Un primer análisis de la reforma en la escuela media que prepara el gobierno para 2018
El gobierno anunció que para el año 2018 se aplicará a nivel nacional una reforma del nivel medio, para mejorar la adaptación de la secundaria a las demandas del mercado laboral, combatir la repitencia y el abandono escolar.
Siguiendo los pasos de los resultados de las pruebas estandarizadas Aprender, resistida en varios distritos del país, el gobierno y el Consejo Federal de Educación trabajan en una reforma que, sin embargo, no tiene la intención de mejorar los aprendizajes y dificultades de los estudiantes.
Reformas, contrareformas
La escuela media ha sido objeto de todo tipo de reformas a lo largo de los últimos 25 años. La ley federal de educación, del año 1993, la contrareforma posterior que cambió la estructura y organización del fracasado polimodal, la ley del año 2006 y su aplicación dispar en las provincias.
Las reformas educativas capitalistas han seguido los lineamientos de los organismos internacionales, a cambio de crédito, cuya principal preocupación es la adaptación de la escuela a las demandas cambiantes del capital. En este planteo está inscripta la necesidad del capital de medir –evaluación permanente- la formación de la fuerza de trabajo. En los documentos base de este tipo de reformas se caracteriza que el déficit en la formación de la fuerza laboral es la causa de la baja en la productividad y que la mejora en la “calidad” educativa implicará ampliar la producción.
Pero las patronales son muy claras en cuanto a lo que demandan en relación a la fuerza laboral y su capacitación y formación. En el documento Capacidades 2020 (http://www.inet.edu.ar/wp-content/uploads/2016/06/2016.06.21_Informe_Demandas_Laborales_2020_vf.pdf) se hace eje en las capacidades blandas: cuestiones aptitudinales, responsabilidad, adaptación a los cambios y la incertidumbre, entre otras.
La devaluación educativa, a través de los recortes de contenidos, el reemplazo de disciplinas en áreas –igual que la ley federal de educación menemista-, la descalificación de títulos, los programas asistenciales, es la forma que adquiere la descalificación de la escolaridad que prepara la desvalorización de la fuerza de trabajo.
Condiciones sociales
El otro punto que justificaría una reforma de este tipo, según Bullrich y los “especialistas” educativos que cita Clarín, es el alto nivel de deserción escolar y la repitencia. Pero para hablar de los motivos que originan esas situaciones, ninguno remite a las condiciones sociales de los estudiantes. Al nivel de pobreza que afecta de manera particular a la infancia y a la juventud, a la falta de trabajo de las familias, la falta de vivienda, la falta de becas reales –hoy en Ciudad representa un salario mínimo en dos cuotas- para acompañar la trayectoria escolar.
No puede sustraerse la miseria social que rodea a la escuela, del proceso educativo.
La razón de esta omisión es cargar las responsabilidades fuera del Estado y achacarle al estudiante, al docente, a la organización de la modalidad, la culpa de la crisis educativa.
Tanto el proceso pedagógico como la tarea educativa están directamente condicionados por la situación social.
En defensa de la juventud y la educación, siempre
El gobierno profundiza su línea de ajuste a los trabajadores, la juventud, la educación.
El conjunto de reformas –plan maestr@, ley Aguilar, reforma de la secundaria– que pretende aplicar Macri y los gobernadores, nos debe impulsar a redoblar nuestra lucha contra las reformas anti-educativas y reclamar un plan integral que pase, por la nacionalización del sistema educativo, el aumento del presupuesto educativo (con Macri, primero y Horacio Rodríguez Larreta, después, la participación del gasto educativo en el presupuesto total de la Ciudad bajó desde el 2011 hasta la fecha del 27,8 al 18,5 por ciento), un plan de construcción de jardines y escuelas, plan integral de becas mensuales, equipos de orientación escolar interdisciplinarios, salario igual a la canasta familiar por un cargo- basta de doble o triple cargo-.
Junto al Frente de Izquierda, los estudiantes, docentes, comunidad educativa debemos defender la educación pública y el acceso a la educación y a la cultura de la juventud.
Amanda Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario