lunes, 17 de abril de 2017

Docentes: Ctera debe relanzar el plan de lucha



No a la tregua “itinerante”. Acerca de la carpa de Ctera

El domingo 9 de abril –a 20 años de la histórica carpa blanca- la Ctera intentó armar una “escuela itinerante” frente al Congreso y fue brutalmente reprimida por la Policía de la Ciudad por orden del presidente, sumando un nuevo episodio a los ataques a la docencia por parte de Macri, Larreta y Vidal. La respuesta de la dirección de la Ctera se hizo esperar hasta el martes 11, cuando convocó a un paro nacional; al día siguiente obtuvo el “permiso” del gobierno porteño para instalar la nueva carpa hasta el 19 de abril.

¿Por qué una “carpa” ahora?

El nivel de agresión a la docencia por parte del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales no ha dado respiro. No se convocó a la paritaria nacional docente, se intenta imponer el techo del 19-20% en cuotas, se descuentan los días de paro, se intenta instalar un desprestigio creciente del trabajo docente y de avanzar en una reforma educativa para destruir los estatutos y derechos laborales, como parte de la precarización de las condiciones de la educación pública en el país.
La respuesta de la docencia no se hizo esperar: mientras que la contundencia de los paros nacionales y provinciales pudo sentirse a lo largo y ancho del país, la marcha federal del 22 de marzo contó con alrededor de 400.000 personas en la Plaza de Mayo.
Cuando estaba más vigente que nunca la perspectiva de profundizar el plan de lucha con paros progresivos y la huelga general para quebrar la política de ajuste del gobierno y avanzar en los reclamos docentes y educativos, la Ctera “cambia de tema”.
Es claro que con la instalación de una “escuela itinerante” la Ctera busca cerrar el plan de lucha y llevar a cabo una lucha mediática y simbólica para “debatir con la ciudadanía” –borrando el protagonismo de la docencia de su propia lucha. Por lo demás, se quiere que los docentes “itineren” –no que marchen, se concentren o reclamen la continuidad de la lucha; por eso el paro frente a la represión fue convocado sin movilización.
El fin al que mejor cumple la carpa es el de levantar la imagen de Baradel.

¿Una nueva ley de financiamiento educativo?

Pero, además, hay por parte de la Ctera una clara intención de correr el eje de los reclamos –romper el techo salarial, quebrar la política de descuentos de los días de paro, frenar una reforma educativa reaccionaria y defender los estatutos–, para abocarse a la exigencia una nueva ley de financiamiento educativo que lleve el gasto en Educación a 10 puntos del PBI.
Cabe recordar que la Ley de Financiamiento Educativo del 2005 incumplió con creces el supuesto 6% que se destinaría al área, y mantuvo en pie el esquema de descentralización educativa del menemismo, por lo que su aprobación no aportó solución alguna a la crisis presupuestaria, y garantizó que siga existiendo un Ministerio de Educación nacional sin docentes ni escuelas.
El reclamo de una nueva legislación es un espejismo levantado contra los reclamos concretos de la docencia, con el solo cambio de número.

Ayer como hoy

A fines de los ’90 se levantó la Carpa Blanca, que perduró durante 1003 días: desde el 2 de abril de 1997, en pleno menemismo, hasta su levantamiento el 30 de diciembre de 1999, con De la Rúa como presidente. En ese período, la Ctera estuvo ausente de enormes luchas, huelgas, movilizaciones, puebladas y rebeliones populares que se sucedieron en varias provincias del país.
Por ejemplo, a pocos días de instalada la carpa, en abril de 1997, se produjo un nuevo levantamiento popular en Cutral Có y Plaza Huincul en Neuquén (donde sería asesinada Teresa Rodríguez) que tuvo a la docencia como protagonista. Mientras tanto, el método de la Ctera consistía en convocar a los maestros a asistir a la carpa a la salida de las escuelas, y ayunar para reclamar fondos para la educación.
La entonces secretaria general de Ctera, Marta Maffei, y el resto de su directiva –así como la CTA de Yasky y De Gennaro– estaban en plena campaña electoral por la Alianza. De hecho, el día 30 de diciembre de 1999, la Carpa Blanca se levantó en lo que fue considerado por estos dirigentes como un “triunfo histórico”: la promesa de una ley de incentivo docente (que sería aprobada al año siguiente y creó el Fonid, actualmente $1200 en negro) y el impuesto al automotor como fuente de ingresos, previa reunión de la Ctera con el gobierno recién asumido. Del acto de levantamiento participaron nada más y nada menos que el vicepresidente Chacho Álvarez y Graciela Fernández Meijide, secretaria de Acción Social.

… como hoy

En la actual sucesora de la Carpa, la directiva de Ctera también promueve el desfile de enemigos de la educación: a la “escuela itinerante” han llevado su “solidaridad” Daniel Scioli –quien como gobernador de la Provincia de Buenos Aires fue un cruzado del ajuste sobre salarios, comedores escolares, infraestructura– y el actual gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá –el comandante en jefe de la represión al “puntanazo” docente en 2004.
Lejos de la política de tregua que implica la “escuela itinerante”, la docencia de todo el país necesita que se retome el plan de lucha, con paros progresivos de 48, 72 y 96 horas, y la perspectiva de la huelga general hasta ganar.

Gabriel Lubo

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