lunes, 31 de diciembre de 2018

El saqueo en curso y las tradiciones obreras



¿El movimiento obrero va a dar respuesta a la crisis actual? ¿De qué forma y junto a que otros sectores? Con esta artículo intentamos una recuperación histórica de algunos hitos del movimiento obrero.

En muchos lugares de trabajo y de estudio estamos discutiendo (y sintiendo) el ajuste de Macri. A la mayoría nos cuesta llegar a fin de mes y conocemos a alguien que perdió el trabajo.
Parece que no pasa nada, que existe una aparente calma. ¿No pasa nada? ¿Debe pasar algo? Si pensáramos en esta falsa calma como una puesta en escena, sin duda los protagonistas son el Gobierno y la burocracia sindical. A este episodio hay que agregarle un actor que parece de reparto pero fue clave para el plan cambiemita y se prepara para ser una de las estrellas de esta obra: el peronismo.
Tanto la burocracia como el peronismo obturaron (y obturan) cualquier posibilidad de respuesta unificada. Esta oclusión trae aparejada un desencanto. Ante este panorama, nos aparecen preguntas lógicas ¿El movimiento obrero va a dar respuesta a la crisis actual? ¿De qué forma y junto a que otros sectores?
Con esta nota (que será la primera entrega de varias) intentamos una recuperación de la historia haciendo hincapié en determinados hitos que en principio estarían desconectados de la coyuntura actual y, sin embargo, proponemos pensarlos en clave inspiradora. ¿Para qué? Se vienen tiempos más conflictivos. El acuerdo de Cambiemos y el peronismo con el FMI certifica que están preparando un nuevo saqueo contra les trabajadores para beneficiar a un puñado de empresarios y especuladores financieros.
Es necesario que el conjunto de la clase obrera conozca lo mejor de su propia historia, con sus aciertos y sus límites, para sacar las mejores lecciones y poder vencer.

La toma del Frigorífico Lisandro de la Torre

El barrio de Mataderos es un barrio obrero. Su relación con la carne es casi identificatoria, es lo que le da sentido al lugar. Su nombre.
Allí se encuentra el mercado de hacienda de Liniers, allí también se encontraba el entonces frigorífico más grande de Latinoamérica: el Lisandro de la Torre. Nueve mil obreros trabajaban dentro del gigante. La sangre y el agua caliente se mezclaban en el piso. Dicen que faenaba hasta un millón y medio de kilos de carne por día.
La avenida Escalada al este, Eva Perón al sur, Emilio Castro, lindando con Liniers, hacia el norte, y al oeste, la General Paz, configuran los límites precisos del barrio otrora llamado Nueva Chicago, como el club que lo representa en lo futbolístico. Más allá, La Matanza.
En enero de 1959 el barrio se convulsionó: ante la decisión del presidente radical Arturo Frondizi de privatizar el frigorífico como parte de una exigencia central del FMI, los trabajadores decidieron en una asamblea masiva la toma del mismo y fueron acompañados por el barrio. No pudieron contra los tanques Sherman del ejército ni con la actuación de la Gendarmería Nacional. Durante los días posteriores, el barrio fue un campo de batalla, con barricadas y enfrentamientos. Los trabajadores del frigorífico no estaban solos, también los acompañan laburantes de las vecinas fabricas Federal (de jabones) y Pirelli (neumáticos). También se adhirieron a la medida vecinos, comerciantes y trabajadores de Villa Lugano, Villa Luro y Liniers.
En febrero, un letrista y cantor popular de murga porteña, Guigue Mancini, junto al Centro Murga Los Bohemios de Matanza, retrataron los acontecimientos en una canción de homenaje:

“el barrio de Mataderos
supo cubrirse de gloria
y escribir en la historia
lo que pueden los obreros”

El acontecimiento fue en respuesta a la inacción de la cúpula sindical y significo el comienzo de un periodo de agitación obrera. Pero hay que resaltar la actitud del barrio acompañando el reclamo de los trabajadores entendiendo que el espacio urbano no se trata solo de un espacio físico sino también un espacio social, constituido tanto por sus características físicas como por las prácticas, percepciones e imaginarios que lo conforman. Barrio y frigorífico como un conjunto inseparable. Vecinos trabajadores.
Las 62 Organizaciones lideradas por Vandor llaman (tardíamente) al paro general y varios sectores gremiales se pliegan. El Gobierno dispuso la aplicación del plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) que determinaba la realización de juicios de civiles por tribunales militares. Como muestra de “buena voluntad”, finalmente la medida de fuerza es levantada. En febrero se retoman las actividades. Si bien se concretó la privatización y unos 5000 trabajadores fueron despedidos, esta importante gesta obrera mostrará un ejemplo de cómo enfrentar un ataque de magnitud que efectuó el gobierno radical.

Las huelgas ferroviarias de 1961

Frondizi encaró una política de racionalización del transporte a través de un decreto donde, obviamente, los perjudicados eran los trabajadores. La racionalización había sido propuesta por expertos norteamericanos. ¿Las propuestas? Condicionar aumentos salariales a los aumentos de tarifas, el cierre de cuatro mil kilómetros de vías, privatización del servicio y venta/entrega de los talleres de la empresa estatal.
¿Qué es la racionalidad? ¿La razón aplicada a un sistema productivo? ¿Quiénes ganan y quienes pierden allí?
La huelga fue convocada por ambos gremios: la Unión Ferroviaria y La Fraternidad. La respuesta del gobierno fue la justificación del proceso de racionalización (vaciamiento, decimos): hay déficit y hay que reducirlo. A como dé lugar.
La otra respuesta fue la intimidación y la represión. Hasta recurrieron al más extremo y radicalizado carnerismo obteniendo como respuesta una inmensa solidaridad de clase (hubo trabajadores que negaron pagos extras por reemplazar a sus compañeros en huelga).
A esta acción se iban sumando piquetes, asambleas y actos de sabotaje. La CGT convoca a un paro de 72hs con un acatamiento del 80% a nivel nacional. Se crean comisiones de base para garantizar la extensión del conflicto.
Es así que el gobierno que obligaba a los maquinistas a trabajar a punta de pistola, decide entablar un dialogo con las conducciones sindicales que querían levantar la huelga. Finalmente se llega a un acuerdo que termina siendo perjudicial para los trabajadores, ya que si bien no se pudo aplicar el plan en su totalidad, se levantaron cientos de kilómetros de vías y cesantearon a miles de trabajadores. La razón (capitalista) había triunfado.

Las ocupaciones de fábricas de 1964

Illia había llegado muy debilitado al gobierno debido al escaso porcentaje de votos obtenido, en octubre de 1963. La ilegitima proscripción del peronismo hizo el resto, además, el contexto económico no era el mejor; la pax social pendía de un hilo: el gobierno, en relación al movimiento obrero, apostaba a negociar con las dirigencias sindicales (la CGT se había reconstituido formalmente un año antes) una contención al malestar de las bases y esperar una definición del peronismo. Hacía tiempo que el comportamiento obrero era difícil de domar e intentaba rebalsar los diques sindicales
En enero de 1964, La CGT anuncia un plan de lucha que se desarrollará a lo largo del año, que incluía la ocupación de los lugares de trabajo, tanto parcial como total, con la supervisión de la central obrera de los procesos para que no se desmadren. La disciplina interna era un valor fundamental ya que la idea que atravesaba el plan era centralmente “golpear y negociar” (vandorismo in extremis).
Los números finales expresan la bronca que hay por abajo: un total de 11.000 establecimientos tomados con casi 4 millones de obreros involucrados. Así, un fantasma recorría la Argentina: el fantasma de la peligrosidad de los métodos de acción directa de los trabajadores (peligrosidad contra el sagrado principio de propiedad de los dueños del capital). Esta situación inquietaba al poder. Los obreros ya no solo disputaban políticamente asuntos meramente económicos, al alterar la disciplina interna de las fábricas se discutía abiertamente el modo en el que se organizaba la producción. Por eso, en muchos casos, resultaron fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Podemos caracterizar al período como un momento contradictorio: si bien por un lado hay cierto fortalecimiento de la burocracia sindical (el ala de Vandor principalmente) por el otro quedará una base importante para la aparición de gremios combativos a nivel fabrica (que luego en Córdoba será representado por SITRAC-SITRAM).

El preludio de un proceso

Como señalamos al comienzo, no partimos de cero para pensar la actualidad. Hicimos un recorte de las luchas obreras, obviamente, ¿qué es una perspectiva sino un recorte de la realidad? Los hitos de nuestra clase se caracterizan por su combatividad y creatividad. Cuestiones como el lazo entre la fábrica y el barrio, el método democrático de las asambleas de base y la toma de los establecimientos son sin dudas importantes lecciones para tomar.
Nuestra época dista de aquella. Pero el plan de ataque que estamos sufriendo por parte del gobierno dictado por el FMI nos tiene que poner en alerta. Es importante aclarar que estamos ante el preludio de un proceso que no está ni ganado ni perdido. Luchas como la del Astillero Rio Santiago, Siam, Hospital Posadas, entre otros, muestran una perspectiva, un prisma diferente. El novedoso movimiento de mujeres y el estudiantil plantean la posibilidad (y necesidad) de tejer una poderosa alianza social para derrotar los planes actuales. Recuperar los sindicatos, hoy en día en manos de burócratas, es una tarea de primer orden. Sin ir más lejos Andrés Rodríguez (el Centauro, titular de UPCN) es dueño de haras hípicos. ¿Cuántos trabajadores estatales conoces que posean caballos de carrera?
En manos de ellos, sirven para garantizar que el ajuste pase, dividirnos y ser furgón de cola de proyectos patronales. Necesitamos que vuelvan a nuestras manos para poder revolucionarlos transformándolos en trincheras de lucha y uniéndolos a otros sectores. Hay que llegar lo mejor organizados posible.

Rodrigo Garat
Agrupación Marrón Clasista
Facundo Deibe

Mártires de Chicago: el alegato de George Engel en la voz de voz de Osvaldo Bayer

El Segundo Desembarco, el de las Multinacionales españolas en Latinoamérica




Quinientos años después de la Conquista de América, las empresas multinacionales españolas, con el apoyo de la diplomacia, de los organismos financieros internacionales y de los medios de comunicación, se hicieron con los sectores clave de las economías de América Latina. Es el segundo desembarco...Modernización, generación de empleo, disminución de la pobreza, fueron solo mitos. El saldo en forma de impactos de todo tipo no puede ser más negativo: daños medioambientales, desplazamientos de población, carestía y deficiencias de los servicios públicos privatizados, deterioro de los derechos laborales, violaciones de los derechos humanos y, en general, saqueo económico y de los recursos naturales.
Frente a ello, hoy, una amplísima red de organizaciones sociales del Sur y del Norte coordinan sus luchas y resistencias. Este es el tema que nos ocupa en esta pupila asombrada donde nada es fortuito...¡Acompañenos!

domingo, 30 de diciembre de 2018

Abajo el régimen de los tarifazos



Como regalo de fin de año, el gobierno anunció los brutales tarifazos que oscilan entre un 35 y 55 por ciento en los servicios públicos y el transporte, que serán aplicados en los primeros meses del 2019.
Los aumentos del transporte no se reducen a la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, sino que “el traslado del sistema de financiamiento” a las provincias implicará el pase automático de los aumentos a esos boletos locales. La “distorsión” de la que hablan los funcionarios (diferencia de costo de boleto entre AMBA y el interior del país), se igualará ´para arriba´.
Estos aumentos representan un nuevo golpe a los bolsillos de los trabajadores. El “techo” salarial para el 2019 que el gobierno colocó es del 23%, cuando todas las consultoras coinciden que, a partir de los aumentos de tarifas y transportes que acaban de anunciarse, la carestía el año que viene ascendería a no menos del 30 por ciento.

Un esquema agotado e inviable

El tarifazo disparó también con una nueva crisis de gabinete. La renuncia de Igualcel es la confesión de las contradicciones insalvables de la política oficial.
El ´sendero de aumentos´ promulgado en 2016 es un sistema de ´tarifazo permanente´ y había implicado subas de hasta el 800% en el gas y aún más en la electricidad. Pero con la devaluación, esta megaconfiscación quedó corta.
En el año en 2016, al comienzo de su mandato, el macrismo estableció un esquema de dolarización de las tarifas. El punto de partida de este régimen es el reconocimiento a las empresas productoras como Total , PAE e YPF, el valor del gas y del crudo en boca de pozo en la divisa norteamericana. Esas productoras le trasladan ese costo a los siguientes eslabones de la cadena (distribuidores de gas, refinerías) que lo descargan entonces sobre los consumidores.
Un esquema así es inviable, con más razón si tenemos presente que lejos de haber concluido, el año entrante augura nuevas devaluaciones. Incrementos sin fin de esta naturaleza son impagables y sólo pueden generar mayor repudio y rechazo popular. Pero, aún con esos aumentos siderales, la ecuación no cierra, por lo cual, el gobierno fue apelando nuevamente a un aumento de los subsidios.
Al mismo tiempo, el retorno a una política de subsidios choca con el ajuste fiscal y los acuerdos con el FMI. Precisamente, uno de las exigencias del Fondo para el 2019 consiste en reducir los subsidios. Esto afecta no sólo a la población sino también a los grupos empresarios: Dujovne se dispone a realizar una reducción de los subsidios que está pagando por el gas nuevo en Vaca Muerta. Si el gas se comercializa a un promedio de U$S 4 por millón de BTU, el Estado venia pagando una diferencia progresiva que llega hasta USS 7,50 dólares. El presupuesto por este programa, para el 2019, asciende a 712 millones de dólares. La principal beneficiaria es Tecpetrol, de Techint, pero es secundada por un conjunto de compañías nacionales y extranjeras. El desacuerdo del secretario de Energía con esta poda del Ministerio de Hacienda terminó costándole la cabeza.
Esta nueva deserción de fin de año en el gabinete, que ya soportó varias crisis en lo que va del 2018, habla del derrumbe político y económico del macrismo, horada su propia base de apoyo en la clase capitalista e incentiva las disputas a su interior. Estamos en presencia de un choque entre las petroleras y el FMI. Coinciden con el tarifazo pero el Fondo quiere reservar la recaudación para el pago de la deuda extrema y no para subvencionar a las compañías energéticas.
Esta nueva crisis ha puesto al rojo vivo el carácter parasitario y confiscatorio del sistema energético. Los valores actuales por el régimen en vigencia triplican los precios que rigen en el mercado norteamericano, a pesar de que los costos de extracción del shale gas o petróleo en ese mercado son similares a los de la cuenca neuquina. El encarecimiento por decreto del precio del gas en boca de pozo multiplica el costo de generación de electricidad y la tarifa, a la que se añade el IVA e Ingresos Brutos. El esquema vigente es un gran subsidio al capital internacional, en especial al instalado en Vaca Muerta.
Esto se potencia como el agravamiento de la crisis capitalista internacional. El precio internacional del petróleo viene cayendo en forma vertiginosa -un reflejo anticipatorio de una recesión en puertas de la economía mundial- pasando en pocos meses de 70 dólares a 48. Este hecho debería traducirse en una reducción del precio de las naftas locales. Eso no sólo no ha ocurrido sino que se han multiplicado las presiones de las petroleras y empresas afines para que el Estado las compense con nuevas prebendas. Por lo pronto, los grupos empresarios del sector vienen reclamando que el gobierno las libere de las retenciones a las exportaciones de petróleo y, por supuesto, defienden con uñas y dientes los subsidios que ya se embolsan y los precios vigentes por el combustible en las estaciones de servicio.

Derrotar la ofensiva

El macrismo, que ha hipotecado el país, se sirve de ese hecho para redoblar la agresión a los trabajadores. Pero el tarifazo y la ofensiva en curso no resolverán la crisis de deuda que se agrava y el impasse de la política oficial. El riesgo país ha trepado por encima de los 800 puntos.
El rechazo a las medidas que plantea la oposición no puede disimular su complicidad. Los 40 intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires prepararían una presentación judicial de “oposición a los tarifazos” planteando que “no se realizaron las audiencias públicas previas que corresponden”. Medidas similares, sin embargo, ya fueron presentadas por intendentes en ocasiones anteriores y el resultado es conocido: las audiencias no son vinculantes, el gobierno las realiza y luego aplica los aumentos.
Nadie en las filas “opositoras” cuestiona este sistema confiscatorio, incluido el kirchnerismo. No olvidemos que el “sendero de precios” del gas que el gobierno y los jueces pactaron en 2016, lo inventó antes su propio gobierno -de la mano de Kicillof y Galluccio. El massismo dice que quiere un ajuste de tarifas de acuerdo con la evolución del salario -algo que nunca se le había ocurrido en ocasión de los grandes tarifazos 2016/17.
Toda la burocracia de la CGT sigue el mismo camino. El reclamo que realizan ante este ataque se circunscribe al pedido de un aumento del sueldo mínimo, lo cual no ha sido un impedimento tampoco para que algunos gremios empiecen a renovar aumentos muy inferiores a la carestía que se avecina, con más razón, luego de los tarifazos. Tal como acaban de hacerlo UPCN en la provincia de Buenos Aires, Utedyc (entidades deportivas y civiles), y el Suterh, encabezado por Víctor Santa María.
Pero lo más importante es que ni siquiera los nuevos tarifazos han conmovido a los dirigentes sindicales, incluidos moyanistas y kirchneristas, para " revisar" la tregua y convocar a los trabajadores a la acción. Esto se extiende al triunvirato piquetero. La tregua es inadmisible en momentos que el gobierno continúa y profundiza su ofensiva. Llamar a esperar hasta las elecciones de2019 es una impostura cuando el gobierno no espera para atacar las condiciones de vida de la población. El ministro de industria Dante Sica viene de plantear la necesidad de sancionar una reforma laboral cuando la Unión Industrial ha vuelto a la carga con ese reclamo.
A nadie se le puede escapar que, si esta ofensiva pasa, será el mejor escenario para que el macrismo tenga un margen de maniobra mayor para sobrevivir e incluso pueda avanzar en sus ambiciones reeleccionistas. La “paz social” es también una condición para el armado de un recambio y una transición política “controlada”, en medio del proceso electoral, en caso de que el hundimiento del macrismo sea irreversible.
Está abierta una pelea contra los tarifazos, impagables, y también la lucha por aumentos de salarios. En ambos casos, se plantea la necesidad de superar el bloqueo que suponen las burocracias de todos los pelajes y la complicidad de la oposición patronal. Las reservas de lucha de la clase obrera las hemos constatado a lo largo de todo el 2108, que culmina con la movilización heroica que están librando los compañeros de Interpack y Siam.
La nueva tanda de tarifazos pone al rojo vivo la necesidad en el 2019 de derrotar el plan de guerra de Macri, el FMI y los gobernadores. Los ruidazos y cacerolazos están a la orden del día y contribuyen a este objetivo.
Es necesario un congreso de delegados mandatados por asambleas, de todos los sindicatos y las centrales obreras, para poner en pie de lucha al conjunto de la clase obrera y discutir un programa de salida a la actual crisis. Un programa de esta naturaleza debe incluir, la anulación de los tarifazos, la apertura de los libros y costos de las empresas de servicios y el control obrero de la producción; poniendo fin a las privatizaciones y al endeudamiento usurario e imponiendo la nacionalización integral de los recursos y el sistema energético. Es necesario que los trabajadores irrumpan en la crisis nacional y se transformen en una alternativa de poder.

Pablo Heller

In memoriam. Osvaldo Bayer

La muerte de Osvaldo Bayer ha generado una oleada de recordatorios, a los cuales ni se me ocurrió sumarme, pensando, como siempre, que “ya todo estaba dicho” o que en todo caso, a quien le podría interesar otra recordatoria más.
Y sin embargo, repensándolo, a las 48 horas, leyendo algunas despedidas, me di cuenta que probablemente tenga yo algo que decir, por lo menos algo de todo lo que nunca queda dicho.
Así que tejo aquí algunos hilos con el Osvaldo que conocí, que modificó mi vida.
Conocía a Osvaldo siendo lector de Los Vengadores de la Patagonia trágica. Y en 1975, estando yo trabajando en una editorial que empezaba a conocer las amenazas de los “comandos restauradores”, vi que por las condenas de muerte para los de las listas negras de la Triple A, Osvaldo, como muchos otros, optaban por el exilio.
Peculiar el de Osvaldo, reencontrándose con sus raíces teutonas, instalándose precisamente en la tierra de sus padres.
Poco después, con la dictadura instalada a pleno en Argentina, me tocó iniciar mi propio exilio. Por la prensa anarquista me enteré de un largo reportaje de la revista inglesa Freedom a Osvaldo. Allí, en inglés, obviamente, Osvaldo narra su encuentro con Che Guevara. 1960. Momento que se vivió como eclosión revolucionaria. Junto con otros argentinos y argentinas –esto no es política de inclusión de género− participó de una visita no turística a Cuba cuyo objetivo principal era conocer al compatriota. Osvaldo cuenta el embeleso de todas o casi todas las visitantes ante la gallarda figura. Que todos esperan ansiosamente hasta que hace su ingreso a la sala donde la delegación argentina espera. Osvaldo cuenta que el Che no se sienta, al contrario deambula entre mesas y sillas y plantea el qué hacer. Hay que armarse para luchar; cuando dos o tres se decidan, se trata de sorprender a un policía en la calle, inmovilizarlo y arrebatarle el arma. Una vez, dos veces. Teniendo ya un par de pistolas, el núcleo revolucionario se puede plantear copar un pequeño destacamento, de uno o dos policías. Y así, progresivamente, a medida que el grupo se nutra con nuevos ingresos y más armas arrebatadas, se podrán encarar objetivos mayores y más difíciles, hasta estar en condiciones de enfrentar a militares…
Osvaldo cuenta que lo escucha y no puede dar crédito a la fábula. Entonces, en el medio del silencio arrobado, sobre todo de las mujeres, Osvaldo ensaya una pregunta, la pregunta típica de un país futbolero; ¿Y los contrarios, no juegan?
Osvaldo cuenta que desde su altura, el Che lo miró y le contestó displicente: −son todos mercenarios. Con lo cual cerró el debate. Que nunca tuvo lugar. Porque recordaba que fue la única pregunta del encuentro. El reportaje de Freedom fue de 1979.
Pasaron los años y Osvaldo y tantos otros, como yo, terminamos el exilio.
En uno de mis últimos intentos de publicar en Suecia había yo escrito (en sueco) “Mito y realidad de El Hombre Nuevo” y enviado a la revista de cultura Fenix. Y cuando me iba del país que tan cálidamente me acogiera (valga la paradoja climática), sin haber logrado que lo publicaran, otro refugiado, paraguayo, que había aplicado sus energías en Holanda al Instituto de Historia Social, de Amsterdam, me recomendó muy entusiastamente que me pusiera en contacto con Osvaldo Bayer, regresado a Buenos Aires. Que realmente valía la pena, insistió.
Así que reinstalado yo a mi vez en Buenos Aires, usé los datos de mi amigo y le alcancé a Osvaldo Bayer mi miniensayo, sobre el Hombre Nuevo.
Pasó un año. Sin noticia alguna. Y un buen día, ya debíamos estar con la URSS en harapos, me llega devuelto el sobre con “Mito y realidad…” Miré atentamente. Prolijamente cerrado. No sabía si había llegado a leerlo o no. De cualquier modo, no había comentario alguno.
Pese a la anécdota recordada en Freedom, tuve la impresión que Osvaldo se encuadraba en la izquierda, las izquierdas, duras y puras; ciegas, sordas, mudas.
En 1993, Osvaldo inaugura la primera cátedra (libre) de derechos humanos en las universidades argentinas. Un mojón histórico.
Yo le había perdido la pisada. Y en 1998, Osvaldo me convoca para cubrir el área de Ecología en la cátedra que él preside. Sorpresa mayúscula (y no sólo mía, sino de otros que contaban ser “elegidos” para tal tarea).
Lo que yo imaginaba frialdad, que “me habría cortado el rostro” ante un texto incómodo o impresentable, no se compaginaba con esta invitación donde con mucha simpatía, ponderaba mi labor. Me dijo simplemente que leía mis artículos sobre ecología.
La noción de hombre nuevo, como la misma URSS, habían quedado atrás [1] … estábamos en 1998.
Cuando años después, me decidí a preguntarle por el destino de “Mito y realidad del hombre nuevo” (que por cierto permanecía, y permanece, inédito), no tuve respuesta. Evidentemente, no le interesaba comentar el punto.
Trabajando juntos, y conociendo ahora los reportajes que a menudo le hacían en Argentina, más de una vez le propuse que sacara a luz su experiencia cubana, con el Che en 1960. A mi modo de ver, revelaba un grado de madurez que Osvaldo con sus 33 años entonces, ya tenía (por algo había quedado solo entre veinteañeros y veinteañeras deslumbrados durante aquella visita).
Nunca comentó mis expectativas, pero años, muchos años después, apareció aquella visita de 1960 en sus entrevistas argentinas. Sentí que había dado como un paso político.
Me parece que fue luego que sufriera la “degradación” que le impusiera Hebe de Bonafini retirando su nombre del café de Madres de Plaza de Mayo y seguramente luego que se tuviera que retirar, en un mar de hostilidad, de la Universidad de la misma organización.
En la lista extensísima de tomas de posición que tuvo Osvaldo, siempre del lado de los perseguidos, recuerdo una particularmente, enfrentando con mucha valentía los sentimientos patrios de argentinos y chilenos: reivindicar el territorio patagónico cis- y trasandino para los mapuches.
Tuve el inmenso honor de tener un prólogo suyo para mi libro Futuros: contra una visión autoindulgente del desastre planetario.
Se solidarizó, como con tantos antes, con un perseguido desaparecido en democracia: Santiago Maldonado, lo cual habla de su enorme compromiso.
Su hijo Esteban a la hora de su muerte lo presenta tal cual vivía y estaba en el último tiempo, con la bonhomía y los proyectos de siempre, y sus cuentas pendientes, como dice su hijo, para debatir con di Giovanni o el Gallego Soto o Wilkens…
Lo había visto hace 4 o 5 meses. Lamento estar ahora lejos; lejos de Marcelo, su “sucesor” en la cátedra, y de tantos otros compañeros, a quienes ahora apenas saludo con estas líneas.

Luis E. Sabini Fernández

Notas
[1] Salvo para las paredes de la facultad. Donde seguían proliferando con igual virulencia que antes los carteles y afiches de ‘poder rojo’, ‘poder proletario’, ‘dictadura de clase’ y otras consignas y consignismos.

Israel asesinó en 2018 a más de 200 jóvenes palestinos



Desde el 30 de marzo de este año, durante ocho meses, el ejército israelí asesinó a 190 palestinos, sin contar los muertos por bombardeos. La gran mayoría de esas muertes fueron niños y jóvenes que no superan los 21 años.

La marcha del retorno en Gaza, en alusión al derecho de los palestinos a retornar a sus tierras, había sido convocada por Hamas, la organización político militar que dirige esa parte del territorio palestino (que en verdad es una cárcel a cielo abierto, pues está cercada por el Estado de Israel tanto sea por tierra, aire y mar), como por Al Fatah –el partido dirigido por Abbas que controla parte de Cisjordania-.
Centenares de miles de palestinos, jóvenes y adultos se movilizan todos los viernes desde ese 30 de marzo, en repudio particularmente al gran robo de tierras que realizó Israel en 1976 en la zona de Galilea.
Este año coincidió además, con el 70 aniversario de la Nakba (tragedia en árabe), ya que en 1948 fue creado, gracias a una resolución de las Naciones Unidas, con el apoyo de Gran Bretaña y Estados Unidos, el Estado de Israel.
Ese año las fuerzas paramilitares (en hebreo Haganá, que significa defensa), predecesoras de lo que hoy es el ejército del Estado Nacional Judìo de Israel (también conocido por su nombre hebreo Tzahal), a fuerza de asesinatos, robo de propiedades y expulsión de habitantes originarios, lograron constituir su Estado.
Volviendo a la Gran Marcha del Retorno, el sitio web británico Middle East Eye (Ojo del Medio Oriente), denuncia que Israel ha asesinado desde el inicio de las manifestaciones, hasta fines de noviembre, a un palestino cada 31 horas.
Tres cuartas partes de esos muertos tenían menos de 29 años. Siendo 24 años el promedio de edad de los asesinados.
Este es el saldo que dejó la ofensiva israelí contra las manifestaciones en Gaza, sin tener en cuenta los muertos por bombardeos, o en otras situaciones en las zonas linderas al muro del apartheid que separa a Cisjordania de las fronteras actuales de Israel.
Para el Estado comandado por el derechista Benjamín Netanyahu tanto el aniquilamiento selectivo a líderes palestinos, como el asesinato a mansalva de jóvenes e incluso niños es moneda corriente. Incluso cientos de niños pueblan las cárceles israelíes.
La más conocida es la adolescente, activista defensora de los derechos de su pueblo, Ahed Tamimi que fue encarcelada y estuvo 8 meses presa por cachetear a un militar israelí cuando intentaban allanar su casa. Su hermano y sus primos también fueron detenidos.
Al día de hoy, según diversas organizaciones humanitarias, se calcula que hay aproximadamente 290 niños y adolescentes palestinos en las cárceles sionistas. Todos ellos son juzgados por tribunales militares, como si fueran criminales de guerra y no jóvenes que desde la cuna crecen sabiendo que viven bajo la bota del opresor.
Todo este año recrudeció la ofensiva militar de Israel sobre la Franja de Gaza. Pero a mediados de noviembre el Gobierno Israelí y Hamas pactaron un endeble alto el fuego, aunque continúa el bloqueo de ese territorio y la brigada de francotiradores sionistas continúan efectuando disparos, sobre todo en la zona lindera al muro segregacionista y desde los territorios ocupados.
Esa tregua hizo que renunciara el ultraderechista, ahora ex ministro de Defensa Avigdor Lieberman. Lo cual es un síntoma más de la crisis política que atraviesa Netanyahu, que ademas afronta varias acusaciones por corrupción.
Recientemente el líder del Likud se vio obligado a llamar a elecciones anticipadas para el 9 de abril, ya que la coalición de gobierno quedó muy debilitada con la salida del partido que dirige Lieberman.
Otra gran discusión interna, sobre la cual Netanyahu no logró un acuerdo, es el proyecto de ley para que los jóvenes ultraortodoxos realicen el servicio militar obligatorio. Hasta son el único sector de la población israelí que está libre de ingresar al ejército. Los religiosos se dedican al estudio de los libros sagrados del judaísmo.

Netanyahu en América del Sur

Este viernes 28 el Primer Ministro del Estado Nacional Judìo de Israel arribó a Brasil para participar el 1º de enero de la asunción presidencial del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Como no podía ser de otra manera, éste llamó "país hermano" a la única potencia nuclear de Medio Oriente, que como Estado ejerce una práctica terrorista sobre el pueblo palestino.
En la reunión que tuvieron ambos, en el día de llegada del israelí, conversaron sobre convenios de cooperación en la industria armamentística, tecnológica, sobre agricultura y recursos hídricos. Además Bolsonaro ratificó su intención de mudar la embajada brasilera de Tel A Viv a Jerusalén. Siguiendo la línea de Trump.
La derecha brasileña festejó la visita del premier sionista. El "hermano" responsable de la matanza, que este año que se acaba, terminó con la vida de centenares de jóvenes palestinos.

Mirta Pacheco
@mirtapacheco1

sábado, 29 de diciembre de 2018

“Tarifazo federal”, regalo de fin de año



Servicios y transporte aumentarán entre 35 y 45 por ciento.

Como regalo de fin de año, el gobierno anunció los tremendos tarifazos que serán aplicados en los servicios públicos y el transporte en los primeros meses del 2019. En el caso del gas, el incremento será del 35% en el mes de marzo; en el de la luz, del 43% entre enero y febrero; en el del agua del 48% entre enero y mayo y en caso del transporte el alza promedio alcanzará al 45 por ciento, con el cual llegará al 500% de aumento en los tres años de la administración macrista.
Según lo informado por el ministro de Transporte y megaempresario automotor, Guillermo Dietrich, en el mes de marzo estaremos pagando $18 el boleto de colectivo. También aumentará el subte a $21 y el pasaje de tren en cada uno de sus tramos y distancias.
Se trata de incrementos de hasta el 45 por ciento. En el caso del colectivo, que aumenta un 38% más, este porcentaje se adiciona al 116% de aumento que acumuló en 2018 (en enero pasado se pagaban $6, tras los tarifazos del 2017).
Estos aumentos no se reducen a la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, sino que “el traslado del sistema de financiamiento” a las provincias que se concretó también el día de hoy, implicará el pase automático de los aumentos a esos boletos locales.
De esta manera, la “distorsión” de la que habló el ministro (diferencia de costo de boleto entre AMBA y el interior del país), se equipara para arriba. El “federalismo” que arguyó Dietrich es el del tarifazo a lo largo y a lo ancho del país.
Sobra mencionar que tampoco es cierto que se trataría de un aumento por el costo del mantenimiento de una calidad de servicio, dado que asistimos a un servicio de transporte completamente deficitario en ese terreno, en el que los trabajadores viajamos en pésimas condiciones, ni tampoco de financiar obras de infraestructura, que deberían depender de las empresas. Ninguna de las empresas de servicios presentó las obras realizadas para recibir estos nuevos aumentos en las tarifas que cobran.
Los trabajadores que recibimos aumentos promedio de 30% en nuestros salarios, pagamos tarifas que se encarecieron diez veces más, producto del supuesto recorte de subsidios estatales (que tampoco es tal, dado que se siguen otorgando $650 millones de fondos estatales nacionales para las empresas de transporte) mientras las patronales mantienen sus beneficios, en un sistema de transporte inviable.
En un subte que sufre un colapso absoluto y cuyos trabajadores reclaman aumentos salariales para compensar la inflación y mayores condiciones de seguridad, Benito Roggio fue beneficiado por el Jefe de Gobierno con la renovación de la concesión. Y tendrá un primer aumento del 27% hasta abril del 2019, cuando aún no terminó de aplicarse el anterior.
Basta de tarifazos. Que no se aplique ningún aumento en los servicios públicos y el transporte. Que se abran los libros de las empresas a los trabajadores y usuarios para poder controlar sus ingresos.
Inmediata reapertura de las paritarias en todos los gremios, salario mínimo igual a la canasta familiar actualizado por inflación.

Partido Obrero

El tarifazo no debe pasar



Con los aumentos, la inflación ya llegaría al 30% en el 2019.

Con los anuncios de aumentos en los servicios públicos y los transportes, que en los primeros meses del 2019 van desde el 35 al 55 por ciento, el gobierno le dará un nuevo golpe a los bolsillos de los trabajadores y deja en claro que va por una continuidad en la degradación de sus condiciones de vida.
Es que no solo la totalidad de las paritarias del 2018 quedaron por detrás de la inflación y muy lejos de los incrementos que se aplicaron este año en todo tipo de tarifas, sino que el “techo” salarial para el 2019 lo colocó en el 23%, cuando el propio diario oficialista La Nación (28/12) advierte que, a partir de los aumentos de tarifas y transportes que acaban de anunciarse –y sus consecuencias sobre el resto de los precios–, la inflación del 2019 ya estará ubicada en no menos del 30 por ciento.
Ante este cuadro, varios burócratas sindicales ya se lanzaron como adelantados en el apoyo al ajuste contra los trabajadores. Así, los de UPCN firmaron con la gobernadora María Eugenia Vidal un aumento del 20% para todo el 2019 sin cláusula gatillo y ahora se le sumaron, en el sector privado los dirigentes de Utedyc (entidades deportivas y civiles) y, nada menos que Victor Santa María, un operador del kirchnerismo y propietario de varios medios (Página/12, radios AM 750 y FM Palermo, entre otros), quienes firmaron disciplinadamente, aun antes de que llegue el primero de enero, un 23% de aumento para todo el año próximo.
Está claro que esta orientación no solo va en la dirección opuesta de una lucha por aumentos de salarios que compensen la pérdida que los mismos sufrieron en el 2018 y abona a la política oficial de seguir deprimiendo los ingresos de los trabajadores y jubilados (que perdieron casi 20 puntos en sus haberes en el 2018) sino que tampoco se orienta a una pelea seria contra los tarifazos brutales que acaba de anunciar el gobierno.
Toda la burocracia de la CGT sigue el mismo camino. El reclamo que realizan ante este descalabro que golpea con fuerza sobre los bolsillos de todos los trabajadores consiste en pedir el aumento del sueldo mínimo, que cobra una franja también ínfima de los asalariados y el gobierno fija por decreto.
En un andarivel similar y en clave de demagogia electoral, los 40 intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires prepararían una presentación judicial de “oposición a los tarifazos”, según adelantaron Gariel Katopodis, de San Martín, y Juan Horacio Zabaleta, de Hurlingham, en Página/12 (28/12).
Anticiparon que el camino sería la impugnación de los aumentos de tarifas y transporte porque “no se realizaron las audiencias públicas previas que corresponden” cuando, como se destaca en la misma nota, medidas similares ya fueron presentadas por intendentes en ocasiones anteriores y el resultado es conocido: las audiencias no son vinculantes, el gobierno las realiza y luego aplica los aumentos. Ninguna de ellas ha logrado pararlos.
Al igual que en el caso de la burocracia, aquí también se trata de una intervención “ecuménica, tanto por la cantidad como por la pertenencia de los intendentes a distintas ramas del PJ”, incluidos los kirchneristas.
Está abierta una pelea contra los tarifazos, impagables para una franja creciente de trabajadores. También la lucha por aumentos de salarios.
En ambos casos se plantea la necesidad de superar el bloqueo que suponen las burocracias de todos los pelajes y las fracciones del PJ de todos los sectores.

Nelson Marinelli

"El gasto total en salud es la mitad de lo que se paga al servicio de la deuda"

Entrevista al Dr. Reynaldo Saccone, miembro de la Comisión Directiva de Cicop

M.H.: Desde Cicop señalaron que el Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires pagará 77.000 millones de pesos en compromisos financieros asumidos y que para el sistema sanitario habrá 51.000 millones, es decir, 26.000 millones menos. Ustedes han manifestado que la baja del porcentaje reviste características inéditas. ¿Podrías describir a qué se refieren?
R.S.: Es el presupuesto más bajo de la historia de la provincia. Ha ido descendiendo, no solo con este gobierno. La Cicop viene denunciando a los últimos gobiernos porque hay un deterioro creciente y una postergación a lo largo de los años del gasto estatal en salud. También en educación y todo lo que tiene que ver con prestaciones sociales. Si bien son un porcentaje importante del PBI, no logran satisfacer las necesidades y están en franco retroceso.
Este gobierno se caracteriza por hacer más rápido el descenso y sin que les tiemble la mano. Pero muchas veces las cifras no dan una idea acabada porque hay cosas que no las vamos a encontrar en las estadísticas. Voy a relatar algunos hechos que sirven para aclarar esto. Por ejemplo, en las últimas semanas hubo incendios en dos hospitales de la provincia de Buenos Aires. En uno de ellos, el hospital San Roque de Gonnet, en los alrededores de La Plata, murió un paciente por el efecto provocado por el incendio. El segundo fue en el hospital Oñativia de Villa Calzada, donde hubo que evacuar a la totalidad de los pacientes, los neonatos también, es decir a los niñitos recién nacidos internados en neonatología; hubo que trasladarlos a los distintos hospitales más cercanos y quedó evacuado en su totalidad por un incendio.
¿Por qué se producen esos incendios?, dicen que por un rayo pero, uno por un rayo el otro por otra cosa. ¿Por qué se caen los techos, los cielorrasos? Hay una serie de cuestiones que suceden en los hospitales que no figuran en las estadísticas.
En las estadísticas y en la asignación del presupuesto uno ve cifras, pero cuando miramos los hechos nos damos cuenta del drama, del deterioro en que han caído y siguen cayendo los hospitales de la provincia y por ende el servicio médico estatal. Por ejemplo, se menciona cada tanto los problemas de seguridad, pero son cotidianos en los hospitales de la provincia.
¿Dónde podemos encontrar medido en cifras el drama del paciente que tiene que ir a las 4 am para pedir un turno, el que tiene que esperar horas para ser atendido y el drama de los fines de semana, que no hay pediatras en los hospitales de la provincia, ni clínicos que son indispensables en una guardia? No hay traumatólogos. Es decir, hay una carencia de recurso humano, tecnológico, de diagnóstico, no hay medicamentos para proporcionar a los pacientes que no los pueden pagar y el gran problema de la infraestructura de los hospitales que se caen a pedazos.
Pero en forma paralela, en medio del drama de estos hospitales que estoy mencionando, se inauguran guardias nuevas, bien pintadas y presentadas, como el caso del hospital Paroissien. La gobernadora tuvo que ir en horario y forma clandestinas para no enfrentarse con los trabajadores del hospital ni los profesionales y pacientes que le reclaman; se hizo sacar fotos en una guardia nueva que, sin embargo, es insuficiente para resolver los problemas de la atención médica en un distrito como es el de La Matanza que tiene 2 millones de habitantes, algunos le llaman la cuarta provincia porque solo hay 4 provincias con más habitantes que el distrito de La Matanza.
A veces cuando uno habla de las cifras del PBI que se invierte en tal o cual cosa se pierde la dimensión, acá el problema es que hay hospitales donde no hay lista de espera. Hay hospitales en donde la lista de espera es numerosa y otros donde no se hace lista de espera porque no se opera en forma programada y solamente se operan las urgencias, precisamente por este deterioro, la falta de recursos humanos, tecnológicos y el deterioro en la infraestructura.
M.H.: Leí una nota de Pedro Cahn el infectólogo del hospital Fernández jubilado, consultor actualmente del hospital y fundador de la Fundación Huésped. Él dice que el sistema de salud en Argentina es darwiniano, selecciona a los más aptos. “Al día de hoy en el hospital Fernández si querés sacar un turno tenés que hacer cola desde las 4 am, llueva, haga frío o calor. A las 6:30 abren las puertas, a las 7:00 empiezan a dar turnos y a las 7:30 aparece una persona con la voz al mejor estilo de la empleada pública de Antonio Gasalla y dice que no hay más turnos para ginecología, traumatología miembro inferior y cardiología. Lo malo no es sólo que no haya turno, sino que nadie se para en la puerta a preguntar a los que se quedaron sin turno para qué vinieron y elaborar un registro para ver qué servicios necesitarían más profesionales. Entonces, el que llega al hospital es el que tiene tiempo de ir, un trabajo donde si llega tarde no le descuentan el presentismo, la Sube cargada y puede ir al turno en el horario en el que el hospital funciona, que es el que les conviene a los médicos y no a los pacientes”.
R.S.: Les conviene a los médicos no, le conviene al sistema. Porque si ponés un hospital que funcione de 7 am a 21 o 22, tenés que poner otro turno completo de profesionales médicos y distintas especialidades, empleados administrativos, seguridad y enfermería. Entonces tenés que aumentar la dotación de recurso humano y eso va directamente en contra de los planes de este gobierno seguro y de los anteriores también.
M.H.: Has descripto el drama humano, la parte que tiene que ver con la infraestructura hospitalaria. Sin embargo revisando el presupuesto 2019 yo creo que hay algunas cifras que son realmente muy fuertes. Señalan que el presupuesto de salud del año 2018 fue de 2.900 millones de dólares y para el año 2019 va a ser de 1.138 millones de dólares a nivel nacional.
R.S.: Hay disminución en todos los presupuestos.
M.H.: En la atención de la madre y el niño la disminución es del 90%, es increíble. En el caso del desarrollo de la atención médica el 67%, en la lucha contra el SIDA 46%, en la promoción de salud y reducción de enfermedades no transmisibles 66%, prevención y control de enfermedades endémicas 75%. Son cifras muy fuertes. Al hospital Posadas le han reducido más de la mitad del presupuesto.
R.S.: El Hospital Posadas se maneja con aportes de la Nación y aportes de la Provincia de Buenos Aires. Teóricamente en partes iguales. Inversamente, el hospital Garrahan en donde han aumentado la presencia nacional, lo cual no quiere decir que esté mejor, sino que significa que en la proporción entre la plata que pone Nación y la que pone provincia, la Nación pone más plata. Han liquidado sanidad escolar por ejemplo.
M.H.: El ajuste es del 97.6%.
R.S.: Eso es en la Nación. Habría que ver en las otras provincias, yo no tengo datos desglosados pero sí hay que ver que el gasto total en salud de todos los presupuestos, Municipio, Provincia y Nación, el porcentaje del PBI es 2,6% que es la mitad de lo que se paga al servicio de la deuda. Eso para tener una dimensión.
En la Ciudad de Buenos Aires se está aplicando el plan del gobierno nacional
M.H.: En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, hay un proyecto para trasladar 4 hospitales al Muñiz. Desde el punto de vista de la salud, más allá del negocio inmobiliario que puede haber detrás de esto ¿qué implica?
R.S.: No se puede analizar en forma aislada porque es parte de un plan. Juntar unos hospitales en un terreno puede ser bueno o malo, hay que hacer estudios locales para ver la gente que se atiende de dónde viene. Son hospitales monovalentes, es decir de una especialidad, no son hospitales generales. Por ejemplo, el Gastroenterológico se encarga del aparato digestivo, está el Instituto de rehabilitación psicofísica que era el antiguo Instituto de rehabilitación; después están el Instituto de enfermedades respiratorias y el Marie Curie que es oncológico. Entonces el argumento del gobierno es que los van a poner en un edificio mejor, concentrado en el hospital Muñiz. Pero lo hace un gobierno que al mismo tiempo está vendiendo a precio vil los terrenos públicos de la Ciudad de Buenos Aires para emprendimientos inmobiliarios y además está tomando medidas en detrimento de la salud pública. Entonces uno tiene derecho a pensar que ese traslado no es inocente, sino para disminuir presupuesto, personal y obviamente como resultado de eso va a traer un empeoramiento de la atención de la gente.
Es interesante hablar de la Ciudad de Buenos Aires porque es donde se está aplicando el plan de este gobierno nacional. Porque no se puede aplicar en la provincia de Buenos Aires por la resistencia de los trabajadores de nuestro sindicato Cicop y también de Ate y otros sindicatos menores. En cambio en CABA el gobierno de la Ciudad logró hacer un acuerdo con el nucleamiento de los médicos de los hospitales de la Ciudad que se llama Asociación de Médicos Municipales y Sutecba que es el sindicato de trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, que son las dos grandes organizaciones que nuclean a los trabajadores de los hospitales. También están Upcn y Ate en menor proporción. Entonces ese acuerdo incluye el 5x1 que mencionás y la reforma a la carrera profesional que es algo que merece un párrafo aparte porque implica un cambio cualitativo en la conducción de los hospitales.
Los directores antes eran por concurso, todos sabemos que un concurso puede más o menos maniobrarse, pero eran por concurso y eso le daba cierta objetividad a que los directores tuvieran que ser relativamente independientes del poder, en cambio ahora eso queda anulado y los directores no serán los más capaces sino los que elija el gobierno que serán más afines a lo que el gobierno quiera hacer.
Además hace días salió un acto administrativo por el cual se crea una especie de súper administración de los hospitales, quiere decir que todas las direcciones de los hospitales tienen una autoridad máxima que es distinta del director de cada hospital y eso va en un sentido, y tenemos todo el derecho de sospecharlo por la experiencia internacional, de tercerizar el gerenciamiento de todo el sistema sanitario de la Ciudad. A entregarlo a una empresa privada para que gerencie los hospitales. Porque todo el plan apunta a eso. Y el caso de las enfermeras es categórico, porque la Enfermería hace más de 40 años era un poco auxiliar del médico, pero en todo este período hemos asistido a un desarrollo de la medicina muy importante con la creación de nuevas tecnologías, drogas, procedimientos y un florecimiento verdadero de todo tipo de especialidades que han mejorado la calidad de la atención y la Enfermería no ha sido ajena a eso.
Entonces hoy en día la Enfermería ha adquirido estatus universitario, hay una Licenciatura en Enfermería. Ya no es más un auxiliar, es un profesional. Y excluir a los y las enfermeras y colocarlos en el escalafón de personal administrativo y de planta de la Ciudad es precisamente para tener los salarios a la baja y llegar a tener la mano de obra barata que se necesita para la explotación privada del sistema hospitalario de la Ciudad.
Junto con eso se toma otra medida. A la Escuela municipal de Enfermería fundada en los ´50 por Cecilia Grierson, que ha formado durante décadas generaciones de enfermeros de la Ciudad, se le disminuye la currícula lo cual aleja la posibilidad de pasar a la Licenciatura de quienes estudien la carrera. Los deja afuera. Tendrían que hacer un año más y recién después tener acceso. Eso va en consonancia con la gran reforma en educación que están queriendo imponer.
M.H.: Porque en el caso de la UNICABA también el sistema es parecido en cuanto al nombramiento de las autoridades, que ya no las nombrarían los Consejos académicos de cada Profesorado sino que el rector de la UNICABA sería nombrado por el jefe de Gobierno de la Ciudad.
R.S.: Dejaría de ser un instituto universitario del sistema reformista, de la reforma del ´18, con autonomía y cogobierno de los distintos claustros para pasar a ser como una Universidad privada. Y con eso establecen el control ideológico, no solo administrativo.

Mario Hernandez

jueves, 27 de diciembre de 2018

Myriam Bregman denuncia el cierre de escuelas nocturnas

Vanina Biasi denunció amenazas // América 24

El gobierno manotea en la ANSeS fondos que alcanzan para pagar el bono de $5.000



Y también un aumento de las jubilaciones.

El gobierno volverá a pegar un nuevo manotazo sobre los fondos de los jubilados, por un total de $86.000 millones, por los cuales le dará al ANSeS Letras del Tesoro que serán amortizadas –o renovadas por otras– a su vencimiento, en diciembre próximo.
Hace pocos días, el gobierno nacional y el propio Macri en persona, sostuvieron que, “por falta de recursos”, era imposible siquiera otorgar un bono similar al de $5.000 que cobran los empleados estatales. Pero resulta que, solo con este dinero que se está sustrayendo de las arcas del ANSeS, podría pagarse un bono de más de $5.000 a cada uno de los jubilados y pensionados del país. No se trata de falta de recursos, sino hacia donde se decide orientarlos.
Y otro tanto sucede con la negativa oficial a otorgar un aumento de los haberes que compensen el desfasaje que se produjo con la inflación desbocada de este año. La pérdida en la capacidad de compra llega a casi 20 puntos.

Vaciamiento

El gobierno no sólo está utilizando el dinero del ANSeS para fines que no son la mejora en los ingresos de los jubilados sino que está profundizando el deterioro de su patrimonio. Ocurre que, a partir del primero de enero, las patronales abonarán menos cargas sociales, ya que tendrán un “mínimo no imponible” de $7.000 en cada sueldo que paguen. Así, si el salario es de $15.000, la patronal deberá pagar contribuciones por $8.000. Y este “mínimo no imponible” se irá incrementando y actualizando por inflación, lo que supone un desfinanciamiento conscientemente del ANSeS.
Así, en el 2022, las patronales prácticamente dejarían de aportar a las cajas jubilatorias ya que ese mínimo no imponible alcanzará los $17.500 a valores de hoy, mientras que el salario promedio en el tercer trimestre de este año estaba ubicado en los $18.102 (alrededor de $19.500 en diciembre), según estimó el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano. Es decir que las patronales aportarían, en promedio, sólo por $2.000 de cada salario.
Este proceso, el gobierno lo anticipa en el caso de los sectores textil, del calzado y la marroquinería, a los cuales les adelantó para el 2019 el “mínimo no imponible” y así es que las empresas de esas actividades pagarán a partir de enero solo por encima de los 17.500 pesos, es decir que prácticamente dejarán de aportar a las cajas jubilatorias.

El manotazo permanente

Los $86.000 millones que el gobierno sustrajo ahora del organismo previsional sin consultar a ningún jubilado –como antes lo hacía la administración kirchnerista–, es el último zarpazo del gobierno sobre el denominado Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSeS, que está compuesto por dinero que aportaron los trabajadores a la caja de jubilaciones a lo largo de su vida laboral.
Este Fondo ya perdió u$s22.000 millones de su valorización en los primeros ocho meses de este año, lo que equivale a casi la tercera parte del total de los u$s64.000 millones que tenía a fines del 2017, según el informe que presentó al Congreso el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
La caída mayor –u$s10.000 millones– se produjo por la brusca devaluación del peso a lo largo de este año, pero la enorme pérdida del 35% del valor en divisas del FGS, se explica también por la desplome en la valorización de los activos en los que está invertido ese dinero de los jubilados que, en un alto porcentaje, (casi 65%) se trata, justamente, de títulos públicos cuyas cotizaciones fueron sacudidas por la crisis.
La política que el Gobierno acordó con el FMI en este terreno consiste en vender activos del FGS para ayudar a financiar el pago de jubilaciones y pensiones y los acuerdos que se alcancen en el marco de la estafa de la Reparación Histórica.
Además, el gobierno utiliza ese dinero para financiarse mientras mantiene fuertes deudas por las diversas sentencias judiciales favorables a los jubilados.
La política oficial se orienta a golpear duramente al régimen previsional, con un aumento en la edad jubilatoria, una reducción mayor en el monto inicial de los haberes, que hoy ronda el 50% del sueldo y una nueva modificación en la mecánica de actualización de las jubilaciones que las haga perder más su capacidad de compra.
El plan de guerra del gobierno macrista y los mandatarios provinciales debe ser enfrentado en una lucha común de los jubilados con los trabajadores, porque lo que está en juego es su subsistencia actual o futura, luego del retiro y después de haber aportado decenas de años durante la vida activa.

Nelson Marinelli

Un millón y medio de niños y niñas pasan hambre en Argentina



Según un relevamiento de la UCA, la cantidad de niños, niñas y adolescentes con inseguridad alimentaria severa creció un 3,4 % el último año.

El 2018 se termina y con él llegan a término las terceras cuartas partes del mandato de Mauricio Macri. Los motores que vienen preparándose hace tiempo, se calientan de cara a la carrera electoral del 2019.
Con el fin de este duro año par, se cristalizan las consecuencias de las políticas implementadas en su curso, del avance del ajuste y se puede ver el hambre y la miseria que se extendieron en los hogares a lo largo y ancho del país.
El informe de avance 2018 del Observatorio de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), indagó sobre un aspecto que permite ver con claridad el costo del ajuste: la cantidad de niños y niñas de hasta 17 años que comen menos que antes o pasan hambre en Argentina.
El diario La Nación publicó algunos datos arrojados por el relevamiento que se difundirá este jueves.
El concepto de “inseguridad alimentaria severa” da cuenta de la situación de los hogares donde niños y adolescentes experimentan hambre. Este indicador pasó de 9,6 % a 13 % entre 2017 y 2018, lo que equivale a un aumento de 3,4 puntos.
Se trata de un universo que se elevó de 1.116.160 a 1.573.000 niños, niñas y adolescentes de hasta 17 años que viven en ciudades. En limpio: en los últimos doce meses hubo 456.840 niños y niñas más que pasaron hambre.
Con “inseguridad alimentaria” el informe se refiere a la situación de las casas en las que hay dificultades para acceder a los alimentos en cantidad y calidad por problemas económicos.
Este registro experimentó una suba de 7,6 % en el último año. Pasó de 21,7 % a 29,3 %. Hoy esta estadística representa la realidad en la mesa de 3.5 millones de chicos y chicas, mientras que hasta el año pasado alcanzaba la de 2,6 millones.
Días atrás la misma UCA había dado a conocer su cálculo sobre la cantidad de personas de hasta 17 años que viven en la pobreza. Entre 2017 y 2018 este índice se incrementó de un 44 % a un 51,7 %. Esto quiere decir que más de la mitad de la infancia del país es pobre y enfrenta dificultades para vestirse, transportarse y, lógicamente, alimentarse.
En números, son nada más y nada menos que 6.255.700 chicos y chicas pobres. En un año entraron en la condena de la pobreza, a engrosar esos márgenes de lo que dicen que imposible de erradicar, 931.700 niños y niñas. Es casi casi un millón más.
Sin embargo, esto no implica que la infancia que vive en esas familias pase hambre. Hay todo un sector dentro de esa generalidad a la que se denomina “pobres”, que la pasa peor aún que el resto. Previamente es probable que los padres o adultos de la casa pasaran hambre, para poder alimentar mejor a niños y niñas.
La realidad más cruda se constata en aquellos hogares donde son directamente los menores quienes ven disminuida la porción de comida servida en su propio plato.

Como para que sobrevivan algunos

La UCA estima que entre 2017 y 2018 se mantuvo estable el porcentaje de niños, niñas y adolescentes beneficiarios de asistencia alimentaria en comedores escolares, comedores no escolares, que viven en hogares o que reciben caja o bolsón de alimentos. La variación de este índice fue poco significativa, de un 36,1 % a 36,6 %.
La proporción alcanzada por alguna forma de asistencia social subió de 38,7 % a 40 %. Sin embargo, que la cantidad de beneficiarios y beneficiarias de ayuda para comer no haya variado mucho, no quiere decir que no haya incrementado la cantidad de chicos y chicas que comenzaron a enfrentar problemas para alimentarse.
Se estima que alrededor del 18,1 % de la infancia vulnerable en términos del acceso a la comida, carece de protección social.
De acuerdo a lo relevado por la UCA, la asistencia alimentaria directa cubre solo el 54 % de la población infantil con inseguridad alimentaria.
Entre la población más afectada, la ayuda para poder comer algo alcanza a un 60,6 %. Los investigadores señalaron además que en este segmento, el más hambriento de todos, se registró un incremento de la asistencia de 12,4 %.
Parece que los “esfuerzos” de los programas asistenciales del Gobierno estuvieron focalizados en evitar que los sectores sometidos a la realidad más dura mueran de hambre. Sin embargo, queda un 39,4 % de la infancia con inseguridad alimentaria severa que no recibe ningún tipo de ayuda alimentaria.
Cambiemos ya no puede hablar de "pobreza cero" e intenta mostrarse sensible a estas problemáticas. Asegura que el pacto con el FMI contempla políticas para contener a los más vulnerables. Pero ¿qué les espera a estas personas de cara al futuro, gobernado por Christine Lagarde y el Fondo?

No es imposible

“Me quiero comprometer frente a ustedes para que trabajemos juntos para que a partir del 10 de diciembre, codo a codo, junto al mejor equipo de los últimos 50 años que yo me comprometo a formar llamando a los mejores de Santiago del Estero también, para qué, para qué, para lograr una Argentina y una Santiago ¡con pobreza cero! ¡Pobreza cero!”.
No hace falta recordar de qué boca salió el fragmento de discurso precedente. Fue una de las promesas de campaña de Cambiemos y Macri, así como lo hizo en Santiago del Estero, prometió en más de un lugar que trabajaría por el objetivo de la pobreza cero. Una vez en el poder bajó un cambio y dijo que “pobreza cero” es un slogan, una expresión de deseo, pero que es algo imposible.
Nicolás Dujovne sostuvo, en uno de esos pasajes increíbles del discurso público del oficialismo de este año tan “tormentoso”, que nunca se había podido aplicar tamaño ajuste como el que impulsa Cambiemos, sin que cayera el gobierno.
Y mientras ellos se jactan de seguir administrando el poder sin caer a pesar de la catástrofe social a la que someten a millones, fue subiendo la inflación y cayendo el poder adquisitivo del salario.
El gabinete de los CEO sabe los apoyos con los que cuenta para llevar adelante su plan de ajuste, diseñado por el FMI. Esta gobernabilidad a prueba de hambre existe gracias a la colaboración de la mal llamada oposición política del peronismo en el Congreso, de los gobernadores y de la dirigencia sindical que no mueve un dedo mientras millones caen en la miseria.
En la contracumbre del G20 organizada por Clacso, Cristina Fernández de Kirchner se preguntó cómo puede ser que la gente aguante tanto, cómo puede ser que la gente soporte el avance del plan de ajuste neoliberal. Como explicación, la expresidenta habló del "colchón" social, de ese tejido supuestamente recompuesto gracias a su gestión en la década ganada que hoy hace que Cambiemos ajuste y la gente tenga algo para aguantar.
Pero no hay que olvidar que la misma Cristina Kirchner se retiró de la Casa Rosada dejando un 30 % de pobres, una de cada tres personas que habitan el territorio argentino. ¿Nunca menos?
Hablar de estas caídas y subidas es fácil. Difícil es remarla día a día, dejando de comer uno primero, para que el pibe o la piba se vaya a dormir con algo en la panza.
Difícil es constatar que ya no alcanza para que el pibe o la piba coma todos los días aunque el plato propio quede completamente vacío.
Difícil es sentir que ya no hay plato de dónde sacar para que haya pan para los hijos. En esa situación cayeron las personas responsables de alimentar a casi un millón de nuevas bocas de niños y niñas en el último año.
Esta es la pobreza que Macri opina imposible de eliminar, muy convenientemente para él y los empresarios para los que gobierna.
Esta es la pobreza mal llamada "estructural", como si fuese una parte necesaria de un armado. Es la pobreza que el gobierno anterior se jacta de haber paliado con una asistencia de miseria que dejaba afuera a millones, a los que ahora se suman nuevos millones.
No hay que aguantar. Hay muchos otros platos de los que se puede sacar.

Juana Galarraga
@Juana_Galarraga

Para esto sí hay plata: el Gobierno tomará $ 86.000 millones de la Anses

Mediante resolución conjunta del Ministerio de Hacienda y de Finanzas, el gobierno dispuso el financiamiento con fondos de la Anses. Serán Letras intransferibles en pesos a un año de plazo. Los jubilados, el botín sin fondo para el plan del FMI.

Este miercoles el Boletín Oficial amaneció con una nueva disposición polémica. El Gobierno oficializó la emisión de Letras del Tesoro por hasta 86 mil millones de pesos, a un año de plazo, que serán suscriptas de manera directa por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS).
La decisión se tomó a partir de una resolución conjunta de las Secretarías de Finanzas y de Hacienda. La deuda tomada así con los jubilados, sin consulta con ninguno de ellos más que con el mismo Basavilbaso, viene a mitigar el impedimento que acordó el gobierno con el FMI de financiar al Tesoro mediante deuda con el Banco Central.
De esta forma, mientras el gobierno y el Fondo Monetario insisten con que no hay dinero para los jubilados, programan recortes y preparan la reforma previsional para extender la edad jubilatoria, sí obtienen recursos de su Caja para financiar el pago de intereses de deuda a los especuladores.
El texto del Boletin Oficial poco de esto argumenta:
"En el marco de la programación financiera para este ejercicio se ha acordado con las autoridades de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) organismo descentralizado en la órbita del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, la suscripción de Letras del Tesoro en Pesos".
También se aclaran los terminos y condiciones: las Letras tienen como fecha de emisión el 26 de diciembre de 2018 y de vencimiento, 26 de diciembre de 2019 (un año de plazo); la moneda de emisión y pago son los pesos y la moneda de suscripción, pesos o dólares, utilizándose para su conversión el tipo de cambio de referencia de la Comunicación "A" 3500 publicada por el Banco Central el día hábil anterior a la fecha de liquidación.
La forma de colocación es por suscripción directa, la amortización íntegra al vencimiento y devengará intereses a Tasa Variable, pagaderos trimestralmente el 27 de marzo, 26 de junio, 25 de septiembre y 26 de diciembre de 2019.
La Tasa Variable "será el equivalente al promedio aritmético simple de las tasas nominales anuales (TNA) de Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos o las que las reemplacen en el futuro, en base a los precios de cierre publicados por el Mercado Abierto Electrónico (MAE) en el resumen de operaciones del Boletín Diario, para el plazo más próximo a 90 días, que no podrá ser inferior a sesenta 60 días ni superior a 120 días", de acuerdo con la resolución conjunta
Por último, las Letras del Tesoro serán intransferibles y no tendrán cotización en los mercados de valores locales e internacionales.
Pero no se indica con claridad cuál será el destino de esos fondos. En el marco de un plan de "deficit primario cero", el destino no puede ser otro que el cumplimiento de pagos de deuda que exige el capital financiero y el FMI.

LID

Del Dogma socialista a la Constitución de 1853



Esteban Echeverría, presidente de la Asociación de Mayo

Separación de la Iglesia del Estado: una batalla contra el capitalismo. Tercera parte

La tarea de la lucha contra la religión es históricamente una tarea de la burguesía revolucionaria. Tanto en Francia como en Alemania ha existido la guerra burguesa contra la religión. Una vez terminadas las revoluciones burguesas en cada nación, la cuestión de la lucha democrática contra la religión pasó a segundo plano, ocupando el primero la lucha contra el naciente socialismo. El anticlericalismo burgués pasó a ser, entonces, una herramienta, un medio para desviar la atención de las masas obreras del socialismo. De esta forma, colocar en primer plano las divisiones religiosas en vez de las políticas, distrae la atención de la clase obrera de las tareas esenciales de la lucha de clase y revolucionaria.
En América Latina, las revoluciones independentistas no fueron anticlericales, sino políticas y económicas. En una nota anterior, damos cuenta de cómo el mismo Moreno suprimió de “El contrato social” de Rousseau el apartado en el que el francés criticaba a la religión. Los revolucionarios de mayo no se propusieron cambiar las creencias religiosas de la sociedad. Así fue que los procesos de construcción de un orden liberal se encontraron ligados a la propia construcción nacional, y las creencias liberales y las católicas se pensaron unidas.

Católicos con Iglesia

Si de la construcción del movimiento católico en la Argentina se trata, durante el período que va del año 1830 al 1930 podemos dar cuenta de un movimiento que, nacido de la disolución de la cristianidad colonial, comienza a hacer pie en nuestro territorio. Esta reinvención del catolicismo en terreno americano no sólo contó con nuevas imágenes, vírgenes y santos, sino que también incluyó las tareas de sacerdotes, religiosos y religiosas que crearon sus propias organizaciones y movimientos, fortaleciéndose con la llegada de nuevas órdenes y manteniendo relaciones, directamente, con Roma.
Fue recién en 1824 que una delegación proveniente del Vaticano visitó los nuevos países latinoamericanos; luego, en el Concilio Vaticano I, se definirían líneas concretas de intervención. Mientras tanto, la llegada de millones de inmigrantes durante el período mencionado propició el encuentro de este pequeño movimiento católico latinoamericano con los inmigrantes provenientes de regiones católicas de Europa. Estos últimos encontraron en la institución Iglesia que estaba surgiendo la posibilidad de recrear una identificación, un nacionalismo de pertenencia, de aceptar una religiosidad que los integraría a una sociedad que aún no conocían. Fue así como, entonces, la integración a la ciudadanía fue dándose a través de la identificación con lo religioso, especialmente lo católico.

La Generación del 37: del Dogma socialista a la Constitución de 1853

La Generación del '37 se formó en Buenos Aires en 1837, alrededor de lo que llamaron el “salón literario”, donde un grupo de intelectuales argentinos debatía sobre política, literatura y arte, entre otros aspectos. Inspirados en el romanticismo europeo y de corte liberal, propugnaban el abandono de la herencia monárquica de la colonia española y bregaban por la consolidación de una democracia, garante de los derechos de los ciudadanos.
Disuelto por Rosas, el salón se transformó en la clandestina “Asociación de Mayo” cuyo presidente fue Esteban Echeverría y sus principales integrantes y exponentes fueron Miguel Cané (padre), Juan Bautista Alberdi, Félix Frías, Domingo Sarmiento, Bartolomé Mitre, entre decenas de otros intelectuales y políticos de la época. Pretendían un gobierno central y un sistema de gobiernos municipales que garantizaran los derechos sociales siguiendo los principios e instituciones de una república democrática. Sus escritos, entre los que se encuentran el Dogma Socialista a la juventud argentina (Echeverría, Alberdi y Gutiérrez) y las Bases: y puntos de partida para la organización política de la República Argentina (Alberdi), fueron dos grandes referencias para los constituyentes de la Asamblea de 1853. Los vínculos de estos textos con el poder eclesiástico, como veremos, fueron variando en función de conveniencias políticas.

Dogma socialista: fraternidad, libertad e igualdad… y el cristianismo como ley moral

El Dogma socialista a la juventud propone el desarrollo de quince palabras claves, levantando las banderas del progreso y la civilización, sobre la base de la asociación, la democracia y los derechos ciudadanos. En su sexto apartado (sexta palabra), postula a Dios como centro y periferia de su creencia religiosa y, al cristianismo, su ley, considerándolo “la mejor de las religiones positivas (...) porque es la ley moral de la conciencia y la razón”. Promueve al cristianismo, además, como la religión civilizadora y del progreso en tanto y en cuanto “trajo al mundo la fraternidad, igualdad y libertad”. Por ese motivo, por otorgarles derechos a los ciudadanos, proponen al cristianismo como la religión de la democracia en su función moral, ya que sostienen la libertad de culto.
Pero dejan en claro lo siguiente: la sociedad religiosa debe concebirse en forma separada de la sociedad civil: el Estado, como cuerpo político, no puede tener una religión. De esta forma, la misión que le otorgan al cristianismo se reduce a moralizar, a impartir la ley de Dios, a predicar fraternidad y caridad. Es decir, una religión que actúe como lazo social.

Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina

Fogoso partidario de la inmigración (europea), Alberdi sostiene que “gobernar es poblar”; de esta forma, insta a conquistar el principal enemigo: ese “desierto” patagónico, la cruzada que España dejó por la mitad. Esta tarea fue encomendada, sobre todo, a la congregación salesiana, que se instaló en el país a fines del siglo XIX.
Alberdi no concibe un país despoblado ni una Constitución para un país con un reducido número de habitantes. En cambio, piensa una carta magna que se plantee el objetivo de conquistar nuevos territorios y fomentar la inmigración, mientras hace alusión a que los inmigrantes europeos, con sus hábitos, traen aparejada más “civilización” que cualquier libro de filosofía de las universidades sudamericanas.
Es en este sentido que Alberdi se proclama como un defensor de la libertad de cultos (defendiendo la ley de libertad de cultos de 1825): o una nación exclusivamente católica y despoblada o “próspera y poblada, y tolerante en materia de religión”, que permita y fomente la inmigración de países, por ejemplo, sajones. De esta forma, se integrarían a la nación habitantes nuevos, con sus hábitos y cultos a cuestas, sin encontrar en la nueva nación un impedimento en materia religiosa que imposibilite su asentamiento.

Liberalismo

A nivel mundial, la posición de la Iglesia Romana respecto al liberalismo fue de total enfrentamiento: al proyecto liberal integral de la burguesía post segunda revolución industrial (fines del siglo XIX) se le opuso, desde el Vaticano, una unidad católica con el papado como centro, defensora de una “verdad única y eterna”. Así fue que las concepciones liberales del Dogma socialista y las Bases cambiaron, se adaptaron o negociaron cuando hubo que proyectar la Constitución de 1853 (como en el caso de Alberdi, autor intelectual de la misma), ser presidente de un país (Sarmiento) o ante las críticas de la comunidad católica en su conjunto. Ya veremos estas adaptaciones cuando pasemos a analizar las características de la Asamblea Constituyente de 1853 y la Constitución que resultó de la misma.
De todas formas, los efectos sociales y culturales de la modernidad igual surtieron efecto sobre la institución eclesial y esto representaría lo que en nuestro país, luego, se constituiría como la base social del catolicismo que pasara a identificarse y rearmarse en función de la aparición de nuevos movimientos políticos, como el peronismo, pero siempre reafirmándose en el campo contrario del socialismo y el anarquismo.

Flor Palombo

Bibliografía

Mallimaci, F. El mito de la Argentina laica. Ed. Capital Intelectual. Buenos Aires, 2016.
Pinto, J., Mallimaci, F. La influencia de las religiones en el Estado y la Nación Argentina. Eudeba. Buenos Aires. 2013.
Echeverría, E. Dogma socialista, en http://www.cecies.org/imagenes/edicion_180.pdf
Alberdi, Juan B. Bases para la organización política de la República Argentina, en https://www.elcato.org/sites/default/files/bases-libro-electronico.pdf

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Corte y movilización de los trabajadores de Interpack // Reincorporación ya

La Patagonia rebelde, de Osvaldo Bayer



Esta experiencia histórica es reconstruida por Bayer no solo por el conocimiento fáctico, de fuentes y testimonios que recopila sino a través de la textura de un escritor tan original que nos propone encontrar en el pasado las claves posibles para comprender el presente y avanzar en transformarlo. Este es su mejor legado.

Osvaldo Bayer además de un gran historiador y luchador incansable, mantuvo a lo largo de su vida un compromiso militante con la causa de los trabajadores y oprimidos. Entre otras facetas, el periodismo y la investigación fueron capítulos especiales de su trayectoria intelectual dedicada a la pelea por los derechos de los pueblos originarios, la historia de la clase obrera y el movimiento anarquista. Así lo retratan sus principales trabajos publicados.
Los vengadores de la Patagonia trágica cuyos tres primeros volúmenes aparecieron en el país entre 1972 y 1974 y el cuarto publicado en su exilio en Alemania, reveló en toda su dimensión las condiciones de vida de aquellos peones que en la región austral del país enfrentaron a la elite de estancieros y la oligarquía nacional. En La Patagonia rebelde, resultado de casi una década de investigación, Bayer desarrolló esta temática central. Pero no solo eso.
La narración con la claridad de su estilo, en una mezcla de historia novelada, periodismo y paciente trabajo de campo, reveló toda una época. La llegada al poder y el liderazgo de Hipólito Yrigoyen y la Unión Cívica Radical, en un contexto que combinaba las tensiones de una economía agroexportadora en expansión y los primeros pasos en la organización del movimiento obrero que debió enfrentar los intentos de disciplinamiento en beneficio de la expansión capitalista de la época.
Las huelgas patagónicas relatadas por Bayer expusieron las contradicciones del tibio reformismo de Hipólito Yrigoyen, que la Semana Trágica en 1919 ya había anticipado, y el carácter de clase de su gobierno ante el incremento de la conflictividad y la combatividad obrera. A pesar de que esta vez los sucesos se desarrollaron a kilómetros del centro político del país, los hechos y sus consecuencias trascienden las distancias.
Hacia 1920 cuando se iniciaba el conflicto que da nombre al libro, en la provincia de Santa Cruz, la Patagonia es el reino de los grandes estancieros, en su mayoría británicos, que concentraban enormes propiedades. La clave era la producción lanar, sostenida con el trabajo de peones rurales, mucho de ellos chilenos, que vivían en condiciones de extrema dureza. Como puede verse en los relatos oficiales que Bayer trabaja, “la masa laboriosa de aquel territorio, que trabaja en las estancias sufriendo las inclemencias de un aislamiento casi absoluto del mundo y aquel clima sin las más elementales comodidades, soportando una de las vidas más duras que puedan imaginarse, está luchando desde 1920 para conseguir de los estancieros —muchos de los cuales son capitalistas que viven en Buenos Aires o en Londres— mejoras de carácter elemental”. Los testimonios reunidos en el libro son en ese sentido de enorme dramatismo.
Las huelgas patagónicas atravesaron varios momentos. La primera oleada se desató por demandas en las condiciones laborales y el rechazo de la patronal a reconocer la organización obrera. Finalizó con un triunfo parcial de los trabajadores aunque, advierte Bayer, no sería más que el preámbulo de un trágico final que ocurrió meses después cuando el incumplimiento de lo acordado desató nuevamente el enfrentamiento. La segunda oleada tendría como norte la libertad de los presos llegando a paralizar toda Santa Cruz, desafiando la propiedad privada y cuestionando el poder de los dueños de la tierra. El relato de Bayer pretende demostrar la legitimidad de la autodefensa obrera en la pelea por sus reivindicaciones. Yrigoyen intervino entonces con el firme propósito de liquidar a todo el movimiento en una de las represiones obreras más sangrientas del siglo XX y asegurar, como pedían las fuerzas patronales, la Sociedad Rural y la Liga Patriótica, el orden en la Patagonia. «Vaya, teniente coronel. Vea bien lo que ocurre y cumpla con su deber», le ordenaba al teniente coronel Héctor Benigno Varela. Anticipo de una masacre obrera fraguada como enfrentamiento.
El rol del Ejército como aliado patronal, foráneo y nacional, también es documentado por Bayer de manera contundente, “La caballería argentina no supo de renunciamientos y sacrificios. Fue una verdadera caza del hombre, kilómetro tras kilómetro, legua tras legua. Los muchachos uniformados supieron darle por la cabeza a los chilotes ya desparramados y muertos de miedo, a los gallegos anarcos y a esos otros, pálidos europeos, fueran alemanes, polacos o rusos”.
En La Patagonia rebelde el retrato de algunos personajes de la obra, la trascienden y su mención proyecta el espíritu de las clases dirigentes del país. La fuerza de su relato se reconoce no solo en aquello que describe sino en aquello que sugiere. Unidas por los negocios y lazos parentales, como concluye Bayer “el poder en la Patagonia estaba dado por la ecuación: tierra más producción de lana más comercialización más dominio del transporte”. Así ocurre con la representación de una de las familias de la elite, prototipo de otras patagónicas, la familia de los Braun, propietaria de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego que llegó a disponer de 1.376.160 hectáreas y contaba con “1.250.000 lanares que producían 5.000 millones de kilos de lana, 700.000 kilos de cuero y 2.500.000 kilos de carne”.
El resto del territorio de la provincia por la concesión de tierras fiscales quedaba en manos de los extranjeros y algunos pocos argentinos. La mención al tema que Bayer dedica en el libro recobra total actualidad, “lo que sí suena a ridículo es la tesis de los que hoy todavía sostienen que la represión de las huelgas de los peones patagónicos de 1921-1922 se hizo en defensa del patrimonio nacional contra quienes, enarbolando la bandera roja, querían «internacionalizar la Patagonia». Sin necesidad de bandera roja, la Patagonia ya estaba internacionalizada, no sólo por el latifundismo extranjero, sino también porque toda su riqueza se llevaba en bruto al exterior”.
Otra figura cuyo eco sigue presente es la del ya mencionado teniente coronel Héctor Benigno Varela, como escribe Bayer, enviado por Yrigoyen para pacificar la región, encargado del desarme de los huelguistas y posteriores detenciones y fusilamientos. A Varela más conocido como “el sanguinario” lo acusan “de haber ejecutado en el sur a 1500 peones indefensos. Les hacía cavar las tumbas, luego los obligaba a desnudarse y los fusilaba. A los dirigentes obreros los mandaba apalear y sablear antes de dar la orden de pegarles cuatro tiros”.
El texto delinea la fisonomía de la clase obrera argentina en sus orígenes, un abanico de tendencias y grupos superpuestos de obreros autóctonos e inmigrantes, entre los que rechazan la organización sindical, minoritarios es cierto, pero imposibles de ignorar; un sector afín a la apertura dialoguista que propone Yrigoyen poniendo en juego el carácter autónomo e independiente de sus demandas y finalmente, pero no menos importante claro, los identificados con el ideario anarquista. Especial atención dedica a aquellos que inspirados en la gesta de la Revolución rusa y sus ideales se atrevían a desafiar y enfrentar, pagando con sus vidas, los atropellos de la conservadora elite anglo argentina.
Como explica Bayer las palabras de uno de los huelguistas golpean como martillazos “la única forma de triunfar es pelear, no podemos volver a la esclavitud después de demostrar que fuimos capaces de levantarnos contra los poderosos, no podemos negociar con los que han asesinado a compañeros nuestros en Punta Alta y Paso Ibáñez, esta huelga se hizo para libertar a los compañeros presos en Río Gallegos y no podemos abandonarlos ahora, sólo nos queda una posibilidad: combatir”. Entre varios aparece la figura del Gallego Soto uno de los principales dirigentes anarquistas de las huelgas rurales, electo en 1920 secretario general de la Sociedad Obrera de Río Gallegos. Bayer no se priva de compartir la ficha que las fuerzas del orden acaparan de esta figura “medía 1.84 de altura, tenía ojos azules claros, cabello castaño tirando a rubio, y era bizco del ojo derecho”. Como este, un sinfín de experiencias son rescatadas de un modo que no es difícil imaginarlos actuando, vivos en el presente.
La aparición de La Patagonia rebelde hoy convertido en un clásico sobre las huelgas patagónicas de los primeros años de la década de 1920, dio fuerza a la labor en un campo poco explorado hasta entonces y logró sumarse a los debates político historiográficos de la década del sesenta, reescribiendo otra historia acerca de la matanza de 1.500 obreros patagónicos. El paso del tiempo no ha logrado opacar su vitalidad. Esta experiencia histórica es reconstruida por Bayer no solo por el conocimiento fáctico, de fuentes y testimonios que recopila sino a través de la textura de un escritor tan original que nos propone encontrar en el pasado las claves posibles para comprender el presente y avanzar en transformarlo. Este es su mejor legado.

Liliana O. Caló

Rechazamos la usurpación política a la Fuba

Impulsemos las acciones de lucha votadas por la Federación.

El miércoles pasado se reunió por primera vez la nueva Junta Ejecutiva de la FUBA, electa en el reciente Congreso Ordinario, y se votaron una serie de iniciativas políticas importantes: el apoyo a la lucha de los trabajadores de Interpack y de Siam; acciones en defensa de los cursos de verano junto a estudiantes del CBC; la adhesión de actividades contra el cierre de las escuelas nocturnas; una campaña de difusión contra el decreto de Bullrich que legaliza el gatillo fácil, entre otras cosas.
En ninguna parte del orden del día se discutió alguna reunión con Cristina Kirchner. No podía ser de otro modo, pues el apoyo a las luchas que se están desenvolviendo en el movimiento obrero se opone por el vértice a la política de Cristina de formar un frente con quienes garantizan el ajuste de Macri y de otorgar garantías al gran capital y al FMI. A su vez, las luchas que votamos apoyar son las que está saboteando la burocracia sindical kirchnerista: la UOM y la Federación Gráfica de la Corriente Federal.
Lo mismo vale para la lucha contra el ajuste en la UBA y cierre de materias de verano del CBC y UBA XXI, que es ejecutado por el rector Barbieri, otrora candidato a Ministro de Educación de un eventual gobierno de Scioli. No está de más recordar que durante las presidencias de Cristina la Fuba fue reprimida en reiteradas ocasiones, como ocurrió en las asambleas universitarias de 2009 y 2013 o en conflictos obreros como el de Lear, donde el movimiento estudiantil se hizo presente. Antes, había ocurrido lo mismo durante la presidencia de Néstor Kirchner, que apadrinó con la policía a la camarilla radical-pejotista que gobierna la UBA.

CFK y la Fuba, asuntos separados

A la luz de lo expuesto, queda claro que estamos ante una escandalosa usurpación política no sólo de la FUBA sino del conjunto de movimiento estudiantil. ¿Qué asamblea votó el apoyo a CFK? ¿Con qué programa se realizaría el supuesto apoyo? ¿Sería el anticipado por Kicillof, que le declaró a la revista Forbes que sostendría el acuerdo con el FMI, pagaría la deuda y mantendría el sistema financiero en manos de los buitres internacionales? Si La Mella y La Cámpora quieren que la FUBA se sume a la campaña de Cristina Kirchner deberán librar una lucha política, que nos tendrá claramente en la vereda opuesta porque jamás defenderemos la continuidad de la entrega y el sometimiento nacional.
Demás está decir que la usurpación incluye a la propia CFK, que difundió desde sus redes sociales una foto asegurando que estaba reunida con la dirección de la FUBA, cuando ella tiene claro conocimiento de que no es así. ¿O acaso no sabe que la dirección de la FUBA tiene como una de las presidencias a la UJS-PO que rechaza la política kirchnerista cuya estrategia está basada en la burguesía nacional y la estatización de los sindicatos por medio de la burocracia sindical, que entre otras cosas asesinó a nuestro compañero Mariano Ferreyra? Si CFK quiere debatir su política con la FUBA, aceptamos el desafío. Vayamos a realizar asambleas, busquemos mandatos, y determinemos el programa de la Federación para ver si los estudiantes votan seguir con el FMI o no; si quieren pagar la deuda externa usuraria o no; si aceptan preservar la nefasta ley de educación superior de Menem que el kirchnerismo perpetuó o no; si quieren mantener la entrega de los recursos naturales a los Chevrón y Barrick Gold y asociar a la Universidad a acuerdos lesivos como el de la mina Bajo La Alumbrera o no. Aceptamos el desafío del debate estratégico, discutamos los programas de CFK y del Frente de Izquierda, y veamos cuál es el más adecuado para la salida que requiere la Universidad, la educación y el país. Este es el método que debemos seguir, opuesto desde ya a las usurpaciones.
La maniobra de CFK para presentarse ante la juventud con el aval de la FUBA debe poner en alerta a todo el movimiento estudiantil y en particular a la izquierda que se reclama independiente del nacionalismo burgués. El destino de la FUBA se ha empezado a disputar en las ligas mayores. Sin embargo, varias fuerzas de izquierda que integran el FIT en vez de denunciar esta maniobra y sumarse a a UJS-PO en la batalla estratégica que está planteada, se mantienen en la total pasividad declarando que sus peores sospechas de ven confirmadas. Se trata de una pasividad que es funcional al kirchnerismo. Pero la situación reclama del FIT otra actitud, a saber: la de disputar abiertamente la dirección de la FUBA y del movimiento estudiantil con el nacionalismo, mediante una lucha programática de fondo. De más está decir que para llevar adelante esta lucha debe abandonarse toda actitud de boicot y sumarse activamente a la dirección de la FUBA fortaleciendo el polo de independencia de clase que representa la UJS-PO. El Congreso Extraordinario de abril será una gran oportunidad para este debate político.

Defendamos las resoluciones de la Fuba

A las fotos inconsultas con quienes ajustaron a la universidad y reprimieron a la Fuba en el pasado, le oponemos una lucha militante por desarrollar las resoluciones votadas por la Junta Ejecutiva. Ayer, la Fuba junto a estudiantes del CBC permanecieron horas en la sede de Ramos Mejía exigiendo la reapertura de los cursos de verano. Y este lunes, a las 14hs la Fuba hará un acto del movimiento estudiantil en la planta ocupada de Interpack, por la reincorporación de todxs lxs compañerxs despedidxs.
Las iniciativas votadas aportan a una Fuba que se transforme en una referencia política de lucha para lxs estudiantes de la UBA, la juventud y lxs trabajadorxs en general. La UJS-Partido Obrero llevará adelante enérgicamente estas iniciativas y convocamos a todas las fuerzas políticas que integran la Federación a hacer lo mismo. La derrota del macrismo y su ajuste contra la educación y la ciencia no se hará con fotos con ex presidentas, sino convocando a lxs estudiantes a pelear en las calles junto a lxs trabajadores.

Fernando Ramal

Peligro en las mesas argentinas

El Gobierno aprobó papa y trigo transgénicos para consumo masivo

En base a estudios confidenciales, y luego del visto bueno de una comisión que tiene íntimos vínculos con las empresas que venden las semillas genéticamente modificadas para producirlos, el Estado dio vía libre a la comercialización de productos cuestionados.

Los argentinos serán los primeros en comer papa y trigo transgénicos. Dos alimentos de consumo masivo que fueron aprobados por el Gobierno en base a estudios confidenciales y luego del visto bueno de una comisión técnica-científica dominada por las mismas empresas que venden las semillas. Denuncias por la forma en que se aprueban los transgénicos, el mayor uso de agrotóxicos y la profundización de un modelo a medida de las empresas.
El 4 de noviembre la empresa Bioceres (que cuenta entre sus accionistas a Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman, entre otros millonarios argentinos) presentó en Pergamino el “trigo HB4”. La publicidad corporativa señala que es “tolerante a la sequía” y al agrotóxico glufosinato de amonio, más cuestionado por su toxicidad que el famoso glifosato.
“No se metan con nuestro pan” había sido la consigna de una decena de organizaciones sociales que denuncia la nueva avanzada del agronegocio y los riesgos para la alimentación. “Sabemos que los transgénicos son una amenaza para la biodiversidad, para el ambiente y la salud de todos. Sabemos que las aprobaciones y los controles son, en la Argentina, muy poco serios”, advirtieron la Cátedra de Soberanía Alimentaria de la UBA (Facultad de Medicina), Acción por la Biodiversidad, Naturaleza de Derechos, Huerquen Comunicación, Foro Ecologista de Paraná y BePe, entre otras, al tiempo que exigieron: “No queremos trigo ni pan transgénico”.
El trigo abarca en el país 5,6 millones de hectáreas y es el principal componente del pan. No hay ninguna ley que obligue en Argentina a identificar qué producto contiene transgénicos, como sí sucede en los países de la Unión Europea, además de Rusia, India, China y Australia, entre otros.
Los estudios de “inocuidad” son realizados por las mismas empresas que producen los transgénicos y los expedientes son confidenciales. La Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia), dirigida por Martín Lema, está controlada por las empresas: de 34 integrantes, 26 pertenecen a las empresas o tienen conflictos de intereses. En tres años, aprobó 16 transgénicos (51 desde 1996).
Carla Poth es investigadora de la Universidad Nacional de San Martín y en su tesis doctoral investigó la Conabia. “Los integrantes de la Conabia son juez y parte en la liberación de transgénicos. Y eso incluye a los tres sectores que la integran: privados, funcionarios estatales y el sector científico. Todos hablan el mismo idioma, el de las empresas tecnológicas, donde sólo importa la ganancia económica”.
Fernando Frank, de la Asociación Campesina del Valle de Conlara, explicó que otro agravante es que el trigo transgénico puede fecundar al trigo convencional. Alerta que si las empresas logran la nueva ley de semillas (Cambiemos dio dictamen en la Comisión de Agricultura de Diputados y planea aprobarla el primer semestre), las cosechas convencionales podrán contener transgénicos, por simple contaminación, y los productores podrán ser obligados a pagar a las empresas.
El Gobierno también presentó la primera papa transgénica, ya liberada para su comercialización y llegada a verdulerías y a la mesa familiar. En el acto, el 10 de diciembre, estuvieron el secretario de Ciencia, Lino Barañao, y el de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. La compañía beneficiada es Tecnoplant, del Grupo Sidus, en trabajo conjunto con el Conicet a través del Instituto de Ingeniería Genética y Biología Experimental (Ingebi). La publicidad empresaria afirma que el transgénico es resistente al virus “PVY” (“potato virus”). Uno de los responsables del proyecto es Alejandro Mentaberry, quien era jefe de gabinete del Ministerio de Ciencia al momento de aprobarse la papa modificada genéticamente. Desde su cargo tenía incidencia en el Conicet y en la Conabia. El investigador Fernando Bravo Almonacid (del Ingebi-Conicet) forma parte del desarrollo de la papa transgénica y también formó parte de la Conabia al momento de aprobar la nueva semilla. Del Grupo Sidus también formó parte Lino Barañao, que impulsó desde allí la clonación de animales. Así, la aprobación de la papa favorece a los ex empleadores del secretario de Ciencia.
El Parlamento Andino (órgano deliberativo de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile) prohibió la papa transgénica en 2006. Resaltó la “inestabilidad” del cultivo y alertó que “una vez que se libera una variedad transgénica es imposible frenar la contaminación genética”. Elizabeth Bravo, doctora en ecología de microorganismos e integrante de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos (Rallt) afirmó que la papa transgénica no resolverá problemas agronómicos. “Los virus mutan. Y el virus PVY puede desarrollar resistencia a la papa transgénica”. Alertó que es un “gran problema adicional” que esta papa se utilice para consumo humano directo.
Fernando Frank apuntó al fondo: “No pueden afirmar que el transgénico no va a tener consecuencias malignas en la salud. Ni siquiera tenemos acceso a los supuestos estudios de inocuidad. El llamado avance tecnológico no implica ninguna mejora para los consumidores. El objetivo es el avance de la agricultura industrial y la consolidación del control corporativo del sistema agroalimentario, manipulando el poder de decisión de agricultores y consumidores acerca de qué cultivar y consumir”.

Darío Aranda
Página/12