El discurso oficial de “la recesión terminó” se esfumó con el dato del Indec de caída de la actividad económica. Mala noticia para el Gobierno que viaja ilusionado al encuentro con Trump.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió ayer que la actividad económica en febrero cayó 2,2 % en forma interanual y quebró dos meses en expansión. La noticia no podía llegar en peor momento para el Gobierno, un día antes del viaje de Macri al encuentro con el presidente de EEUU, Donald Trump.
Entre los puntos de la agenda a discutir con Trump, Macri tiene previsto mantener encuentros con empresarios petroleros y de otros sectores de la producción, con el fin de convencer que Argentina es atractiva para invertir, que lo peor ya pasó y que comienza el sendero de crecimiento.
Sin embargo, el Indec lo contradice al señalar que en relación a enero se produjo una contracción de 1,9 %, la más alta desde la recomposición de las estadísticas, de acuerdo a datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). El primer bimestre del año presenta una disminución de la actividad de 0,4 %, en comparación con igual período del año pasado.
El INDEC indicó que las mayores bajas se produjeron en la industria manufacturera (-7,1 %), el comercio mayorista y minorista (-4,9 %), y la explotación de minas y canteras (-6,7 %). La contracción de la industria y el comercio refleja la fuerte baja del consumo doméstico a partir de la pérdida de poder adquisitivo de la población.
Otros datos oficiales adelantaban la baja de la actividad económica de febrero. Según datos de Adefa la producción de automóviles cayó un 29,7 % interanual en febrero. El Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec también descendió en febrero un 6 % en comparación con igual mes de 2016 y acumuló una contracción interanual del 3,5 % en el primer bimestre.
La semana pasada el organismo reveló que en el cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2016 se destruyeron 68.314 puestos de trabajo registrado en el ámbito privado en relación a 2015.
Las contradicciones del modelo M
El Gobierno sigue firme con su discurso alegre y proyecta que la economía crecerá al 3 % en 2017. En este sentido, ayer poco antes de conocerse el dato del organismo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, desplegó ante el Senado un discurso optimista en materia económica, al pronosticar una futura baja de la inflación y una consolidación del "camino de crecimiento".
Sin embargo, los datos de la economía muestran lo contrario. Economistas cercanos al Gobierno y opositores cuestionan el rumbo económico y varios recalcularon sus proyecciones de crecimiento para este año a la baja.
Desde el FMI que estima un 2,2 % para 2017, pasando por el ortodoxo Miguel Ángel Broda que afirmó que "el enfermo está grave. Acá no hay plan A ni plan B, esto es insostenible en el largo plazo”, hasta el ex asesor de Scioli, Miguel Bein quien redujo sus primeras estimaciones del 5 % para 2017 al 3,4 % y luego al 2,9 %.
El modelo M no cierra, tras un año de caída de la economía, pérdida del poder salarial, baja del consumo, el Gobierno esperaba que luego del ajuste del 2016 la economía volvería a crecer. Pero los nuevos tarifazos provocaron un salto en la inflación que pretende ser atacada por el “señor frío” Sturzenegger subiendo las tasas de interés.
El aumento de las tasas de interés encarece el crédito para el consumo y la producción, enfriar la economía no es la mejor opción para que la actividad económica repunte. La contracara es que estimula la bicicleta financiera, inversiones habrá sí, pero no destinado a ampliar fábricas o generar empleo, son inversiones especulativas, efímeras que aprovechan las altas tasas de interés.
El techo a las paritarias, cuya cruzada central la está dando Vidal en la Provincia de Buenos Aires contra los docentes implica otra contradicción para el Gobierno si quiere reactivar el consumo. Pero en esta decisión también pesa su objetivo estratégico: disciplinar al conjunto del movimiento obrero con salarios de miseria y avanzar sobre las conquistas laborales. Una meta que puede volverse en contra de sus objetivos inmediatos, que un importante sector empiece a sentir que hay recuperación y lo acompañe en las elecciones.
El Gobierno no logró aún reactivar la economía, pero hay claros ganadores en el “modelo M”: bancos, patronales agrarias, las empresas privatizadas de servicios públicos y el sector energético.
La vuelta de la economía a desempeños negativos puso en evidencia que era falso la solidez de la recuperación que anunciaba el Gobierno. "En la Argentina la recesión ha terminado" aseguraba Dujovne, el ministro de Hacienda en febrero. Todo parece indicar que la economía sigue atravesando el túnel a oscuras.
Mónica Arancibia
@monidi12
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