura: Santiago Sánchez Viamonte (desaparecido), Mariano Montequín (desaparecido), Otilio Pascua (asesinado), Hernán Rocca (asesinado), Pablo Balut (desaparecido), Jorge Moura (desaparecido), Rodolfo Axat (desaparecido), Alfredo Reboredo (desaparecido), Luis Munitis (desaparecido), Marcelo Bettini (asesinado), Abel Vigo Comas (desaparecido), Eduardo Navajas (desaparecido), Mario Mercader (desaparecido), Pablo del Rivero (asesinado), Enrique Sierra (asesinado), Julio Álvarez (desaparecido), Hugo Lavalle (sin datos).

Los canarios románticos
Por Julián Axat

A Gustavo Cabarrou in memoriam

Este poema fue escrito en homenaje a los 17 desaparecidos de La Plata Rugby Club, más alla de cada militancia, pensado como si Dante Alighieri hubiera presenciado este match en el Purgatorio, segundos antes de que entren en la gloria.

El pack se hunde contra el viento/ mientras Luisito Munitis hace el line y los forwards saltan/ para contraer
la espalda del monstruo
La Plata va... susurra el samurai Balut y/ Jorgito Moura rompe/
la entrada del batallón/ para que ingrese la tercera línea que/ se mantiene oblicua desde la sensibilidad genética de A. Vigo
fulgura la mirada de Quique Sierra/ un tackle que no llega a cortar el pase a Pablito Rivero.
El partido es ya/ sueña Alfredito Reboredo, cuando
La Plata va... y los win forward Navajas y Mercader se abren del maul
Parece un empate clavado/ la noche se detiene sin derrota
y en el último minuto/ Julito Ávarez se acerca al ingoal/salta un cometa y ve a
Fel Axat acechando
Fel recibe la ovalada... pero éste apenas la toca cuando/
el Chueco Sánchez Viamonte viene bordenado la línea
corre en zig-zag como un conejo/nadie ve esos pies/ veloz/
imparable, fuga hacia el infinito
en un tendal de rosas que llega desde la platea/deja fatigadas a las últimas estrellas ahora atrás/ mal paradas
y apoya la ovalada debajo de los palos.
Fel y el Chueco se abrazan, ríen victoriosos,
esperan a todos que llegan/ para abrazarse/ el tercer tiempo les
abre las puertas del cielo
para tomarlo por asalto de try

José Supera

Murió en su casa el genocida Harguindeguy



El genocida Albano Harguindeguy, ex ministro del interior durante la dictadura, muere en prisión domiciliaria y sin que todavía le llegara una condena. Casapueblos-AEDD
Albano Harguindeguy, ex ministro del interior durante la dictadura y procesado en varias causa por terrorismo de Estado.

El general que manejó la Federal y esparció el terror

A los 85 años, en prisión domiciliaria y sin que todavía le llegara una condena, falleció en su casa de Malvinas Argentinas. Solía ufanarse de haber librado a la sociedad “del marxismo” y reivindicaba las desapariciones.

Por Laura Vales

A los 85 años, y mientras cumplía prisión domiciliaria por crímenes de lesa humanidad, murió Albano Harguindeguy. El general de división fue el responsable de la Policía Federal en los años más sangrientos del terrorismo de Estado. Fue jefe de la Federal primero, durante el gobierno de Isabelita, y después ministro del Interior –cargo desde el que siguió manejando la fuerza–, durante cinco de los siete años que duró la dictadura. Considerado uno de los cerebros del gobierno militar, alguna vez admitió su responsabilidad en los secuestros, torturas y desapariciones sin ninguna vuelta. Sin embargo, de las muchas causas judiciales en las que estaba procesado, sólo llegó a ser llevado a juicio oral en una y todavía no había sido condenado.
Harguindeguy escoltó a Videla como responsable de la cartera política desde marzo del ’76 hasta marzo del ’81, período en el que se produjeron la mayor parte de los crímenes del terrorismo de Estado.
En 2003, durante un reportaje de la periodista francesa Marie-Monique Robin, accedió a hablar de la represión ilegal. “Empezamos bajo un gobierno constitucional y seguimos en un gobierno de facto”, le dijo. Como era de prever, también defendió la dictadura. Lo llamativo fue su estilo grandilocuente, megalómano: “Hicimos lo que correspondía en cumplimiento del deber militar. Las Fuerzas Armadas deben decirle al pueblo argentino: nosotros los libramos de ser un país marxista”, declara en el documental. Y después: “Tengo que reconocer que cometimos errores. Si no cometiéramos errores seríamos dioses. Qué aburrido sería un país gobernado por los dioses, sin pecado, sin delito”.
Harguindeguy cumplía el arresto domiciliario en Los Polvorines, en el municipio de Malvinas Argentinas, en una casaquinta más que acomodada, ambientada con trofeos de caza, una afición que en los ’70 compartió con el ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz.
Alegando problemas de salud, ése fue el lugar que eligió para instalarse, evitando la cárcel, cuando en julio de 2004 la Justicia pidió su detención por los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, y donde pasaría los últimos ocho años de su vida.
Hasta ese momento, Harguindeguy no había tenido complicaciones judiciales graves. No fue acusado, por empezar, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, de quien había sido compañero en el Liceo Militar. En el juicio a las tres primeras Juntas fue llamado como testigo, y allí declaró que como ministro del Interior le llegaban pedidos para que algún detenido pudiera ser pasado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y fuera enviado a una cárcel común.
Luego fue beneficiado con el efecto de las leyes de punto final y obediencia debida, y más tarde Carlos Menem lo incluyó en los indultos que dictó durante su presidencia.

“No van a aparecer”

Harguindeguy había sido, en el ’73, la máxima figura militar del Operativo Dorrego, que las Fuerzas Armadas compartieron con Montoneros haciendo trabajos sociales para auxiliar a las víctimas de una inundación.
Años después, el ex jefe montonero Roberto Perdía le atribuyó unas frases que Harguindeguy habría pronunciado en un encuentro secreto entre ambos, supuestamente por el caso del secuestro y la desaparición del jefe guerrillero Roberto Quieto. “Nosotros no vamos a andar tirando cadáveres en los zanjones, de ahora en adelante los cadáveres no van a aparecer. Nosotros vamos a hacer otra cosa. Lo que ustedes conocieron hasta ahora fue una ‘dictablanda’, como la de (Alejandro) Lanusse; la nuestra sí va a ser una dictadura. No lo van a volver a ver más a Quieto. En realidad, no volverán a ver a nadie más”, habrían sido sus palabras, según Perdía.
De hecho, Harguindeguy estuvo en un lugar clave para la represión desde 1975, porque la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón lo designó al frente de la Policía Federal.
De las causas en las que, después del 2003 y con la anulación de las leyes de impunidad, el represor pasaría a quedar procesado, hay una que habla de la continuidad entre los meses previos al golpe y los siguientes. Es la que investiga los crímenes cometidos bajo la órbita de esa policía, en el centro clandestino de Coordinación Federal –que funcionó en Moreno 1417, donde está el Departamento Central de Policía, y otros CCD como el Garage Azopardo–. En este expediente, el juez federal Daniel Rafecas consideró responsable a Harguindeguy por 34 asesinatos y más de doscientos casos de secuestros y torturas. La causa incluye un hecho ocurrido seis días antes del golpe. Se trata de la fabricación de un falso “operativo antisubversivo” en el que cuatro secuestrados fueron ametrallados dentro de un automóvil, y el montaje apareció en los diarios como si se hubiera tratado de un enfrentamiento armado. Las víctimas fueron el médico Norberto Gómez y Elena Kalaidjian, de quienes se sabe por testimonios de sobrevivientes que fueron obligados a atender a otros secuestrados después de las sesiones de tortura, y la pareja formada por Julio Enzo Panebianco y Ana Teresa del Valle Aguilar, sobrina de la animadora Mirtha Legrand.
En la causa por el Plan Cóndor, el operativo en que las dictaduras del Cono Sur coordinaron la represión, el juez federal Norberto Oyarbide responsabilizó a Harguindeguy junto a Videla y otros por el secuestro y aplicación de tormentos a trece ciudadanos peruanos que fueron capturados en su país y trasladados a la Argentina durante el Mundial de Fútbol de 1978.
El represor también había sido procesado por el asesinato del obispo Enrique Angelelli por haber emitido “directivas precisas para eliminar los grupos vinculados con el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”. El expediente había sido elevado a juicio oral este mes. Un tribunal de La Rioja lo había procesado por los crímenes de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville.

Un juicio oral

Este año había enfrentado su primer juicio oral, en Entre Ríos. Allí debió responder por cuatro desapariciones –Sixto Zalasar, Julio Solaga, Norma González y Oscar Dezorsi, secuestrados entre mayo y noviembre de 1976– y veinticinco casos de privación ilegal de la libertad y torturas cometidos en las ciudades de Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. De cara a las audiencias, Harguindeguy volvió a alegar problemas de salud para no presenciar el juicio, y en la jornada en la que debió declarar –-por teleconferencia– permaneció cruzado de brazos y sólo respondió con monosílabos.
Otra de las investigaciones que lo tenían como centro –y en la que por supuesto hay otros investigados– tiene que ver con las maniobras realizadas por los jerarcas de la dictadura para quedarse con empresas y bienes de sus víctimas. Está a cargo de la Comisión Nacional de Valores, que busca establecer cómo la División Bancos de la Policía Federal, el Banco Central y la CNV liquidaron bancos y extorsionaron empresarios para obtener un botín de guerra. La causa remite a la estrecha relación de Harguindeguy con Martínez de Hoz, que no se habría limitado solamente a cuestiones de caza.
Con el ex ministro de Economía habían quedado coprocesados en la causa por el secuestro extorsivo de los empresarios Gutheim. Federico Gutheim y su hijo Miguel, propietario de la firma textil Sadeco, fueron detenidos en noviembre de 1976, a raíz del decreto 2840 firmado por Videla y Harguindeguy acusados de socavar la paz interior. Los empresarios recuperaron la libertad cinco meses después, luego de declinar acuerdos comerciales que habían realizado en beneficio de firmas de Hong Kong con los que la cartera de Economía mantenía negociaciones.

http://casapueblos.blogspot.com.ar/2012/10/murio-en-su-casa-el-genocida.html

lunes, 29 de octubre de 2012

Empresarios y ART... ¡agradecidos!



Modificación a la Ley de Riesgos de Trabajo

La Cámara de Diputados aprobó el miércoles las reformas a la Ley de Riesgos de Trabajo, norma vigente desde las políticas neoliberales de los '90. Los cambios introducidos están lejos de tratar los accidentes y enfermedades laborales con un carácter proteccionista y preventivo. La nueva ley queda constituida en beneficio para las empresas, las aseguradoras y el sindicalismo empresario.
La modificación fue aprobada por 139 votos a favor, 82 en contra y dos abstenciones (*). El beneplácito de la Unión Industrial Argentina (entidad promotora de la reforma), las cámaras de empresarios pymes, la Asociación de Industriales de Buenos Aires, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, bastan para entender quiénes son los beneficiaros principales de esta reforma.
Así de claro fue expresado por la presidenta de la Nación cuando el pasado 19 de setiembre anunció el envío del proyecto del Ejecutivo al Congreso, al afirmar que esta iniciativa contaba con el consenso de sectores empresarios y también sindicales.
Los sindicalistas a los que se refería son los que integran la CGT alineada a la política oficial que conduce Antonio Caló, la mayoría de los cuales, vale recordar, apoyó durante el menemismo las normas de flexibilización laboral que les quitaron a los trabajadores derechos que fueron conquistados durante años de luchas.
La reforma se asienta sobre tres bases: la eliminación de la mal llamada "doble vía", la actualización semestral de los montos de las indemnizaciones por accidentes de trabajo y un plazo de 15 días para que las Administradoras de Riesgo de Trabajo (ART) paguen las mismas.

"Doble vía"

Hasta ahora, los trabajadores podían cobrar la indemnización a través de la compañía aseguradora (ART), pero además utilizar la vía de la Justica del Trabajo en caso de que entendieran que ese monto no se correspondía con el daño sufrido y poder así compensar la totalidad del mismo, según lo disponen las normas civiles.
La ley reformada ayer obliga en primera instancia a que el trabajador opte por cuál de los dos caminos tomará para resarcirse. Esta imposición resulta francamente extorsiva porque entre elegir una indemnización tarifada que puede cobrar en 15 días (aunque sea menor a la que le correspondiese) o tener que esperar los tiempos que dure el juicio sin contar con ningún resarcimiento, la elección resulta más que obvia.
Hay otro elemento que incide también en la decisión de abandonar la instancia judicial y es el reemplazo de la Justicia laboral por la Justicia civil, para el caso que se opte por este camino. Este no es un detalle menor ya que el desplazamiento de Justicia del Trabajo por la competencia de la Civil, importa la obtención de indemnizaciones menores y de procesos más largos para obtener el fallo.

El negocio del sindicalismo empresario

Previa a la modificación de la Ley de Riesgos de Trabajo (LRT) el Poder Ejecutivo promulgó el decreto 1720/2012 que habilita a las cámaras empresarias, asociaciones de empleados y sindicatos que participen en las negociaciones colectivas, para crear las ART MUTUALES. Además de constituir un nuevo negocio para el sindicalismo empresario, se refuerza aun más el monopolio de la representación de los sindicatos que gozan de personería gremial, cuando la libertad sindical es cercenada desde el poder político que niega reconocimiento a sindicatos y centrales de trabajadores que no responden a su proyecto político.
Por otra parte, este decreto obliga a "utilizar de manera prioritaria y siempre que sea técnicamente posible, los servicios de obras sociales y efectores públicos de salud para proveer las prestaciones en especie previstas en el Régimen de Riesgos de Trabajo". En este sentido, el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina da cuenta de la experiencia de España en la que estas mutuales "han logrado generar negocios rentables a pesar de no tener fin de lucro, con solo contratar servicios (por ejemplo de asesoramiento y formación en materia de prevención) con empresas asociadas y capturar a través de ese mecanismo los beneficios que la ley le prohíbe".

Cambiar algo para que nada cambie

Con la reforma continúa sin ser modificado el régimen de prevención de riesgos de accidentes laborales, por uno que ejerza un control eficaz y en el que los trabajadores sean parte del diseño, implementación y fiscalización de las medidas de prevención en la empresa. Un sistema que responsabilice a las ART en forma solidaria con los empleadores, por el incumplimiento de esas normas.
La Comisiones Médicas continuarán siendo las que determinen si el accidente o enfermedad son de naturaleza laboral y cuál es el grado de incapacidad. Las Comisiones dependen de instituciones que no son diferentes a las que brindan las prestaciones y por lo tanto no se garantiza la autonomía de sus dictámenes.
Siguen existiendo enfermedades que para la Superintendencia de Riesgos de Trabajo no son reconocidas como originadas por el desarrollo de la tarea. En este sentido, hay un dato significativo a tener en cuenta: el promedio mundial indica que las enfermedades profesionales representan un 38% del total de los siniestros laborales, pero la Superintendencia solo reconoce como tal apenas un 2% de enfermedades sobre el total de siniestros registrados en el sector formal.
El Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina afirma que "es imposible negar que el contenido regresivo de las modificaciones responde a los reclamos de empresarios que bajo la coartada de asegurar ‘previsibilidad' al sistema y de desalentar la ‘industria del juicio', persiguen asegurar la continuidad de los negocios de las A.R.T. y de la elevada rentabilidad empresaria. (...) accede a las pretensiones de la UIA, satisface la codicia del capital financiero dueño de las ART y regala un nuevo negocio al Sindicalismo Empresario" Por su parte, la Asociación de Abogados Laboralistas de la Ciudad de Buenos Aires recuerda que ya pasaron ocho años desde que la Corte Suprema de Justicia descalificó constitucionalmente la Ley de Riesgos de Trabajo (que recoge desde ahora las modificaciones planteadas). "Y pasaron dieciséis desde que se puso en marcha una ley de Riesgos de Trabajo que muy poco ha hecho por la prevención, y que ha funcionado como una máquina de destrucción de los derechos de los trabajadores. (...) Lo que el gobierno ofrece es dejar para más adelante la cuestión de la prevención y dar una urgente solución satisfactoria a las demandas de los grandes grupos económicos. Ya no parece casual que la Presidenta hable de este tema - que es trascendental para los trabajadores- rodeada de empresarios que la aplauden a rabiar", afirma.
Esta nueva reforma, que cambia algo para que nada cambie, le pone a los trabajadores un nuevo "impuesto de sangre" para que de los 20 trabajadores que mueren por día en nuestro país, cuatro sean por accidentes de trabajo y el resto por enfermedades vinculadas con el ambiente laboral.

Nota:

(*) El bloque del Frente para la Victoria (FpV) junto al PRO (alianza que también se dio en varias oportunidades en la legislatura porteña) aportaron los votos positivos. Los votos en contra correspondieron a la Unión Cívica Radical, el Frente Amplio Progresista, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. Dentro del bloque oficialista, el diputado Jorge Rivas se opuso a la norma y los diputados Facundo Moyano y Omar Plaíni (de la CGT no oficialista que conduce Hugo Moyano) se manifestaron en contra pero al momento de votar se fueron del recinto. Por su parte, el diputado Héctor Recalde, ex asesor de la CGT de Moyano, se abstuvo en general y votó en contra en algunos puntos.

Fabiana Arencibia
Red Eco Alternativo

El sistema de transporte en el banquillo de los acusados.




Entrevista a Ramón Duarte, secretario gral del Movimiento Nacional Ferroviario, y conductor en la línea Mitre -ex TBA-. Burocracia sindical, tercerización de los trabajadores, formas de construcción sindical, caso Mariano Ferreyra y masacre de Once, y sistema ferroviario integral fueron algunos de los temas tocados.

domingo, 28 de octubre de 2012

PRO y K votan reforma laboral contra los trabajadores y de cuño "menemista"



La Cámara de Diputados aprobó las reformas a la Ley de Riesgos de Trabajo, norma vigente desde las políticas neoliberales de los `90. La nueva ley queda constituida en beneficio para las empresas, las aseguradoras y el sindicalismo empresario.
La modificación fue aprobada por 139 votos a favor, 82 en contra y dos abstenciones (*). El beneplácito de la Unión Industrial Argentina (entidad promotora de la reforma), las cámaras de empresarios pymes, la Asociación de Industriales de Buenos Aires, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, bastan para entender quiénes son los beneficiaros principales de esta reforma.
Así de claro fue expresado por la presidenta de la Nación cuando el pasado 19 de setiembre anunció el envío del proyecto del Ejecutivo al Congreso, al afirmar que esta iniciativa contaba con el consenso de sectores empresarios y también sindicales.
Los sindicalistas a los que se refería son los que integran la CGT alineada a la política oficial que conduce Antonio Caló, la mayoría de los cuales, vale recordar, apoyó durante el menemismo las normas de flexibilización laboral que les quitaron a los trabajadores derechos que fueron conquistados durante años de luchas.
La reforma se asienta sobre tres bases: la eliminación de la mal llamada "doble vía", la actualización semestral de los montos de las indemnizaciones por accidentes de trabajo y un plazo de 15 días para que las Administradoras de Riesgo de Trabajo (ART) paguen las mismas.

"Doble vía"

Hasta ahora, los trabajadores podían cobrar la indemnización a través de la compañía aseguradora (ART), pero además utilizar la vía de la Justica del Trabajo en caso de que entendieran que ese monto no se correspondía con el daño sufrido y poder así compensar la totalidad del mismo, según lo disponen las normas civiles.
La ley reformada ayer obliga en primera instancia a que el trabajador opte por cuál de los dos caminos tomará para resarcirse. Esta imposición resulta francamente extorsiva porque entre elegir una indemnización tarifada que puede cobrar en 15 días (aunque sea menor a la que le correspondiese) o tener que esperar los tiempos que dure el juicio sin contar con ningún resarcimiento, la elección resulta más que obvia.
Hay otro elemento que incide también en la decisión de abandonar la instancia judicial y es el reemplazo de la Justicia laboral por la Justicia civil, para el caso que se opte por este camino. Este no es un detalle menor ya que el desplazamiento de Justicia del Trabajo por la competencia de la Civil, importa la obtención de indemnizaciones menores y de procesos más largos para obtener el fallo.

El negocio del sindicalismo empresario

Previa a la modificación de la Ley de Riesgos de Trabajo (LRT) el Poder Ejecutivo promulgó el decreto 1720/2012 que habilita a las cámaras empresarias, asociaciones de empleados y sindicatos que participen en las negociaciones colectivas, para crear las ART MUTUALES. Además de constituir un nuevo negocio para el sindicalismo empresario, se refuerza aun más el monopolio de la representación de los sindicatos que gozan de personería gremial, cuando la libertad sindical es cercenada desde el poder político que niega reconocimiento a sindicatos y centrales de trabajadores que no responden a su proyecto político.
Por otra parte, este decreto obliga a "utilizar de manera prioritaria y siempre que sea técnicamente posible, los servicios de obras sociales y efectores públicos de salud para proveer las prestaciones en especie previstas en el Régimen de Riesgos de Trabajo". En este sentido, el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina da cuenta de la experiencia de España en la que estas mutuales "han logrado generar negocios rentables a pesar de no tener fin de lucro, con solo contratar servicios (por ejemplo de asesoramiento y formación en materia de prevención) con empresas asociadas y capturar a través de ese mecanismo los beneficios que la ley le prohíbe".

Cambiar algo para que nada cambie

Con la reforma continúa sin ser modificado el régimen de prevención de riesgos de accidentes laborales, por uno que ejerza un control eficaz y en el que los trabajadores sean parte del diseño, implementación y fiscalización de las medidas de prevención en la empresa. Un sistema que responsabilice a las ART en forma solidaria con los empleadores, por el incumplimiento de esas normas.
La Comisiones Médicas continuarán siendo las que determinen si el accidente o enfermedad son de naturaleza laboral y cuál es el grado de incapacidad. Las Comisiones dependen de instituciones que no son diferentes a las que brindan las prestaciones y por lo tanto no se garantiza la autonomía de sus dictámenes.
Siguen existiendo enfermedades que para la Superintendencia de Riesgos de Trabajo no son reconocidas como originadas por el desarrollo de la tarea. En este sentido, hay un dato significativo a tener en cuenta: el promedio mundial indica que las enfermedades profesionales representan un 38% del total de los siniestros laborales, pero la Superintendencia solo reconoce como tal apenas un 2% de enfermedades sobre el total de siniestros registrados en el sector formal.
El Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina afirma que "es imposible negar que el contenido regresivo de las modificaciones responde a los reclamos de empresarios que bajo la coartada de asegurar ‘previsibilidad' al sistema y de desalentar la ‘industria del juicio', persiguen asegurar la continuidad de los negocios de las A.R.T. y de la elevada rentabilidad empresaria. (...) accede a las pretensiones de la UIA, satisface la codicia del capital financiero dueño de las ART y regala un nuevo negocio al Sindicalismo Empresario"
Por su parte, la Asociación de Abogados Laboralistas de la Ciudad de Buenos Aires recuerda que ya pasaron ocho años desde que la Corte Suprema de Justica descalificó constitucionalmente la Ley de Riesgos de Trabajo (que recoge desde ahora las modificaciones planteadas). "Y pasaron dieciséis desde que se puso en marcha una ley de Riesgos de Trabajo que muy poco ha hecho por la prevención, y que ha funcionado como una máquina de destrucción de los derechos de los trabajadores. (...) Lo que el gobierno ofrece es dejar para más adelante la cuestión de la prevención y dar una urgente solución satisfactoria a las demandas de los grandes grupos económicos. Ya no parece casual que la Presidenta hable de este tema - que es trascendental para los trabajadores- rodeada de empresarios que la aplauden a rabiar", afirma.
Esta nueva reforma, que cambia algo para que nada cambie, le pone a los trabajadores un nuevo "impuesto de sangre" para que de los 20 trabajadores que mueren por día en nuestro país, cuatro sean por accidentes de trabajo y el resto por enfermedades vinculadas con el ambiente laboral.

(*) El bloque del Frente para la Victoria (FpV) junto al PRO (alianza que también se dio en varias oportunidades en la legislatura porteña) aportaron los votos positivos. Los votos en contra correspondieron a la Unión Cívica Radical, el Frente Amplio Progresista, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. Dentro del bloque oficialista, el diputado Jorge Rivas se opuso a la norma y los diputados Facundo Moyano y Omar Plaíni (de la CGT no oficialista que conduce Hugo Moyano) se manifestaron en contra pero al momento de votar se fueron del recinto. Por su parte, el diputado Héctor Recalde, ex asesor de la CGT de Moyano, se abstuvo en general y votó en contra en algunos puntos.

Fabiana Arencibia / Red Eco

Che habla de Camilo



El más brillante de todos los guerrilleros

[... ] Había más o menos una ley no escrita de la guerrilla que aquel que perdía sus bienes personales, lo que todo guerrillero debía llevar sobre sus hombros, pues debía arreglárselas. Entre las cosas que había perdido estaba algo muy preciado para un guerrillero: las dos o tres latas de conserva que cada uno tenía en ese momento.
Al llegar la noche, con toda naturalidad cada uno se aprestaba a comer la pequeñísima ración que tenía, y Camilo —viendo que yo no tenía nada que comer, ya que, la frazada no era un buen alimento— compartió conmigo la única lata de leche que tenía; y desde aquel momento yo creo que nació o se profundizó nuestra amistad.
Tomando sorbos de leche y disimuladamente cuidando cada uno de que el reparto fuera parejo, íbamos hablando de toda una serie de cosas. En general versaba la conversación sobre comida, porque, las conversaciones de las gentes versan sobre los problemas más importantes que le aquejan, y para nosotros la comida era una obsesión en aquellos días...
Hasta ese momento, no éramos particularmente amigos; el carácter era muy diferente. Desde el primer momento salimos juntos. Desde el Granma, desde la derrota de Alegría de Pío estábamos juntos, sin embargo, éramos dos caracteres muy diferentes. Y fue meses después que llegamos a intimar, extraordinariamente.
Chocábamos por cuestiones de disciplina, por problemas de concepción de una serie de actitudes dentro de la guerrilla. Camilo en aquella época estaba equivocado. Era un guerrillero muy indisciplinado, muy temperamental; pero se dio cuenta rápidamente y rectificó aquello. Aun cuando después, hiciera una serie de hazañas que han dejado su nombre en la leyenda, me cabe el orgullo de haberlo descubierto, como guerrillero...
Después, fue comandante; escribió en el llano de Oriente una historia muy rica en actos de heroísmo, de audacia, de inteligencia combatiente e hizo la invasión, en los últimos meses de la guerra revolucionaria.
Lo que a nosotros —los que recordamos a Camilo como una cosa, como un ser vivo— siempre nos atrajo más, fue, lo que también a todo el pueblo de Cuba atrajo, su manera de ser, su carácter, su alegría, su franqueza, su disposición de todos los momentos a ofrecer su vida, a pasar los peligros más grandes con una naturalidad total, con una sencillez completa, sin el más mínimo alarde de valor, de sabiduría, siempre siendo el compañero de todos, a pesar de que ya al terminar la guerra, era, indiscutiblemente, el más brillante de todos los guerrilleros.

(Fragmentos del discurso pronunciado el 28 de octubre de 1964)

Restituyen los restos de Crescencio Galañena, miembro de la delegación cubana en Argentina, secuestrado en 1976



Los restos de Crescencio serán recibidos por el pueblo cubano como Mártir de la Revolución, luego de 36 años, dos meses y 15 días de producido su secuestro, asesinato y desaparición, y su Señora Madre, podrá, por fin, dejar de agregar un plato a la mesa.
La emoción cubría el salón de actos de la Embajada Cubana en Buenos Aires, dos funcionarios de la misma depositan la urna que contiene los restos restituidos de Crescencio Galañena, mientras cuatro niños inician la guardia de honor que se prolongó durante horas.
Funcionarios y empleados de la Embajada, cubanos de la URCA (Unión de Residentes Cubanos en la Argentina), militantes de la solidaridad con Cuba, de los derechos humanos, de partidos políticos, organizaciones sociales, de la justicia y el gobierno nacional, se turnaban para realizar el postrer homenaje a quien fuera víctima de la Operación Condor, junto a otro funcionario cubano, Jesús Cejas Arias, y catorce argentinos, empleadas y empleados de la misión comercial y de la escuela anexa a la Embajada y cuatro familiares, de los cuales diez permanecen desaparecidos, mientras que el cuerpo de María Rosa Clementi, fue encontrado en el mismo lugar que el de Crescencio.
Es de destacar la presencia de los fiscales de la causa “Automotores Orletti” Guillermo Friele y Mercedes Soiza, Carlos Somigliana del Equipo Argentino de Antropología Forense, Carlos Zannini, Secretario de Legal y Técnica de la Nación, Martín Fresneda, Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Hugo Cañon, Comisión Provincial por la Memoria, Eduardo Zuain, Vicecanciller, Diego Tettamanti, director General de Política Latinoamericana de la Cancillería, Mirta Maravalle, Madre de Plaza de Mayo LF, Hector Carrica, responsable de DDHH de ATE Nacional, Patricio Echegaray, Secretario general del Partido Comunista, Pablo Vilas, director de la Casa Patria Grande Nestor Kirchner, periodistas y escritores, Stella Caloni, José Luis Mendez y Mendez y Carloz Aznarez entre otros.
Al hacer uso de la palabra Carlos Somigliana, afirmó con contundencia que “hemos aprendido de la peor manera el daño terrible que significa la desaparición forzada de personas…..la gente no desaparece y éste es un ejemplo……..cortamos el circulo obsceno de la mentira”
Martín Fresneda, a su turno, afirmó “Como Estado venimos a reparar una deuda histórica con un país soberano y con el pueblo cubano, venimos a devolverle los restos de uno de sus hijos para que descansen definitivamente en paz en su patria” y luego transmitió un saludo de la Presidenta Cristina Fernández al pueblo hermano de Cuba.
La ceremonia finalizó con las palabras del Embajador de Cuba en Argentina, Sr. Jorge Lamadrid Mascaró, quien luego de afirmar que la Revolución Cubana se hizo por los humildes, para los humildes y con los humildes, recordó que Crescencio nació en ese pueblo y se hizo merecedor al puesto que ocupara en la misión del Ministerio de Relaciones Exteriores, y que junto a Jesús son los primeros miembros de una sede diplomática detenidos desaparecidos, destacando también que es la primera vez que un tribunal no cubano sentenciara a los autores de un crimen perpetrado contra uno de sus connacionales. Finalizando al decir que el tributo a Galañena lo es también a Jesús Cejas, quien fue secuestrado junto a él, y a los 30mil detenidos-desaparecidos por la última dictadura cívico-militar argentina, y que la unidad de nuestros pueblos es la garantía para que nunca más ocurran éstos hechos.
Recordemos que durante el año 2011 el Tribunal Oral Federal N° 1 condenó a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad a Eduardo Cabanillas, Honorio Martínez Ruiz, Eduardo Alfredo Ruffo y Raúl Guglielminetti, por los crímenes cometidos en el centro de exterminio en el que operaba la SIDE y fue base del Plan Cóndor en Argentina, donde fueron torturados, asesinados y desaparecidos Crescencio Galañena y Jesús Cejas Arias y que dos connotados terroristas de la CIA, Michael Townley y Guillermo Novo Sampoll viajaron desde Estados Unidos a dirigir los interrogatorios y las torturas de los secuestrados relacionados a la Embajada de Cuba, y que incluso en el secuestro y desaparición de Ramón “Moncho” Pérez, la CORU (organización terrorista radicada en Miami fundada por Orlando Bosch y Luis Posada Carriles) emitió un comunicado haciéndose cargo de la acción.
Los restos de Crescencio serán recibidos por el pueblo cubano como Mártir de la Revolución, luego de 36 años, dos meses y 15 días de producido su secuestro, asesinato y desaparición, y su Señora Madre, podrá, por fín, dejar de agregar un plato a la mesa, en esa esquina vacía, porque, aunque sea dolorosa la realidad, Crescencio descansará en su tierra, junto a su familia.

Alberto Mas

sábado, 27 de octubre de 2012

¿Por qué la huelga general de noviembre debe reunir todas las luchas?



Lejos de una suerte de unidad táctica con el movimiento popular como fuerza social que resiste y enfrenta los intereses del capital, los trabajadores organizados tienen el deber de actualizar sus formas y contenidos a las formas y contenidos de la opresión del capitalismo del siglo XXI y su crisis.
1. La colusión entre las dos agrupaciones temporalmente hegemónicas del sistema de partidos políticos, el Frente para la Victoria de Cristina Fernández y el Partido Republicano (PRO) de Mauricio Macri, se vuelve más nítida mientras más aumenta el malestar de las grandes mayorías y las protestas multisectoriales. En medio del agotamiento del Ejecutivo de turno según la temperatura popular y las encuestas que ponen a Cristina en alrededor de un 40% de aceptación, la connivencia en el Congreso Nacional como en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires –el más importante de Argentina por su centralidad histórica en materias político económicas y densidad institucional-, se refrendó el año pasado con la aprobación conjunta de la ley Antiterrorista, en la reciente votación que reforma regresivamente la legislación laboral ligada a los accidentes y enfermedades de los trabajadores (ley aseguradoras de riesgos del trabajo), y en los acuerdos sobre las partidas presupuestarias para el año entrante. Otro tanto ocurre con el consenso por arriba de consolidar el trabajo ‘en negro’, precarizado e informal que supera el 50 % de la fuerza de trabajo, y sin el cual la tasa de ganancia del capital concentrado resultaría menoscabada estratégicamente. Esto es, el FV y el PRO comportan una asociación liberal de administradoras o concesionarias del Estado sin antagonismos orgánicos o de representación de clases sociales. Las distancias se notifican en que el FV es culturalmente más progresista y descansa sobre el imaginario peronista, y el PRO es más conservador y amigo de las órdenes más ortodoxas del organigrama católico, como el Opus Dei.
La Casa Rosada intenta sortear los efectos de la crisis civilizatoria mundial, haciendo caja mediante adquisición de deuda interna, control del dólar –que entren, pero que no salgan-, medidas antilaborales, recorte de programas y derechos sociales (privatización de la salud, educación y descalcificación de los ahorros jubilatorios), multiplicación de impuestos a las personas y no al gran capital transnacionalizado y sus subordinados nativos, venta y concesiones infinitas de terrenos y bienes fiscales, y un aparato mediático de alienación simbólica cada vez menos eficiente.
¿El objetivo? Atraer inversores en un marco de decrecimiento económico e inflación (estanflación). Algunas mercancías apenas en un año han duplicado su precio. Mientras, China modera áreas de importación de commodities (por decaimiento de demanda norteamericana), y castiga al Brasil de vocación subimperialista, propiciando un efecto dominó hacia Argentina y países aledaños.
La caja del gobierno no sólo es para cumplir con el pago de la deuda externa, sino para sostener los programas asistenciales en los territorio más explosivos de la sociedad y los subsidios de los servicios básicos y derechos sociales, procurando contener el levantamiento espanta-capitales de los trabajadores y el pueblo, franjas medias y excluidos sin porvenir. Es decir, para cautelar la gobernabilidad (o “lugar ameno” para la obtención de utilidades rápidas, fáciles y sin condiciones, y fines geoestratégicos en la región) a ojos del imperialismo.
Junto al superior control tributario sobre la gente, se dan pasos veloces hacia la financiarización a través, por ejemplo, del pago de expensas habitacionales directamente a la banca. Esa capitalización es urgente para ‘ponerse al día’ con el momento dominante de capitalismo realmente existente, promover el endeudamiento para los pequeños emprendimientos supeditados a los requerimientos baratos y tercerizados de las megacorporaciones e incentivar los créditos de consumo para que el asalariado promedio llegue a fin de mes por un tiempo. En este último caso, la gente ha optado, tanto por reducir sus gastos como por sobrevivir con crédito directo del retailer (supermercados, casas comerciales, endeudamiento con el boliche de la esquina), en tanto proliferan formas de trueque en ferias donde ya no sólo asisten súper empobrecidos. La deuda en la situación actual, es morosidad para pasado mañana y subsecuente temor a perder el empleo, otra manera de disciplinamiento social. Como un todo integral, gana la banca y se atemoriza a los trabajadores.
2. Como consecuencias inmediatas, la delincuencia, la súper explotación del trabajo asalariado, la especulación en todo el orden económico, el empobrecimiento de las provincias, el dólar paralelo, la industria de la trata de personas, la prostitución infantil y el narcotráfico tienen su primavera.
Por otro lado, se profundiza la protesta y demandas sociales en el plano antipatriarcal, estudiantil, de los pueblos indígenas, de los pobres de la ciudad y el campo, y del combate contra los efectos de la megaminería, el extractivismo agrominero y la primarización, puntales económicos y culturales de la dependencia y el avasallamiento. Asimismo, si bien es preciso multiplicar y colaborar en la unidad de las juntas internas en cada lugar de trabajo como alternativa democrática desde abajo, concientizadora y de lucha directa ante un sindicalismo tradicional en crisis, complemento necesario para facilitar el movimiento del capital y que no escatima en emplear el sicariato y el crimen contra sus cuestionadores, la Central General de Trabajadores opositora al gobierno y la Central de Trabajadores de Argentina independiente del Estado y el empresariado, de manera novedosa y no sin contradicciones, han optado por la unidad en la acción sobre un programa básico progresivo, realizando puntos de fuerza masivos en más de una oportunidad y organizando para la segunda quincena de noviembre una huelga general.
¿Cuáles son sus debilidades? Que ambas centrales agrupan sólo a los trabajadores ‘en blanco’, formalizados, habilitados para negociar paritarias, cuando la mayoría expoliada está informalizada, ‘en negro’, no puede asociarse sindicalmente, es de contenido migrante, asalariado joven y hasta del llamado “trabajo esclavo” (sin horario, con sueldos de hambre, ausentes de condiciones laborales elementales, que abarrota talleres clandestinos). No importa que las luchas todavía no salgan del economicismo. Es una fase necesaria que va de la mano con la creación de vocación de poder. Pero la potencia transformadora, protagónica y política de la clase trabajadora la ofrece su convicción premeditada de integrarse e integrar al conjunto de luchas de todo un pueblo. Las centrales sindicales por sí solas, y más allá de contener a parte más o menos significativa de la clase social objetiva para la reproducción de la vida, no “dan el ancho” en materia de relaciones de fuerzas para convertirse en alternativa de poder. La autoridad política, desde un inicio, de sus franjas más críticas y combativas, no es automática: se gana. Y lejos de una suerte de unidad táctica con el movimiento popular como fuerza social que resiste y enfrenta los intereses del capital, los trabajadores organizados tienen el deber de actualizar sus formas y contenidos a las formas y contenidos de la opresión del capitalismo del siglo XXI y su crisis multidimensional. Ello no se resuelve con agregados programáticos y retóricos, sino mediante procesos complejos, solidarios, mancomunados, en condición de pares, dinámicos y concretos. La unidad de las grandes mayorías que malviven no es sólo voluntad política, es necesidad histórica ante el poderío del capital. Nunca es delegada y representativa: es activa y participativa. No se trata de un problema aritmético, sino cualitativo. La sociedad poscapitalista funda su materialidad y ejercicio valórico y poliético hoy. Por eso, la huelga general de noviembre no se reduce a una demostración de fuerza sindicalizada contra las medidas antipopulares de un gobierno que sólo media administrativamente entre los intereses corporativos del capital y la sociedad usada y abusada como clientela o mercado electoral. Imperiosa, transparente, honesta y concretamente la huelga general debe realizarse con y desde la integralidad de las luchas que abundan, pero que por el momento se mantienen fragmentadas para bien y fortuna de una minoría privilegiada.

Andrés Figueroa Cornejo

¡Adelante!



Nuestra historia. Con sus actos de inmensa riqueza humana y sus egoísmos, desaciertos y crímenes. Justamente ahora, dentro de pocos días, el próximo 6 de noviembre, se cumplen 130 años de la fundación del Vorwärts, el club socialista alemán en Buenos Aires. Esa palabra quiere decir: ¡Adelante! Quince emigrantes alemanes, expulsados de su país por el gobierno de Bismarck por difundir ideas socialistas, arribaron a la Argentina. Y aquí resolvieron seguir su lucha. Gente sencilla, estudiosa, con aspiraciones de una sociedad más justa y feliz. Un obrero, Karl Múcke, fue el de la iniciativa; invitó en aquel 1882 a varios de sus connacionales a la cervecería Bieckert, que estaba en el Paseo de Julio, a fundar una entidad obrera que se basara en los principios del socialismo, ideas por las cuales ellos debieron dejar su tierra natal. Así nació esta entidad que hoy existe todavía. Fueron ellos los que trataron de tomar contacto con todos los otros sectores de la sociedad argentina –los criollos, italianos, españoles, franceses, polacos, etc.– para luchar por una sociedad igualitaria tal cual lo cantaban los argentinos en el Himno Nacional desde 1813: “Ved en trono a la noble igualdad. Libertad, Libertad, Libertad”. Fueron ellos, ese grupo de alemanes idealistas, los que también organizaron el primer acto en Buenos Aires para recordar el Primero de Mayo. Sí, el día que en Chicago comenzó la gran huelga por las ocho horas de trabajo que terminó con cinco anarquistas –cuatro alemanes y un inglés–, ahorcados por la “Justicia” estadounidense y que fue la gran señal que llevó a la lucha obrera en todo el mundo para lograr ese horario de trabajo indiscutible y humano. Y ese primer acto conjunto de los obreros se llevó a cabo en el Paseo de Julio. Los obreros de cada comunidad extranjera emigrada a la Argentina tuvieron un representante que habló en su propio idioma, porque todavía no habían aprendido el habla de Buenos Aires. Un alemán, un criollo, un italiano, un español, un francés y un portugués. El diario La Nación de Mitre, trató de burlarse del acto expresando que para qué se reunían los obreros si no se entendían y cada uno hablaba su idioma. Deberían haber aplaudido que, a pesar de que no se entendían, se reunían todos en su condición de trabajadores para demostrar el mismo propósito: lograr la justicia social. Y fundaron el periódico El obrero, en dos idiomas, enfocado en la lucha por una dignidad de clase. En un tiempo muy difícil, el de los Mitre y los Roca. Este último iba a sancionar la ley más cruel de nuestra historia, la 4140, la Ley de Residencia. Contra los extranjeros que traían la semilla de la rebelión social.
Hermoso gesto el de homenajearlos ahora. El 6 de noviembre estaremos a las 19 horas en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes l543) para recordar los 130 años de estos héroes civiles casi anónimos que prendieron la chispa de la justicia social en las calles argentinas. (Claro, nunca encontraremos ninguna foto de esos héroes del pueblo junto a un representante de la oligarquía que había financiado la campaña del desierto de Roca. Pero ahora sí podemos ver la foto conjunta de dos sonrientes: del ultra conservador-”liberal” Macri con el sindicalista Moyano. Curiosidad evidente de las fantasías de la realidad.)
Y pasemos a otra lucha que debe ser constante. Es la que llevan a cabo las organizaciones que se han comprometido siempre a atender a nuestros niños con hambre. Que los hay y desde décadas que existen. Un manifiesto de las organizaciones de la sociedad civil sobre el abandono y la desprotección de los niños pobres de la provincia de Buenos Aires nos ha conmovido. Nos ha conmovido su comunicado y el haber ya abandonado el silencio para denunciar a viva voz nuestra realidad. Son más de tres mil organizaciones sociales y de derechos humanos que desde hace años se dedican a defender los derechos de más de 163.000 pibes. Sí, tal cual, 163.000 pibes que necesitan comer y ser atendidos. No hay ninguna exageración ni ningún fin político en hablar de esta realidad. Sí, esta escena bien argentina lleva ya muchas décadas y es necesario plantarse para decir basta a quienes la ignoran o pretenden mirar para otro lado.
El comunicado tiene un estilo muy doloroso y diríamos hasta desesperado. Pero desesperación por pura bondad. Por ver cómo se ha abandonado un deber primordial: el presente y el futuro de nuestros niños pobres. Esas instituciones lo dicen sin pelos en la lengua: “Desde hace largo tiempo que el atraso en el pago de los convenios por parte del Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría de la Niñez de la Provincia de Buenos Aires; la precarización de las trabajadoras/res de la infancia y la falta de recursos para dar respuesta a situaciones críticas de nuestras comunidades son síntomas del gobierno de Scioli de abandono y desinterés, constituyéndose una línea política represiva hacia nuestros pibes y pibas, y no propiciadora de espacios de inclusión ni efectivización de derechos. Los pibes, las pibas pobres no interesan”. “El incumplimiento del Sistema de Promoción y Protección de Derechos hace que nuestros pibes terminen sin posibilidades reales de construir proyectos de vida liberadores, ofreciéndoles de esta forma un futuro marginal, donde las cárceles de la provincia de Buenos Aires terminan convirtiéndose en las políticas reales de adolescencia y juventud de este gobierno.”
El comunicado, luego, no se arrodilla, tiene algo de desesperación ante la diaria realidad de los niños que llegan a los comedores infantiles y no encuentran comida. Dicen esas organizaciones de la generosidad: “El cumplimiento efectivo de las leyes de niñez y adolescencia para garantizar los derechos contenidos en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente debe ser ya. Para que esto sea posible deben invertir en políticas y programas que den respuesta a la cruel realidad que viven miles de niños, niñas, adolescentes y familias en sus barrios”.
Las organizaciones firmantes son de reconocida actuación y honestidad, por ejemplo, el Centro Angelelli, la Fundación Jorge Novak, la Obra del Padre Cajade, la Fundación Farinello, el Serpaj, con Pérez Esquivel, y también el legendario Vorwärts. Estas y más de medio centenar de organizaciones de derechos humanos marcharán el 1º de noviembre, a las 13 horas, desde el frente del Congreso a la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Allí estaremos.
Vorwärts. ¡Adelante!, pues. Por una Argentina sin pibes con hambre.

Osvaldo Bayer