Finalmente el Senado votó por unanimidad la media sanción de Diputados respecto de la ley de regulación del cannabis medicinal, producto de una lucha de más de una década de organizaciones de madres y padres de niños con enfermedades complejísimas y patologías que conllevan dolor, a quienes el uso del cannabis medicinal, como fitoterapia complementaria, ayuda a mejorar su calidad de vida.
Esta ley tendrá que sortear su promulgación y reglamentación a manos del Poder Ejecutivo, que tiene un período de hasta 60 días para hacerlo. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud de la Nación y se creará un programa nacional de uso, producción e investigación del cannabis medicinal y un registro nacional con confidencia de datos limitado sólo a los usuarios.
Las limitaciones
Esta ley llega tarde y desentona con la legislación internacional más avanzada (como la de Canadá), ya que no contempla en el registro nacional la inscripción del autocultivo y cultivo solidario, que han sido la garantía de acceso a esta terapia.
La resistencia a incorporar estas modificaciones solicitados por el movimiento en lucha y por el FIT responde a la orientación punitivista que rige en nuestro país en cuanto a la cannabis sativa y a un claro beneficio a los grandes laboratorios que producen las dos marcas de derivados cannabicos, como son el Epidiolex (aceite para Epilepsia) y el Sativex (aerosol para Esclerosis Múltiple. Hasta que no se ponga en marcha la producción estatal, se garantizará el acceso a través de la importación gratuita del aceite de cannabis. La producción estatal y sus derivados quedará en la órbita del Conicet, del INTA y de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, atravesados por el gran ajuste y recorte del gobierno.
Otra de las restricciones, son las patologías que serán reconocidas para este programa nacional y la atribución en un mismo plano que se le concede a la autoridad de aplicación como a los hospitales públicos. Un reclamo de los médicos especialistas e impulsores de esta ley es que sea única atribución de los médicos la orden de tratamiento con cannabis medicinal.
Por el cannabis medicinal sin restricciones
El proyecto de ley que elaboró el bloque de diputados del Partido Obrero en el Frente de Izquierda y los Trabajadores, en conjunto con las organizaciones y las audiencias públicas realizadas, reflejaron que fue el único que planteó debatir este tema desde el reconocimiento de un derecho a la salud pública, partiendo de la responsabilidad del Estado en garantizar el acceso al aceite de cannabis y la producción estatal de todas las variantes del consumo medicinal, como también la plena libertad de investigación científica en los organismos públicos y la eliminación de la legislación penal que criminaliza a los consumidores.
Sin embargo, el tratamiento que le dio el oficialismo desde un principio fue el del Código Penal y el Ministerio de Seguridad, que es el criterio político que hoy prima en los allanamientos y detenciones.
El día que sesionaba el plenario de comisiones del Senado, se confirmaba la prisión preventiva para Adriana Funaro, usuaria y cultivadora de cannabis medicinal.
Junto a la militancia que generó este proceso de lucha de años, batallaremos contra las restricciones para un total acceso al cannabis medicinal, para que la legislación no sea un mero beneficio a los laboratorios que monopolizan en el mercado mundial los derivados de la planta cannabis sativa y por el fin de la criminalización a quienes cultivan y consumen.
Soledad Sosa, Diputada Nacional por Mendoza del Partido Obrero
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