viernes, 16 de junio de 2017
¿Qué están haciendo los británicos en nuestras islas?
Un día como hoy en 1829 el gobernador de la provincia de Buenos Aires creaba la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas, también un día como hoy, pero de 1973, se instauraba el 10 de junio como Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico. En 13 días se reúne el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas en el cual será tratada la cuestión Malvinas.
Sin embargo, no nos importan las fechas ni los formalismos, nos importan las Islas Malvinas ¿Qué está pasando allá? ¿Qué están haciendo los ingleses? Antes de responder esas preguntas, sabemos qué está haciendo la Argentina, o por lo menos su gobierno. La ahora ex-Canciller Malcorra firmó un acuerdo con el Reino Unido en el que se reconoce la soberanía de ese país para explotar recursos petroleros y pesqueros en las islas, así como también compromete a la Argentina a ayudar a los ingleses a conectar el archipiélago por vía aérea. Un gesto de cordialidad y buena vecindad para con los usurpadores de más de 1 millón de kilómetros cuadrados de territorio argentino que desconoce lo establecido en la propia Constitución Nacional, compromete gravemente nuestra soberanía y nos desacredita frente al mundo al claudicar nuestra posición. ¿A cambio de qué? A cambio de las inversiones británicas que no llegan, y que si llegan seguramente sea para explotar los recursos que les estamos cediendo, paradójica forma de atraer inversiones…
Por ahora la única inversión británica que atrajo el actual gobierno fueron los u$s390 millones que el Reino Unido anunció formalmente que iba a invertir en la modernización de la defensa de las islas el 25 de noviembre del 2015, tres días después de que Cambiemos ganase la segunda vuelta. El principal objetivo de la modernización mayor de la infraestructura de defensa de las islas –según lo declarado por los propios británicos- es sentar las bases de un esquema que les de seguridad y capacidad de ataque por los próximos veinte años, por eso la magnitud de los recursos presupuestarios y humanos puestos en juego. Los británicos, no son nuevos en esto, llevan más de 30 años construyendo una fortaleza militar en las Malvinas, allí poseen destacados más de 2000 soldados –recordemos que en Malvinas sólo viven 2400 civiles- tienen una base aérea con aviones caza, aviones de transporte militar, helicópteros, baterías misilísticas y una base naval con destructores, fragatas y submarinos nucleares.
El anuncio de la inversión británica de casi u$s400 millones vino acompañado de un conjunto de contrataciones para llevar adelante la “modernización” de las instalaciones militares que el Ministerio de Defensa del Reino Unido estableció como prioritarias. Dada la necesaria confidencialidad del trabajo que está siendo llevado adelante en las islas la cartera de defensa británica desistió de contratar a empresas privadas del rubro de la construcción para concretar las obras. En cambio optó por una receta menos convencional para el estilo británico. Las tareas fueron encargadas al Cuerpo de Ingenieros del ejército del Reino Unido, de esta forma por un lado se perdía en experiencia –dado que el ejército británico utiliza contratistas privados para llevar adelante obras de este tipo- pero por otro lado, se ganaba en discreción ya que las tareas que están siendo llevadas adelante en las Islas Malvinas han sido clasificadas como confidenciales.
Las obras de “modernización” en las islas están divididas en tres áreas. El primer objetivo es ampliar y modernizar la base militar de Monte Agradable, allí es donde se alojan la mayor parte de los 2000 soldados que posee el Reino Unido en las islas, a donde se encuentran los aviones caza, los helicópteros y el principal arsenal de cañones, baterías misilísticas y municiones de las islas. El segundo objetivo es ampliar el puerto militar que los ingleses poseen a menos de 50 kms. de la base de Monte Agradable. Buscan de esta forma mejorar la capacidad de las instalaciones para recibir mayor cantidad de buques de carga al tiempo que permitir la operación de hasta tres fragatas misilísticas en simultáneo. El tercer objetivo es potenciar la red de vigilancia e inteligencia en las islas, para ello están modernizando las instalaciones de radares y espionaje digital que poseen en diferentes puntos del archipiélago, tanto en la Isla Soledad como –principalmente- en la Isla Gran Malvina.
Al ver la magnitud de la modernización de la infraestructura de defensa de las islas se puede entender el porqué del aumento de los vuelos de aviones de carga militares a las islas en los últimos meses, tanto desde la isla Ascención –donde se encuentra el aeropuerto “amigo” del Reino unido más cercano a nuestras islas- como desde Brasil, a partir de la complicidad del gobierno de Temer. Esta necesidad logística está en línea con el intenso trabajo que se está llevando adelante en las Islas Malvinas para reforzar el carácter de fortaleza militar que los británicos tienen asignado para el archipiélago. Un arsenal clavado en el Atlántico Sur, amenazando a la Argentina, a Suramérica y con acceso privilegiado a la Antártida Argentina.
En un momento de extrema debilidad de la posición del Reino Unido en el escenario global debido al Brexit el gobierno argentino deja alegremente que los británicos refuercen la fortaleza en las islas. Hay que recordar que sólo en el plano diplomático por causa del salto al vacío que supuso la salida de la UE los británicos tienen que renegociar 759 tratados con 168 países que van desde acuerdos en transporte, agricultura y cuestiones nucleares hasta comercio y aduanas. Esto va a hacer necesario un volumen de mini-negociaciones jamás antes visto por un solo país en un lapso tan breve de tiempo. Si existe un momento para presionar pacífica y diplomáticamente a los ingleses es ahora. El gobierno de la Argentina no sólo no utiliza una estrategia inteligente para capitalizar la difícil coyuntura británica en favor de los intereses argentinos, sino que además cede por demás permitiendo una modernización mayor de todo el sistema de defensa de las islas que va a tener efectos por las próximas dos décadas, una gran política de estado… británica.
Vázquez del Faro
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