jueves, 20 de abril de 2017

Vamos contra el ajuste y por la democratización del INCAA



Macri y Avelluto quieren desfinanciar al cine

Vamos contra el ajuste y por la democratización del INCAA

Detrás de la interna mediática el objetivo es profundizar un modelo de "cine de negocios". El gobierno de los CEO´s arrancó la gestión impulsando con Cacetta un Plan de Fomento al servicio de las grandes productoras y ahora van por más.
Necesitan hacerse del manejo directo del Incaa para beneficiar a los monopolios mediáticos y desfinanciar el Cine. Para esto tienen proyectos como al Ley de Convergencia, el Plan de Modernización del estado, entre otros.
Los realizadores, técnicos, trabajadores del Incaa, artistas de distintas disciplinas, estudiantes y docentes respondimos con una gran Asamblea el jueves 13. Se están realizando Asambleas en las escuelas de cine, reuniones y concentraciones en todo el país, pero hay que señalar que en nuestra movilización hay intereses contradictorios. Sabemos que no es lo mismo lo que buscan las productoras de la industria que las necesidades de una producción cultural diversa, con acceso masivo a la producción y distribución.
La 1er. asamblea del Gaumont señaló temas centrales: la renuncia de Avelluto, contra la intervención y en defensa de la autarquía, se cuestionó el nuevo Plan de Fomento, y la necesidad de democratizar el Incaa y la elección de sus autoridades.
La democratización es una tarea pendiente y un límite en la actual Ley de Cine. La gestión kirchnerista y la macrista mantuvieron un funcionamiento que responde a los intereses de los distintos gobiernos. El presidente y vice del Incaa, con grandes atribuciones, son designados por el poder Ejecutivo y en los organismos como la Asamblea Federal y el Consejo Asesor tienen gran peso los funcionarios provinciales. El manejo de los fondos esta en manos de los intereses del gobierno de turno y los negocios de las grandes productoras. Por eso los avances más progresivos como régimen de fomento al documental digital fueron conseguidos con la organización y la lucha de los documentalistas.
Para que la orientación del Incaa deje de estar pensada en función de los intereses y negociados de las grandes productoras es necesario democratizarlo. Sólo así se podrán contar historias diversas. Las decisiones del cine deben estar en manos de la gran mayoría que lo hacemos, realizadores, técnicos, trabajadores, artistas y los miles de estudiantes que hoy no tienen la más mínima representación en las decisiones de la política cinematográfica nacional.
También es una tarea pendiente atacar el problema estructural del cine argentino, sus pantallas son ocupadas por un 80% de cine norteamericano y ninguna gestión se propuso enfrentarlo.
La Asamblea del Gaumont marcó un camino a desarrollar
Convoquemos una nueva Asamblea abierta en defensa del Cine y profundicemos la perspectiva allí plantada.

Contraimagen

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