Los límites insalvables del relato K.
Los trabajadores de Página/12 decidieron el miércoles pasado un paro a cierre frente al no cobro de la primera cuota del aumento paritario firmado por la burocracia de la Utpba con las cámaras empresarias.
La medida de fuerza se resolvió frente a la incertidumbre generada por la empresa ante el incumplimiento del acuerdo salarial. Sumado a esto, los trabajadores denunciaron la situación en que se encuentran una importante cantidad de compañeros que pertenecían a otros medios del grupo y quedaron fusionados con Página, a los cuales se les paga un salario menor y no están encuadrados en el convenio de prensa.
El paro se hizo notar en la redacción, lo que motivó la salida de una edición de emergencia.
Desde la compra del matutino por el empresario de medios, mandamás del sindicato de los encargados de edificios (Suterh) y capitoste del PJ porteño Víctor Santa María, los periodistas del matutino han desarrollado importantes luchas por el salario y condiciones laborales.
Desde hace años, el manejo de las finanzas del sindicato le permitió a Santa María desarrollarse como un importante empresario de medios. Su otra incursión en el rubro financiero terminó mal ya que el año pasado, el gobierno denunció a la aseguradora de riesgos de trabajo propiedad del sindicato de Santa María por un faltante de 203 millones de pesos y, de yapa, por más de 5.000 juicios no registrados en contra de la ART. Fruto del vaciamiento, la aseguradora termino cerrando. El faltante de dinero resultó contemporáneo a la compra de Página por parte del burócrata.
Ahora, la incapacidad de Santa María de hacer frente a las obligaciones contraídas en el marco de la paritaria de prensa aparece en el marco de otro gran negocio inmobiliario del Suterh, que intenta quedarse con los terrenos en donde funciona la histórica sede de la Sociedad Hebraica y el cine-teatro ubicados en el barrio de Once.
La negativa de Santa María a pagar la miserable paritaria a la baja que él mismo impuso junto a las patronales de Clarín y La Nación a los trabajadores de prensa de la Capital no deja de ser aleccionadora, ya que el burócrata-empresario es un hombre del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires.
Menos de 24 horas después de que Cristina se presentara como “abanderada de los pobres” en el estadio de Arsenal, los trabajadores del matutino K se plantaron con un paro total de actividades a la intención ajustadora de Santa María.
En una escala diferente, pero no por ello menos significativa, así como sucediera en Santa Cruz con “Alicia”, el paro en Página/12 marca los límites insalvables del relato K y, más aún, la estafa de ese relato.
Como sucediera a la hora del voto en común a favor del “dietazo”, y otras 100 leyes votadas por el kirchnerismo al macrismo en el Congreso, para los “campeones” de la fenecida ley de medios no hay grieta que valga contra los “medios hegemónicos” si se trata de ajustar contra los trabajadores.
Nuestro apoyo y solidaridad con las compañeras y compañeros de Página/12.
Rubén Schofrin
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