Cuatro niñas de entre 2 y 7 años del barrio Acuba, y un adulto y dos adolescentes del barrio San José Obrero, fallecieron producto de incendios en sus viviendas. Ambos siniestros, ocurridos este mes con menos de quince días de diferencia, fueron a causa del uso de velas que eran utilizadas por las familias ante la falta de energía eléctrica. Los vecinos movilizados a la oficina central de Edesur y luego al municipio no han obtenido ninguna respuesta de fondo a la situación de abandono que viven en sus barrios, con conexiones eléctricas precarias, transformadores desbordados y un tendido eléctrico obsoleto, viven con cortes permanentes durante todo el año.
La empresa Edesur, luego de haber embolsado miles de millones de pesos en subsidios con el gobierno kirchnerista sin haber invertido un peso, fue premiada por el gobierno de Cambiemos con un tarifazo que llegó hasta el 400%. Pero el estado deplorable de la insfraestructura eléctrica en Lanús no ha cambiado, con cortes de luz constantes en todo el distrito; sobre todo, en los barrios humildes, donde todas las conexiones son precarias.
El gobierno municipal de Néstor Grindetti (Cambiemos) se desliga de su responsabilidad en esta situación y culpa a Edesur por no haber realizado las inversiones necesarias. Sin embargo, en el Concejo Deliberante se aprobó a instancias del oficialismo, con el apoyo de los bloques del FpV y el FR, que el impuesto por el alumbrado público sea cobrado por esta empresa, lo que significa una enorme transferencia de recursos a esta empresa vaciadora sin que exista un control o planificación alguna de las inversiones que son necesarias para resolver problemas estructurales. El negociado con las privatizadas vaciadoras se paga con las vidas de las familias obreras más vulnerables.
El Partido Obrero responsabiliza al gobierno de Grindetti, cómplice de Edesur, por el vaciamiento y la falta de inversiones, y denuncia la desidia hacia los barrios que vienen reclamando una respuesta hace meses ante los cortes permanentes y que amenazan con cobrarse nuevas víctimas.
Más que nunca, son necesarias la apertura de los libros de las privatizadas y la nacionalización bajo control obrero; un plan de inversiones en infraestructura bajo control de los vecinos y trabajadores del distrito para terminar con un negociado capitalista que se cobra la vida de los trabajadores.
Leo R
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