Así lo manifestó ayer el triunviro Juan Carlos Schmid. Dejan aislados a los docentes, a los que sufren los despidos y a los gremios que comienzan las paritarias. La izquierda exige paro activo nacional de 36 horas y plan de lucha.
Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT, sostuvo ayer que "no se han visto señales del Gobierno" tras el paro del 6 de abril, por lo cual advirtió que se irá "madurando el conflicto".
El dirigente afirmó también que "los paros no son mágicos. Pueden tener resultados en meses y al año. Esta es la historia de la lucha por el progreso social".
De esta forma, esquivó nuevamente anunciar medidas de fuerza para continuar el paro nacional del 6 de abril. Los miembros del triunvirato de la CGT, que cobran jugosos salarios, muy distintos de los de cualquier trabajador, no tienen apuro alguno. Para ellos aún no “maduró” el conflicto a pesar de los más de 200.000 despidos desde el comienzo del Gobierno de Macri, o de la escalada inflacionaria que mes a mes se come los salarios. El paro general de hace dos semanas lo tuvieron que convocar obligadamente tras las grandes movilizaciones de marzo y la crisis de la marcha de la CGT que había terminado con incidentes.
Como informó La Izquierda Diario, a pesar de la difícil situación del conflicto docente, de los despidos en múltiples empresas o del comienzo de las paritarias en múltiples gremios, el único anuncio que hizo la CGT fue un “ciclo de debates” y un pequeño acto para el 1º de Mayo. La izquierda y el sindicalismo combativo denuncian esta vuelta a la tregua después del paro del 6 de abril, y exigen paro nacional activo de 36 horas y un plan de lucha hasta derrotar el plan de ajuste.
LID
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