domingo, 18 de junio de 2017

Las elecciones de AGD-UBA: un balance para el movimiento estudiantil



El triunfo de la izquierda con el 75% de los votos en las elecciones de la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) es un dato de la mayor importancia para el movimiento estudiantil. Las elecciones estuvieron marcadas por el mismo debate que hoy atraviesa a la Fuba y el veredicto de los docentes fue contundente.
Por abrumadora mayoría, los docentes ratificaron la independencia política de su sindicato contra la política de seguidismo a los decanos y a la burocracia sindical kirchnerista que proponía la lista de La Mella-Patria Grande. Es la conclusión de toda una experiencia de lucha y en particular del último año y medio. Es que la llegada de Macri al gobierno mostró con mayor crudeza los límites del kirchnerismo para encarar cualquier lucha seria en defensa de los docentes. Si antes la inacción de los sindicatos K se justificaba en “no joder al gobierno popular”, ahora quedó claro que la integración al Estado y al régimen universitario es incompatible con la lucha por el salario y la defensa de la universidad pública, incluso bajo un gobierno de derecha. Es lo que se vio en las luchas de 2016 y 2017, donde solo la AGD y la Conadu Histórica desarrollaron un plan de lucha nacional, mientras las burocracias K de Aduba y Feduba convocaron medidas aisladas y boicotearon las marchas a Plaza de Mayo. Esta conclusión que sacaron en la práctica miles de docentes es vital para el movimiento estudiantil y deberá estar presente en las elecciones de septiembre.
En segundo lugar, la elección mostró las contradicciones que atraviesan al bloque “ciudadano” de la UBA. Patria Grande apostó a un apoyo de las gestiones K que no recibió -o recibió en una escala muy reducida-. Al mismo tiempo, su kirchnerización hizo estallar el frente que sostenían con La Brecha. Desprovista del sustento de los decanos, La Mella-Patria Grande exhibió su flaqueza: su lista perdió en casi todas las facultades e hizo una elección marginal en el CBC. Su supuesta fortaleza –el bloque con los decanos K- terminó siendo su debilidad, al aislarse y depender de un bloque que tiene sus​ propias crisis (difícilmente podría Glenn Postolsky darle una victoria a La Mella en AGD-Sociales cuando está a punto de perder el decanato con su vice).
El triunfo de la izquierda en las elecciones de AGD es un golpe al gobierno y al Rectorado que vuelve a poner de relieve la verdadera grieta que atraviesa a la universidad. Mientras los docentes daban un macizo pronunciamiento contra el ajuste y la privatización, las autoridades de la UBA firmaban un compromiso para integrarse al “Sistema de Reconocimiento” de Bullrich y Juri -una vuelta de tuerca de la Coneau-. Para nosotros, la conclusión es clara: la defensa de la universidad pública es con la AGD y los docentes que luchan, no con las autoridades socias de Macri que preparan una nueva ola de reformas privatistas. Los docentes ya se pronunciaron, que se pronuncien los estudiantes.

Juan Winograd

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