viernes, 14 de abril de 2017
INCAA: desplazan a Cacetta para aplicar el programa de Cacetta
El escueto comunicado del Ministerio de Cultura sobre la renuncia del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Alejandro Cacetta, dice bastante más que varios ríos de tinta que se han escrito en las últimas horas.
Tras haber organizado un carpetazo desde las mismas entrañas del gobierno contra él, el comunicado reivindica su gestión y su “compromiso” expresado en el logro de la implementación del Nuevo Plan de Fomento.
La tarea para la cual se eligió nada más ni nada menos que a un ex CEO de Patagonik Films, la productora más poderosa del país que cuenta entre sus accionarios al Grupo Clarín, consistió en la elaboración de este Plan que constituye una escandalosa transferencia de recursos del instituto que debería fomentar la creación cinematográfica a los grandes capitalistas de la industria, dominados por las grandes empresas mediáticas del país, asociadas a las grandes distribuidoras extranjeras.
La separación no es el producto de ninguna búsqueda de transparencia. El propósito del Plan de Fomento es ya suficientemente oscuro. El desplazamiento obedece entonces a la necesidad de golpear sobre las contradicciones y resistencias que su implementación conlleva. Casetta pretendió atravesar esas contradicciones lubricándolas con concesiones, cooptaciones, etc.
Las características del carpetazo y la inclusión del director de la escuela, Pablo Rovito pretenden mostrar la incompatibilidad de la orientación actual del gobierno con la connivencia de Casetta con elementos provenientes de la gestión anterior.
Pero el propósito del golpe va más allá del desplazamiento de funcionarios heredados. Apuntará a la resistencia de los cineastas independientes a la aplicación del Plan de Fomento y a los trabajadores del instituto.
Modernización
El INCAA ha sido de los pocos organismos en los cuales no se produjeron despidos en la primera oleada de ataques a los trabajadores estatales. Para encontrar los motivos del desplazamiento de Pablo Rovito de la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) habrá que buscar más en sus choques con UPCN por el control de cajas, y en la disposición de este gremio a acatar los ataques de Modernización sobre las impugnaciones a delegados que recaen tanto sobre UPCN como sobre la Junta Interna de ATE, independiente de la conducción nacional.
Con el argumento de la denuncia de las “mafias” preparan una oleada de despidos con el concurso de la mafia de UPCN.
Respuestas
La renuncia de Rovito motivó la realización de una asamblea de los estudiantes de la ENERC que rechazó la campaña de denuncias contra éste reivindicando que la designación del director no fue política, sino por concurso. Y sosteniendo la reivindicación de este mecanismo.
Es necesaria una aclaración para el nuevo movimiento estudiantil de la ENERC. La designación por concurso fue una conquista de la lucha por la democratización que protagonizó el movimiento de estudiantes y egresados de la Escuela. En dicho proceso se creó un Consejo que por primera vez tuvo representación estudiantil y de graduados, aunque en minoría en relación a la representación de la gestión. La designación de Rovito se produjo en el marco de una lucha política en la que se impuso la gestión de Liliana Mazure. La defensa de la escuela, de su orientación artística y contra su formateo por la industria debe redoblar la lucha por una real democratización, con mayoría estudiantil, de graduados y docentes que recupere las bases de aquél proceso y rechace un golpe a la orientación académica que los alumnos defienden contra la intromisión de la industria.
El plan de fomento ha generado grandes resistencias entre los cineastas independientes, particularmente entre los documentalistas que lograron quebrar algunos ataques de la gestión sobre la conformación de los comités de evaluación de proyectos. Sin embargo, sus reivindicaciones por las que vienen organizándose y movilizándose hace años se encuentran pendientes. La convocatoria a acciones sobre la realización del BAFICI debe cobrar más fuerza ante la presente situación. Los cineastas independientes de ficción deben incorporarse ya mismo a esta pelea. La justificación macrista de que las películas “idologizadas” del kirchnerismo se roban la plata es falsa, hay una extensa producción independiente que conquistó su lugar a través de la lucha contra la gestión anterior y esa producción es la que buscan liquidar con este Plan.
Para los cineastas, estudiantes de cine y trabajadores del INCAA, se plantea un estado de alerta y movilización.
Julián Morcillo - Ojo Obrero
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