domingo, 30 de octubre de 2022

Los actos del PO en la semana del presupuesto del FMI y las luchas de los trabajadores


Al momento de escribir este resumen semanal, en la Plaza de Mayo una multitud marcha hacia el acto del Partido Obrero convocado para este sábado 29 a las 16 hs. El acto viene precedido de otros seis realizados en diversas provincias (Córdoba, Salta, Río Negro, Neuquén, San Juan y Mar del Plata) con una enorme concurrencia. Los próximos días se repetirán en Mendoza, Rosario, Bahía Blanca entre otras. 
 Se trata de un intensa campaña del Partido Obrero para fortalecer la lucha de los trabajadores contra la política oficial de ajuste y ataque a las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población. La presencia en los actos de los representantes de las luchas más destacadas del último tiempo, como son las de los obreros del neumático, del movimiento piquetero independiente, de la lucha educativa, etc., le han dado un gran atractivo a los actos del PO y se convierten en un punto de referencia para quienes quieren enfrentar esta grave situación. El compromiso y la acción del Partido Obrero en esas luchas explican también la masividad de los mismos. 
 El acto se realiza apenas unos días después que en la Cámara de Diputados se aprobó holgadamente el presupuesto 2023. Los 180 votos afirmativos revelan el compromiso del conjunto de los políticos capitalistas con el ajuste dictado por el FMI. El presupuesto fue escrito por Kristalina Georgieva y habilita la reducción de partidas presupuestarias claves como educación, salud y ayuda social. Como desarrolla Néstor Pitrola en el editorial de esta semana esta coincidencia en seguir fielmente las exigencias del Fondo es una de las principales razones de la disgregación del oficialismo y, sobre todo, de la oposición. El tratamiento y aprobación del presupuesto acentuaron la crisis política que envuelve a las dos principales coaliciones.
 El presupuesto votado es un compendio de medidas antiobreras y antipopulares. Para las deudas que Edenor, Edesur, y otras distribuidoras de energía eléctrica tienen con Cammesa el presupuesto habilita que se paguen con aumentos de tarifas (por encima de lo planificado y de la inflación). Lo aprobado para niñez y discapacidad presagia una catástrofe, en un país donde el 75% de los chicos de hogares pobres no desayuna. Mientras, votaron para las escuelas privadas exenciones impositivas. A la salud privada (prepagas) el gobierno les habilitó en un año el ¡114! de aumento, lo que está produciendo una crisis en todo el sistema de salud. 
 El gobierno amenazó con poner límites a algunos privilegios como las gastos financieros (eximiciones de impuestos a capitalistas) pero no pasó nada. Se colocó el artículo para que los jueces pagaran ganancias sin ninguna voluntad de que prosperara, por eso no aceptaron el planteo del Frente de Izquierda de dejar afuera del impuesto solo a los trabajadores judiciales.
 Reconociendo la gravedad de la situación social, la ayuda se restringe. El reclamo del bono de $ 45.000 para la indigencia saturó la página y las dependencias de la Anses mostrando el derrumbe social, sin embargo las limitaciones para poder acceder al mismo dejan afuera a la inmensa mayoría de los indigentes. Ferraresi, a cargo del ministerio que se ocupa de la vivienda, renunció en el marco de la estampida de ministros que abandonan el gabinete, y el saldo es que la situación habitacional es más grave que antes que asumiera. Hoy se cumplen dos años del brutal desalojo de Guernica, ejecutado por el trío Berni-Larroque-Kicillof: a pesar de los “compromisos” adoptados en ese momento ni un terreno dieron a los miles que reclamaban un pedazo de tierra para vivir. 
 La conciencia de que todo va a profundizar los ataques a los trabajadores la dio Macri en la presentación del libro Para qué cuando dijo que estaba preparado para los piedrazos, en alusión a la rebelión popular contra sus proyectos de reforma laboral y previsional en diciembre de 2017.
 Seguramente, como la toda clase capitalista y sus políticos, tomó nota de que esto no se aguanta más y que los trabajadores no están “pintados”. Mientras se aprobaba el presupuesto, los médicos residentes y concurrentes de CABA declaraban el paro por tiempo indeterminado y ganaban la calle con multitudinarias marchas. Una aguerrida lucha. Los trabajadores del Hospital Garrahan, dependiente de Nación, después de las jornadas de lucha de la semana anterior anunciaron un paro para el 1 de noviembre. 
 Mientras Yasky votaba el presupuesto del ajuste, la docencia de Buenos Aires, la provincia que gobierna el ultracristinista Kicillof, convocada por la Lista y los Sutebas Multicolor realizaba un parazo de 48 horas, pasándole por encima a Baradel, el socio del diputado y dirigente nacional de Ctera. 
 El viernes la Unidad Piquetera salió a la calle en todo el país contra las exclusiones que dejan a los desocupados fuera del bono de $ 45.000. 
 Los actos del PO están al servicio del impulso y organización de las luchas de los trabajadores contra una situación insostenible y para dar una salida socialista al rechazo masivo a este régimen de hambre, entrega y ajuste. Esta es la estrategia que debe adoptar la izquierda, y en particular el Frente de Izquierda, para que la clase obrera pueda desembarazarse del peronismo e imponga con los métodos de la lucha de clases los reclamos más sentidos de la población y prepare por esa vía las condiciones para un gobierno de los trabajadores. Ese es el Frente de Izquierda que necesitamos. 
 Buen domingo. 

 Eduardo Salas

La China de Xi Jinping: Un monarca para tiempos turbulentos


El XX Congreso del Partido Comunista Chino y sus tensiones El fin de semana que pasó el XX Congreso del PC convirtió al líder de China en un virtual rey sin corona, pero con pretensiones vitalicias. Esto representa una ruptura con el régimen vigente desde los tiempos en que se inició la apertura china y que disponía un máximo de dos mandatos de 5 años. 
 La entronización de Xi Jinping, lejos de ser un síntoma de fortalecimiento, es una manifestación de debilidad del régimen. El refuerzo de las tendencias bonapartistas apunta a consolidar un sistema de poder personal que permite al presidente actuar de árbitro frente a las crecientes tensiones internas y externas que atraviesa el país y que vienen sacudiendo a la elite dirigente china y sus estructuras de poder, empezando por el propio PCCH. 
 Los frentes de tormenta son múltiples. En estas décadas, China se catapultó como una potencia mundial, pero, al mismo tiempo, ese poderío ha ido de la mano de crecientes contradicciones de alcance explosivo. El prodigioso crecimiento ha empezado a chocar con límites. El gigante asiático no ha sido inmune a la crisis capitalista. China ya no es la locomotora que fue en el 2008 cuando permitía neutralizar la declinación de la economía mundial. Por el contrario, 14 años después es una de las fuentes de su agravamiento.
 La desaceleración económica actual no nace con la pandemia sino que ya venía abriéndose paso previamente. El Estado chino procuró contrarrestar esta caída inyectando grandes proporciones dinero en el mercado y con crédito barato. Este enorme rescate estatal, sin embargo, no logró sacarla del atolladero. Por el contrario, dio pie a un endeudamiento incontrolable y a un salto en la especulación. Recordemos que la deuda china casi triplica su PBI y es la que ha crecido en forma más veloz en la última década. La crisis del gigante inmobiliario Evergrande es apenas la punta del iceberg de una gigantesca burbuja inmobiliaria. Es necesario tener presente que el sector inmobiliario es responsable a través de sus ramificaciones del 20 % del PBI y que el colapso ya está actuando como un poderosos factor de freno de la actividad económica. La crisis está lejos de circunscribirse, de todos modos, a un solo sector, y está presente en toda la economía. 
 La pandemia ha agravado lógicamente la situación. XI Jinping en su discurso inaugural no dio señales de relajar los rígidos controles que fueron establecidos para enfrentar el Covid. Recordemos que, hasta el día de hoy, Pekín viene apelando a confinamientos severos, aunque esto sea a costa de la paralización de la actividad económica. El levantamiento de estas restricciones viene siendo materia de una fuerte presión externa por parte del gran capital internacional que ve con preocupación la ruptura de la cadena de suministro y el perjuicio que esto provoca en el movimiento económico global. 
 Este malestar se replica internamente en los círculos empresarios del país. Pero también las restricciones han aumentado el descontento de la población por las crecientes penurias y desigualdad (que, por supuesto, aumentan al quedar parte de los habitantes privados de sus fuentes usuales de subsistencia) y porque ven los controles ejercidos por la burocracia como un instrumento aprovechado para acentuar la represión y la censura en el país. El clima general de regimentación de la vida política y social se ha incrementado sensiblemente bajo los mandatos de XI. 

 Escalada imperialista 

El XX Congreso se celebra en medio de una exacerbación de la guerra comercial y de la tendencia bélica. El desacople chino-norteamericano que asomaba en el 2017 pegó un enorme salto en el segundo mandato del líder chino. Estamos frente a una agresiva escalada liderada por EEUU que tiene como blanco principal a China. La guerra de Ucrania apunta a Moscú, pero es un tiro por elevación contra el gigante asiático. Como telón de fondo está la tentativa del imperialismo de superar su impasse completando el proceso de restauración capitalista, lo cual exige someter a ambos países. Biden no solo mantuvo las represalias de Trump, sino que las ha profundizado. Recordemos que los demócratas dieron continuidad a los aranceles impuestos por el magnate inmobiliario. El XX Congreso se da en momentos en que Washington acaba de imponer prohibiciones severas a la exportación de chips informáticos avanzados y equipos de fabricación de chips a China. Los perjuicios para la industria china son tanto o más dañinos que los dispuestos tiempo atrás contra Huawei. 
 Pero además, esta escalada cada vez más virulenta se traslada al plano militar. Estados Unidos está decidido a utilizar todos los medios, incluidos los militares, para impedir que China desafíe el dominio mundial estadounidense. El gobierno de Biden puso cada vez más en tela de juicio la política de “Una sola China”, bajo la cual EEUU reconoció de facto a Pekín como el gobierno legítimo de toda China, incluyendo a Taiwán.
 Xi dijo que China busca la “reunificación pacífica” con Taiwán, pero que “no excluye el uso de la fuerza como último recurso”. En una crítica apenas velada a Estados Unidos, añadió: “Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto de los chinos, es un asunto que debe ser resuelto por los chinos”.
 La perspectiva de la guerra se extiende como amenaza cierta en el continente asiático (El País, 16/10).
 La escalada imperialista en curso terminó por hacer naufragar las expectativas de una restauración capitalista pacifica en los ex estados obreros. Hay una incompatibilidad entre las ambiciones de las grandes metrópolis capitalistas y los apetitos e intereses de la burocracia y la burguesía nativas que se han ido desenvolviendo en las antiguas economías estatizadas. La restauración capitalista es concebida por el imperialismo como un proceso de colonización económica y política bajo su tutela y control, lo cual colisiona con las pretensiones de autonomía que alientan tanto Moscú como Pekín. 

 Choques y purgas 

El panorama aquí descripto, como no podría ser de otra forma, tiene su impacto en el aparato del Estado. El PCCH, y en general los principales estamentos del poder, no han sido inmunes a las tensiones internas y externas. Aunque no se exprese en forma abierta y reine un gran hermetismo en su interior, están instalados una deliberación, choques y divisiones que fueron creciendo con el tiempo.
 “En el vértice del poder de China hay amplio acuerdo con respecto a mantener la apertura y el desarrollo del consumo. Pero han sido fuertes las fricciones sobre la profundidad que debe adoptar el cambio. Esos desacuerdos tuvieron su reflejo en oleadas de purgas desde que Xi asumió el control a comienzos de 2013” (Clarín, 14/10). 

 Giro dirigista 

Como telón de fondo lo que está en debate es el giro más dirigista que Xi estaría promoviendo. El presidente chino pretende tener el control total de la economía, un ámbito que manejaba el premier. 
 La crisis mundial y la escalada en la que está embarcado el imperialismo ha acentuado las contradicciones de la burocracia dirigente china, que oscila entre adaptarse a las exigencias de una mayor apertura económica y a las leyes de mercado, por un lado, y recurrir al intervencionismo estatal para pilotear un descalabro económico y evitar que la situación social se desmadre, por el otro. En la conciencia de la cúpula dirigente china está latente la amenaza que representa la clase obrera cuyo descontento ha ido en aumento a medida que crecen la inflación, la desocupación y el parate económico. 
 La consigna que ha pasado a presidir el discurso oficial es la “prosperidad común para todos”. Hay una preocupación fundada de los jerarcas chinos por la creciente desigualdad, una tendencia que podría desestabilizar al país. El impulso a la “prosperidad compartida” abarca, según la prédica gubernamental, desde el freno a la evasión fiscal y la limitación de las horas que pueden trabajar los empleados del sector tecnológico hasta la prohibición de las clases particulares con fines lucrativos en materias escolares básicas. Tengamos presente que China es una de las sociedades más desiguales del mundo. Los habitantes de la quinta parte de los hogares chinos disfrutan de una renta disponible más de diez veces superior a la de la quinta parte inferior, según las cifras oficiales. El 1 % más rico posee el 30,6 % de la riqueza de los hogares, hay 600 millones de pobres que viven con apenas 1.000 renminbi al mes (154 dólares). La retórica “social” va unida a la enorme regimentación ya señalada. 
 Conjuntamente se han reforzado los controles y regulaciones sobre la actividad privada. Recordemos la nueva legislación de regulación de los monopolios puesta en marcha por el gobierno y la injerencia del PCCH en la vida y el funcionamiento de las empresas privadas. Grandes empresas, como JD Digits, Ten cent, Baída y Rufas reestructuraron y restringieron su operatoria para evitar represalias. En ese contexto, las tensiones con la burguesía china han ido en aumento. 
 El PC chino, resumiendo, ha buscado tener una intervención más activa en las decisiones de negocios. El gobierno chino viene apelando a la persecución directa, encarcelamiento y hasta la desaparición de prominentes hombres de negocios de la floreciente burguesía de su país. 
 La intervención creciente del Estado chino, que como vimos, coexiste con la apertura de la economía, tiene como propósito salvar la restauración capitalista. De ningún modo está dirigida a suprimirla. Pero ese arbitraje excepcional del Estado, contradictoriamente, es una fuente de choques con el gran capital internacional y con la propia burguesía china que creció a la sombra y bajo la protección de la elite dirigente oficial. Lo cual, a su turno, es un indicador del carácter inconcluso de la restauración capitalista. 

 El destino de China 

La crisis china es un componente cada vez más gravitante de la crisis mundial capitalista. A las contradicciones explosivas de la economía mundial capitalista se le unen las propias del gigante asiático. Ingresamos en un escenario convulsivo de la historia china, cuyo desenlace estará signado, como ya ocurrió en el pasado, por la lucha de clases nacional e internacional. 

 Pablo Heller

Haití, ante la amenaza de una nueva ocupación imperialista


Marcha contra la intervención imperialista

 El 17 de octubre, miles de personas se movilizaron en el país caribeño para rechazar la amenaza de una nueva intervención militar extranjera. Tanto el gobierno de Ariel Henry como el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, han dejado abierta esa posibilidad. 
 El jerarca de la ONU ya lo había insinuado en declaraciones periodísticas el mes pasado, cuando condenó las movilizaciones populares que rechazan la duplicación del precio de los combustibles. Y ahora volvió a la carga, proponiendo la acción de una fuerza militar.
 El gobierno haitiano, en tanto, elevó a la ONU un pedido que va en la misma dirección. Y un exjefe de la Minustah (la fuerza desplegada entre 2004 y 2017), el chileno Mariano Fernández, propuso una “acción militar relámpago” (Listín Diario, 21/10). 

 Pretextos 

Los pretextos son dos: el accionar de las bandas criminales, que controlan parte del país, y la ayuda humanitaria (el mismo que se usó para justificar la intentona golpista de Juan Guaidó en Venezuela). El objetivo real es preservar la expoliación imperialista del territorio.
 “Yo creo que no solo necesitamos fortalecer la policía, fortalecerla con capacitación, con equipamiento, con una serie de medidas adicionales, sino que en las circunstancias actuales, necesitamos realizar una intervención armada para abrir el puerto y crear un corredor humanitario para la entrega de ayuda”, señaló Guterres (Democracy Now, 18/10). El principal depósito de combustibles del país, la terminal petrolera de Verraux, se encuentra bloqueado desde hace un mes. Según algunos medios, por las milicias de Barbecue, el más destacado de los jefes de las pandillas.
 Pero lo cierto es que estos grupos crecieron al abrigo de los últimos gobiernos del PHTK (los “cabeza rapada”), y de la propia misión imperialista, como lo reconoce nada menos que la OEA. “Bajo ese paraguas de la comunidad internacional fermentaron y germinaron las bandas criminales que hoy asedian al país y a su pueblo, bajo ese paraguas germinó y se gestó el proceso de desinstitucionalización y de crisis política que hoy vivimos”, dice un comunicado del 8 de agosto. Por el momento, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un bloqueo parcial en el envío de armas y sanciones a los jefes de las pandillas. Estados Unidos y Canadá, en tanto, enviaron vehículos blindados a la Policía Nacional. 
 El pueblo haitiano se opone a una nueva intervención militar porque tiene presentes las consecuencias catastróficas de la ocupación de la Minustah, impulsada por el imperialismo y nutrida por los soldados enviados por los gobiernos latinoamericanos, varios del arco “nacional y popular” (como Kirchner y Lula). Estas fuerzas hostigaron a la población civil, practicaron violaciones y reintrodujeron el cólera, que dejó 800 mil casos y 10 mil muertes entre 2010 y 2019 –ahora se acaba de producir un nuevo brote.
 “Los últimos 20 años de presencia de la comunidad internacional en Haití significan uno de los fracasos más fuertes y manifiestos que se haya implementado y ejecutado en ningún marco de cooperación internacional”, insiste la OEA en el texto ya mencionado. 
 Una nueva operación extranjera solo agravaría la ya dramática situación de Haití, el país más pobre del hemisferio.

 El panorama político 

El gobierno de Ariel Henry sucedió al de Jovenel Moïse, del mismo partido, quien fue asesinado en 2021. El caso nunca fue esclarecido. 
 La oposición desconoce la legitimidad del primer ministro en funciones y las negociaciones entre las partes nunca han avanzado. 
 En agosto de 2021, una plataforma de sectores políticos, sindicales y empresarios contrarios a Henry forjó los Acuerdos de Montana, que llevan ese nombre por el hotel en que fueron suscriptos. Dicho espacio votó un primer ministro, Fritz Jean (un viejo funcionario del área económica que pertenece a la derechista Unión Patriótica –Unité) y un presidente, Steven Benoit (Liga Alternativa por el Progreso y la Emancipación Haitiana, LAPEH, del excandidato presidencial Jude Célestin), a modo de transición. Además, aprobó un consejo de 27 delegados que debía actuar como una suerte de Poder Legislativo (el actual está acéfalo, excepto por un puñado de senadores). Pero Montana no logró nunca concentrar el poder real. 
 Ante el debate de una fuerza extranjera, la Oficina de Seguimiento de los Acuerdos de Montana se pronunció en contra, debido a que tendría un carácter “contraproducente”, si bien se mostró proclive a aceptar el apoyo logístico (Resumen Latinoamericano, 15/10).
 El conglomerado se postula como interlocutor con la “comunidad internacional”, pero tanto Washington como la Unión Europea priorizan a Henry y reclaman, en todo caso, un acuerdo entre las partes. 
 Otro referente de la oposición, el exsenador Jean-Charles Moïse, líder de Petit Dessalines (que estuvo entre los promotores de las marchas de la semana pasada), acaba de estrenar una alianza llamada Consejo de Transición del Pueblo Soberano, que votó una directiva de nueve miembros. El vice, Edgard Leblanc, es un dirigente de la Organización del Pueblo en Lucha (OPL, ex Lavalas), grupo que también integra los Acuerdos de Montana (Le Nouvelliste, 24/10). Moïse es, dentro de la oposición, el más crítico de Henry, e impulsó también una manifestación frente a la embajada estadounidense. 
 El mapa opositor se completa con el Fanmi Lavalas, el partido del expresidente Bertrand Aristide. Esta organización se retiró de los Acuerdos de Montana a fines de enero (ídem, 31/1). Sus afiliados se movilizaron en Puerto Príncipe a mitad de año proponiendo a su líder como cabeza de un gobierno de transición. 

 Solidaridad 

Está planteada la más amplia solidaridad con el pueblo haitiano frente a la amenaza de una nueva invasión. En Argentina, el Comité de Solidaridad por el Fin de la Ocupación de Haití impulsa una radio abierta el jueves 27 y para el lunes 31, una movilización a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, desde Plaza Italia. 
 Abajo la intervención imperialista y el gobierno de Ariel Henry. Anulación de los tarifazos. Por un gobierno de los trabajadores.

Gustavo Montenegro

"Aníbal Fernández es uno de los responsables políticos del crimen de Mariano" // Romina Del Plá

sábado, 29 de octubre de 2022

Una plaza de los que luchan contra el ajuste // Néstor Pitrola en C5N

Acto del Partido Obrero en Plaza de Mayo // Una plaza de los que luchan contra el ajuste

Cacería de mapuches en Bariloche


Hoy sábado 29 de octubre, en medio de una nevada anunciada, Bariloche amaneció recorrido por vehículos de la policía federal que son parte del comando unificado. Se hicieron cinco allanamientos en distintas viviendas de algunos integrantes de la Lof Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi y de otras comunidades en el marco de una causa federal, según se informó.
 La orden fue dictada por el fiscal de Neuquén Adrián de Lillo por la causa de los incendios de cuatro máquinas viales en Villa La Angostura que se le atribuyen a la RAM, Resistencia Ancestral Mapuche. Sucedió el 14 de octubre, dos días después de la visita del presidente a Neuquén y una semana después del desalojo de la comunidad Lafken Winkul de Villa Mascardi. 
 Las comunidades mapuche denuncian una verdadera cacería de sus integrantes. Les secuestraron los celulares, los amedrentaron, les revisaron todas sus pertenencias. El allanamiento pretendía encontrar material ligado a la RAM y acobardar al pueblo mapuche, criminalizarlo y judicializarlo.
 El entramado de negocios inmobiliarios y turísticos capitalista es la causa del propósito de expulsión del pueblo mapuche tehuelche de esta región privilegiada por la naturaleza al mismo tiempo que la crisis terminal de la tierra y vivienda que sufren sus habitantes. 
 La extranjerización de la zona que viene denunciándose no se refiere sólo a Joe Lewis en Lago Escondido, sino también a capitales de los Emiratos Árabes quienes poseen 21.000 hectáreas de la zona andina. El entramado mencionado incluye al empresario inmobiliario de Bariloche Nicolás van Ditmar, el testaferro de Joe Lewis y a los hermanos Mindlin quienes compraron tierras en forma irregular pero fueron “perdonados” por el gobierno de Río Negro. Luego pasaron sus adquisiciones a otros testaferros que las transfirieron a los capitales árabes (Cohete a la Luna). 
 Las intervenciones agresivas por parte de estos capitales son muy preocupantes: cotos de caza, construcciones de las Mil y Una Noche de piedra y cristal con la consecuente destrucción de la naturaleza agreste. 
 Por otro lado hay más de cien comunidades de la región que esperan ser relevadas desde 2012, una demora inaguantable. El ataque a las comunidades y sus voceros no cesa. Hace diez días allanaron la casa de un periodista, Oscar Moreno por orden de un juez que recibió una denuncia del abogado Ernesto Saavedra, defensor de los asesinos de Elías Garay, integrante de la lof Quemquemtrew, muerto en Cuesta del Ternero este verano.
 Basta de hostigamiento a los pueblos originarios que luchas por tierra y vivienda. Libertad a las presas mapuches. Restitución de los territorios de Mascardi. Fuera el Comando Unificado de Bariloche. 

 Elena Florín 
 29/10/2022

La puerta giratoria de las PASO

El proyecto para derogar las primarias abiertas y obligatorias ingresó al Congreso apenas unas horas después de la sanción “unitaria” del presupuesto 2023. La escalada de choques políticos al interior de oficialistas y opositores que se desató en cuestión de horas, demuestra que el presupuesto sólo los unificó en un propósito: poner en pie un plan de guerra contra los trabajadores. Más allá de esto, la fragmentación recorre a todos los bloques políticos.
 El kirchnerismo, a través de Wado de Pedro, supone que con la suspensión de las PASO podría imponer al futuro candidato a presidente del oficialismo. Señaló que “el 100% de los gobernadores está de acuerdo con la suspensión”. Kicillof ensaya un operativo clamor detrás de “Cristina candidata”. Teniendo en cuenta que Máximo K descartó la postulación de su madre, es probable que Kicillof sólo apunte a obturar una candidatura de De Pedro, un frecuentador de la AmCham y del mundo empresario “nacional”. 
 Máximo Kirchnner se encargó, por otro lado, de fulminar la pretensión de Alberto Fernández de pelear la candidatura a través de una PASO: “un presidente en actividad no debería someterse a un escrutinio”. En cualquier caso, puso de manifiesto que un candidato del peronismo-kirchnerismo debería ser arbitrado por Cristina, ya sea para que ocupe ella misma el cargo o para que nomine al que corresponda. La prevención de Máximo hacia Alberto F. no valdría para el gobernador Kicillof y para los intendentes bonaerenses. Por eso, la suspensión no incluye a Buenos Aires y a su ley de internas abiertas. 
 Naturalmente, la suspensión, por sobre todo, apunta a la oposición que podría fracturarse si no logra dirimir sus candidaturas por medio de internas. La movida tiene sus contradicciones, porque la movilización política que desate una interna opositora autopromovida podría transformar a la suspensión de las PASO en un tiro por la culata. 

 Alberto, Massa 

Los observadores políticos no toman demasiado en serio las pretensiones reeleccionistas de Alberto y tampoco una candidatura de Massa. Pero detrás de las múltiples fracturas operan tentativas de reagrupamiento que tienen como base a poderosos intereses capitalistas. Los gobernadores pejotistas, como se ha dicho tantas veces, intentan desdoblar sus comicios provinciales para despegar sus aspiraciones reeleccionistas de los inciertos comicios nacionales. Pero otra cosa es suponer que se desentienden de la disputa presidencial. Los gobernadores han abrochado un abanico de acuerdos con los capitalistas del litio, el petróleo, el agronegocio y otras industrias decisivas. Esos acuerdos en los distritos no pueden abstraerse de quién presidirá el próximo Ejecutvo. Un buen número de gobernadores apuesta por Massa. CFK podría encabezar la lista bonaerense. Después de todo, acaba de votar el presupuesto del súper-ministro. 
 Alberto Fernández ofrece como zanahoria para el apoyo a su candidatura, la integración al futuro gobierno de elementos fuertemente ligados al capital internacional, como son Aracre -ex CEO de Syngenta- y Daniel Herrero, ex de Toyota. Massa ya ha movilizado a su favor a gran parte del 'establisment' político y financiero de Estados Unidos. De Mendiguren acaba de viajar a los Estados Unidos para destrabar restricciones comerciales a las exportaciones de Techint y de los exportadores de citrus, entre otros. 
 Los límites de todas estas movidas están a la vista: ocurre que el plan de guerra contra las masas no resuelve la crisis financiera del Estado, originada por la carga monumental de la deuda pública. Una calificadora de riesgo bajó todavía más la puntuación de Argentina, a default potencial. 
 La suspensión de las PASO, más allá de las maniobras de corto vuelo que conlleva, es una tentativa de allanar el tránsito de esta crisis, ahorrándole la deliberación política que implica una serie de elecciones sucesivas. Por encima de la cuestión electoral, todos los bloques de la burguesía temen como la peste a una intervención histórica de la clase obrera.

 Marcelo Ramal
 28/10/2022

San Miguel, un feudo oscurantista a la vista de Todos y Todas

Niegan la interrupción voluntaria del embarazo a una mujer de 28 años.

Camila, una trabajadora de 28 años, madre de dos hijos, fue víctima de un ataque del municipio de San Miguel, principal reducto del oscurantismo clerical en el conurbano. Al querer realizarse un aborto, buscó asesoramiento telefónico en la salita municipal Camila Rolón, donde la citaron para una entrevista presencial. El único objetivo de esa entrevista era convencerla de no realizarse el aborto, sin ningún tipo de asesoramiento ni atención médica. Camila finalmente pudo realizar la IVE en la Maternidad Estela de Carlotto, del distrito de Moreno, pero más allá como se resolvió este caso particular, es necesario observar el andamiaje de responsabilidades políticas que no se agotan en San Miguel. 
 Las caras visibles de este ataque a los derechos de las mujeres en San Miguel son Jaime Méndez, intendente, y su jefe político, Joaquín de la Torre, quien se ubica a la derecha en la interna del macrismo, de la mano de Patricia Bullrich, anotándose y posando con todas las expresiones fascistas de la región y del mundo. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en la visita al distrito de San Miguel de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasilero, quien disputa su candidatura como legislador por el estado de San Pablo en el marco de una visita de los bolsonaristas a la Argentina. De la Torre está jugando fuerte en la interna de JxC con una posición definida y se postula como uno de los candidatos más sólidos de la ultraderecha. La ofensiva antiderechos que llevan adelante en su patio chico tiene objetivos políticos concretos. Por un lado presentase a los sectores a los que apunta como un cruzado, pero con acciones de gestiones concretas, que no quedan en palabras, y por el otro mostrar la debilidad de los gobiernos nacional y provincial, exponiendo su inacción en estos temas. Otro ejemplo de esto es que en San Miguel no ser pañuelo celeste es motivo de persecución y despido de las trabajadoras de la salud. En el 2018 despidieron a una trabajadora social y una obstetra por estar a favor de la legalización del aborto. La pasividad cómplice de los de los gobiernos “nacionales y populares” de los Fernández y Kicillof en estos temas es apabullante. 
 El argumento principal para no realizar el aborto es la objeción de conciencia, concedida a estos sectores en la misma ley de aborto legal. Por ejemplo, Pablo de la Torre, secretario de salud de San Miguel y hermano de Joaquín, se ampara en su “derecho” y en sus redes expresa que “el aborto es ilegal. No cuenten con nosotros. Los médicos salvamos vidas". Impulsa campañas públicas para que se respete la objeción de consciencia. 
 Otra consecuencia que se desprende de esta política es, como cuenta Jesica Rojas, licenciada en trabajo social, y parte del equipo interdisciplinario de interrupción legal del embarazo de la maternidad Carlotto, “que en este momento en San Miguel no hay ningún equipo al que se pueda derivar a personas gestantes ni en salas ni en el Hospital” (Página/12, 5/9). Esto implica que las mujeres que quieran informarse o acceder a la IVE tengan que trasladarse a otros municipios, como arroja una publicación del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires: “El municipio de San Miguel no cuenta con prácticas registradas de IVE/ILE, dada la ausencia de establecimientos que lo garanticen dentro del mismo. En el año 2020 se notificaron 82 situaciones con municipio de residencia en San Miguel, resueltas en otros municipios. En el año 2021 hubo 398 prácticas de IVE/ILE en personas con domicilio en San Miguel que se resolvieron en otros municipios”,  dice el informe. 
 En San Miguel la política de negar el derecho a cualquier mujer a interrumpir su embarazo no es una decisión practicada en las sombras, sino una política sistemática y difundida, que convive a plena luz del día con la inacción cómplice de los gobiernos K en todas sus variantes. Una explicación de esta complicidad pasiva es su propia debilidad política, por un lado, y la intención de no levantar polvo en un sector de la población (electorado) a los que también ellos interpelan. El sostenimiento del ministro Berni es un ejemplo de esta política.
 Debemos seguir movilizadas para hacer efectivo el cumplimiento del aborto legal y el único camino es la autonomía total de todas las fracciones patronales, es decir, avanzar en la organización, la independencia política y la movilización.

 Carla Díaz 
 29/10/2022

viernes, 28 de octubre de 2022

El dia que el Kirchnerismo votó el presupuesto del FMI

Google, YouTube y la «moralfare»


En marzo de 2022, un mes después del inicio de la guerra en Ucrania, el gigante Google, dueño de YouTube, advirtió a los productores de contenido (aunque con derechos cosméticos, son los principales empleados de la superplataforma; quienes logran al menos 1.000 subscriptores y 4.000 horas de visualizaciones reciben el primer dólar) que tengan cuidado con sus productos audiovisuales y se abstengan de expresar alguna idea u opinión que “explota, descarta o aprueba” la guerra en Ucrania.
 Naturalmente, ninguna de estas advertencias fue nunca ejercida para las guerras lideradas por la OTAN, ni siquiera las más recientes en Medio Oriente y Noráfrica. Por el contrario, la brutal invasión de Irak en base a “información falsa” y narrativas para niños, la que dejó un millón de muertos, millones de desplazados y medio continente sumido en el caos más violento que se hubiese podido imaginar, fue apoyada por estos mismos medios en base, por ejemplo, al “Patriot Act” aprobado en Washington en octubre de 2001, por el cual ni siquiera estaba permitido publicar las fotos de los muertos propios retornando al país ni los muertos ajenos hundiéndose en el olvido; por otra parte, se exigía que cada reporte “desde el lugar de los hechos” fuese acompañado con la repetida referencia al ataque de las Torres Gemelas. 
 Por no mencionar guerras más recientes, masacres, bombardeos sistemáticos de drones, matanzas ocultadas a la opinión pública, rebeliones inoculadas o secuestradas, magnicidios de dictadores o líderes rebeldes, como el de Muamar el Gadafi, y más violaciones en curso de los derechos humanos por parte de gobiernos poderosos, como los abusos y exterminios en masa de los pueblos en Yemen, Siria y Palestina.Una forma sutil y por demás efectiva de censura de los pequeños y grandes productores de contenido cultural, de entretenimiento o de noticias en YouTube, consistió en la mejor estrategia de censura que cualquier sistema democrático o dictatorial conoció en los últimos siglos, desde el Panóptico de Jeremy Bentham en el siglo XVIII hasta el miedo de los usuarios de que la CIA o la NSA y otras agencias secretas estén vigilando sus actividades en Internet, pasando por innumerables dictaduras, como las dictaduras militar-capitalistas en América Latina durante el siglo XX. 
 En este caso, la autocensura comenzó con la amenaza, por parte de Google y YouTube, de una desmonetización. Es decir, eres libre de pensar lo que quieras, pero si dices algo con lo cual no estamos de acuerdo, dejaremos de pagarte por tu trabajo y no hay gremio que pueda defenderte. De hecho, es lo que le ocurrió a muchos de los periodistas independientes en la plataforma, algunos de los cuales son mis amigos.En otras palabras, las mega plataformas, nacidas y con residencia legal en Estados Unidos, no respetan siquiera la constitución de su país, la cual, en su Primera enmienda, garantiza la libertad de expresión, sin importar si ésta es la expresión del KKK o de los nazis, neonazis y renazis. Hecho que resulta en una grave contradicción al derecho extraterritorial de las mismas leyes estadounidenses que se aplican, incluso, en países como China, en las instalaciones de compañías como Apple o Microsoft, como si tuviesen inmunidad diplomática. 
 Google remató su amenaza con el siguiente sermón moral, propio de la doble vara de las grandes potencias y de las grandes corporaciones: las políticas de la empresa se violan cuando, por ejemplo, se publica “contenido peligroso o despectivo… que incite a la violencia o niegue eventos trágicos” en Ucrania. Si existe un lawfare, está claro que los poderosos de siempre han inventado un moralfare (sobre todo en empresas privadas que escriben sus propias leyes) para secuestrar principios caros a los de abajo. 
 Las víctimas son víctimas en cualquier caso (desde el Sahara hasta Madrid, desde Libia hasta Paris, desde Sud África y el Congo hasta Londres y Bruselas, desde Guatemala y Chile hasta Washington, desde Siria y Palestina hasta Ucrania), pero la moralfare se usa solo para compadecerse y apoyar con toda la fuerza de los medios, la propaganda y la narrativa internacional, a unas víctimas e invisibilizar a otras. 
 La mafia de las corporaciones del Primer Mundo son un pulpo con tentáculos globales y todas tienen un factor común: dinero, medios y poder. La selección de Rusia fue excluida del mundial de fútbol de Catar de 2022, sin que nadie se horrorice por los 7.000 inmigrantes muertos para preparar la fiesta mundial del fútbol en esa petrodictadura del Golfo Pérsico, donde, como en Arabia Saudita, no hay espacio para la indignación de las mujeres oprimidas ni indignación de las mujeres de la OTAN por razones mediáticas y estratégicas. 
 La misma FIFA fue cómplice del fascismo italiano que hizo posible la obtención de los campeonatos de fútbol en 1934 y 1938; el mismo caso de Argentina 1978, cuando la brutal dictadura del general Videla no fue castigada sino premiada por la mafia internacional. Estados Unidos participó del mundial de 2002 en Corea del Sur y Japón, pese a los masivos bombardeos, torturas y masacres en Irak.En 2011 el jugador de fútbol del Sevilla, Frederic Kanouté, fue sancionado por mostrar su apoyo al pueblo palestino. Apenas iniciada la guerra en Ucrania, todas las transmisiones de los partidos de la popular y poderosa La Liga española fueron acompañadas sin tregua por una bandera de ese país al lado del cronómetro, como forma de solidaridad ante la agresión de un país más fuerte (los medios informan de una guerra de Rusia contra Ucrania, no la más obvia guerra de Rusia contra la OTAN). Clubes de fútbol europeos, como el Atlético de Madrid, iluminaron sus estadios con los colores de la bandera ucraniana, por lo cual recibieron felicitaciones por su acto de heroísmo y solidaridad con los Derechos Humanos. Lo mismo ocurrió en otros estadios, como el Wembley de Inglaterra. En muchos partidos de la también poderosa Premier League de Inglaterra, los jugadores fueron obligados a entrar al campo de juego con la bandera ucraniana, como signo de neutralidad deportiva.Como lo estableció y practicó el padre de la propaganda moderna, Edward Bernays, la mejor forma de administrar una democracia es diciéndole a los ciudadanos lo que deben pensar. “La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en una sociedad democrática”.
 Según un informe de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) publicado en 2022, “la Corte Suprema de los Estados Unidos reconoció en 1936 que ‘un público informado es la más poderosa de todas las restricciones contra los abusos del gobierno. Sin embargo, hoy en día, gran parte de los asuntos de nuestros gobiernos se llevan a cabo en secreto. Existe una multitud de agencias secretas, de comités secretos del Congreso, tribunales secretos e, incluso, existen leyes secretas. Este estado secreto en permanente expansión representa una amenaza seria a la libertad individual y socava la misma noción de gobierno de, por y para el pueblo”. 

 Jorge Majfud | 17/10/2022 | 

 Nota: Este texto forma parte del próximo libro del autor, Moscas en la telaraña (2024).

Voluntarios argentinos en la guerra de España

Mujeres y varones, anarquistas, comunistas, trotskistas. En el frente y la retaguardia. 

 Hubo un número importante de voluntarios argentinos o que, sin serlo, eran residentes en el país antes de la guerra. Durante mucho tiempo se pensó que habían sido muchos menos, en buena medida porque se asimilaba la condición de voluntario con la de miembro de las brigadas internacionales. Por diversas razones, la mayoría de los argentinos que fueron a España se enrolaron en otras unidades, y sólo una minoría lo hizo en las brigadas. En las obras tradicionales sobre los internacionalistas, casi no aparecen los argentinos. Más en general, la atención se dirige a los europeos y los norteamericanos (de Estados Unidos y, en menor medida, de Canadá), quedando un poco en las sombras los procedentes de otros países. 
 En los últimos años se han efectuado estudios específicos en torno a la presencia argentina en la guerra de España, que han llevado a establecer que varios centenares de nativos o residentes argentinos tomaron parte de una u otra manera en el conflicto. En particular un grupo de jóvenes historiadores ha generado varios trabajos, entre ellos dos libros, Voluntarios argentinos en la guerra civil española, y Voluntarios judeoargentinos en la guerra civil española, ambos repetidamente citados en estas páginas.
 A poco de iniciarse la contienda, se formó en Buenos Aires un Comité Provisional de Reclutas Voluntarios para defender la República. La embajada española “acogió con agradecimiento estas muestras de adhesión a su causa, pero hizo poco por concretar los traslados a los frentes de combate.” No sería gracias al canal diplomático y consular que se concretaría el viaje a España de quienes deseaban luchar por los “leales”, fuera en el frente o en los servicios de retaguardia. Los sectores más cercanos a las autoridades diplomáticas hispanas, sobre todo socialistas y republicanos “moderados”, acompañaron esa actitud y no estimularon mayormente el reclutamiento. 
 Lo cierto es que, según quienes más han investigado este tema, los voluntarios argentinos constituyeron el segundo contingente latinoamericano, sólo aventajado en número por los cubanos. Hay comprobados setecientos cuarenta casos, número que los constituye en el segundo contingente latinoamericano en importancia, después de los cubanos. Nuevas indagaciones en archivos podrían elevar la cantidad a ochocientos o incluso a mil. 
 Parte de ellos se desempeñaron como combatientes en los diversos frentes. Otros actuaron en variados servicios auxiliares, desde la sanidad hasta las tareas de traducción o el periodismo en las organizaciones obreras o partidarias. Afirma Jerónimo Borágina, investigador acerca de los voluntarios procedentes de Argentina: “…los argentinos han participado en todo tipo de tareas; ayudaron en las organizaciones de la estructura estatal, política y sindical; fueron dirigentes de agrupaciones; traductores en los frentes en unidades militares o en delegaciones soviéticas; enfermeros, médicos, organizadores de logística, oficiales, soldados…” 
 Como adelantáramos, al hablar de voluntarios extranjeros que entraron en combate, suele pensarse solamente en los miembros de las Brigadas Internacionales. No hay tal identificación. Una parte de los argentinos, en particular anarquistas y algune trotskista, combatieron en unidades de milicianos afines a su ideología, diferente a la comunista que predominaba en las Brigadas. 
 Otros, muchos de ellos comunistas o afines a esa orientación, se incorporaron directamente en el Ejército Republicano, ya que la identidad idiomática y la proximidad cultural hacían plausible “disimularlos” como oficiales o soldados del ejército español, eludiendo así todo reproche ante las políticas de “no intervención”.
 La táctica consistía sencillamente, en incluir a los latinoamericanos en el Ejército Popular, donde serían irreconocibles, no sólo por el idioma, sino por la proximidad cultural que había entre españoles y sudamericanos.
 Este camuflaje serviría para despistar al Comité de No Intervención y no generar sospechas dentro de las unidades españolas. Cabe añadir que algunos de los voluntarios procedentes de Argentina eran españoles para las leyes peninsulares, en razón de descender de personas de ese origen. 
 Con todo, hubo un número importante que sí revistaron en las Brigadas, en particular en la Lincoln, de predominio norteamericano, que contaba con un batallón de “hispanos” (Spanish Batallion. Nº 24), allí eran más de cincuenta, que participaron como soldados, cabos, chóferes, y también algún comisario político y médico. Le siguen en cantidad la XII Brigada integrada por italianos, con veinte argentinos y la XIV, francesa, con once.
 Mucho tuvo que ver en la dispersión de los argentinos o hispanoargentinos, el que ingresaban a España con documentos falsos que los hacían pasar por ciudadanos españoles “…los problemas consistían en conseguir el dinero necesario para el viaje y la documentación personal que nos acreditara como ciudadanos españoles ya que gracias a la política imperante en Europa de la No Intervención no se permitía el paso a España de los que no fueran ciudadanos de ese país.”

 ¿Quiénes fueron? Unos pocos ejemplos. 

 Vale la pena tomar unos pocos casos de varones y mujeres procedentes de nuestro país, que colaboraron en el esfuerzo de guerra, algunxs en las trincheras, otros en las múltiples tareas de apoyo que ya fueron mencionadas. Los incluimos en orden alfabético. 
 Fanny Edelman. Militante comunista, viajó con su esposo Bernardo, en septiembre de 1937. La asignaron al Socorro Rojo para trabajo de intendencia detrás de las trincheras. Tomó contacto con otras mujeres voluntarias como Matilde Landa y Tina Modotti, de acción destacada durante la guerra. En abril de 1938 abandonó España. De regreso a Argentina fue durante décadas una dirigente de primera línea del Partido Comunista de Argentina. Su libro Banderas, pasiones, camaradas dedica un extenso pasaje a su participación en la guerra. 
 Mika Feldman, más conocida como Etchebehere, por el apellido de su marido. En Argentina había pertenecido al comunismo disidente conocido como “chispista” (Partido Comunista Obrero) y ya en Europa había estado en Alemania, donde asistió a la toma del poder por Hitler. A diferencia de otras mujeres, se desempeñó en el frente de combate, llegando a revistar como capitana, el cargo más alto a que llegó una mujer extranjera en la guerra, en las milicias del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). En el primer combate en que participó, en Atienza, fue muerto su marido, Hipólito. Ella continuó la lucha y logró retirar con éxito a su compañía, cercada en Sigüenza. Luego se incorporó a la defensa de Madrid, en Pinera de Húmera y Cerro del Águila. 
 En tiempos de la ilegalización del POUM fue arrestada bajo las entonces comunes acusaciones de trotskista y “agente del enemigo”. Por ella intercedió Cipriano Mera, anarquista de alto rango en el ejército republiccano y fue liberada, pero ya no pudo volver al frente.
 Siguió colaborando con el esfuerzo de guerra hasta las vísperas de la caída de Madrid. Muchos años después publicó Mi guerra de España. Testimonio de una miliciana al mando de una columna del POUM,un bello testimonio sobre su participación en la contienda. Siguió en la militancia de izquierda, con participación incluso en el llamado “Mayo Francés” en 1968. 
 Raquel Levenson. Junto a su pareja Juan José Real parten hacía España en abril de 1937. Raquel ingresa a la Dirección Nacional de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) como propagandista y organizadora. Su misión era recorrer los diferentes frentes y retaguardias para la propagación de la ideología comunista mediante la redacción de volantes y documentos, el adiestramiento de soldados y la arenga pública. En enero de 1939 Cataluña cae ante las tropas sublevadas y Raquel, quien se encontraba en Barcelona embarazada de su hijo Alberto, logra abandonar España en un barco inglés en dirección a Argelia donde es encerrada en un campo de concentración. Sin embargo, por su condición de dirigente comunista, la militante argentina logró marcharse de la colonia francesa en un barco soviético que se dirigía a Odessa.
 Jacobo Maguid no estuvo en el frente de combate. Su rol fue el de uno de los intelectuales más destacados entre los voluntarios argentinxs. Hijo de judíos ucranianos, participó en 1935 en la fundación de la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA), y como delegado de esa organización viajó a España, en noviembre de 1936. Dirigió durante dos años el periódico de la Federación Anarquista Ibérica, Tierra y Libertad. Se retiró al final de la guerra y terminó internado en Argelés-sur-Mer. Ya antes del final, le fue encomendado redactar unas memorias sobre el conflicto. En 1994, publicó un libro, La experiencias de colectivización realizadas durante la guerra civil. Al año siguiente aparecieron con el seudónimo de Jacinto Cimazo, sus escritos reunidos en Recuerdos de un libertario: sesenta relatos de la militancia, testimonios que abarcaron su paso por España. Publicó asimismo un libro sobre las acciones anarquistas en el proceso revolucionario Revolución Libertaria Española (1936-1939).
 Benigno Mochkofsky, alias “Comandante Ortiz”. Estuvo en España desde 1934 como integrante del Socorro Rojo Internacional y, apenas iniciada la Guerra Civil, se incorporó al 5º Regimiento como comandante y participó activamente en la conformación del Batallón Thaelmann, ingresando luego al Ejército Popular para comandar la XXIV Brigada. Siempre al frente de su tropa, el Comandante Ortiz participó en la defensa de Madrid y combatió en Talavera de la Reina, Toledo, Jarama, Brunete y el Ebro, hasta la caída definitiva de Cataluña. En el momento de la retirada de los brigadistas internacionales, fue puesto a cargo de esa evacuación. Con la derrota de la República, Mochkofsky junto con otros argentinos debió cruzar los Pirineos hacia Francia, donde fueron internados en Saint Cyprien. Liberado del campo de concentración, regresó a Argentina en 1940 para trabajar como obrero metalúrgico, fue encarcelado junto a otros 250 militantes comunistas en la isla Martín García, entre 1944 y1945. Ana Piacenza. Abogada anarquista. Participa en la organización libertaria “Mujeres libres”, y colabora en Tierra y Libertad. Participa en el “Manifiesto dirigido a todos los anarquistas de la Argentina”, en diciembre de 1937, suscrito por los delegados de la FACA. Regresa poco antes de concluir la guerra.
 Simón Radowitsky. El célebre ejecutor del comisario Ramón Falcón, ya libre y residente en Uruguay, viajó a España en 1937. Se empeñó en cumplir tareas en el frente, pese a acercarse ya a los cincuenta años. Lo destinaron a mensajería, en búsqueda de aminorar un poco el peligro que corría. Eligió el frente pese a tener ofrecimientos para desempeñarse como periodista en medios anarquistas. Recién durante los últimos tiempos del conflicto se desempeñó en los servicios de Propaganda de la CNT-FAI en Barcelona, encargándose del traslado de parte de los archivos al caer la ciudad. Terminada la guerra también pasó por el campo de concentración de Saint Cyprien.

 Daniel Campione | 16/07/2022

Enorme paro docente en provincia de Buenos Aires

La huelga de este jueves 27 fue absolutamente masiva en la gran mayoría de los distritos de la provincia. 
 En las seccionales de Tigre, Marcos Paz y Bahía Blanca -de donde partió la convocatoria- el paro se cumplió prácticamente de manera total. En La Matanza, Morón, Merlo, Moreno el paro en las escuelas fue altísimo. Lo mismo ocurrió en distritos como La Plata, Ensenada, Lanús y Almirante Brown. En el partido de la costa también fue extendido. Se realizaron actividades (radios abiertas, concentraciones en jefaturas regionales, etc.) dándole un carácter activo a la jornada en una decena de distritos. 
 Se trata del tercer paro de 24 horas que realizaron los docentes en las últimas semanas, pasando por encima como poste caído a la conducción provincial de SUTEBA y de los demás sindicatos provinciales. 
 La docencia atraviesa una situación salarial dramática. Un preceptor sin antigüedad, el cargo que se toma de referencia para secundaria, cobró en octubre $80 mil pesos de bolsillo, y una maestra por un cargo, $91.000 mil pesos. Las paritarias firmadas entre el gobierno y las direcciones provinciales de los sindicatos han hundido el poder de compra de los salarios porque firmaron aumentos en cuotas, que cuando el compañero lo percibe ya se lo comió la inflación que superará el 100% este año. 
 Por otro lado, Kicillof pretende imponer una reforma laboral de hecho, aumentando la jornada laboral de las maestras de la escuela primaria, agregando una hora más de clases, pisoteando el Estatuto del Docente. El gobierno está discutiendo con los sindicalistas amigos un “nuevo convenio laboral” a espaldas a los trabajadores de la educación. Hace 48 horas aprobó, junto con el presupuesto 2023, una poda del 15,5 % de las partidas para la escuela pública, y beneficios para la Educación Privada y el clero, en el presupuesto 2023, aprobado por oficialistas y opositores. El gobierno es el mejor “alumno” de los planes que le dicta el FMI y cuenta para ello con el aval de los Baradel y Yasky y de toda la burocracia sindical.
 La contundencia de la medida de fuerza -reflejada por varios medios nacionales- deja planteada la necesidad de discutir mediante asambleas y plenarios de delegados con mandato, la profundización de la huelga para ir por la conquista de los reclamos que están planteados. 

 Mariano Hermida 
 27/10/2022

El presupuesto del FMI, la UIA, Eurnekian, Manzano y la burocracia sindical


Algún incauto pudo haber pensado que la incorporación de cláusulas y enmiendas “de último momento” en el Presupuesto 2023 apuntaba a morigerar los brutales ajustes que se redactaron para los gastos alimentarios, sociales, educativos o sanitarios. Nada de esto ocurrió. Las correcciones “sociales” sólo reiteraron las viejas artimañas destinadas a disimular los ajustes: es lo que se hizo, por ejemplo, con Educación, donde introdujeron un “piso porcentual mínimo” de inversiones en relación al PBI – o sea, un monto indefinido, y sujeto a las manipulaciones estadísticas de las cuentas nacionales. Por sobre todas las cosas, el presupuesto aprobado preserva la gran malversación de “asumir” una inflación -y por lo tanto una corrección de gastos-del 60% para el año que viene, cuando el aumento real de precios no será menor al 80-90% (es lo que surge, por caso, del aumento del dólar oficial proyectado en ese mismo presupuesto). La recaudación adicional de impuestos que percibirá el Estado gracias a esa inflación no podrá subir las jubilaciones ni las asignaciones familiares: por ley de este gobierno, éstas se ajustan de acuerdo a la marcha de los salarios y de la recaudación previsional, siempre por debajo de la inflación. ¿Qué ocurrirá entonces con ese ingreso extraordinario que aportará la carestía, y que algunos estiman en 20.000 millones de dólares? En la sesión del martes a la noche, la clase capitalista “nacional” se encargó de repartir el botín por anticipado. Uno por uno, los lobbyes patronales le arrancaron su tajada a los diputados, sin distinción de grieta. 

 Pasar por ventanilla

 La menos publicitada de estas prebendas, pero muy significativa, es la disposición que permite diferir el pago del impuesto a las ganancias resultante de los ´ajustes por inflación´, algo que podrán hacer en cómodas cuotas las empresas que registren inversiones equivalentes a 150 millones de dólares. Es un guante a la medida del gran capital – los Arcor, Techint y otros. Al lado de estos beneficiarios, el presupuesto ha ampliado el blanqueo de capitales para la compra de viviendas usadas – los “nacionales y populares”, de este modo, han llegado más lejos que el macrismo en los beneficios para el ´gran´ dinero negro. En la letra chica, se incorporó también un régimen de cuotas para el pago de las deudas de las distribuidoras de energía hacia la corporación que concentra la oferta de generación eléctrica -CAMMESA- pero con una particularidad: las provincias han sido declaradas “solidarias” con las deudas de las distribuidoras privadas. Es un verdadero rescate estatal de esas distribuidoras, con la ´particularidad´ de que el 50% de esas deudas corresponden a Edesur, por un lado, y a Edenor, por el otro. Edenor acaba de ser revendida al clan Vila-Manzano, los padrinos económicos de Sergio Massa.
 Otro contratista del estado, Eurnekian, logró que uno de los gastos del sistema de aeropuertos -la seguridad- pase a ser bancada por los pasajeros, a través de un impuesto especial. El pupilo político de Eurnekian, el libertario Milei, junto a sus dos diputados, decidieron refugiarse en el toilette del Congreso cuando se votaba este impuesto, aprobado con un voto de diferencia.
 El capital agrario también tuvo su motivo de festejo: el Congreso bochó la posibilidad de que el gobierno disponga aumentos de retenciones por decreto. En esta misma sesión, se aumentó el monto que los monotributistas deben pagar para asociarse a las obras sociales. Teniendo en cuenta que muchas de estas obras tercerizan sus servicios en empresas de medicina prepaga, se trata de otro impuestazo en favor de la “industria de la salud”, la cual, horas más tarde, fue habilitada a aplicar un aumento de aranceles del 113%. 
 A despecho de todos estos regalos al capital, la atención mediática estuvo concentrada en la cuestión del impuesto a las ganancias a los jueces y empleados judiciales, rechazada en el recinto. Es probable que el oficialismo introdujera esta cláusula como una gran venta de humo, a sabiendas de que no lograría los votos. En la aplicación de este impuesto, el gobierno metió en un solo paquete a los jueces y a los trabajadores judiciales, sin habilitar a la posibilidad de gravar con el impuesto sólo a los primeros. La alharaca en torno de esta cuestión solo sirvió para oscurecer el monumental ajuste perpetrado contra los trabajadores, y bajar el perfil de los múltiples subsidios y exenciones habilitados en favor de grupos capitalistas.
 En la tarde noche de ayer, el Congreso se exhibió, como pocas veces antes, como un antro de lobbystas del capital. La decisión de volcar aún más decididamente a las finanzas públicas para el rescate de los acreedores de la deuda pública y de la gran patronal, reforzará en todos los planos la agresión a las masas. 

Marcelo Ramal
 27/10/2022

miércoles, 26 de octubre de 2022

Marcelo Ramal sobre el Ahora 30: "los trabajadores necesitan un mayor salario, y no mayores deudas"

Nicolás del Caño "Este presupuesto no está elaborado en función de las necesidades populares"

"El bloqueo económico contra Cuba y el ataque mediático y psicológico van en la misma dirección"

Reino Unido: un amigo de la banca al poder


Rishi Sunak reemplaza a Liz Truss, quien cayó la semana pasada.

 Tras la efímera gestión de Liz Truss, quien renunció la semana pasada (el cuarto gobierno que cae en apenas cinco años), Rishi Sunak fue elegido por los diputados y la dirigencia del Partido Conservador como el nuevo primer ministro del Reino Unido. El camino quedó allanado luego de que una de sus rivales internas, Perry Mordaunt, no lograra el apoyo necesario de un centenar de legisladores para poder competir en una elección interna. Y Boris Johnson, que también ansiaba el puesto, bajó su candidatura al constatar que no gozaba de suficiente respaldo. 
 Si Truss había sido ungida, para culminar el período de Johnson, con el módico respaldo de los afiliados conservadores (0,3% del padrón electoral), la elección de Sunak es aún más restringida, limitándose a la cúpula de la organización. 
 Sunak es un hombre de confianza para el gran capital. Analista de Goldman Sachs entre 2001 y 2004, luego socio de dos fondos de inversiones, es él mismo un multimillonario, casado con Akshata Murty, hija de uno de los dueños de Infosys, una megaempresa de servicios india. 
 Como ministro de economía de Johnson, en 2020, a Sunak le tocó comandar un paquete económico de rescate a las grandes empresas en el momento más crítico de la pandemia. El Estado, por ejemplo, se hizo cargo del pago de una parte de los sueldos. 
 El incremento del déficit y la deuda, sin embargo, abrió una grieta en el Partido Conservador. Sunak planteó que debía retomarse una agenda de ajuste ortodoxo, como lo hicieran los conservadores tras la crisis de 2007-2008. Johnson era más reacio, porque apostaba a lograr su reelección. El portazo de Sunak en julio de este año fue uno de los últimos episodios del gobierno de Johnson. 
 En la disputa interna con Truss, de la que salió derrotado, Sunak se postuló como un halcón del ajuste fiscal. Ahora que aquella cayó en desgracia tiene su revancha. 
 A fines de octubre, el nuevo gobierno debe presentar un plan económico que reemplace el de Truss-Kwarteng. Los mercados le bajaron el pulgar a este último porque, si bien tenía una orientación rabiosamente capitalista, proponía financiar rebajas impositivas a los hombres de negocios a través de un mayor endeudamiento, lo que, en un escenario de suba de las tasas de interés, parecía inviable. 
 Es probable que Sunak debute con un ajuste del gasto público. Está en juego qué se hará con las pensiones y prestaciones sociales. Como antecedente inmediato, el ministro Jeremy Hunt, quien permanecería en su cargo, volteó un plan de subsidios que el gobierno anterior había impulsado para suavizar el impacto del alza de las tarifas energéticas. 
 El otro asunto crítico que deberá enfrentar Sunak es el del protocolo sobre Irlanda, uno de los aspectos más espinosos dejados por el Brexit. El DUP, partido unionista del Ulster, está boicoteando la formación de un nuevo gobierno en esa región como mecanismo de presión para que los tories se endurezcan en las negociaciones con Bruselas (demandan que se levanten los controles aduaneros entre Gran Bretaña y la isla, y rechazan la jurisdicción en su territorio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea). Londres impulsa el reclamo, pero al mismo tiempo amenaza con nuevas elecciones en Irlanda del Norte si el DUP no se atiene a acordar con el Sinn Fein. 
 A su vez, está pendiente la cuestión de Escocia. Nicola Sturgeon, ministra principal de ese territorio, dio una bienvenida envenenada a Sunak, recordando el pedido de un nuevo referéndum de independencia.
 Los trabajadores, que están protagonizando una gran ola de huelgas para recomponer los salarios, frente a una inflación que ya ronda el 10% interanual, se enfrentan a un nuevo gobierno antiobrero. Las luchas en curso han dejado planteada la necesidad de un paro general. 

 Gustavo Montenegro

Al borde de la guerra mundial


Después de la II Guerra Mundial (1939-1945) hemos vivido dos momentos de tensiones al borde de una guerra atómica.
 El primero, en octubre de 1962. El día 16, John F. Kennedy, presidente de los EEUU, fue informado que la CIA tenía evidencias captadas por los aviones espías U-2, que en Cuba se construían bases de lanzamiento de misiles, instaladas por la URSS. Confirmado el asunto, se inició un “cerco naval” sobre la isla para impedir cualquier ingreso de la flota soviética, que se dirigía a la isla con armas y equipos. Además, se denunció la situación en la OEA para conocimiento de los países del continente, a cuyos gobiernos se convenció que los misiles igualmente podrían alcanzar los territorios nacionales. En plena Guerra Fría, los EEUU se prepararon para lo que lucía como una inminente guerra atómica, que también la URSS asumió como posible. Por los testimonios que han quedado, se sabe que J.F. Kennedy estuvo presionado para lanzar el ataque a las bases instaladas en Cuba e invadirla, felizmente resistiéndose a hacerlo hasta el último momento. Nikita Kruschev en la URSS permaneció inalterable, sin detener el avance soviético, pero igualmente expectante sobre las reacciones norteamericanas. Después de 13 días de tensiones mundiales, los dos jefes de Estado llegaron a un acuerdo: la URSS desmantelaría las bases, a cambio de que EEUU no invadiría Cuba. En acuerdo secreto los EEUU también retirarían los misiles instalados en Turquía. La humanidad estaba salvada. 
 En plena crisis, Fidel Castro llegó a proponer que Kruschev debía lanzar el ataque atómico contra EEUU si Cuba era invadida y evidentemente destruida. También subrayó que el acuerdo EEUU-URSS se hizo sin la participación cubana. Pero, años más tarde, reconoció que se había logrado evitar una guerra de proporciones insospechadas para la humanidad. De todos modos, el fin de la Crisis de Octubre, tuvo doble repercusión en América Latina: de una parte, Cuba fue aislada y el bloqueo (embargo) contra la isla se reforzó, provocando que el gobierno revolucionario afirmara su vía socialista y mayores vínculos con la URSS; pero, de otra parte, la Guerra Fría penetró con más fuerza en toda la región. Las acciones de la CIA se multiplicaron para desestabilizar y derrocar gobiernos que no se alinearan con las estrategias de los EEUU; igualmente se aseguró la penetración ideológica y técnica en las fuerzas armadas para el combate a las “guerrillas” que, ciertamente, habían estallado o se iniciaban en diversos países y, además, para perseguir a todo lo que significaba el “comunismo”, entendido como amenaza fundamental para el continente. 
 El nivel de deshumanización que produjo el irracional anticomunismo/anticastrismo cultivado desde esta época, se experimentó durante la década de 1970 con la instauración de dictaduras militares en el Cono Sur, que guiadas por los conceptos de la seguridad nacional y la “guerra interna”, violaron derechos humanos, con desapariciones, torturas, asesinatos y persecuciones, nunca antes vistos en la historia latinoamericana y solo comparables con lo que hicieran los nazis durante la II Guerra. Inevitablemente, los militares asumieron ser los llamados a librar a la sociedad de la “subversión” y el “comunismo”, definiendo las contradicciones de la vida política latinoamericana exclusivamente a favor de la situación e intereses de las elites dominantes. Y, a través del Plan Cóndor, pretendieron una internacional militarista que se atribuía una misión salvadora para la sociedad. 
 A inicios de la década de 1960, Ecuador era uno de los países más atrasados y “subdesarrollados” de América Latina, de tal modo que gracias al desarrollismo de esa década y sobre todo de los 70, logró su definitivo camino capitalista, que incluyó alguna industrialización. La Revolución Cubana (1959) fue impactante y dividió a la sociedad. Pero el anticomunismo fue refinadamente inculcado por múltiples vías. De hecho, el presidente José María Velasco Ibarra (1960-1961) era admirador del proceso cubano y no quiso romper con la isla. Fue derrocado. El sucesor, Carlos Julio Arosemena Monroy (1961-1963), quien tampoco quiso romper con Cuba, fue obligado a hacerlo luego de un cuartelazo militar; pero meses después fue depuesto por un golpe de Estado que instaló una Junta Militar nacida de las acciones de la CIA, que ejecutó la persecución al “comunismo”, aunque nunca llegó al nivel de lo que ocurriría, por ejemplo, en Chile o Argentina en los 70. Paradójicamente esa Junta ejecutó el programa desarrollista ligado a la Alianza para el Progreso, que la atrasada oligarquía y burguesía ecuatoriana tildó de “comunista”.
 El otro momento de tensión ha ocurrido en 2022, a consecuencia de la guerra que se vive en Ucrania, a raíz de la “operación militar especial” de Rusia, iniciada en febrero. Las raíces históricas de este conflicto tienen distintos alcances si se quiere acudir al pasado remoto, pero en la actualidad tiene que ver tanto con el agresivo avance de la OTAN hacia el Este desde 2014, como con las reacciones y geoestrategias de Rusia, e incluso la conformación de un mundo nuevo en el cual la tradicional hegemonía unipolar de los EEUU pierde terreno histórico ante el avance de la multipolaridad, en la que directamente también se involucra la República Popular China, como la mayor potencia en ascenso. 
 En esta ocasión, el conflicto geoestratégico, bien por la hegemonía unilateral o por la multipolaridad entre las grandes potencias, es lejano a los intereses de América Latina. Sin embargo, la región trata de ser arrastrada a un solo comportamiento de tipo monroísta, para alinearse a los intereses de los EEUU y la OTAN (https://bit.ly/3F5fjCK). A diferencia del pasado, la América Latina actual ya no es la misma de la época de Guerra Fría y del anticastrismo. Los países han restaurado relaciones con Cuba y solo los EEUU mantienen un bloqueo inaudito e injusto, que contraviene su proclamada tesis de “un orden internacional basado en reglas”, pues desde 1992 las mismas NNUU han votado, anualmente, contra el embargo norteamericano a Cuba, sin que se cumplan sus resoluciones. 
 Pero la situación internacional de la región es difícil con gobiernos neoliberales capaces de caer en la nueva subordinación “americanista” (https://bbc.in/3f08Dem). Al mismo tiempo, las fuerzas armadas han sido convocadas en forma directa a enfrentar la nueva “amenaza” que representan China y Rusia para el continente, en la “Conferencia Sudamericana de Defensa” (Southdec) que se realizó en Ecuador a mediados de septiembre 2022, con la participación de la comandante del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson (https://bit.ly/3dfaMlB). Otros gobiernos de tipo progresista quieren preservar las soberanías internas y el latinoamericanismo, no consideran a Rusia ni a China como sus “amenazas”, aunque condenan claramente la guerra Ucrania-Rusia. Al mismo tiempo, no se alinean, sino que plantean la paz como principio esencial de la región. De hecho, es amplia la definición de América Latina como región de paz, un principio que consta en diversas Constituciones, como la de Ecuador, en la que el Art. 5 dispone explícitamente: El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras. 
 En consecuencia, ante el riesgo de que la guerra en Ucrania desate una confrontación atómica entre las potencias involucradas, América Latina es la región que mejor puede abogar por la paz internacional, sin caer bajo definiciones geoestratégicas ajenas a sus realidades e intereses. 

 Juan J. Paz-y-Miño Cepeda | 26/10/2022

#AltamiraResponde “¿El socialismo estuvo a la vuelta de la esquina en los ´60 y ´70? ¿Qué pasó?”

Presupuesto 2023: "Massa viene a aplicar el ajuste de Guzmán recargado" // Romina Del Plá

lunes, 24 de octubre de 2022

Largas filas en Anses para cobrar el bono de indigencia: un retrato de la crisis

El país entero amaneció con un paisaje llamativo: interminables filas de varias cuadras en todas las sedes del Anses desde el norte hasta la Patagonia. Es que hoy inició la inscripción para el bono de $45.000 que otorgará el gobierno por única vez en dos tramos para los sectores que no perciben ningún tipo de ingreso. El universo que pretender abarcar el gobierno es de entre 1 y 2 millones de desocupados, pero, debido a las restricciones para acceder al bono, se estima que será mucho menor. Las filas comenzaron a formarse desde la tarde de ayer debido a la expectativa de que una enorme cantidad de gente que se presentaría en Anses el día de hoy, y fue una escena que se repitió en todos los grandes centros poblacionales del país.
 En contraste con el intento del gobierno de reducir el espectro de aquellos que puedan acceder al bono, las oficinas de Anses se inundaron de gente para inscribirse. Algunos periodistas relataban que se trataba de las filas más largas que hayan visto en mucho tiempo. Los centros más concurridos fueron en CABA y el conurbano bonaerense. También en Córdoba, donde un funcionario de Anses explicó que “nos encontramos con un universo de gente que considera genuinamente, y es real, que necesita este suplemento económico, pero que probablemente en el cruce de datos se encuentre con incompatibilidades”. En la ciudad de Mendoza, los medios afirmaron que “la sede se vio colapsada”.
 En Santa Fe se describió más de tres cuadras de fila en cada sede de Anses y que la escena se repetía en Santo Tomé. En Rosario las filas superaron las cinco cuadras, incluso haciendo doble o triple fila. En Paraná, a las largas filas se le sumó un corte de agua de la sede, por lo que se armó una asamblea de los trabajadores por las condiciones precarias en las que debían atender.
 La situación de colapso y largas filas también se pudo ver en La Plata, Iguazú, Posadas, Salta, Trelew, Tucumán, La Pampa. En San Salvador de Jujuy las filas superaron las nueve cuadras. Las autoridades del organismo salieron a recorrer las filas para descartar tempranamente a aquellos que no reúnan los requisitos. En muchos casos, las personas entrevistadas al salir del Anses comentaban haber sido rechazados por distintos motivos: “tuve una moto hace un tiempo, por eso me rechazaron”, afirmó un desocupado de Córdoba.
 En suma, la mayoría de los desocupados que comenzaron a aglomerarse desde ayer en las oficinas de Anses (y seguirán durante la semana) serán rechazados para recibir el bono. El gobierno pagará este refuerzo alimentario a un arco poblacional reducido con las sobras de lo recaudado por el dólar-soja. El grueso de esta recaudación irá al pago de la deuda. Los Grabois y compañía aplauden esta política, dictada por el FMI. La flamante ministra de Desarrollo Social, Tolosa Paz, aseguró que los programas sociales se mantendrán cerrados. Con el Presupuesto de 2023, que se votará en el Congreso el próximo martes, se prevé un mayor ajuste. 
 El gobierno lanzó este bono de indigencia para contener una crisis interna con los movimientos sociales. El resultado fue un búmeran: el llamado de Anses movilizó contingentes de desocupados de todo el país que acudieron a sus puertas para inscribirse. Las largas filas de varias cuadras sacaron a la luz la brutal crisis social que atraviesa la clase obrera.

 El Be 
 24/10/2022

Porqué el PO (o) y el PTS no llaman a votar contra Bolsonaro

Trotsky nunca llamó a votar en blanco frente al fascismo.

 El aparato oficial del Partido Obrero y el PTS, a través de su grupo brasileño -MRT-, han coincidido en una posición política trascendente – la abstención en la segunda vuelta de las elecciones brasileñas. Pablo Heller es directo: “porqué votar nulo o blanco en la segunda vuelta”. La posición del PTS-MTR es más sinuosa: su dirigente André Barbieri no explicita el voto, aunque denuncia “una operación que intenta crear la dualidad fascismo vs.democracia… para que el rechazo a la extrema derecha sea canalizado hacia las urnas por la fórmula Lula-Alckmin”. Otra dirigente del MTR, Diana Asunción, señala en La Izquierda Diario que “[estaremos con quienes] no quieren un nuevo gobierno de Bolsonaro, y votarán por Lula, nulo o se abstendrán. Pero advertimos que la fórmula Lula-Alckmin no es capaz de enfrentarse al Bolsonarismo porque está aliada con la derecha golpista y la patronal”. Entre Bolsonaro y quienes son incapaces de enfrentarse a Bolsonaro, establece una identidad absoluta. 
 En vísperas de una jornada electoral, el MTR-PTS advierte, sin medir el absurdo, contra la política de “utilizar las urnas y el voto como eficaz arma antifascista”. El domingo 30, hasta donde sabemos, no está prevista una huelga general contra Bolsonaro, que sería indudablemente ´más eficaz´ para acabar con los fascistas, ni tampoco en los días subsiguientes. Según el PTS, votar por Lula sería “sacar el enfrentamiento al fascismo del terreno de la lucha física entre las clases, es insertarlo en los canales normales de dominio de la burguesía en ´tiempos de paz´”. Esta es la misma corriente que rechazó luchar contra el golpe de estado de Trump, señalando que, simplemente, no había existido tal golpe, que era un invento de los demócratas y una mentira de la gran burguesía para que los trabajadores depositen su confianza en Biden y los demócratas. La posición del PTS acerca de las elecciones brasileñas tiene su antecedente en este vergonzoso blanqueo del trumpismo, al cual las encuestas lo dan ganador en las elecciones de renovación parlamentaria del 8 de noviembre próximo.
 “La lucha contra el fascismo no se resuelve en elecciones -insiste Barbieri- sino en las confrontaciones de la lucha de clases que incluyen la lucha física”, lo cual tampoco es cierto. Ha quedado demostrado, históricamente, que la victoria de la lucha contra el fascismo depende de la calidad revolucionaria de su dirección, o sea de los métodos de lucha propios de la dictadura del proletariado. Tampoco es correcto hablar de las elecciones próximas en Brasil “como los canales normales de dominio de la burguesía”, cuando se trata de elecciones de crisis, que han sido utilizadas por Bolsonaro y los militares como tribuna de agitación fascista. El PTS naturaliza al fascismo cuando éste debe operar aún en los marcos electorales. 
 El MTR-PTS despliega su arsenal de armas contra el fascismo cuando tiene que decidir ante una elección que tendrá lugar en una semana, en un cuadro de reflujo de las masas. No se ha tomado el trabajo de caracterizar la primera vuelta electoral, con sensibles derrotas del PT y sensibles victorias del bolsonarismo. Bolsonaro ha logrado copar el Congreso y las gobernaciones junto con sus aliados, luego de cuatro años de gobierno definido por la inmunidad de rebaño, casi un millón de muertos por coronavirus, varios intentos golpistas en Brasilia y la liquidación de la mayor parte de la legislación laboral. Este resultado es una derrota política para las masas. Una victoria de Bolsonaro el 30 sería una derrota aún mayor. La segunda vuelta no es una lucha por la victoria de Lula y su frente derechista-liberal, sino una lucha por la derrota de Bolsonaro y el fascismo. Cualquiera que esté empeñado en una “lucha física” contra el fascismo no puede presentar como antecedente su omisión en una derrota electoral. El voto por Lula no es un apoyo político a su frente derechista sino la oportunidad para hacer una agitación contra el fascismo en términos de independencia de clase y en términos revolucionarios. El voto por una coalición obrero-burguesa derechista es lo opuesto a un frente democrático con la burguesía o a un frente popular “con banderas socialistas”. Los partidarios de la “derrota física” del fascismo están obligados a abogar por la derrota de Bolsonaro en las urnas. Lo demás es palabrerío infantil. El ensayista de Esquerda Diario cita profusamente a Trotsky: pero en ninguna de esas citas hay un llamado a votar en blanco contra el fascismo. Una victoria electoral de Bolsonaro sería otra derrota política para las masas. Un nuevo acortamiento de la distancia entre Lula y Bolsonaro ha sido festejado, de nuevo, como ocurrió con la primera, por una estentórea suba de la Bolsa de Sao Paulo, a contracorriente de lo que ocurría con las bolsas internacionales bajo el influjo de la inglesa Truss.
 Heller compite en argumentos vulgares con sus compañeros del PTS. Luego de enumerar denuncias contra la coalición derechista-liberal de Lula, afirma que “no se puede poner un signo igual entre Lula y Bolsonaro” – “el carácter abiertamente fascistizante del actual jefe de Estado brasileño está fuera de discusión”. O sea que cuando llama a votar en blanco, lo hace con conciencia de que propicia una salida reaccionaria. Pero, después de todo, Heller deposita su mirada en el horizonte. Por eso, asegura que lo que se dirime el domingo 30 es “cómo preparar y armar a los trabajadores para enfrentar al gobierno de Lula y la política reaccionaria y antiobrera que va a venir de su mano”. O sea que da por descontada la victoria de Lula-Alckmin; nada mejor para ignorar a un obstáculo. Pero esa victoria ha sido puesta en cuestión. No solamente esto: el protagonista fundamental de lo “que va a venir” seguirá siendo Bolsonaro, que controla el Congreso, gran parte de las fuerzas armadas, las milicias de Río y otras ciudades y las bandas de la patronal agro-sojera en la Amazonia. Lo más probable es que Lula sufra el destino de su colega Dilma Roussef – un nuevo golpe de estado.
 Para Heller, “el favoritismo de la clase capitalista se ha volcado abrumadoramente a favor de Lula”. Si esa afirmación constituía un dislate antes de la primera vuelta, lo es en aún mayor medida en vísperas de la segunda. Desde Minas Gerais hacia el sur y desde el Atlántico a Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, el agronegocio, que controla el 35% del PBI, copa la parada en apoyo a Bolsonaro. Es lo que ha mostrado la primera vuelta: un poderoso eje de la derecha fascista en gobernaciones fundamentales y también en el Congreso. Esto convierte al bolsonarismo en protagonista estratégico del nuevo período de gobierno. Cuando reitera el “apoyo yanqui y del departamento de Estado” a Lula, demuestra que copia los cables, no que los comprende o caracteriza. Pablo Guedes, ministro de Economía de Bolsonaro, es una pieza fundamental del gran capital, y goza de la completa confianza del Tesoro yanqui. Los “organismos” han elogiado la gestión de Guedes por haber preservado el “equilibrio macro” incluso bajo la pandemia – a costa, claro de un genocidio sanitario. 
 Ni el uno ni el otro son un reflejo mecánico del capital financiero internacional, ni mucho menos están blindados a sus contradicciones. Toda la situación mundial registra crisis de poder en los principales países, lo que se traduce en contradicciones y divergencias en todas las instituciones del imperialismo. Lo que importa es lo siguiente: una victoria del criminal Bolsonaro, ¿es o no es una victoria de la reacción política y una derrota de las masas? 
 Lo peculiar de un balotaje es que sólo ofrece dos opciones. En una elección plural lo que importa es el rol del partido revolucionario, su propaganda y su crecimiento. Esto no puede ser sacrificado para votar a un candidato de los explotadores, porque eso sí sería entregar con las manos atadas a las masas a la burguesía. El partido de la acción directa contra el fascismo y de la revolución socialista no debe relegarse a segundo violín de la burguesía, por más liberal que sea, o peor a desaparecer del escenario político. Llamar al voto a Lula en primera vuelta era cometer ese error – renunciar a la lucha revolucionaria. Era votar por ‘el mal menor’, una capitulación evidente ante la política patronal. Sobre la base de un intervención independiente en la primera ronda, el balotaje plantea el voto contra Bolsonaro. En 2018, la consigna feminista “Ele nao”, un llamado a votar contra Bolsonaro, no se comprometía políticamente con el candidato lulista, Fernando Haddad. 
 Bolsonaro no es un “lobo solitario”: es parte de una tendencia internacional, que no logra un vuelo de mayor alcance, por la resistencia que genera, incluso entre las masas que atraviesan un período de apatía. La presentación de que el imperialismo “desconfía del carácter aventurero de la camarilla bolsonarista” (Heller) es peor que un despropósito, porque ignora que no hay fuerza política en el mundo entero que no despierte la “desconfianza del capital” y el repudio de las masas, como se acaba de manifestar en Gran Bretaña. El fascista no es fascista Después de rumiar tanta inconsistencia, tanto el PTS-MTR como el PO oficial apelan a un último recurso:

 Bolsonaro no es “fascista”.

 El PTS caracteriza al gobierno Bolsonaro como “una variante bonapartista de derecha. ¿Chau “lucha física”? Para Heller “hemos asistido bajo los cuatro años de mandato a un régimen de tipo bonapartista que no estuvo exento de choques, rupturas y tensiones”. Pero los bonapartismos de derecha son una transición hacia el fascismo. La velocidad de esta transición depende de la lucha de clases en su conjunto. Mientras se apodera de todos los poderes legales del estado y de sectores masivos de las fuerzas armadas organiza sus propias milicias y acumula poder decisivo para un pasaje al fascismo. A la hora de votar en el balotaje, es lo que importa.
 Trotsky explica muy bien este bonapartismo que para la pareja PTS-PO oficial, sería exculpatorio del fascismo:
 “Los ministros de Brüening, Schleicher, la presidencia de Hindenburg en Alemania, el gobierno de Petain en Francia, resultaron, o deben resultar, inestables. En la época de la declinación del imperialismo un bonapartismo puramente bonapartista es completamente inadecuado; al imperialismo se le hace indispensable movilizar a la pequeña burguesía y aplastar al proletariado con su peso”. (Bonapartismo, fascismo y guerra, 1940) 
 Los textos de Trotsky sobre Alemania, entre 1930 y 1933, tan citados por Barbieri, son clarísimos. La justificación del votoblanquismo porque Bolsonaro “aún” no ha impuesto un régimen fascista, es una necedad: si “ya” se hubiera impuesto fascismo, también se habría suprimido el sufragio, incluido el voto en blanco.
 El PTS introduce otra división caprichosa – la que separa a la “lucha -¡física!- de clases” de los “tiempos de paz”. Ahora, en Brasil, estaríamos en “tiempos de paz”; Bolsonaro sería el producto de un período pacífico, no de un golpe de estado, del derrumbe de un gobierno de frente popular y de varias intervenciones militares sobre el Congreso y el Poder Judicial. Históricamente, las grandes convulsiones políticas han estado acompañados de permanentes compulsas electorales – por ejemplo, en la Alemania de 1930-1933 (nacionales y por estado) o en la Rusia que precedió a la Revolución de Octubre (elecciones a los soviets, a municipios y a una Asamblea Constituyente). La falta completa de coherencia lógica y política de estas dos espadas del FITU votoblanquista, reflejan que se trata de la justificación de una posición preconcebida: ´Votemos en blanco porque los únicos revolucionarios somos nosotros mismos´ – la tercera fuerza, la autoproclamación, la frase vacía. 
 Quienes minimizan ahora el bonapartismo de derecha brasileño, que moviliza a la pequeña burguesía con sloganes fascistas, hace tres o cuatro años aseguraban que la burguesía tenía la “iniciativa estratégica”. La preparación de la expulsión de la Tendencia llevaba al aparato a rechazar los planteos de Altamira, sin comprenderlos ni tener el interés de hacerlo. Bolsonaro es el producto de esta pérdida de iniciativa estratégica de la burguesía mundial, como se manifiesta asimismo en la inmensa crisis mundial multiplicada por una guerra internacional. Es un régimen transitorio e inestable, que desata alternativas violentas. Bolsonaro, en plena pandemia, reclutó destacamentos policiales y militares en paralelo a los altos mandos formales, que llevaron adelante una escalada de razzias, represiones y asesinatos – es el caso de las “milicias de Río”, que perpetraron la muerte de Marielle Franco. (Digamos, de paso, que cuando ese proceso político tenía lugar, en Política Obrera señalábamos: “hay que armar a los trabajadores, empezando con la formación y entrenamiento de los activistas” (“Brasil, el fascismo y la clase obrera”, Política Obrera”, 25/5/2020. No tenemos conocimiento de señalamientos similares por parte de quienes postulan la “lucha física” a pocos días del balotaje). Los que exigen el requisito de “movilizar masivamente a la pequeño burguesía” para admitir las tendencias al fascismo, ignoran las movilizaciones multitudinarias impulsadas por el actual presidente, que en el caso de Río de Janeiro llegaron a agrupar a un millón de personas.
 La base social y jurídica para un régimen fascista ha progresado también en el campo brasileño, donde el gobierno bolsonarista ha legislado en favor del reconocimiento de la tierra “autodeclarada” en propiedad. Se ha desatado, de este modo, una verdadera guerra civil agraria y la vía libre a la deforestación del Amazonas. 
 Nadie puede desconocer, por otra parte, el monumental impulso en favor de esa fascistización de una nueva victoria electoral de Bolsonaro – que pasó de 15 puntos abajo en las encuestas a 5 puntos en las urnas. Un triunfo de Bolsonaro serviría para justiciar la mayor de las masacres que consumó el derechista durante su primer gobierno, a saber, la política de promoción de la circulación de personas y presencialidad en plena pandemia, lo que le valió un conato de juicio político. La impunidad sobre este punto tiene una fuerte carga política y simbólica, pues constituye un pasaporte para la resolución de los futuros antagonismos de clase con los métodos de la guerra civil y la muerte. Los abstencionistas de izquierda tratan al bolsonarismo con la foto congelada del año 2018 y con los métodos del politólogo – nunca con la marcha viva de la lucha de clases.

 Derrumbe político 

La neutralidad frente a un intento de consolidación de una corriente fascista es un despropósito político. Abandona toda referencia a la clase obrera, para poner adelante objetivos autoproclamatorios. Los intereses de la clase obrera demandan hoy una maniobra legítima: llamar a votar por la derrota de los partidarios de la destrucción de las organizaciones obreras de Brasil. Esto no significa sino destacar la importancia de una lucha para erradicar el fascismo y que esto es imposible sin los métodos de la revolución proletaria. Votar contra Bolsonaro no es promover el lulismo local, el kirchnerismo, en virtud de un carácter transitivo. Bien mirado, el voto en blanco en Brasil será usado por el kirchnerismo para desacreditar al FITU y a la izquierda revolucionaria. 

 Marcelo Ramal