El Banco Central ya la estima en 21,2% para todo el año
En el mes de marzo el alza de los precios llegó al 2.4% y volvió a dispararse muy lejos de las “proyecciones” oficiales y acumula casi un 6,3% para el primer trimestre del año. Pero, además, los bienes en los que se gasta un alto porcentaje de los ingresos de los trabajadores mostraron en marzo un alza muy superior al promedio: los alimentos treparon al 3%; la indumentaria, al 4,8% y los gastos generales en Educación, al 5,6 por ciento. Y el Indec aclara que uno de los motores de esta suba de marzo, es el alza computada en los denominados "precios cuidados": es decir que los bienes "controlados" para que la inflación no "afecte" tanto a los bolsillos de los consumidores de menores ingresos, resultan ser ahora... impulsores de la inflación.
Más grave aún es que el Banco Central, en un informe sobre la decisión que tomó de aumentar la tasa de interés de referencia para los préstamos al 26,25% anual, adelanta que las estimaciones de la entidad respecto de la inflación para 2017 hoy llega al 21,2%, es decir cada vez más lejos del 17% sobre el cual el gobierno pretende encorsetar a las paritarias.
Y, más aún, la entidad que maneja la política monetaria oficial, sostiene que “en abril la inflación podría continuar en un nivel más alto que el compatible con el sendero establecido por la autoridad monetaria”, es decir que no habrá declinación alguna en el aumento desbocado de los precios.
Confirmando que esta es la tendencia, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, advirtió a principios de marzo pasado que se venían "tres meses difíciles en términos de inflación", debido a "la corrección de precios regulados, lo que moverá al nivel general por encima de lo que venimos experimentando". Es decir que el pope del templo de la moneda y los créditos ya preanunció que la inflación va a seguir galopando al ritmo actual al menos –según él- hasta los meses de mayo o junio y, obviamente, que la proyección para todo el 2017 seguirá subiendo mes a mes (en este escenario, poco después del anuncio que hizo hoy el Indec, el Banco Central anunció una suba de la tasa de interés).
Así las cosas, el gobierno se ha lanzado a tratar de imponerle a los trabajadores aumentos salariales vía paritarias que oscilan entre el 18 y el 20 por ciento. Para esto se ha colocado como objetivo prioritario la derrota de la enorme lucha que llevan adelante los docentes contra la política salarial oficial, para luego seguir con el resto del movimiento obrero. Por esa razón, si ganan los docentes, ganamos todos.
La burocracia de todos los colores se acomoda de distintas maneras para dejar pasar el ajuste. La dirigencia de gremios como Comercio y seccionales de UPCN ya firmaron por miserables 18 a 20 por ciento, en cómodas (para las patronales y el gobierno) cuotas mensuales. En otros casos (docentes Capital), el gobierno ha impuesto el aumento “manu militari”. La burocracia de Gerardo “601” Martínez, en la Construcción, tiene la lapicera en la mano para firmar en cualquier momento.
El activismo y los sectores sindicales combativos, como están haciendo los Suteba Multicolores, en docentes, tienen por delante una enorme tarea: hay que motorizar la deliberación en las fábricas y demás lugares de trabajo para impulsar y votar resoluciones por un plan de lucha nacional contra el ajuste y preparando la pelea por las paritarias que se vienen en la mayoría de los gremios, por un aumento salarial que permita recuperar lo perdido en el 2016 y que compense la inflación real del 2017.
Nelson Marinelli
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