sábado, 11 de febrero de 2017
Macri y el Correo: una historia de defraudaciones
Minuto a minuto, crece el escándalo por la bochornosa condonación de la deuda por más de $70.000 millones (según el cálculo de la fiscal Gabriela Boquín) a Correo Argentino SA, la empresa familiar del presidente Mauricio Macri, por la deuda que contrajo con el Estado Nacional.
La ex presidenta Cristina Kirchner ha denunciado que el presidente se “auto-regaló” la quita del 98% de la totalidad de la deuda actualizada. El ex ministro de Trabajo kirchnerista, Carlos Tomada, dijo al respecto que "está en el ADN de la familia Macri servirse del Estado".
Pero si miramos el asunto en profundidad, este desfalco del macrismo es un eslabón más en el largo proceso de protección y rescate fraudulento de parte del Estado de los negociados familiares del Correo, que se iniciaron con las privatizaciones menemistas, continuaron con la Alianza y fueron protegidos y rescatados por el gobierno kirchnerista. Cabe recordar, por otra parte, que la dictadura estatizó la deuda del grupo Macri.
Menem entregó el correo al grupo Correo Argentino en 1997. Sus propietarios eran una sociedad constituida por el grupo SOCMA, de la familia Macri (Franco Macri a la cabeza), el Banco Galicia y el Correo Inglés.
La concesión se firmó por 30 años: la sociedad debía pagarle al Estado nacional un canon semestral de 51,6 millones de pesos/dólares. En el año 1999 los Macri dejaron de pagarlo y acumularon una deuda de aproximadamente 900 millones de pesos/dólares, de los cuales 450 millones de pesos/dólares, correspondían al Estado. En menos de cuatro años despidieron a 10.000 trabajadores. Fraguaron una quiebra contable y en septiembre de 2001, la empresa Correo Argentino entró en concurso preventivo.
La “estatización” kirchnerista del correo en 2003 fue tan o más trucha que la de YPF o la de Aerolíneas Argentinas: no sólo le permitieron no pagar la deuda con el Estado, sino que incluso hoy la familia Macri “detenta la totalidad del capital accionario de Socma Americana S.A., controlante de Sideco Americana S.A., quien a su vez posee el control accionario de Correo Argentino S.A.”, según ha afirmado la fiscal.
El oficialista diario Clarín (10/2) destaca que “la deuda se inició en el 2001”, pero “esa deuda nunca intentó cobrarla el kirchnerismo y algunos sostienen que por ese motivo Franco Macri adhirió públicamente –por muchos años– al gobierno de Cristina. Ese apoyo originó un conflicto familiar entre los Macri , que sólo se saldó cuando Mauricio ganó la presidencia. Ahí Franco se reconcilió con el Presidente”.
La reconciliación trajo bajo la manga la condonación de la deuda multimillonaria. Para que el trámite se aceitara, Mauricio Macri, apenas asumió la presidencia, nombró al frente del Correo “estatizado” a Jorge Irigoin, quien dirigía la empresa cuando estaba en manos de “papá Franco”.
La ‘honesta’ Carrió no ha abierto la boca sobre la condonación de la deuda.
Despidos y lucha por el resarcimiento
Esta historia de defraudaciones se completa con el ataque y la estafa contra los trabajadores. A los miles de despidos, se debe añadir que no se entregaron jamás las acciones del Programa de Participación Participada (PPP) comprometidas durante el proceso de privatización.
En ese sentido, Rosanna De Pascale y Dorys, dos compañeras organizadoras de la Coordinadora de Trabajadores de Correos, que desarrollan una lucha por el resarcimiento histórico y que han elaborado un proyecto de ley junto a la banca del PO – FIT, explican que “fuimos despedidos 20.000 trabajadores en un proceso de deterioro paulatino del servicio postal argentino. Lo único que hacen es subir al poder para robarnos y perdonarse las deudas. Nosotros estamos unidos a los demás trabajadores, como los gráficos de AGR, para luchar por lo nuestro. Nos tienen que pagar lo que nos deben”.
Y agregan: “muchos de nosotros somos trabajadores de los correos actuales que siguen con sus negociados y despidos. Ellos (por los Macri) son una ‘gran familia’ pero nosotros también y nos vamos a unir por lo que nos corresponde”.
La denuncia de la fiscal ha producido una conmoción popular y política, y con ello trajo las primeras grietas en el oficialismo: un sector se vio empujado a criticar la condonación de la deuda. El gobierno intenta cerrar la crisis con una convocatoria a la oposición, que ha sido también cómplice de los Macri, para consensuar sobre el tema.
En su cuenta de Twitter, el dirigente del PO Gabriel Solano planteó, en cambio, que “el Estado debe confiscarle los activos al grupo Macri hasta cubrir la totalidad de la deuda, actualizada por tipo de cambio e intereses”.
Silvia Jayo
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