lunes, 12 de diciembre de 2016
Macri y la parodia de la lucha contra la corrupción
“Este gobierno va a combatir la corrupción” dijo el presidente hace un año en su discurso de asunción. Sin duda, “su lucha contra la corrupción” constituye una de las grandes muestras de cinismo de su gobierno.
Durante la campaña electoral del año pasado fue recurrente escucharlo hablar contra la corrupción y hasta llegó a decir que iba a ser “implacable” con los funcionarios, aún los que formarán parte de su gabinete, involucrados en casos de corrupción. Macri nos quiso convencer de que la corrupción era sólo kirchnerista, pero nada más lejos de la realidad.
De entrada era difícil de creer que iba a concretar ese lema de campaña centralmente por dos razones, por un lado, porque es el miembro de uno de los grupos empresarios que más se ha enriquecido haciendo negocios a costa del Estado, incluso bajo dictaduras militares, y por otro lado, porque su gestión como jefe de gobierno porteño durante dos mandatos consecutivos (2007-2015), y este año que lleva como presidente no avalan en nada sus slogans de campaña. Veamos.
Los Macri y la Patria Contratista
Durante el gobierno militar de Juan Carlos Onganía (1966-1970) Franco Macri, su padre, se inició en lo que luego sería su especialidad: realizar millonarios negocios a expensas del Estado. En este caso, asociado con su familia política (los Blanco Villegas) incursionó en los negocios ganaderos ligados a la exportación de carne, a través de una empresa mixta entre el Estado y su familia. Pero rápidamente encontró otra veta que le reportaría más ganancias: convertirse en contratista del Estado.
A mediados de los 70 se empezó a utilizar el concepto de “patria contratista” para señalar a un grupo de grandes empresas proveedoras del Estado que se enriquecieron gracias a increíbles negociados, sobre todo con la obra pública. Uno de los exponentes emblema es el propio grupo Macri. En enero de 1976 Franco Macri presentó en sociedad al holding Socma (cuya vicepresidencia la ejerció Mauricio Macri hasta 2003), que será un gran beneficiario de importantes licitaciones durante última dictadura: la represa Yaciretá, la construcción del puente Misiones-Encarnación, la central termoeléctrica de Río Tercero y de Luján de Cuyo, la recolección de residuos de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la creación de Manliba, entre otras. Durante esa época compró Fiat, venta que terminó siendo un acuerdo para llevar adelante el cierre de plantas y despidos. Lo mejor estaba por venir: la estatización de la deuda decretada en 1982, cuando Domingo Cavallo estaba al frente del Banco Central. Fiat-Sevel y Socma fueron dos de las empresas beneficiadas. En 1973, el clan Macri era propietario de 7 empresas, finalizada la dictadura esa suma ascendía a 47.
Pero los negocios de la Patria Contratista siguieron. Y aunque hoy nos parezca difícil de creer el grupo Macri fue un gran beneficiado durante los 12 años de gobierno de Cristina y Néstor Kirchner. Además de ser beneficiado con la condonación de la deuda (900 millones de dólares) del Correo Argentino, fue el nexo comercial entre Argentina y China, lo que le reportó millonarias ganancias en dólares con la compra de vagones para el subte. También formó parte de un consorcio que se hizo cargo del ferrocarril Belgrano Cargas. Una intrincada red de empresas de la familia, que incluye al holding Socma, la empresa Ghella e Iecsa (hoy en manos del sobrino de Macri, Angelo Calcaterra), en los años de mandato K fueron destinatarias de importantes y numerosas licitaciones. Entre ellas: obras hidráulicas y represas, repavimentaciones de rutas nacionales y construcción de autopistas, construcción de viviendas del Plan Federal de Viviendas, obras de reparaciones de hospitales, obras ferroviarias, tendidos eléctricos, etc. Hasta el propio Julio De Vido, ex ministro de Planificación, declaró que durante su gestión Iecsa ocupó el 3° puesto en el ranking de las empresas que más licitaciones recibieron.
Macri y sus gestiones
“Caputo SA no licitó una sola obra en mi gestión” dijo Macri en una entrevista de Jorge Lanata cuando todavía era jefe de gobierno porteño. Se refería a la relación con Nicolás “Nicky” Caputo, su amigo, socio y político influyente en su entorno. Respuesta tramposa la que dió porque Caputo tiene dos empresas: Caputo S.A. Y Ses S.A. Mientras que con Caputo hace negocios con el gobierno nacional, con Ses hace negocios con el gobierno de la ciudad. Con esta maniobra pretende opacar sus inocultables negociados con el macrismo en la ciudad de Buenos Aires que lo convirtieron en el principal contratista de obra pública en la ciudad y le reportaron más de 1.400 millones de pesos. Entre algunas de las obras adjudicadas figuran: la mantención y remodelación de hospitales, escuelas, limpieza de estaciones de Metrobus, construcción de nuevas oficinas para el gobierno porteño en la Ex Canale, etc. Ni bien asumió el nuevo jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en apenas 3 días le adjudicó licitaciones por 300 millones de pesos y en lo que va del año, su empresa subió 7 veces el valor de sus acciones.
Pero en lo va de su gestión presidencial no se ha alejado de este rumbo. Armó un gabinete de empresarios, que en muchos casos fueron beneficiados por las políticas de su gobierno, es el caso de Juan José Aranguren, ministro de Energía y accionista de Shell (que hace unos meses anunció que las vendió por los cuestionamientos) y Mario Quintana, el vicejefe de gabinete y accionista de varias empresas, entre ellas Farmacity, varios bancos y el fondo de inversión Pegasus. Junto a Caputo, está denunciado por haberse beneficiado por la compra de dólar futuro.
A mediados de año impulsó y logró aprobar el famoso blanqueo de capitales que no es más que un premio a los evasores y corruptos. Un tiempo antes se conoció la lista de funcionarios y empresarios que tenían empresas off shore y como era de esperar, la flia Macri aparecía en esa lista. Al día de hoy existen al menos 29 empresas off shore vinculadas a la familia Macri. Antes de que el gobierno enviará formalmente el proyecto al Congreso, ya se había dado a conocer que Macri, haría uso de este beneficio en calidad de empresario y funcionario, ya que repatriará sus $ 18 millones en las Bahamas. Tan bochornosa era la cláusula que permitía que funcionarios y familiares ingresen al blanqueo que el gobierno terminó excluyéndolos. Sin embargo, hace poco, mediante un decreto, habilitó el blanqueo de familiares. ¿Una medida a pedido de papá?
La historia familiar y como empresario de Macri y sus gestiones como jefe de gobierno porteño y como presidente demuestran que su “lucha contra la corrupción” no resiste ningún archivo.
Celeste Vásquez
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