domingo, 12 de febrero de 2017

La explotación a los trabajadores detrás del vino mendocino



Una pequeña crónica sobre el recorrido en la Bodega López y las condiciones de sus trabajadores.

En una recorrida turística por las tierras mendocinas decidí conocer el proceso de producción del vino, yendo a una de las principales bodegas del país; la Bodega López. Me encontré con un paisaje que dista de la fiesta de la vendimia, que evidentemente es para unos pocos.
Al entrar a la planta donde se hace la producción íntegra del la bebida y su envasado, nos recibieron con un recorrido explicativo. Un recorrido que comenzó contando sobre los dueños de la Bodega, que desde ahora llamaré explotadores. Se los llama "la familia López, la 3 er y 4 ta generación de los mismos". Una familia que se enriquece a costa de la salud de los trabajadores mendocinos, que allí se desempeñan.
La visita entera sobre la producción no la desarrollaré aquí, pero si la indignación que me genero, así también el odio, del trato que le hacen a las personas que hacen funcionar esa fábrica; los obreros del vino. Mal pagos ( con sueldos menores a los $8.000), con excesivas horas de trabajo ( más de ocho diarias) producen un promedio de $35.000 cada tan solo 5 minutos por línea, que embala un palet con 96 cajas en el mencionado tiempo. Este calculo tomando el precio del vino más barato de esta bodega.
A esos mismos trabajadores, se les prohíbe hablar con los turistas, y mucho menos contar las malas condiciones en las que trabajan, ya que corren el riesgo del despido.
Los altos ritmos de trabajo no fueron el único factor que llamó la atención e indignación, sino también, ante la intriga de como se produce la limpieza de los contenedores de roble dónde se añeja el vino, nos procedieron a explicar (las guías) que por medio de una pequeña puerta (que se puede observar en la foto de abajo) se mete un trabajador, a oscuras con una lámpara, a limpiar los dichos luego que se hubiera ventilado para evitar se intoxique con los gases emanados por el vino. En un lugar oscuro y con una abertura diminuta, se mete un trabajador para que los "explotadores" sigan amasando su fortuna. Como si esto no indignara, la guía, de forma sinica y con risas, comenta a los turistas "alguien se anima a dejar un curriculum para limpiar acá", claramente presuponiendo que ninguna persona que no esté extremadamente necesitada podría acceder a eso ( hecho del que se abusan los López).
Luego de recorrer el predio se nos guió al subsuelo a conocer las cosechas que se encuentran añejando en botellas, y un museo con fotos históricas, donde encontramos por un lado trabajadores/as explotados y por el otro don López con Ilia, Perón y militares de la dictadura marchando. Una clara demostración gráfica que los trabajadores estamos por un lado y los explotadores, políticos de siempre ( radicales y peronistas) y militares por otro muy lejos.
Como nombre al principio, a los López no los conocí, pero si a los trabajadores que aún con su ausencia siguen moviendo la fábrica como siempre lo hicieron; porque los López necesitan a los trabajadores pero los trabajadores a López, no. Ellos producen la fortuna que se lleva el explorador.

LID

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