domingo, 2 de abril de 2017

No es un policía, es toda la institución



El mensaje fue realizado en las redes sociales por un usuario que sería agente de la Policía Federal, como respuesta a una nota de La Izquierda Diario en la que se hacía referencia al trabajo docente en las aulas.

A tan sólo una semana del 24 de marzo dónde cientos de miles tomamos las calles para repudiar la impunidad de ayer y de hoy y, en el marco de una histórica lucha docente, un miembro de la policía ataca a los docentes con un terrible mensaje por redes sociales: “Vidal: mandanos a las maestras, te las devolvemos con vocación de servicio”.
Éste sujeto no hace más que expresar un mensaje misógino y represivo digno de la institución a la que pertenece. El policía no es un trabajador más, tiene un rol asignado en la sociedad que lo separa del resto de los trabajadores, el policía y la institución a la que pertenece, son los garantes del orden y del sistema en el que se benefician unos pocos a costa del trabajo millones. No se trata del policía bueno o malo, se trata de una institución corrupta, el brazo armado del Estado que los gobiernos no dudan en utilizar para derrotar luchas, reprimir manifestaciones y así, conservar privilegios a costa de la represión.
La policía es una institución podrida desde su centro, cómplice de las redes de trata, del narcotráfico y autora de los crímenes por gatillo fácil. ¿Puede alguien decir cuándo un grupo de policías/gendarmes/etc., recibe la orden de reprimir una manifestación, cuántos son los buenos policías que dicen no, yo no voy? Ninguno. Nunca un policía se niega a reprimir.
Que no puede afirmarse que todos y cada uno de ellos sean tranzas o asesinos, es cierto, pero aun no siéndolo pertenecen a una institución corrupta. Son los encargados de estigmatizar a los pobres, cada vez que hostigan a los pibes de gorra en la calle o cuando ingresan a los barrios persiguiéndolos y haciendo abuso de poder con total impunidad.
Es necesario repudiar ampliamente el accionar de los lacayos represores del Estado y sostener una postura firme y de denuncia contra todos los que atenten contra las luchas del pueblo trabajador. Hay que romper con la hipocresía de generar consenso con una institución imposible de reformar, con las posturas centristas o conciliadoras que solo buscan reconciliarnos con este aparato represivo.
No nos olvidemos del policía asesinando al Poro Vivas, no nos olvidemos de los asesinos de Luciano Arruga, no olvidemos a la policía reprimiendo jubilados, trabajadores del Borda y niños murgueros en la Villa 31. La lucha real por la igualdad y contra las injusticias solo puede ser legítima en un marco de total repudio a acciones como esta y al rol que cumple el aparato policial en la sociedad.

Cintia Saucedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario