domingo, 31 de marzo de 2013

La prueba: Guillermo Moreno y la patota K en Plaza de Mayo - 24 de Marzo 2013


En Neuquén los docentes también



Docentes realizando un corte del puente que una Neuquén capital con Cipolletti

Los conflictos por la paritaria docente no son exclusivos de la provincia de Buenos Aires. Varios Estados provinciales aun no han logrado un acuerdo salarial y otros, como Neuquén, ni siquiera han iniciado la negociación paritaria.

Las clases en la provincia de Neuquén no arrancaron. Los docentes nucleados en la Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén (ATEN) están de paro hace más de un mes y en la última semana sumaron a sus medidas de lucha los cortes de ruta.
A pocos días de cumplirse el sexto aniversario del asesinato del docente Carlos Fuentealba en esa misma provincia el gobierno de Movimiento Popular Neuquino (MPN), que tiene al frente a Jorge Sapag, no ha realizado ninguna oferta y los docentes no están dispuestos a dar el brazo a torcer.
Alejandro Castelar, Secretario General de ATEN, dialogó con el programa Con el pie izquierdo de Radio Sur FM 88.3. Allí explicó en qué estado se encuentra actualmente el conflicto.
“Acá no empezaron las clases, estamos en la quinta semana de lucha. Después de kilómetros y kilómetros de marcha, de acampe en la gobernación, de pedir una mesa de negociación a partir del mes de enero, todavía no hemos logrado que el gobierno se siente a dialogar” comentó Castelar. Además el dirigente agregó que “la única propuesta que nos hicieron fue la entrega de una suma fija que nos debían del segundo semestre del año pasado que es 9%”.
Si bien el Gobierno Nacional cerró por decreto la paritaria del sector en un 22% argumentando que ese era un piso de negociación para las provincias, la realidad es que este ha sido un punto de referencia para los gobernadores que no se han querido alejar de ese número. Incluso en los casos en que se ha superado ese “piso” fue después de diversas jornadas de lucha por parte de los docentes.
Al respecto, el Secretario General de ATEN remarcó: “Cuando ‘la paritaria que no fue’, como le decimos a la paritaria docente, habla de un 22% varias provincias están cerrando en un 24%, 25%, otras quieren cerrar en el 22% y nosotros no tenemos ni una propuesta que debatir”.
Castelar explicó que no sólo no vienen teniendo respuesta a su reclamo si no que “lo único que tenemos son amenazas del gobierno. Ahora la última es que van a sumariar y echar a los dirigentes”. También detalló que esto no es nuevo: “Ya hubo descuentos masivos y hasta hubo punteros del MPN en dos o tres escuelas apurando a las directoras que se niegan a pasar los paros porque son compañeras que también están en lucha”.
En la última semana ATEN intensificó sus medidas de lucha. Durante los días miércoles y jueves el gremio realizó cortes del puente que une Neuquén capital con la ciudad de Cipolletti en la provincia de Río Negro. El objetivo es llegar con fuerza a la movilización que están preparando para el cuatro de abril, aniversario del asesinato del docente Carlos Fuentealba.
Castelar recordó la importancia que tiene para los docentes neuquinos esa fecha: “Hace seis años en Semana Santa nosotros perdimos un compañero: Carlos Fuentealba. El día cuatro de abril va a haber una gran marcha. Este día ya es un día de lucha y de reclamo de justicia desde hace seis años que parece que en esta provincia nunca llega”. “Cuando fue el fusilamiento del compañero Fuentealba veníamos también de muchos días de lucha y llegamos a una Semana Santa como llegamos hoy a esta” agregó el titular de ATEN.
Ante este panorama las autoridades del MPN siguen sin convocar a una mesa de negociación u ofrecer alguna salida al conflicto. Castelar es contundente al respecto: “Si quieren evitar que nosotros protestemos deberían al menos hacernos una propuesta. Ahora cuando a vos te llaman y te dicen que plata no hay por lo menos hasta el segundo semestre y de los cuatro o cinco puntos que pedimos no nos dan ninguno yo no entiendo. Para mi es una tomada de pelo”.
Finalmente, el dirigente sindical reclamó nacionalizar el conflicto teniendo en cuenta que son varias las provincias que aun no han cerrado la paritaria. “Nosotros venimos pidiendo una protesta nacional desde antes que empiece el paro. Le hemos pedido a la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que haga un plan de lucha nacional que nos va a dar mucha más fuerza a todos”.

Marcha

La culpa de la inflación no es del salario

El trabajador produce una riqueza dos veces y media mayor al salario que se le paga. Por lo tanto la estrategia de ponerle techo a los reclamos salariales responde a proteger las ganancias de las empresas que solo “perderían" 40 minutos de utilidades por cada jornada laboral, si otorgaran un aumento del 30 por ciento.
El gobierno nacional ha pedido en diferentes oportunidades y espacios públicos que los trabajadores sean responsables al momento de reclamar aumentos salariales en el marco de las paritarias. Esta estrategia, que apunta a anclar el salario como una medida más para intentar contener la inflación, instala con fuerza la idea de que el aumento de los sueldos es justamente inflacionario.
Hemos analizado en otro artículo que gran parte de la inflación es generada por los formadores de precios, grandes empresas que concentran la actividad económica. (1)
Allí decíamos respecto al control de precios implementado por el gobierno, que acaba de prorrogarse por otros sesenta días: “El reciente acuerdo para congelar precios en el final de la cadena de comercialización (supermercados) no solucionará aumentos futuros que se producen en el origen de su producción. Allí el capital concentrado no resigna utilidades y opera en la formación de los precios (...) para que la inflación sea contenida es imprescindible que los controles costos-utilidades se concentren allí, donde se inicia la cadena y no solamente al final de la misma”.
Respecto al acuerdo de precios habría que agregar, además, que los listados de productos con los precios acordados no se han difundido. Por lo tanto los consumidores no saben si los precios que pagan son o no los congelados. Por otra parte es un dato de la realidad (solo habría que hacer memoria o recurrir a los tickets de compras) que mientras el gobierno y los supermercados discutían el congelamiento, estos últimos aumentaban los precios de los productos de consumo básico para hacerse de un colchón hacia adelante.
Las grandes empresas formadoras de precios utilizan a la inflación como mecanismo para proteger sus ganancias. Es así que, a pesar de los grandes beneficios obtenidos durante la gestión kirchnerista, no han invertido para aumentar en cantidad y calidad la producción y acompañar el crecimiento de la demanda. Según datos del INDEC, en febrero pasado la Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria fue del 71,5%.
El salario de los trabajadores no es la causa de los aumentos de precios en Argentina. Un reciente estudio realizado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) analiza el tema de la discusión salarial en nuestro país. (2)
Tomando datos oficiales, elaborados en 2012 por el INDEC, demuestra cómo un incremento en los salarios de un 30 % no debiera ocasionar aumento de precios.
Determina para el análisis cuál es que valor de la hora de trabajo en relación con la riqueza que produce (PBI) y cuál es el valor de la hora de trabajo en relación al salario promedio percibido. La diferencia entre ambos valores es el excedente económico que genera cada hora de trabajo. La conclusión es que cada hora de trabajo tiene un valor de $ 71,50 pero el trabajador recibe solo $ 20,80. Por lo tanto el excedente empresario ($ 50.70) es casi dos veces y media lo que percibe el trabajador
Si estos valores se miden en horas trabajadas, tomando los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que elabora el INDEC (en 2012 cada trabajador laboró 39 horas por semana, o sea un promedio diario de 7 horas 50 minutos), se concluye que de las casi 8 horas diarias que trabaja, cobra por 2 horas 20 minutos. El resto, 5 horas 30 minutos, son las que se queda el empresario.
Por lo tanto, si el salario promedio de los trabajadores en Argentina ($ 3241.- según dato de la EPH del 2012) se incrementara en un 30% (a $ 4213.-) significaría que: El valor de la hora de trabajo en relación con la riqueza que produce (PBI) sería de $71,00 (en lugar de 71,50). El valor de la hora de trabajo en relación al salario promedio percibido ascendería a $27.- (en lugar de 20,8)
Y por lo tanto el excedente empresario bajaría de $50,70 a $44.-.
Medido en horas, de las 7 horas 50 minutos que trabaja, con el aumento del 30% estaría cobrando 3 horas (en lugar de 2hs.20 min) y el empresario se estaría quedando con 4 horas 50 minutos, o sea dejaría de recibir solo 40 minutos del trabajo que le genera la riqueza.
Este análisis se basa en una situación promedio de la economía argentina sin considerar la diversidad de sectores de actividad, regiones y tipo de empresas. Por lo que si se focalizara a las 500 grandes empresas que son relevadas por la Encuesta de Grandes Empresas (ENGE), la conclusión a la que arriba el informe es que a pesar de cobrarse mejores salarios promedios, la apropiación del excedente empresario sobre el ingreso de sus trabajadores es aun mayor.
Según el informe, durante 2012 los salarios han perdido su poder de compra en un 1,4%. Si la estrategia del gobierno para poner un tope del 20% a las paritarias tiene éxito, y aun cuando la inflación real durante el año fuese similar a la de 2012 (situación difícil de lograr debido al aumento de tarifas y del tipo de cambio) el salario reducirá aún más su poder de compra.
Esto presagia la profundización de los reclamos por parte de los trabajadores sobre todo teniendo en cuenta que la mitad (registrados y no registrados) no supera de bolsillo los $3.000 y solamente 2 de cada 10 superan los $ 4.500 mensuales.
Ante esta situación pensar que la Moreno-card contribuirá a mejorar esta situación es volver a poner un parche sobre un problema que es estructural.
Esta tarjeta que emitirá el Banco Nación para comprar en los supermercados más grandes no bajará los precios sino que aumentará su rentabilidad al bajar el costo de la comisión que pagan los súper a los bancos. Pero estos podrán recuperarlo cobrando por otros servicios o aumentando los intereses (de todos modos recordemos que el financiero es el sector que más ha ganado en estos años).

Fabiana Arencibia
Red Eco Alternativo

Notas:

(1) Inflación y concentración económica.
(2) La discusión salarial en la Argentina actual

sábado, 30 de marzo de 2013

Pedraza, Righi, el crimen y la Justicia




Eran las 23.02 cuando el teléfono sonó en el departamento de José Pedraza en Puerto Madero. El llamado provenía de uno de los estudios jurídicos más reconocidos de Buenos Aires, el que dirige Esteban Righi, en Barrio Norte.
Se sabe, por los registros que las empresas de telefonía entregaron a la Justicia, que la conversación duró dos minutos. El jefe de la Unión Ferroviaria figuraba ya hacía tiempo entre los clientes del buffet del entonces Procurador General de la Nación, un funcionario que combinaba todavía una eficaz gestión al servicio del kirchnerismo y su credencial de setentista efímero pero destacado.
No hubiera sido una comunicación inusual si no fuera porque 36 horas antes Pedraza había comandado por teléfono –desde la sede de la Unión Ferroviaria- la emboscada que terminó con el crimen de Mariano Ferreyra en las inmediaciones de la estación Avellaneda.
Y si ese diálogo de dos minutos, del 22 de octubre de 2010 en la noche vip de Puerto Madero, no hubiera desencadenado otro que se produjo cuatro minutos más tarde. A las 23.08, un miembro del estudio Righi y Asociados se comunicó con el teléfono particular de Cristian “Harry” Favale, el principal acusado por el asesinato del militante del Partido Obrero, en su casa de Florencio Varela. El brazo ejecutor de una guerra frontal y sostenida –desde arriba hacia abajo- contra la lucha de los tercerizados por ingresar a la formalidad laboral.
Pedraza rompió esa noche una tradición. No se contactaba con su defensa para interiorizarse sobre las caus
as que lo involucran personalmente sino para pedir por “Harry” Favale, un ex barra brava del que buscaría desligarse en público.
El contacto con Florencio Varela también fue breve y derivó en un nuevo y último llamado del estudio a Pedraza, a las 23.12. Se supone que fue para ponerlo al tanto de algo. Finalmente, ya cerca de la medianoche, hubo un diálogo más entre Pedraza y el “Gallego” Juan Carlos Fernández, el número dos de la UF que -de acuerdo a las querellas- fue el jefe operativo de la cacería que consumó un grupo armado del sindicato.
Por alguna razón, el estudio Righi finalmente no se hizo cargo de la defensa de Favale. Y el contenido de las comunicaciones no se conoce porque la Justicia ordenó pinchar los teléfonos de los protagonistas bastante más tarde. Sin embargo, la descripción de esa seguidilla de llamados fue detallada por el abogado del CELS, Maximiliano Medina, en su alegato ante el juzgado como uno de los elementos centrales que prueban la relación estrecha entre Pedraza y Favale. O lo que es lo mismo, entre Pedraza y el crimen.
Medina habló de un estudio muy importante y muy prestigioso de la ciudad de Buenos Aires. Y explicó que Pedraza se involucró de esa manera personal en la defensa de Favale, pese a que no era miembro del sindicato que conducía desde hacía tres décadas.
Ese llamado y el pedido de pase a planta permanente para Favale –que el “Gallego” Fernández hizo tres días después del homicidio- son los movimientos más importantes de la conducción de la UF para proteger al autor de los disparos que mataron a Ferreyra. Los hechos esenciales que actualizan dramáticamente el sentido del término “burocracia sindical”, en su acepción criminal.
El “Bebe” Righi defendió a Pedraza en varias causas resonantes, entre ellas en la que está procesado debido a un desfalco en su gremio que alcanzó los 34 millones de pesos. Se lo acusa de haberse quedado con ese monto que provenía de aportes de los afiliados destinados a la construcción de una funeraria para los ferroviarios, que nunca se hizo. Hace no tanto, el sindicalista que ahora tiene un pedido de cadena perpetua declaró ser “amigo” del ex Procurador. Y el “Bebe” aportó su filosofía a manera de justificación: “Los penalistas defendemos a los imputados sin preguntarle su apellido. Mientras pague los honorarios”.
Righi ya no es el jefe de los fiscales. Pero no renunció por su vínculo sinuoso con Pedraza sino porque Amado Boudou lo acusó de lobbysta de Boldt, la competidora de Ciccone en el negocio de la impresión de billetes. Después de ocho años como funcionario y de haber asumido la defensa de casi todo el gabinete nacional durante el primer y el segundo kirchnerismo, Righi se fue fastidiado y en silencio, por la puerta de atrás del proceso que apeló al setentismo como legitimación permanente.
El ex Procurador es un abogado de larga trayectoria que quedó congelado en el bronce de haber sido, a los 34 años, el fugaz ministro del Interior de Héctor Cámpora en 1973. Pronunció un discurso frente a la plana mayor de la Policía Federal en el que condenó la tortura. Y firmó a disgusto la amnistía para los presos políticos, una vez de que la movilización callejera los hubiera arrancado, literalmente, de la cárcel de Devoto. Por su cátedra de Derecho Penal en la UBA pasaron ex funcionarios como su amigo Alberto Fernández y otros que aún revistan en la secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia, de Carlos Zannini.
En el estudio jurídico que fundó cuando regresó de su exilio mexicano trabajan su hijo Federico; su hermano Roberto, su segunda esposa, Ana María García, y sus socios históricos Fabián Musso –ex concejal de San Martín y amigo de Alberto Fernández- y Daniel Carral. Sus clientes habituales siempre fueron las grandes empresas, los sindicatos y los sindicalistas del estilo Pedraza, los bancos –unos cuantos de capitales españoles– y a partir de 2003 los funcionarios públicos, a los que siempre dijo que no les cobraba nada.
En los últimos años, Righi defendió a Néstor y Cristina Kirchner en una demanda contra la SIDE de los noventa y en una causa en la que eran investigados por enriquecimiento ilícito. Y logró que el juez federal Julián Ercolini –ex abogado de su estudio- firmara el sobreseimiento del matrimonio.
Según cuentan Pablo Abiad y Mariano Thieberger en “Justicia era Kirchner”, en la lista de los sindicalistas que defendía Righi también figuraba el ex secretario general del SMATA, José Rodríguez, un macartista orgulloso e irreductible que murió en 2009 y fue denunciado por haber entregado listas de obreros a las patronal de Ford durante la última dictadura. Righi lo defendió en una causa sobre la desaparición de trabajadores de la empresa Mercedes Benz durante la última dictadura militar. En esa causa, y en otras tres por presunta defraudación a la obra social del sindicato, que suman un perjuicio para los afiliados de 12 millones de dólares.
La trayectoria de Pedraza es más conocida. También anida sobre un pasado combativo en el fondo de los tiempos. Después de las privatizaciones, fue el artífice de un proceso en el que las empresas tercerizadas explotaban a los trabajadores y enriquecían a los dirigentes. El Estado kirchnerista lo tuvo de socio en el esquema tripartito de las concesiones y los subsidios y en el Belgrano Cargas, donde le cedió la conducción de las ruinas de ese ferrocarril estratégico para la Argentina de los commodities.
Que Pedraza se haya comunicado con el estudio de Righi –entonces aún Procurador General de la Nación-, 36 horas después de un asesinato que lo involucraba y que haya pedido asesoramiento para el último eslabón de una cadena criminal confirma que el jefe de la Unión Ferroviaria no era un paria, como parece ahora que llega la sentencia, sino todo lo contrario. Su amistad y su trato jocoso con el ministro de Trabajo Carlos Tomada –en los días posteriores al homicidio- van en el mismo sentido. Las escuchas de sus conversaciones atestiguan: Pedraza y Tomada seguían en guerra contra la izquierda después del crimen de Mariano Ferreyra.
Está a la vista: el gobierno se abrazó con el sindicalismo empresario y forjó una alianza indestructible, quizás la única que en sus diez años de gestión se mantuvo intacta, pese a todo. No sólo nunca alentó las corrientes sindicales de base ni un recambio en la dirigencia: hizo lo imposible para combatir cualquier expresión que no hablara su mismo lenguaje. Gordos oxidados como Pedraza fueron los traductores designados para implementar una política oficial para la nueva clase obrera que combinó paritarias con disciplinamiento. Y que trazó una línea de fuego para separar a los trabajadores en blanco con acceso al consumo del 35 por ciento de empleados en negro, que siguen viviendo en la década del noventa. En esa ecuación inalterable, se sostiene la viabilidad del modelo.
Los llamados del 22 de octubre de 2010 entre Puerto Madero y Barrio Norte muestran el acto reflejo de una clase política que es capaz de conjugar los negocios de siempre con el barniz de una épica saturada de efemérides. Sirven en lo inmediato para probar que Pedraza estuvo detrás del crimen de Ferreyra y arrimarse a la Justicia. Para entender mejor una época y a sus figuras centrales. Para perforar esa alianza de hierro que se mantuvo firme durante los últimos 20 años.

Diego Genoud

29 de marzo de 1976 - La cúpula del ERP-PRT se encontraba sesionando: La Pastoril, el mayor ataque contra la guerrilla en Moreno




Los gritos de alarma resonaron por la amplia vivienda. Era la advertencia más temida. Muchos de los casi setenta concurrentes pensaron que era un simulacro. Algunos de ellos estaban durmiendo la siesta, después de un opíparo almuerzo. Los estampidos de las armas de fuego, de distintos calibres, los volvió a la realidad. Santucho, Urteaga, Menna y los demás integrantes del buró político del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fueron los primeros en escapar junto a invitados de otras organizaciones guerrilleras latinoamericanas. Había un plan de evacuación. Después saldrían los miembros del Comité Central. Últimos, los encargados de la contención y la logística. Eran las 14:30 del lunes 29 de marzo de 1976. Ha solo cinco días del golpe de estado más anunciado en la historia argentina. El oscuro velo había caído. Se desataba una de las mayores tragedias que recuerde la historia morenense.
La Reja era en aquella época uno de los lugares de descanso más atractivos para los fines de semana. Muchas familias invirtieron en la zona, construyendo chalets, imponentes piletas y mucho verde. El paraíso al alcance de la clase media argentina.
A principios de marzo de 1976. Carlos Gabetta (hoy director del mensuario Le Monde Diplomatique) fue el encargado de alquilar la quinta “La Pastoril”. Gabetta pertenecía al servicio de inteligencia del ERP. La construcción está enclavada sobre la calle Monsegur casi esquina La Patria (hoy Padre Fahy), a pocos metros del complejo deportivo del Sindicato del Seguro, en la zona sur. Tiene un parque de una hectárea de extensión, una amplia casona con planta alta y pileta de dimensiones olímpicas.
Aquel marzo se presentaba cálido. Carlos Gabetta recuerda que “llegamos unos diez días antes del golpe, junto a mi pareja María Elena Amadio y otro matrimonio de compañeros. Con nosotros vinieron los chicos. Nos comportábamos como típicos burgueses. Tomábamos sol y nos bañábamos en la pileta. Todo parecía normal”.
En marzo la quinta había sido alquilada por expresó pedido del buró político. Allí se iba a realizar un importante cónclave que incluía a miembros de la llamada Junta Coordinadora Revolucionaria, una suerte de articulación regional sudamericana para aquellas organizaciones que buscaban la toma del poder a través de las armas. A Moreno llegaría Edgardo “Pollo” Enríquez, hermano de Miguel Enríquez, este último máximo dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de chile, uno de los hermanos Peredo (no se logró identificar cual de ellos) fundadores de Ejercito de Liberación Nacional de Bolivia, miembros de los Tupamaros uruguayos y, en base a algunas versiones, Montoneros. El buró político del ERP-PRT (Ejercito Revolucionario del Pueblo y su brazo político, el Partido Revolucionario de los Trabajadores) estaba liderado por Mario Santucho y éste último estaba secundado por Benito Urteaga y Domingo Menna.
“Nosotros pensábamos que finalmente la reunión no se iba a hacer” señala Carlos Gabetta “con la llegada al poder de los militares, el miércoles 24 de marzo, creíamos que lo mejor era suspenderla”. Pero no primó la precaución. El cónclave se llevaría a cabo.
El área de inteligencia del ERP había suscripto un informe donde se evaluaba como fecha posible del golpe el 19 de marzo. Incluso se definían quienes serían los titulares de la junta de manera precisa. Videla, Massera y Agosti eran quienes consideraba el trabajo como los miembros de la junta. Además se adelantaba la virulencia de la represión que se desataría. El error de cálculo fue de solamente cinco días. Estas consideraciones fueron elevadas al Comité Central pero, pese a esto, se decidió la continuidad de los planes.
No midieron el impacto de tener alojadas a más de setenta personas. En una zona tranquila, los almacenes de barrio mantenían una clientela fija y regular. Pero a finales de ese marzo sus ventas crecieron exponencialmente. Las verdulerías, las carnicerías y las panaderías también disfrutaron de ese incremento. Pero los movimientos llamaron la atención de los servicios de inteligencia. Pero la caída se iba a producir por una denuncia que habla de imprevisión.
Otro de los concurrentes a la reunión fue Daniel De Santis, responsable de la regional zona sur (que comprendía desde Avellaneda hasta La Plata) y posteriormente miembro del Comité Central. De Santis cobraría notoriedad años después, cuando ya radicado en Europa, se enfrentaría a Luis Mattini (sobre quien recayó la conducción del ERP una vez que fueron muertos Santucho, Urteaga y Menna; Mattini también asistió a la reunión en la quinta) por la dirección ideológica que debería tener el partido.
De Santis relata que fue recogido en la zona de Ituzaingó, a la vera de la vieja avenida Gaona. Lo subieron a una combi con los vidrios tapados para que no advirtiera el destino. Allí se encontró con otros militantes. Una hora después ingresaron a la quinta.. Era el domingo 28.
Ya en la mañana del lunes, con la presencia de todos los integrantes de la cúpula del ERP-PRT comenzó la discusión. El desayuno consistió en mate cocido y pan con mermelada. Se pensaba largar la consigna de “Argentinos a la armas”, cuestión que finalmente vería la luz en una editorial del periódico el Combatiente, órgano oficial del ERP el día siguiente, firmada por Mario Roberto Santucho.
José Manuel Carrizo, el jefe del estado mayor, tomó la palabra y anunció como sería el orden de evacuación ante un ataque de las fuerzas de seguridad. Después comenzó la discusión.
Solamente Eduardo Castello, de la regional Córdoba, manifestó ciertos reparos. Sostenía que existía la posibilidad que el golpe de estado provoque cierto reflujo en la resistencia popular. Santucho le señaló que esto podía ocurrir, pero que sería solamente momentáneo. Después de este intercambio, al que la mayoría de los asistentes presenció en el más absoluto silencio, se dio por terminada la primera parte y se llamó a un cuarto intermedio de tres horas para almorzar y descansar.
La comida fue abundante. Canelones era el plato principal. Varios miembros repitieron la ración. Muchos estaban acostumbrados a ambular con el dinero justo. El ERP pasaba un momento de asfixia económica. La organización peronista Montoneros salió en su rescate aportando una fuerte suma de dinero. Las fábricas de armamentos de la guerrilla guevarista habían sido desmanteladas casi en su totalidad.
El casero había salido con su familia cerca de las 13 horas. Su apodo habría sido “Lito” y abandonó la finca junto a su mujer y su pequeño hijo. Además de la enorme cantidad de gente, los movimientos sospechosos, habría visto armas. Se asustó. Fue hasta la estación de Moreno en colectivo y llamó telefónicamente a su patrón, quien se encontraba en la Capital Federal.
Asombrado, el propietario de la quinta, se comunicó con la Policía Federal. Desde allí tomaron contacto con la Comisaría de Moreno (en aquel tiempo solamente existía la que hoy conocemos como la seccional 1º y tenía delegaciones en la localidades de Paso del Rey y Francisco Álvarez). El Comisario Omar E. Hernández envió al lugar un patrullero y una camioneta. Minutos después llegarían. Eran las 14:30 del lunes 29 de marzo de 1976.
Los gritos resonaron por la amplia vivienda. ¡Alarma! ¡Alarma! Era la advertencia. Algunos de los miembros dormían en el piso superior. Algunos deambulaban por las instalaciones. El personal policial entró en el amplio jardín y furtivamente se acercaron a la vivienda. Los disparos resonaban por el tranquilo barrio.
Daniel De Santis era uno de los que dormía. “Nosotros creíamos que el golpe iba a redoblar de la lucha popular, pero el pueblo replegó para observar como venía la dictadura. Nosotros no vimos esa postura y lanzamos la consigna “Argentinos a las armas”. No era pecaminosa la consigna, pero sí errada políticamente”.
“Termina la reunión y nos fuimos a descansar. En las reuniones del PRT se comía bien. Yo comí tres canelones morrocotudos y me fui a dormir la siesta. Cuando estaba profundamente dormido escucho que gritan ¡Alarma!. Yo pensé que era un simulacro, porque ¿cómo iba a caer la dirección de la revolución?, eso no podía pasar. Cuando bajo las escaleras la puerta principal estalló en un racimo de agujeros. Era un escopetazo, pero todavía no me convencía. Recién cuando veo al compañero Tumbetta que sangraba de un ojo ahí me convencí que nos estaban rodeando y pensé que nos mataban a todos”.
“Había que salir. Algunos compañeros que estaban de guardia sostuvieron la defensa de la casa y el grueso pudo salir”. El ataque se produjo por el frente de la quinta, sobre la calle Monsegur. Pero el predio también tenía salida por la calle trasera, Pereda. Hacia allí se dirigió el desbande. “Casi todos pudimos salir, pero cuatro compañeros murieron dentro de la casa”.
“Una de las caídas fue Susana Gaggero. Era una compañera con la cual yo había militado mucho tiempo. Ella fue la última persona que vi, porque cuando miré para atrás la observé parapetada en la puerta. El resto de los compañeros muertos fueron secuestrados dentro de la casa o en las inmediaciones. De los doce muertos solo cuatro cayeron en combate. Los demás fueron asesinados”.
“Había un compañero detrás de una pequeña pared tirando con FAL (Fusil de Asalto Liviano, arma utilizada por las fuerzas armadas argentinas). Era Víctor Hugo González, un obrero de la fábrica Perkins de Córdoba. Por ese sector salimos el grueso de los asistentes”. González caería abatido por las balas, minutos después.
“Yo escape corriendo, para un caserío que se encontraba detrás y hacia la izquierda” se presume que sería el barrio Parque Levin. “era un barrio popular. Yo había perdido un zapato, porque el primer alambrado lo pase como el campeón olímpico de garrocha, pero el segundo, mucho más bajo, no lo podía saltar porque me había ahogado con los canelones. Vomité, recuperé el aire, pero en ese lugar perdí un zapato”.
“Cuando llegamos al caserío sale una señora y nos pregunta que estaba pasando” De Santis escapaba junto a Osvaldo, un obrero metalúrgico de la empresa Tamet de Avellaneda. “Le respondí que no sabía y le pregunté sino tenía un par de zapatos para darme y me dio un par de zapatillas viejas, que me quedaban chicas. Seguimos corriendo con el compañero y llegamos a un monte de eucaliptos. Pregunté donde estábamos, porque nosotros no sabíamos, y me dijeron que en La Reja. Como soy de Chivilcoy, pasaba con el tren asiduamente por la estación de La Reja y me ubique rápidamente”.
“En eso llega un colectivo y nos fuimos para la estación de Moreno. Me tomé el tren a Mercedes y después un colectivo a Chivilcoy”.
Santucho, Urteaga, Carrizo, Mattini, Merbilhaá, Enríquez y Peredo fueron los primeros en escapar, de acuerdo al plan de contingencias preparado. Santucho y Carrizo “expropiaron” un automóvil. Benito Urteaga tomó un colectivo que también lo depositó en la estación de Moreno. Eduardo Merbilhaá y Enríquez se ocultaron en una zanja en medio de un maizal.
Mattini junto a Leandro Fote, dirigente sindical azucarero, y Reino Hietala abordaron un jeep. A las pocas cuadras se separaron. Hietala se escondió en un campo junto a otros militantes. El ejército rastrillaba el lugar. Recién al anochecer lograron eludir la vigilancia y caminaron por las vías ferroviarias cercanas. Ellos tampoco sabían donde estaban. Transitaron hacia el Oeste. Cuando amanecía, llegaron a Luján.
Gabetta también logró escapar. Pero en la huida fue herida mortalmente su compañera María Elena Amadio. La quiso reanimar. No había advertido el disparo que tenía en la espalda. “En el momento del ataque estaba paseando por el parque. La guardia comienza a repeler la intentona. El grupo de contención estaba uniformado de verde oliva. Un verdadero despropósito como se vería después, porque vestidos así, cuando escaparan llamarían aún más la atención. Después que salieran los invitados, el Buró político, el Comité Central, empezamos a salir nosotros, los militantes, mientras los guardias se tiroteaban con la policía, que empezaban a recibir refuerzos militares. Yo tenía una pistola calibre 22 y una granada que estaba fabricada con un pote de yogurt, la que tire al pasto porque pensé que si la encendía me explotaba en la mano. Corrimos mi compañera y yo, cuando de pronto ella cayó. Volví, me tire al lado de ella, le pregunté que le pasaba y me dice que me vaya. Años después una compañera, Diana Cruce, que pasó al costado nuestro con un bebé en brazos me contó que María Elena tenía un tiro en la espalda. Del Gesso me salvó la vida. Se paró al lado mío con su itaka, en medio del tiroteo y me dijo que había una compañera con un bebé que no puede pasar el alambrado, que me vaya a ayudarla, que él sacaba a María Elena. Ahí me levanté y quedó mi compañera con Del Gesso. Los mataron a los dos. A María Elena la ejecutaron de un tiro en la sien”.
“Ayudé a Diana a cruzar el alambrado y tire al bebé de un año y medio para el otro lado, donde lo atajó la mamá. Hace poco vi la foto de este chico con más de 35 años abrazado con Kirchner”.
“Corrimos un par de metros y nos encontramos con unas casas muy humildes. Yo tenía un raspón en la cabeza y me sangraba mucho, tenía toda la camisa manchada. Nos metimos allí con una compañera de la guardia que había logrado escapar. Pero ella venía uniformada. Salió a nuestro encuentro una pareja de gente muy pobre. Les dijimos que nos ayudaran porque sino nos mataban. Ella agarró a la compañera y le dio ropa, vino él y me lavó la cabeza en una bomba manual y me dio una camisa limpia, pero muy chica. Cuando nos íbamos le dije que prendiera fuego al uniforme y él me dijo “no se haga problemas, compañero”. Años después volví al lugar, para agradecer, junto a Manuel Gaggero. La señora había tenido un ataque cerebral, el marido había muerto, le conté que era el fulano al que habían ayudado y me dijo “¿usted que hacía ahí tiroteándose con la policía?” y le digo que era largo de contar pero que éramos militantes políticos y le pregunto por qué nos había ayudado y me contestó, simplemente, porque “los perseguía la policía”. Increíble”.
Dentro del perímetro de la quinta murieron Susana Gaggero, María Elena Amadio, Juan Del Gesso y Víctor González. Pero hubo ocho desaparecidos más, algunos de los cuales aún no se conoce la suerte que corrieron. Inclusive hay dos de ellos que no se pudieron certificar fehacientemente sus datos filiatorios.
En el caso de Rodolfo Ortiz, el “Negro”, sus restos se encontraron en la fosa común descubierta en diciembre del año 1983 en el cementerio de Moreno; fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el año 1998. Las circunstancias de su desaparición aún son una incógnita. Era el Secretario Nacional de la Juventud Guevarista, una organización de superficie vinculada con el PRT. Esta causa sigue adelante. Los expedientes tienen como carátula la de “Ibáñez”, ya que el hallazgo se produjo durante la intendencia del Dr. Héctor Francisco Ibáñez. Sí se pudo determinar que tanto Rodolfo Ortiz como Leonor Herrera de Mangini, otra de las concurrentes a la reunión de La Reja, estuvieron secuestrados en el Vesubio entre 40 y 50 días. En el caso de Leonor Herrera, su cuerpo, con evidentes signos de tortura, aparecería meses después en la zona de Capital Federal. Las crónicas policiales de la época hablan de un supuesto “enfrentamiento” con fuerzas de seguridad.
También en las inmediaciones de la quinta cayó Juan Mangini, el “Capitán Pepe”, Jefe de Inteligencia del ERP-PRT. Urteaga le contaría este dato a De Santis semanas después en una reunión secreta. También le relataría que Mangini estaba herido y que gritaba que no lo mataran. Esta circunstancia le fue relatada por un testigo presencial. Mangini era un de los cuadros más valiosos que tenía la organización y cumplía una función más que sensible. A Urteaga le llamaba la atención el pedido de clemencia y sospechaba que la inteligencia militar sabía las tareas que Mangini cumplía. Pero pese a esto, no se produjeron caídas que hicieran presumir que Mangini había sucumbido a la tortura.
Nelson Agorio logró escapar junto a dos compañeros más y a un chico de 7 años, al que se había comprometido a cuidar, luego que los padres del pequeño cayeran en diferentes operativos anteriores. Ofelia, hermana de Nelson, pudo reconstruir parte de la historia “logran interceptar un auto y escapan. Al llegar a la zona de Marcos Paz se encuentran con una partida policial. Allí se entregan y el nene cuenta que después ve a los tíos, como él les decía, todos desmayados en el suelo” el chico fue posteriormente liberado, pero también desconocen las circunstancias en lo que esto sucedió. “Con estos datos nos dirigimos primero a la Comisaría de Moreno, donde solamente la dejan entrar a mi mamá. Allí le muestran varias fotos para ver si identificaba a mi hermano pero su retrato no estaba entre ellas. Mi mamá se descompuso. Después fuimos hasta la Comisaría de Marcos Paz, por el dato del nene. En Marcos Paz no la dejan entrar. Ella le dice que manejaba información que su hijo estaba ahí dentro. Pero negaron el dato”.
“Los antropólogos en el año 2003 cruzan las huellas digitales de la Comisaría de Marcos Paz y coinciden en un 99% con las de mi hermano, con lo cual sabemos efectivamente que estuvo allí. No sabemos nada desde el relato del nene, pero sospechamos que los mataron allí, cuando se entregaron porque al otro día le tomaron las huellas digitales. Estimamos que los fusilaron en el momento. Todos los cuerpos fueron encontrados en el cementerio de Moreno” quienes habrían acompañado a Agorio en el escape serían Héctor Gerardo Chávez y Carlos Marcet.
Pero también hubo víctimas en la comunidad local. Después del enfrentamiento, los vecinos se acercaron al lugar de manera aislada. Algunos fueron detenidos por el ejército Argentino, que ya se habían hecho cargo de la situación. Fueron subidos a camiones y trasladados a la seccional policial de Moreno. Allí, según algunas denuncias, fueron sometidos a torturas. Posteriormente, y gracias a algunas presiones, fueron liberados. Testimonios de estas circunstancias se encuentran reflejados en el expediente que se instruye por el ataque a “La Pastoril” ante el titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 3, Dr. Daniel Rafecas, quien además tiene a su cargo la investigación de los hechos delictuales atribuidos al Primer Cuerpo del Ejército.
Aún en las zonas cercanas a la quinta se recuerda el hecho. Hay testimonios de helicópteros volando furtivamente, ametrallando objetivos. De soldados conscriptos llorando, ante la magnitud de la tragedia. De vecinos cabizbajos, mostrando signos de tortura. Pero también de solidaridad, de esa solidaridad que solamente es posible cuando, más allá de los errores cometidos por algunos actores políticos y sociales, el pueblo está oprimido y clama por justicia. La historia de “La Pastoril” merece ser contada y esclarecida.

Militantantes del Comité Central del PRT-ERP
Asesinados y/o Secuestrados en La Pastoril de Moreno el 29 de Marzo de 1976

Agorio, Nelson Alberto
Amadio, María Elena
Chávez, Héctor Gerardo
Del Gesso García, Juan Domingo
Gaggero Pérez, Emilia Susana
González Lemos, Víctor Hugo
Herrera de Mangini, Leonor Inés
Jerónimo, Carlos Guillermo
Mangini, Juan Santiago
Marcet, Elena
Ortiz Escobar, Rodolfo
Ruperto “Tito” Méndez

Fuente: http://blogsdelagente.com/

Historia de dos orillas




"Historia de dos orillas", un documental sobre las papeleras, obtuvo un premio especial en el Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente de Cataluña. La lucha anticelulosa, también en pantalla grande.

El represor que habló sobre el pianista




Vallejos dio detalles del secuestro en Buenos Aires de Francisco Tenorio Cerqueira Júnior, el pianista que acompañaba a Vinicius de Moraes durante su gira porteña en el verano del ’76. La posible participación de diplomáticos brasileños.

El secuestro y desaparición de Francisco Tenorio Cerqueira Júnior, el pianista que acompañaba a Vinicius de Moraes durante su gira porteña en los últimos días del verano del ’76 refuerza la tesis de que el Cóndor hablaba en portugués y posiblemente más de lo sospechado. Es lo que afirmó a Página/12 la abogada Rosa Maria Cardoso da Acunha, designada en la Comisión de la Verdad por la presidenta Dilma Rousseff, quien ha investigado el capítulo verdeamarillo del terrorismo sudamericano e interrogó largamente al argentino Claudio Vallejos, ex agente de la ESMA que el jueves aterrizó, deportado, en Argentina, custodiado por efectivos de Interpol.
La ley de amnistía vigente, promulgada por el dictador Joao Baptista Figueiredo para garantizar la impunidad de los militares, no permite que Brasil procese a sus propios “cóndores” ni a Vallejos por la desaparición del pianista, pero nada impide que lo haga la Justicia argentina, que ahora podrá indagarlo y, tal vez, reconstruir un caso plagado de indicios sobre la complicidad entre la Armada y antiguos miembros del Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Brasilia.
“Vallejos declaró durante horas y horas ante la Comisión de la Verdad. Lo escuchamos en Brasilia y viajamos a Florianópolis, donde estaba preso. Queríamos hacerlo porque es un personaje que estuvo envuelto, esto es lo que él dice, en el secuestro del pianista Francisco Tenorio Cerqueira Júnior, el 18 de marzo de 1976. El secuestro es uno de los once casos de brasileños víctimas del Cóndor en Argentina que nosotros estamos investigando con mucho interés en la comisión. Y habló bastante de la conexión represiva entre Brasil y Argentina durante los años del Plan Cóndor”, cuenta Cardoso da Acunha.
El Gordo Vallejos escapó a Brasil presumiblemente a comienzo de los años ’80, cuando maduraban las leyes de obediencia debida y punto final. Hizo una larga confesión de su pasado marinero a la revista brasileña Senhor, publicada en dos ediciones, en la que formuló varias afirmaciones que repitió a fines de 2012 ante la comisión creada por la presidenta Dilma Rousseff.
Embaucador y buscavidas, Vallejos dio varios golpes en el sur brasileño hasta que, a principios de 2012, cayó preso bajo cargos de estafador.
Cuando la embajada argentina tomó conocimiento del caso, a través de la noticia publicada por este diario, envió un diplomático hasta la cárcel de Xanxeré para constatar que se trataba del represor Vallejos y después de confirmar la identidad del detenido, presentó ante el gobierno brasileño el pedido de extradición ejecutado anteayer.
–¿Vallejos participó en el asesinato del pianista?
–El nos dijo que no torturó al prisionero y dijo claramente que ni siquiera asistió a su ejecución, que fue con un tiro después de ser sometido a varias sesiones de tortura –contestó Cardoso da Acunha, quien fue la defensora de la presidenta Rousseff cuando estuvo presa durante la dictadura.
Vallejos hizo un relato bastante detallado, aunque a veces volvía atrás y se desdecía, de la noche del 18 de marzo, cuando Tenorio, después de un recital con Vinicius, sale del hotel para ir a comprar algo a una farmacia, la policía lo ve con aspecto extraño –medio de “subversivo”, dijo Vallejos, por su barba y aspecto desaliñado– y lo apresa.
Vallejos contó que ese día él estaba participando en un operativo de la ESMA por el centro de Buenos Aires, cuando recibió la orden de recoger a un sospechoso preso en una comisaría. El se presenta como alguien de los servicios y la policía le entrega a Tenorio, que es trasladado por él a la ESMA, donde llega con vida y sin ser golpeado, según dice Vallejos.
–¿Massera fue informado?
–Vallejos dijo que Massera fue informado de todo lo que iba pasando con el pianista Tenorio, paso a paso hasta su muerte, que habría sido el 25 de marzo de 1976.
–¿La embajada brasileña lo supo?
–Según lo que nos dijo Vallejos, fue informada más de una vez y, sigo basándome en lo que dijo el argentino, personas de la embajada estuvieron en la ESMA.
–¿Cuando el pianista estaba con vida?
–Dijo Vallejos que sí, y que inclusive llegaron a entregarlos a los torturadores una minuta con preguntas sobre el movimiento de músicos contestatarios que había en Rio en esa época, donde estaba Chico Buarque y más gente contraria a la dictadura.
–¿Cree que hubo participación de diplomáticos?
–No lo sé con seguridad, para nosotros será de mucha utilidad lo que averigüe la Justicia argentina. Y si la Justicia nos lo pide, podemos enviar una copia de lo que habló Vallejos con nosotros.
–¿La Comisión de la Verdad está informada del CIEX (Centro de Informaciones en el Exterior de la Cancillería)?
–Hemos tenido conocimiento del CIEX.
La respuesta de Rosa Maria Cardoso da Acunha es telegráfica, tal vez para evitar hacer comentarios precipitados sobre el Centro de Informaciones en el Exterior, una red de espionaje internacional al servicio de la dictadura, surgido a fines de los años ’60 y al que se podría caracterizar como el brazo diplomático del Cóndor brasileño.
Si bien los dichos del Gordo Vallejos hay que tomarlos como de quien vienen, pueden contener alguna información verdadera, y esto es lo que parece haber entendido la Comisión de la Verdad brasileña al indagarlo dos veces. Parte de su testimonio relativo a la complicidad u omisión de la Embajada de Brasil encaja con informaciones obtenidas por periodistas serios y especializados en el Cóndor, como Stella Calloni.
Ella escribió hace trece años en el diario La Jornada de México que documentos encontrados en los archivos de la policía política brasileña, el DOPS (Dirección de Orden Política y Social), refieren a un mensaje dirigido por la ESMA a la embajada brasileña informándola sobre el fallecimiento del pianista Tenorio secuestrado y torturado desde el 18 de marzo.
La Comisión de la Verdad recibió recientemente un pedido para que se esclarezcan las causas de la muerte del ex presidente Joao Goulart, el 6 de diciembre de 1976, en Argentina. La ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosario Nunes, admitió por primera vez que el ex mandatario derrocado por el golpe de 1964 pudo haber sido asesinado.
Hace dos años, su hijo, Joao Vicente Goulart, en una entrevista de este corresponsal, hizo una declaración que recobra interés ahora. “Nosotros, la familia Goulart, estamos seguros de que nuestro padre fue víctima de una conspiración del Cóndor urdida por Brasil, Argentina, Uruguay y Estados Unidos”, dijo Joao Vicente Goulart. Y remató: “En los meses previos a la muerte de mi padre había un número inaudito de agregados militares en la embajada, y la mayoría se desplazaba utilizando armas. Alguien tendrá que explicar alguna vez esa historia y averiguar a qué se dedicaban tantos agremil (agregados militares) en esos años del Cóndor”.

Darío Pignotti

Más que motín, una masacre




Un organismo de derechos humanos y un sobreviviente de la llamada Masacre del Pabellón 7, de la cárcel de Devoto, ocurrida en 1978, pidieron a Rafecas reabrir e investigar la muerte de al menos 64 presos y considerar el caso como delito de lesa humanidad.

El lunes pasado, el Juzgado Federal 3, a cargo de Daniel Rafecas, recibió un escrito con fecha del día, pero referido a una masacre ocurrida hace 35 años: la conocen como el Motín de los Colchones, en el pabellón siete de Devoto, nombre que oculta otro nombre más descriptivo de lo que ocurrió: la Masacre del Pabellón 7. El 14 de marzo de 1978, al menos 64 presos del Pabellón 7 murieron incinerados, asfixiados o fusilados por guardias del Servicio Penitenciario Federal. El 14 de marzo pasado, el Cepoc y un sobreviviente colocaron una placa en la puerta del pasillo que conduce al pabellón. Una semana después, presentaban a Rafecas un escrito por el que solicitaban la reapertura de la causa. La intención es demostrar que no se trató de una gesta suicida de un centenar de presos “comunes”, sino el trato despiadado del mismo SPF que participaba en las torturas y desapariciones de los presos políticos.
La presentación se realizó ante el juez Rafecas porque se hizo en el marco de la megacausa Primer Cuerpo del Ejército, que tiene asiento en ese juzgado, porque las autoridades del SPF rendían cuentas al Primer Cuerpo. El escrito fue firmado por la abogada Claudia Cesaroni, representando al Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (Cepoc), y Hugo Cardozo, sobreviviente de la masacre.
El texto consistió en el pedido que por cuestiones técnicas se denomina “de reapertura”, pero que por cuestiones prácticas debería llamarse “apertura”, porque la causa jamás fue investigada. En aquel momento, “el juez federal Guillermo Rivarola y su secretario Eduardo Guanziroli fueron cómplices de una masacre, la de al menos sesenta y cuatro presos ‘comunes’, en el Pabellón Séptimo de la cárcel de Devoto”, señaló Cesaroni, con comillas en comunes.
“Querellamos a los responsables –sostuvo la abogada del Cepoc–, en primer lugar al coronel Jorge Antonio Dotti, a cargo del Servicio Penitenciario Federal de entonces; al director de la Unidad 2 (Devoto) prefecto Juan Carlos Ruiz; al jefe de Seguridad Interna, alcaide mayor Horacio Galíndez; al segundo jefe de Seguridad Externa, subalcaide Víctor Dinamarca; al jefe de Requisa, alcaide Carlos Aníbal Sauvage; a los jefes de Turno, subalcaides Antonio Bienvenido Olmedo y León Oscar Guinnard; al subprefecto Armando Raimundo Gómez, subdirector de la Unidad 2 e instructor de la causa; al secretario de dicha instrucción, Juan Antonio Rossi, tanto en su calidad de autores, instigadores, cómplices y/o encubridores de los delitos de tortura seguida de muerte, homicidio agravado, encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público, sin perjuicio de que en el curso de la investigación surjan nuevos responsables”.
El pedido alcanza a otros funcionarios, incluidos los judiciales, y a todos aquellos que por cualquier motivo hayan intervenido al producirse la masacre, se trate de personal militar, penitenciario, civil o judicial. Y especialmente piden la investigación de los funcionarios de la “Justicia Federal y de instrucción intervinientes en la causa en cuestión, a fin de determinar la posible comisión de delitos de acción pública”.
Los hechos cuya investigación se solicita fueron denunciados en 1985 y 1987 por Daniel Barberis y Elías Neuman respectivamente, en sus libros Los derechos humanos en el otro país y Crónica de muertes silenciadas, sin que hasta la fecha se haya procesado a persona alguna por aquella brutal masacre.
El escrito forma parte de una investigación iniciada por Cesaroni, quien hace dos años logró contactar a un sobreviviente de la masacre, Hugo Cardozo, y fueron reuniendo datos, archivo, colaboraciones, con un objetivo: correr el nombre/telón de Motín de los Colchones, que no hace otra cosa que responsabilizar a las víctimas, demostrar que el trato propinado por los penitenciarios formaba parte de un plan del SPF orquestado para cumplir y ganar confianza entre las jerarquías militares, y que las 64 muertes y veintena de heridos debieran considerarse como tortura y malos tratos crueles y degradantes.
En caso de que Rafecas aceptara reabrir (iniciar) la causa, se abriría uno de los objetivos de la investigación: poner en un pie de igualdad a los presos “comunes” y los presos políticos de aquel momento, igualados por el mismo maltrato. Es decir, que sea posible definir las al menos 64 muertes como un caso de delitos de lesa humanidad, lo que fijaría su imprescriptibilidad. El segundo paso, que finalmente después de 35 años se lograra hacer justicia.

Horacio Cecchi

La realidad vergonzante




El lunes pasado asistí, aquí en Buenos Aires, a uno de los actos más plenos de coraje y constructivos de los que he vivido en mi larga vida. El realizado en la Comisión Nacional de Valores, en la calle 25 de Mayo, plena de bancos y de vida financiera y de negocios. Se presentó allí un informe acerca de “Economía política, sistema financiero y dictadura”. Por primera vez una investigación a fondo de los delitos económicos cometidos por la última dictadura militar. Delitos que beneficiaron a militares y a los civiles colaboracionistas de la dictadura, casi todos ellos, empresarios de gran fuste. Sí, por primera vez se investiga este aspecto de la última dictadura que, a la vez que hacía desaparecer a seres humanos, se quedaba, en el caso de empresarios, con su fortuna, sus propiedades, sus acciones. Como digo siempre: en mis 86 años he conocido trece dictadores. Todos ellos, después de finalizar su poderío murieron pacíficamente en sus domicilios, gozando de sus sueldos de generales y almirantes y, por supuesto, de sus títulos militares. Esta es la primera vez que los dictadores y sus secuaces están en cárceles comunes y se investigan los delitos económicos cometidos durante sus mandatos. La única vergüenza para la Etica ha sido que Martínez de Hoz, el secuaz más penetrante de ese período de violencia e injusticia, murió en su edificio, el más lujoso de Buenos Aires, el Cavanagh. Y aquí la pregunta es: por qué si las cárceles argentinas todas tienen instalaciones médicas no se lo envió a una de esas enfermerías carcelarias. No, Martínez de Hoz murió en su cama y en su edificio de aristócrata.
Pero vayamos al informe de la Comisión de Valores. Ese informe fue elaborado por tres profundos investigadores: Celeste Perosini, Walter Bosisio y Bruno Napoli. En la edición del domingo pasado de Página/12, Alejandra Dandán hace un profundo análisis de este informe. Y con esta nota quisiéramos ahondar en dar datos sobre el doloroso y patético proceso que debieron sufrir los empresarios Alejandro y Carlos Iaccarino, dos hombres que trataban de establecer un sistema menos explotador y más coherente, en cuanto a la distribución de bienes en torno de sus obreros y el cuidado de la naturaleza. Dos aspectos muy mal vistos por los empresarios clásicos y por la línea económica llevada a cabo por Martínez de Hoz y apoyada por las tres armas de la Nación.
Es increíble: todo está demostrado en actas oficiales y de los juzgados. Nada se puede desmentir. Los hermanos Iaccarino poseían una empresa lechera en Santiago del Estero. Su forma de administración era bien distinta a las demás empresas que dominaban el mercado. Eliminaban las intermediaciones, trataban directamente con los productores, a los cuales se les pagaba más, y con los obreros se mantenía un diálogo perfecto conformándose los empresarios con ganancias más bien modestas pero que les llenaban de orgullo frente a las fortunas de la competencia. Por supuesto, esto no fue soportado por los poderosos que tenían contactos con el jefe supremo de la Economía, Martínez de Hoz.
Los tres hermanos fueron detenidos el 4 de noviembre de 1976, acusados de conspirar contra los bienes de la Nación. Comenzó el martirio. Los hermanos Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino estuvieron en nueve centros clandestinos de detención y en catorce centros de detención oficiales. Sufrieron torturas de toda clase. Alejandro nos relata lo que es soportar la picana eléctrica en todos sus matices y el estar “colgados” mientras se les practicaban esas torturas. Lo que perseguían los torturadores era que renunciaran a sus propiedades y se alejaran para siempre de las zonas en las que desarrollaban sus tareas. Hasta que todo culminó con lo que perseguían sus enemigos económicos: la renuncia a sus empresas y propiedades. Parece increíble. Pero todo se hizo legalmente: vino la escribana a la cárcel y también quienes exigían quedarse con todo. Ahí se levantó el acta, de la cual tienen una copia dada por la escribana oficial. Dice el acta: Escritura Número 210, en la ciudad de Avellaneda, a once de noviembre de 1977, ante mí, Lía M. Cuartas de Caamaño, escribana titular del registro No. Uno de este partido y a solicitud de los requirientes me constituyo en la Brigada de Investigaciones de Lanús, con asiento en Avellaneda... etc. Y allí les dan el poder a dos personas que podrán vender al precio que ellos indiquen las propiedades de sus posesiones en Santiago del Estero. Tal cual, con nombres y apellidos. La pregunta es: ¿cómo una escribana pudo soportar que a dos presos del Poder Ejecutivo se les obligue a firmar en ese centro de detención conocido como El infierno? Esa señora escribana sigue ejerciendo su profesión ahora, como si nada hubiese pasado. Sí, esa acta fue firmada con la condición de salvar sus vidas y terminar con los tormentos. Cuando salieron de la cárcel habían perdido todas sus pertenencias.
Hay un detalle todavía más increíble: dos de los empresarios enemigos de los hermanos Iaccarino, Bruno Chezzi, presidente de las empresas Equino Química y de la compañía de Tierras y Hoteles de Alta Gracia, y otro empresario, Vicente García, quienes eran los que habían movido a Martínez de Hoz en contra de los hermanos, acompañaron a la escribana en esa oportunidad, para ayudar a convencer a las víctimas de firmar porque si no sus vidas peligraban definitivamente. O entregaban todos los bienes o terminaban en el Río de la Plata tirados desde aviones de la Marina. Como era costumbre.
Esto ocurrió en la Argentina. La misma que tiene un papa, una reina con corona y un rey de la redonda. Y los peores crímenes de la humanidad. De una crueldad inaudita. Permitidos y ordenados desde el poder. Nuestros militares, nuestra policía pero también nuestros empresarios, es decir, también nuestros civiles, los políticos que aceptaron sonrientes ministerios y otros cargos y que hoy viven y pasan su vejez muy tranquilos en sus countries. Y obispos que daban la comunión en la Catedral a los desaparecedores. Un período donde reinó la malicia y lo peor del ser humano: la crueldad extrema. Los hermanos Iaccarino colgados y sometidos a la picana eléctrica para que dejen sus propiedades a los del poder. Un tiempo que nuestros nietos no comprenderán jamás.
Los hermanos Iaccarino tendrían que ser paseados oficialmente por todas las ciudades y pueblos del país, por todas sus universidades, por todos sus centros culturales para que relaten sus experiencias de empresarios que habían cometido el pecado de desafiar a las grandes empresas con un nuevo método de comerciar, más humano y más democrático. El 20 de abril comienza el juicio contra sus últimos represores de El infierno y sobre cómo allí debieron renunciar a todas sus propiedades ante una escribana oficial. Ojalá que también se haga el juicio con los empresarios que se prestaron con la dictadura de la de-saparición de personas para engrandecer su poderío eliminando a la competencia. Por fin: juicio a los civiles y uniformados que faltaron de esa manera tan atroz a la dignidad humana.

Osvaldo Bayer

viernes, 29 de marzo de 2013

Golemba, el signo de la desaparición forzada en Misiones



Ambos fueron víctimas de la desaparición forzada de personas. Con una diferencia: Pedro Luis Lunge Golemba desapareció en 1978, durante la última dictadura cívico-militar-religiosa; Mario Golemba desapareció treinta años después, en plena democracia.
Llevaban el mismo apellido. Los dos eran misioneros y tenían 27 años. Vivían en pequeños pueblos de la provincia. Comparten hoy, además, un destino. Un destino trágico. Ambos fueron víctimas de la desaparición forzada de personas. Con una diferencia: Pedro Luis Lunge Golemba desapareció en 1978, durante la última dictadura cívico-militar-religiosa; Mario Golemba desapareció treinta años después, en plena democracia.
Pedro nació en Leandro N. Alem en 1951. Hijo de Emilio Lunge y Ana Golemba, era el mayor de cuatro hermanos. Llegó a cursar solamente la escuela primaria, porque luego eligió abocarse de lleno al trabajo. Siendo muy joven se incorporó a la fábrica de bolsitas "Envasando", de Alem, donde permaneció hasta el día del secuestro. No participaba en política. A los 21 años se casó con Ermenegilda Pereyra, con quien tuvo tres hijos: Héctor, Susana y María.
Mario nació en Picada Indumar en 1981. Hijo de Irma Komka y Antonio Golemba, era el segundo de cuatro hermanos. Llegó a cursar hasta el colegio secundario. Deseaba ingresar a la Universidad, pero la crisis neoliberal se lo impidió. Trabajó un tiempo en la chacra de sus padres, luego ingresó a un aserradero y una fábrica de yerba mate. Tampoco participaba en política. Llevaba diez meses de noviazgo con Angélica Daniluk, vecina de Picada Indumar, y ya planificaban el casamiento.
Pedro fue secuestrado en su trabajo el 30 de junio de 1978. Por error, lo involucraron en un crimen ocurrido durante un asalto en Leandro N. Alem. Aunque a los pocos días se comprobó que era inocente, nunca recuperó su libertad. Fue visto por última vez en el departamento de Informaciones de la Policía de Misiones. Permanece desaparecido.
Lo ocurrido con Mario es un enorme misterio. El 27 de marzo de 2008 partió rumbo a Oberá para una consulta médica. A las 14.43 envió un mensaje de texto a su madre:“Estoy en una plaza. Parece que va a llover. Tengo que hacerme unos análisis a la tarde”. Después se le perdió el rastro. Un año mas tarde, dos testigos -que por aquellos días se encontraban detenidos en Dos de Mayo- declararon haber visto a Mario ingresar a la comisaría local, esposado y golpeado, la noche del 27 de marzo. Luego, dijeron, lo llevaron en un patrullero. Mario sigue desaparecido y a pesar del insistente reclamo de los familiares de avanzar con la investigación, el gobierno provincial y la justicia se desentendieron completamente del caso.

Ni vivos ni muertos

Pedro Luis Lunge Golemba forma parte de la lista de 30 mil víctimas del terrorismo de Estado en todo el país, entre asesinados y desaparecidos, de los cuales cerca de 70 son misioneros. Mario Golemba es uno de los 210 desaparecidos por el aparato represivo estatal desde 1983 al presente.
La aparición con vida, la entrega de los cuerpos, son reclamos comunes en ambas familias. Lo expresan con similares palabras, similar dolor e impotencia.
"Lo que quisiera saber es dónde esta el cuerpo, si está vivo o muerto, o dónde quedó él, porque la madre y el padre se murieron sin saber, en el sufrimiento y el dolor", manifestó María Kachuk, tía de Pedro. Su esposo, Alberto Lunge, agregó: "Se sabe dónde él estaba detenido, y se sabe quién era el jefe, así que si hay manera de descubrir dónde lo dejaron, que lo cuenten. Porque desapareció, yo soy el tío y quiero saber dónde quedó ese cuerpo".
Por su parte, Antonio Golemba, padre de Mario, aseveró: "En Misiones no existen los Derechos Humanos. La verdad es que teníamos otras expectativas. Me duele mucho. Quizás se hizo algo en los primeros tiempos, cuando se pusieron los afiches. Pero los asesinos andan sueltos y se ríen de nosotros. Nosotros, las personas que estamos sufriendo, no tenemos Derechos Humanos. Me duele mucho. Entiendo a las madres que reclaman por sus hijos desaparecidos. Eso fue en la dictadura. Y los gobiernos ponen mucho énfasis en lo que ocurrió en la dictadura. Pero ahora estamos en plena democracia y siguen desapareciendo personas. Y de eso no se habla. Por eso, yo pienso que el accionar de la justicia, no sé si están tapando algo groso o qué, pero da la sensación de que hubo algo que no quieren que salga a la luz. Es mi opinión. Que algo grave pasó y quizás hay personas involucradas y por eso no quieren el esclarecimiento. Según lo que relatan los presos algo pasó".

DD.HH. pretéritos

Las políticas de Derechos Humanos implementadas desde los estados Nacional y Provincial durante los últimos años ponen énfasis únicamente en los crímenes perpetrados durante el terrorismo de Estado. Los relatos oficiales de DD.HH. omiten sistemáticamente -quizás porque comprometen y dejan en evidencia- los atropellos actuales. Los mismos funcionarios que bajan o suben cuadros, sacan o colocan placas, o señalizan ex Centros Clandestinos de Detención, hacen caso omiso a las violaciones a los Derechos Humanos perpetradas por el aparato represivo en el presente, tradiciones y prácticas heredadas de aquellos años nefastos. Y, en muchos casos, son responsables políticos de delitos de Lesa Humanidad como la desaparición forzada, la tortura, la represión, el gatillo fácil, el asesinato en cárceles y comisarías.
Mientras esta situación no se revierta, la memoria y la democracia seguirán siendo endebles y vulnerables. Serán discurso incoherente y distante de la realidad concreta y constatable de los Derechos Humanos hoy; contradicciones insalvables que impiden sellar definitivamente el Nunca Más en la historia de nuestro pueblo. Mientras memoria y realidad presente no se encuentren, Golemba seguirá siendo signo de desaparición, de personas y de justicia.

Sebastián Korol

Siempre: Oscar, el Pampa



Emotivo recuerdo de Oscar Di Dío "El Pampa", militante del PRT-ERP desaparecido por la dictadura militar.

Siempre.
Cada vez que hablo de vos o escribo algo de vos, la palabra siempre se cuela en cada frase en cada renglón; y así la vamos a dejar, libre, que pase y se establezca por dónde quiera. Hoy Pampa del alma mía, cumplirías años, hoy haríamos un festejo de los que te gustaban, bien regados.
Estaríamos comentando los ecos de la marcha del 24 de marzo ¡¡qué grande l@s compañer@s!!... vos cantarías aquello de Vivan los compañeros. Siempre podías sumar una canción a todo, a la alegría y a la tristeza... todo es mejor con música, porque así hay otro elemento que socorre a la memoria.
Desde aquel año en que dejaste Franja Morada, desde esa misma noche que anunciaste que te quedabas para siempre, no te fuiste nunca más. En cada momento determinante de la vida y de la lucha, estabas Pampa. En cada hecho, aparentemente imposible, estabas para hacerlo posible.
Hace unos pocos días, l@s compañer@s te llevaron corriendo junto a Nora, Tito, el Zheide, el Osito, y otros compas, reclamando en un juzgado para poder encontrar un pista, un hilo que seguir, para saber dónde y quiénes pudieron abrazarlos. Como el abrazo este que se hizo letra y papel.
En estas fechas, ya sabés que se hacen homenajes, unos sentidos, plenos, verdaderos, íntegros como vos, y otros que son para la galería, para puestos, para acomodos... imagináte si alguien de estos últimos te hubiera conocido!! Si hasta dijeron que fuiste peronista!!! Tranquilo, corazón mío, donde sea, siempre aclaro, en el aire o en el agua, en el fuego o en la tierra, que fuiste un erpiano, un perro, de la cabeza a los pies, que parecías crecer con sólo decir PRT-ERP.... si supieran cómo vivías esa impronta guevarista cada día.
Y acá, a tantos años seguís, con la contundencia aquella que te quedabas para siempre. Te conocen, y te quieren -¿cómo no quererte?- compañer@s que sólo vieron tu foto. Y yo recorro tus imágenes a lo largo de estos años, y siempre estás Pampa, en el lugar de los amores y las ilusiones, en el lugar de los agradecimientos y de las honras... Mi hijo lleva tu nombre, y te quiso también y tanto como las nenas, a quienes cuidaste desde la cuna de colores que disputabas con el Zheide, hasta hacer una gasolinera para que no les faltara nada y, que el Partido no se enterara.
Estuviste en cada momento que ahondó la vida, estuviste en cada lucha, en cada combate, y seguís estando Pampa, y seguirás en las calles, en los pequeños triunfos y en los grandes sueños, porque si no, entonces, no serían posibles.
La promesa sigue en pie, vamos a cambiar el mundo, y, te necesitamos como siempre, sos de los imprescindibles

Turca (Andrea Benites-Dumont)

Denuncia por Vale

El impacto ambiental

Trece organizaciones sociales de cuatro provincias denunciaron que el impacto socioambiental es el aspecto más silenciado de la minera brasileña Vale y del proyecto Potasio Río Colorado (instalado en Mendoza). “Potasio Río Colorado nació y sigue en conflicto con nuestras comunidades. No fue evaluado y aprobado de manera integral, sino de manera fragmentada y aun incompleto. Hemos advertido los riesgos para las aguas del río Colorado (que atraviesa cinco provincias)”, alerta el comunicado conjunto. La multinacional Vale repartió utilidades por 6000 millones de dólares, pero exige nuevos beneficios impositivos para continuar con su proyecto en Mendoza. En 2012, Vale fue catalogada por activistas de todo el mundo como peor empresa del mundo respecto de la contaminación y la violación de derechos laborales.
En 2010 la Legislatura de Mendoza aprobó el proyecto Potasio Río Colorado. En julio de 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en la Casa de Gobierno el comienzo de la construcción. A fines de 2012, la compañía frenó la construcción del megayacimiento (en Malargüe) y exige nuevos beneficios impositivos para continuar con la obra. Argumenta problemas económicos y que descendió el precio del potasio.
En una inusual iniciativa, trece organizaciones sociales de Mendoza, Neuquén, La Pampa y Buenos Aires comenzaron una campaña informativa conjunta, con argumentos diferentes a los esgrimidos por la empresa y por los gobiernos. Cuestionan “las presiones que el gobierno de Brasil y su transnacional minera hacen a la Argentina para no abonar el IVA que todos pagamos por ley, mientras la empresa reconoce haber distribuido en 2012 ganancias a sus accionistas por 6000 millones de dólares”.
El comunicado firmado por las mendocinas Asamblea Popular por el Agua, Oikos Red Ambiental, asambleas de vecinos de San Carlos, Alvear, Tunuyán, Tupungato, Uspallata, Maipú, Luján de Cuyo, Las Heras y Guaymallén. De La Pampa figura la Asociación Civil Alihuen. De Neuquén el Foro Permanente por el Medio Ambiente (Foperma), Fundación Ecosur y La Brecha. De Buenos Aires la organización Aukan y el Observatorio Petrolero Sur.
Marcelo Giraud, uno de los voceros de las organizaciones, apunta a la supuesta caída del precio del potasio. Precisa que en agosto de 2010, cuando la multinacional decidió construir la mina, el potasio cotizaba a 345 dólares la tonelada. “Hoy está a 400 dólares, 15 por ciento más caro que cuando Vale empezó a construir. Les pedimos a empresarios y algunos periodistas que dejen de inventar pretextos, Vale nunca dejó de acumular jugosas ganancias y sigue tensando la cuerda para obtener más privilegios de los gobiernos argentino y provinciales para maximizar sus ganancias”, afirmó el geógrafo y asambleísta mendocino.
Las organizaciones plantean los problemas ambientales que el proyecto ocasionará en las cinco provincias. Sobresale la afectación al Río Colorado. La empresa admitió que dejará a perpetuidad 120 millones de toneladas de sal (subproducto de la explotación) a pocos kilómetros del cauce del río. Las organizaciones recuerdan el persistente viento de la zona e incluso los movimientos sísmicos que no fueron evaluados y podrían vincular los depósitos de sal con el principal río de la región.
Exigen que se cumpla la resolución de 2010 de la Defensoría del Pueblos de la Nación que insta a la Secretaría de Ambiente de la Nación a realizar el “análisis de los impactos ambientales integrales, acumulativos e interjurisdiccionales del emprendimiento minero”. Las organizaciones remarcan que el estudio nunca se hizo y que cada jurisdicción (municipal y provincial) analizó partes del proyecto, pero nunca el impacto completo de la megaobra.
El proyecto en su etapa de extracción requerirá un promedio de 1,5 millón de metros cúbicos de gas por día, superior al consumo residencial de toda Mendoza (1,2 millón). “Considerando las escasas de reservas de gas del país, sería una fuerte contribución, por parte de un solo proyecto, al agotamiento de nuestros bienes energéticos comunes no renovables”, advierten las organizaciones y alertan sobre la vinculación de la extracción minera de Vale y la explotación en Neuquén de gas no convencional, cuestionada por el impacto en aguas subterráneas y superficiales.
Potasio Río Colorado también muestra la interconexión del modelo extractivo a nivel regional. “Los cultivos de soja de Brasil insumen el 40 por ciento de la demanda brasileña de potasio y otra buena parte los de caña de azúcar (para combustible). El proyecto minero en Mendoza no será una ayuda a la producción de alimentos para la humanidad, sino a la expansión de la frontera agropecuaria brasileña y la deforestación que implica el modelo de agronegocios”, afirma Giraud.
El comunicado de las organizaciones cuestionan al gobierno nacional porque “sólo aspira a equilibrar la balanza comercial con Brasil, aunque sea a costa de exportar y agotar rápidamente nuestros bienes comunes no renovables”. Exigen que se indemnice a los trabajadores y pequeñas empresas locales “no partícipes de grandes negocios” reclaman la suspensión del proyecto e instan a la evaluación de impactos ambientales integrales, acumulativos e interjurisdiccionales del proyecto.

Darío Aranda
Página12

jueves, 28 de marzo de 2013

Neuquén: se agudizó el conflicto y docentes van a las rutas



Tras una nueva mesa de negociación fracasada, los docentes nucleados en ATEN decidieron continuar el paro y movilizarse a las rutas. El miércoles realizaron un corte de cuatro horas en los puentes carreteros. El jueves habrá una nueva permanencia.

El conflicto docente en Neuquén cumplió su quinta semana sin miras de encontrar una solución. El miércoles los docentes de ATEN resolvieron llevar el reclamo a las rutas, tras ser convocados por el gobierno a una mesa de negociación en donde no se dio respuesta a ninguno de los planteos.
“No hubo ninguna respuesta favorable, no hubo precisiones. Vamos a exigir respuestas concretas sobre los cuatro puntos de nuestro pliego, que el gobierno ha convertido en cinco, porque vamos a pedir que devuelvan los días descontados por el paro”, manifestó en diálogo con la prensa el Secretario General de ATEN Provincial, Daniel Huth. Los representantes de ATEN se reunieron el miércoles por la mañana con el gobierno para comunicar el rechazo -votado por unanimidad- al contenido del acta firmada el lunes en la mesa de negociación con el subsecretario de gobierno, Mariano Gaido.
La lucha docente abarca una recomposición salarial del 35%, solución al grave déficit de la obra social provincial (ISSN), un plan de obras edilicias y mejoras en las condiciones laborales de los auxiliares de servicio. “En Neuquén hay una decisión política de no otorgar aumento a los trabajadores. No es presupuestaria, no es económica y no es financiera”, denunció Huth.
ATEN realizó el miércoles -tras decidirlo en el plenario de secretarios generales celebrado el martes en Plottier- una marcha desde el centro de Neuquén hasta los puentes que unen la ciudad con Cipolletti, donde permanecieron por cuatro horas interrumpiendo el tránsito. Más de 5.000 docentes participaron de la medida, que se repetirá el jueves.
En tanto el 4 de abril, al cumplirse seis años del asesinato del maestro Carlos Fuentealba se realizará a las 9 un acto en Arroyito, al que seguirá una movilización desde el monumento a San Martín a partir de las 12, exigiendo cárcel para el ex gobernador Jorge Sobisch, señalado como responsable político del asesinato del docente.

Para Sapag se vive con 3.950 pesos

Durante el mediodía del miércoles, y mientras ATEN mantenía el corte, el gobernador Jorge Sapag advirtió -durante un acto realizado en la localidad de Pino Hachado- que podría haber sumarios administrativos contra los docentes que cortaran la ruta y que no se devolverán los días descontados.
Además resaltó como un logro que los docentes de primaria -que, según él, “trabajan cuatro horas”- cobren 3.950 pesos de bolsillo. “Un maestro de grado en la provincia de Neuquén, recién iniciado, que no tiene antigüedad, que no tiene otros títulos universitarios o demás, cobra 4.000 pesos de bolsillo”, manifestó. “Si trabaja dos turnos son 8.000 pesos, si trabajara a la mañana y a la tarde”, dijo y agregó: “hay un docente de Plottier, que es delegado gremial, que cobra en cinco escuelas distintas y tiene cinco recibos distintos, pero muestra uno solo. Entonces, pareciera que por ese recibo gana poco, pero entre los cinco, seis recibos, completa una asignación de 6.000, 7.000 pesos”.

Prensa oficialista

El Sindicato de Prensa de Neuquén se pronunció en los últimos días “contra los mercaderes de la información” y denunciaron a la prensa adicta al discurso del gobierno provincial que fomenta el enfrentamiento de la comunidad con los trabajadores de la educación.
Asimismo, advirtieron sobre la responsabilidad de esos medios sobre la integridad física de sus trabajadores quienes, en ejercicio de su profesión, pudieran ser víctimas de hechos de violencia como consecuencia de la línea editorial sostenida.
Por caso, una AM de la ciudad de Neuquén promovió a través de uno de sus programas una marcha “por la educación pública” el miércoles a la tarde, con el objetivo de repudiar la lucha del gremio docente.
“Nos pronunciamos contra los desinformadores que usufructúan los medios de comunicación con el solo objetivo de mantener sus intereses particulares en detrimento del verdadero objetivo de la prensa”, manifestó el Sindicato.

ANRed Comahue

Muerte y transfiguración del kirchnerismo (del Nac&Pop al "papismo")

"Da la impresión que el papismo es el único horizonte para pensar la Argentina", afirmó Horacio González. Una voz disonante, y sólo por ese hecho destacada entre las escasas excepciones que optaron por cierto grado de coherencia frente al "panquequismo" de una amplia mayoría del kirchnerismo, luego del nombramiento del nuevo papa.
El punto es descifrar, y sobre todo traducir a política profana, qué significa ese papismo que inunda y ahoga de reaccionarismo la coyuntura nacional. Seguramente implica una (re) moralización de los representantes de la "nación católica" y su pase a la ofensiva, hasta violenta. Quizá también un renacer de los prejuicios y esperanzas religiosas mezclados con el chovinismo nacionalista por el hecho de poder encumbrar a "Francisco" junto Maradona, Messi y Máxima en el podio de los "argentinos que llegaron y triunfaron".
Pero el dato más significativo, políticamente hablando, fue el giro de Cristina Fernández para decretar la muerte y transfiguración del kirchnerismo.
Efectivamente, la táctica, las condiciones y los tiempos para realizar el giro fueron las oportunas, con el oportunismo que demostró a lo largo de su historia sólo el peronismo, el "movimiento de los principios móviles".
Bergoglio necesitaba convertirse en "Francisco" para cumplir la función "restauradora" de la Iglesia. Había que borrar del pasado su complicidad con la dictadura y su amparo posterior a curas abusadores u otros que fueron mucho más que cómplices de los genocidas, bendiciendo sus hechos aberrantes y moralizando la matanza. Qué mejor que llevar adelante la conversión de la mano del "gobierno de los derechos humanos", "de los hijos de las madres", de una representante de los "gobiernos latinoamericanos". Qué mejor que abrirle las puertas al gobierno "nacional y popular", para que haga su aporte infame y perverso al maquillaje de la inmundicia vaticana.
Para Cristina, significaba una forma de recuperar hegemonía...hacia la derecha. Frente a las tendencias más lentas o más rápidas de un "fin de ciclo", con el agotamiento económico y la encerrona de la crisis de sucesión, el "borocotismo" ideológico fue una buena opción.
El mensaje puede ser ¿Para qué quieren a Scioli, si yo misma puedo "sciolizarme"?
Después de la cumbre en Roma vino el relato de la reconciliación, del diálogo, de la "unidad nacional", en síntesis, del papismo bergogliano, el nuevo e incómodo horizonte de la Argentina cristinista.
El relato del consenso de la "línea aire y sol, siempre para adelante", como caratuló el Turco Asís al sciolismo. Es la obsesión por el “consenso” deliberadamente reinterpretado como resignación ante el establishment; la falsa idea de que la política es un espacio puramente “deliberativo” en el que está ausente la dimensión del poder. El nuevo relato es la negación de ese ethos conflictual que reivindicaba como fundante y vital del kirchnerismo, el "intelectual" oficialista paladar negro.
En otras oportunidades hemos descrito los matices de la fase cristinista del proceso restaurador, este giro hacia el papismo podía inscribirse como una de las alternativas para su coronación. El kirchnerismo en su fase adulta, madura, moderada, "consensual"...sciolista; para una nueva Argentina católica y peronista.
Y como alguna vez afirmamos, los matices tienen menos que ver con las personalidades diferentes de Nestor o Cristina, que con la función y el rol que tuvieron que cumplir para la tarea restituir el orden en el anárquico fin del mundo de principios de siglo.
El giro hacia el papismo cierra el ciclo del gobierno de la "contención" que ya había incluido maniobras y giros anteriores: el fin del "nunca menos" y el ajuste propio o tercerizado (con el salario como blanco predilecto) y la alianza con el pejotismo para encolumnar a gobernadores e intendentes de los grupos Gestar y Santa Teresita.
Este papismo vuelve a la coyuntura muy reaccionaria, todo lo reaccionaria que la relación de fuerzas y el inestable equilibrio económico le permiten ser. El "opio de los pueblos", mixturado con el chovinismo nacionalista, y ambos declamados por casi todo el arco político argentino, son un factor actuante y pesan en la determinación, por lo menos, de la coyuntura. ¿Sólo de la coyuntura?
El límite es la relación de fuerzas más general y el agotamiento del "modelo" con la crisis del dólar tan sólo como una manifestación más. Esto abre las hipótesis del desbarranque económico y sus posibles consecuencias o, de mínima, la continuidad del fin del "nunca menos" en momentos en que las paritarias recién están comenzando con duros conflictos en Neuquén y Buenos Aires. La lucha de clases puede venir a cortar, como el "Flaco" Schiavi, con tanta dulzura papal. Si hay ataque al movimiento obrero, no hay papismo que valga.
De la evolución de estos factores (la economía y la lucha de clases) dependerán la extensión de la coyuntura y los ritmos de la situación general.
Mientras tanto se trata de combatir consecuentemente tanto al papismo derechista, como a la impostura que deja en evidencia el neopapismo del cristinismo pejotizado. Y salir a la conquista de la juventud y los movimientos que luchan por los derechos democráticos, frente el default de un progresismo en franca quiebra política.

Fernando Rosso

"Para recuperar la fábrica nos guía el ejemplo de Argentina"



La primera fábrica recuperada bajo control obrero en Grecia entró en funcionamiento el pasado 12 de febrero. Después de dos años en lucha, los trabajadores de la empresa Viomijanikí Metaleftikí (Vio.Me), en Tesalónica, que elabora materiales de construcción, han dado otro paso y han empezado a producir prescindiendo de los empresarios y organizándose de manera horizontal. Hablamos con Theodoros Karyotis, de la Iniciativa de Solidaridad con Vio.Me.

¿Cómo era la situación anterior, antes de que la plantilla se hiciera con el control de la fábrica?
Este conflicto viene desde hace dos años. Los trabajadores, como en cualquier otra lucha obrera, de las tantas que hay en Grecia, intentaron primero conseguir el pago de los sueldos que se les debían. Pero no tuvimos éxito, la empresa estaba en quiebra. Entonces surgió entre los trabajadores la idea de cobrar en acciones, pero se dieron cuenta de que here­darían con ellas todas las deudas de la empresa. Por eso trataron de llegar a un acuerdo con los propietarios. Pero éstos no quisieron darles información ni facilitarles nada y finalmente abandonaron la fábrica. Pero Vio.Me, en sí, no había quebrado, porque elaboraba materiales de construcción para la empresa matriz, Filkeram.
Cuando ésta quebró, Vio.Me pasó a ser uno de sus activos, bajo el control de un administrador, que intentó liquidar la fábrica para pagar a los acreedores. Entonces los trabajadores estaban en contacto con este administrador y negociando todo por la vía legal. Pero se dieron cuenta de que pasarían años antes de que se celebraran los juicios y, mientras, sus familias pasarían hambre. Por eso decidieron asumir la producción, sin tener la aprobación de los propietarios.
¿Fue entonces cuando se generó la solidaridad con los trabajadores?
Cuando tomaron esta decisión, a mediados del año pasado, los trabajadores intentaron buscar alianzas. No tenían ninguna filiación política, sólo un proyecto claro en su ­cabeza: asumir el control de la empresa empleando la democracia directa. Por eso la mayoría de los partidos políticos no querían vincularse, les parecía demasiado radical. La izquierda institucional no se pronunció o más bien lo hizo con muchas dudas e incluso algunos lo rechazaron. Sí respondieron los movimientos sociales, especialmente los que luchan por la autogestión.
¿Qué experiencias se han tomado como referencia?
Para recuperar la fábrica nos guía el ejemplo de Argentina, es un referente de autogestión. Por eso trajimos a Lalo Pared, del Movimiento de Empresas Recuperadas de Argen­tina, que nos aportó su experiencia y calor humano. Nos dijo que no es fácil recuperar una fábrica, pero que es una experiencia transformadora, que te cambia como persona.
Y fue entonces, en septiembre pasado, cuando los últimos trabajadores que no estaban convencidos, finalmente se decidieron a continuar con la recuperación de la fábrica.
¿Qué forma legal han adoptado para poder seguir con la fábrica?
Por ahora operan la fábrica como sindicato de trabajadores. La batalla legal que como sindicato mantienen con los propietarios les ha permitido confiscar de manera legal todos los materiales y los productos ya manufacturados que estaban dentro de la fábrica. Los productos ya fabricados los sacaron a subasta para pagar una parte de los sueldos que se les debían y parte de las deudas que la empresa tenía con otros acreedores. Esta forma legal permite, de momento, poder vender el producto. Pero ahora están trabajando con un equipo de expertos para encontrar la forma legal más apropiada, y pronto formarán una cooperativa.
¿Cómo se organiza el trabajo en la fábrica recuperada?
El trabajo se reparte a través del sindicato de base. Éste, legal­mente debe tener una serie de cargos, como el presidente, el tesorero, etc. Pero los propios trabajadores decidieron no darles validez a estas figuras. Trabajan y toman las decisiones de manera asamblearia; cada tra­bajador tiene un voto. Makis Anagnostu, el presidente del sindicato, funciona a modo de portavoz, transmitiendo las decisiones de la asamblea a los medios de comunicación y a otras organizaciones, pero no tiene ningún poder propio.
¿Cuál es la viabilidad económica del proyecto?
Un equipo procedente de la Iniciativa de Solidaridad está colaborando con los trabajadores para elaborar un plan de negocio y establecer cómo se va a colocar el producto en el mercado y el volumen necesario para garantizar unos salarios dignos. La situación es difícil, no sólo para Vio.Me, sino para la economía griega. Con las últimas medidas neoliberales que sufrimos en Grecia los sueldos han bajado mucho. La meta de los trabajadores no es volver a tener sus sueldos anteriores, sino simplemente poder sobrevivir y sacar adelante a sus familias. No estamos seguros de si podremos recuperar a los clientes mayoristas, se intentará vender también a minoristas. Pero hay alternativas que surgen de la relación de los trabajadores con el movimiento de solidaridad. Otra idea es modificar la producción para sacar nuevos productos, como por ejemplo detergentes ecológicos de uso doméstico que se distribuirían a través de tiendas y estructuras del amplio movimiento de economía social y solidaria que ahora mismo está floreciendo en Grecia. Ya hay alrededor de mil o 1.500 organizaciones de economía social y solidaria: cooperativas de consumo, de producción, todo tipo de centros sociales, etc. Además, el producto es bastante más barato que antes porque no existe el coste del empresario. Al desaparecer ese beneficio, el producto se abarata dos tercios.
¿Estas iniciativas son una alternativa para combatir la crisis?
Sí, además son una alternativa a la organización social. Estamos construyendo un nuevo mundo. El 11 de febrero tuvimos un concierto para recaudar fondos para comenzar con la producción. Fue un éxito. Uno de los trabajadores explicó que lo que están haciendo no es sólo para sacar adelante a sus familias, es una visión de lo que debería ser la sociedad, una sociedad basada en valores como la solidaridad, la proximidad, la justicia social. Es otra manera de hacer política, desde abajo.

C. Palmas - Atenas, Grecia.
Fuente: Diagonal

martes, 26 de marzo de 2013

Imágenes de la provocación kirchnerista el 24 de marzo de 2013 (derrotada)




¿Que decían Gabriel Marioto y Emilio Persico de la dos marchas de este 24 de marzo? ¿Y jóvenes K sobre Proyecto X? ¿Qué pasó en Plaza de Mayo cuando la patota de los K quisieron impedir que el Encuentro Memoria Verdad y Justicia entre a Plaza de Mayo?.
La izquierda derrotó la provocación kirchnerista.

www.tvpts.tv

24 de marzo. Marchamos y denunciamos la represión y el espionaje a los luchadores.




Este domingo 24 de marzo, en un nuevo aniversario del golpe cívico-militar, más de 30.000 personas marcharon con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia desde Congreso a Plaza de Mayo.

24 de marzo 2013. Marcha de Encuentro Memoria, Verdad y Justicia


En el jardín de la iglesia de la Santa Cruz




Los familiares de Daniel Bombara junto al cura Saracini.

El periplo que comenzó con su secuestro y desaparición culminó ayer para otra víctima del terrorismo de Estado y sus familiares, del modo que no hubieran querido sus victimarios. En una emotiva ceremonia, fueron enterrados en la iglesia de la Santa Cruz los restos de Daniel Bombara –-militante de la Juventud Universitaria Católica y de la Juventud Peronista detenido en 1975 en Bahía Blanca– que habían sido identificados hace dos años en una tumba sin nombre en Merlo. Hubo una misa muy particular y su esposa, Andrea Fasani, y su hija, Paula, depositaron luego, junto con varios de los presentes, las cenizas en la misma tierra del jardín de la iglesia donde ya descansan una de las monjas francesas, Léonie Duquet, e integrantes del grupo fundador de Madres de Plaza de Mayo.
“Estamos aquí, honrados de recibir a Daniel”, dice el padre Carlos Saracini antes de dar inicio a la misa “que para él hubiera sido importante”. Al rato toma la guitarra y canta, luego invita a meditar sobre la letra de la canción de Fernando Delgadillo, con los ojos cerrados, la mano en el corazón y respirando profundo, “para conectar con Daniel, Paula, Andrea, con los 30 mil desaparecidos”. No será el único momento de silencio en un acto en el que se percibe una profunda emoción contenida. El padre Saracini pasa el micrófono para que el público –entre otros, estaban el fiscal Abel Córdoba y el sociólogo Fortunato Mallimaci–- cuente qué siente. La esposa de Bombara agradece al Equipo Argentino de Antropología Forense que en junio de 2011 identificó los restos carbonizados y politraumatizados del primer desaparecido de Bahía Blanca. Y define como un “militante apasionado por sus ideas” a quien fuera su compañero, tras cuyo secuestro –como reveló ayer Página/12– el diario La Nueva Provincia difundió una disparatada versión para encubrir los hechos con el título “Robaron el cadáver de un extremista”.
Sigue la lectura colectiva de los poemas de Bombara, mientras Saracini explica en qué parte de una misa tradicional se encontrarían en ese momento. Consciente de contar con varios ateos o agnósticos entre los presentes, el cura va proponiendo la liturgia “para aquellos que les hace sentido”. Se reparten a continuación pequeñas copias de fotos del ex detenido-desaparecido y sus compañeros de militancia gremial evocan su recuerdo. Antes de dirigirse al jardín para “sembrar” las cenizas de Bombara, el cura entona, e insta a todos a cantar, “La canción es urgente”, de Teresa Parodi. Con la bellísima iglesia de San Cristóbal como marco, que supo contener a aquellos primeros luchadores contra el terror de Estado y hoy mantiene viva su memoria, y bajo una llovizna nocturna, el grupo acompaña el entierro de las cenizas en el jardín de la Santa Cruz. Y antes de despedirse comparte la paz con un abrazo colectivo.

Adriana Meyer

“Tienen que abrir los archivos”



La referente de Familiares de Detenidos y Desaparecidos reclamó que se hagan públicos los documentos del Vaticano y las Fuerzas Armadas referidos a la última dictadura.

“Nosotros también nos estamos muriendo porque tenemos una edad muy similar a la de ellos, pero Dios nos puso todavía acá para hacer memoria. Para hacer justicia están ustedes”, les dijo Angela “Lita” Boitano a los jueces. “Pero la verdad todavía no la tenemos, ningún juicio nos la dio: tienen que abrir los archivos de los militares, porque ellos ¡los tienen! Emilio Mignone lo decía en el ’76, nunca los militares van a destruir las pruebas de una guerra que consideraron ganada.” Lita Boitano no sabía cómo iba a estar para declarar un día después del 24 de marzo. Pero llegó. Se lo debía a sus hijos, dijo, Miguel Angel y Adriana, los dos desaparecidos. “Pido a Dios que me dé salud para poder vivir estos años después de tanta lucha. Creo que son años fundamentales. Y pedir como lo pido siempre al Equipo de Antropología Forense, que necesito que me encuentren los restos de mis hijos, yo los quiero ver.”
En la sala del juicio por los crímenes de la ESMA, la rodeó la muchachada de Hijos que encontró cobijo en la Casa de la calle Rivadavia, donde funciona desde hace años la sede de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, y donde Lita Boitano atiende el teléfono todas las tardes. En la primera fila se sentó Vera Jarach, de Madres de Plaza de Mayo, con su pañuelo. La escuchó un compañero de su hijo, Miguel Angel Boitano, secuestrado el 29 de mayo de 1976. Lita le pidió al papa Francisco por los archivos del Vaticano, pidió la autocrítica que nunca hizo la Iglesia. Durante la declaración no paró de hablar, rió y lloró. “Esa noche yo me quedé en un hotel, me duché, me acosté y me quedé esperando a las chicas: y yo sentí un sable, como un sablazo en mi corazón, pero muy fuerte, la única vez que lo sentí: lo mataron a Miguel Angel, me dije.”
Miguel Angel estudiaba Arquitectura, militaba en la Juventud Universitaria Peronista. “El 28 de mayo toma su té, estaba muy resfriado y se va a la casa de la novia. Es la última vez que lo vi”, dijo. “Yo voy a Devoto y paso la tarde en la casa de mi prima y cuando vuelvo, vi operativos en la calle San Martín y me dije: ‘Dios quiera que Miguel Angel esté en casa o en la casa de su novia María Rosa’. Llegué a casa y más o menos a las diez de la noche recibí un llamado de Cristina, una persona que yo no conocía’.” Cristina, que era la mujer de Roberto, un compañero de su hijo. Le contó que esa tarde iban a estar juntos y en algún momento iban a dejar la casa de los padres de Roberto y tomar un colectivo en Ugarte y Panamericana. “Ese lugar que me quedó grabado –dijo ella–: ahí por supuesto me empecé a poner muy nerviosa, soy muy optimista, pero la realidad es una.”
Lita empezó la búsqueda primero con María Rosa, la novia de su hijo: “Ya era como la una de la mañana, salimos las dos, empezamos a deambular por Santa Fe, a llamar a los padres de María Rosa, y nada. Nos vamos en colectivo a la casa de ella con la esperanza de que estuviera ahí, esperamos hasta la mañana. Salimos y fuimos a ver a los padres de ella, en Villa del Parque, y con el auto nos dirigimos a mi casa”.
En ese cruce de nombres, calles y datos, Lita se detuvo en la escena frente a su casa. Otros compañeros de Arquitectura habían empezado a caer en marzo. La hija más grade de Lita, Adriana, vivía en San Pablo. Durante esos días de rondas en casas de familiares en estado de pánico, patotas que “hicieron un desastre” en casa de una vecina, luego de una prima embarazada y con un niño, Lita que es creyente visitó a un capellán de policía que “con sorna me dijo: ‘Señora no se haga problema, seguramente se haya ido con una chica’ –siguió ella–. ¿Cuál es el otro trámite que puede hacer una persona creyente? No sé si me lo dijo Cata (Lugones) o quién, pero alguien me dijo que fuera a ver a monseñor (Emilio) Graselli”, dijo. A Graselli lo vio por segunda vez a comienzos de agosto del ’76. Había otros esperando. “Cada una que salía lloraba, me tocó casi última. Cuando me recibe, no voy a olvidar nunca que estaba ahí (Adolfo) Tortolo. Y muy suelto de cuerpo me muestra dos cuadernos y dice: ‘¿En qué libro estará su hijo, en el libro de los vivos o de los muertos?’ Lo mira y dice: ‘Yo ya le diría señora que no busque más’. Nunca más lo vi, lo que sí requiero es que sea juzgado, indagado, porque las aberraciones de respuesta que hemos tenido muchos padres es tan tremendo... que es una persona con la que me enfrentaría, no sé de qué manera, a los golpes lo haría.”
En la sala hubo alguna sonrisa. Lita contó parte de la historia de Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas. El primer encuentro en Callao y Corrientes, casi a tientas, después de un llamado en enero de 1977 de Katy Neuhaus, de Madres Línea Fundadora. “La mayoría habíamos empezado con gestiones individuales. Y ella me dijo: ‘Mirá, Lita, tu número me lo dio Cata Lugones. La reunión es muy importante en Corrientes y Callao’, sin decir exactamente el número. Vimos cierta cantidad de gente que entraba a un edifico, en Corrientes 1785, la sede de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, en el 5° J, arriba de la confitería Opera. Y allí había una sala destinada a familiares que necesitaban denunciar el secuestro de los hijos, padres, abuelos, hermanos, una gran cantidad de gente. Cuando me toca a mí, se admiraron muchísimo porque no había hecho un hábeas corpus.”
Todos los días había un grupo trabajando. “Nosotras éramos las viejas, aunque teníamos 45 o 46 años, y todas lo mismo: decíamos mi hijo era estudiante, trabajaba en tal fábrica, o el nieto, había abuelas con los chiquitos que eran los hijos de sus hijos, era una cosa impresionante. Entro directamente a Familiares a hacer el trabajo, hacíamos todo lo que necesitábamos para buscar y poder sentirnos vivos y útiles para nuestros hijos.”
El 24 de abril del ’77 secuestraron a Adriana. Lita no habló del secuestro porque espera hacerlo en su propio juicio. A partir de ese día, a ella le pasó otra cosa. “Quedé directamente ahí para luchar por mis dos hijos y realmente todo el miedo que tuve antes y después con Adriana desapareció, es una sensación que nunca podría explicar. Todas las tensiones y los nervios y el temor desaparecieron. La entrega fue total porque ya me habían sacado todo, por lo tanto la lucha tenía que ser para mis hijos y para el resto.”
Como hizo Baltasar Garzón la semana pasada, cuando le pidió al papa Francisco que abra los archivos del Vaticano, en busca de la información que Juan Pablo II recibió de las personas que lo visitaron durante la dictadura que sufrió la Argentina, Lita dijo lo mismo. “Hay algo me gustaría decir, señor presidente”, le dijo Lita al juez Leopoldo Bruglia. “Y es muy importante: que apenas llegué a Roma me entero de que habían secuestrado a Thelma Jara de Cabezas, que estaba en ese momento viviendo en casa de mi madre. Preparamos una denuncia, la llevé al Vaticano, había que lograr entrar y ahí me atiende un abogado. Pide una ficha y esa ficha tenía mi nombre como denunciante del secuestro de mi hijo y de mi hija. Así que es muy probable que el Vaticano tuviera el archivo más completo de los desaparecidos, esa ficha era de fichero. No podría decir si tenía los datos de los centros clandestinos o en qué lugar los hubieran destinado los militares genocidas.” En la sala, primero levantó la mano un abogado y en vez de hacerle una pregunta le agradeció. Luego lo hizo otra abogada. Cuando la defensa intentó oponerse, la sala completa la aplaudió.

Alejandra Dandan