El plan de lucha debe continuar.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la ministra de Educación Soledad Acuña, emitió una circular en la que informa cómo se implementará la “recuperación de clases” por los días de paro, un total de 11 hasta el momento, en días previstos para jornadas de educación sexual (ESI) e institucionales (EMI), jornadas que forman parte de un reclamo histórico de la docencia. La arbitrariedad es total, ya que además de descontar ilegalmente los días de paro para quebrar la huelga, el gobierno pretende que trabajemos gratis los sábados y días de receso inclusive.
Pero esto no es todo. A esto se suma la bajada del gobierno para el nivel primario de atender a los diseños curriculares cuando los docentes aborden "contenidos de realidad social"; claramente, apuntan a censurar la difusión y el intercambio en torno al conflicto docente, la situación de los trabajadores de la educación y todo lo referido al desarrollo de la educación en un cuadro de creciente miseria.
La avanzada es total. El gobierno pretende hacer pasar con represión y persecución el ajuste educativo. Se cae el argumento de la burocracia de esperar sin medidas de fuerza las respuestas del gobierno.
Es claro que con una carpa itinerante –que Baradel y compañía pretenden extender hasta el día 15 para utilizarla durante la campaña electoral del Suteba– no vamos a derrotar esta ofensiva.
La primera semana sin paros nacionales ni movilizaciones no ha frenado al gobierno en sus ataques. En la provincia de Buenos Aires, la "nueva oferta” de Vidal perpetúa los salarios de miseria e introduce el ítem de presentismo contra las licencias que hacen a la salud y a la vida laboral de cualquier trabajador. Sería un retroceso brutal respecto a conquistas históricas del gremio docente. Es que el tope salarial no es el único objetivo de Macri y los gobernadores. Vienen por las condiciones de trabajo y el estatuto docente y la flexibilización laboral para todo el movimiento obrero.
La Ctera y sus entidades le están otorgando al gobierno una tregua que, lejos de resolver el conflicto, lo agrava.
Los sectores combativos y las seccionales multicolores venimos reclamando una amplia deliberación, con plenarios locales y provinciales y congresos de base de Ctera para decidir la continuidad del plan de lucha nacional hasta satisfacer las demandas educativas.
Debemos continuar la lucha, con paros progresivos y movilizaciones.
Así lo expresa el mandato de la docencia en las calles.
Amanda Martín (Tribuna Docente - Secretaria Adjunta de Ademys)
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