martes, 16 de agosto de 2016
Por qué Macri no fue bienvenido en Mar del Plata
¡Repudiamos la represión policial y la persecución de los ajustadores!
El pasado 12 de agosto, Macri intentó hacer un "acto popular" y con "anuncios de obras", en el barrio Belisario Roldán, que fue levantado como resultado de un proceso de organización y lucha popular.
Aún hoy sus habitantes deben lidiar con las fallas constructivas que dejaron los "José López" y sus contratistas en las 400 viviendas de una etapa del Plan Federal. Un barrio sin la inversión elemental, con zonas liberadas para los narcos y las mafias.
El presidente que se refiere todos los días provocadoramente a la represión y al genocidio, para frenar los escasos procesamientos de represores y que aplica un ajuste feroz, no tuvo mejor idea que aterrizar en helicóptero -junto a la gobernadora Vidal- en el predio del Hospital Interzonal (HIGA),que está en estado de catástrofe, y al que no se dignaron entrar.
Una provocación tras otra en un municipio quebrado por contratistas y privatizadores, y en el que son cotidianos los conflictos de los trabajadores municipales, recolectores, trabajadores precarizados. A ellos deben sumarse las luchas de los maestros, médicos, judiciales, y estatales provinciales. Mar del Plata es además un centro de la lucha contra los tarifazos.
El presidente y su comitiva fueron recibidos por una larga bandera con los rostros de los desaparecidos de la zona, portada por organizaciones de Derechos Humanos (y algunos militantes kichneristas), que repudiaron -frente al cordón policial- las últimas declaraciones del gobierno con respecto a los desaparecidos.
Unos 100 integrantes de otras organizaciones sociales y políticas que se movilizaban con pancartas y consignas desde unas cuadras más alejadas, fueron interceptados, baleados y gaseados sin previo aviso.
El acto oficial, al que concurrieron un puñado de simpatizantes del PRO, y al que fue convocada una "guardia" de seguridad de la Uocra y la UTA, prácticamente no pudo realizarse porque otros 100 vecinos increparon a la comitiva oficial, portando pancartas y carteles.
En este escenario, el acto duró dos minutos y alcanzó para que Vidal balbuceara una queja y para que Macri, en el afán de parecer conocedor del "territorio", inventara un barrio que no existe (el Barrio Tribuna) y repitiera anuncios hechos durante estos 8 meses, dirigidos a las empresas constructoras, más que a los vecinos. Se retiraron en medio de un tumulto, protegidos por burócratas y policías.
Horas después de la represión, el propio jefe policial de la provincia, Pablo Bressi, desmintió al presidente acerca de la existencia de piedrazos a la comitiva. Sin embargo, se desenvuelve una persecución policial y judicial contra todos los manifestantes, con acusaciones que llegan a calificar lo que no sucedió de "atentado al presidente". Scioli, Pichetto y Massa -entre otros- han repudiado las "agresiones" a Macri y avalado la represión policial, mostrando que el ajuste los une al gobierno.
El Partido Obrero repudia la represión desatada contra manifestantes que reclamaban por derechos elementales, ordenada por el gobierno de Macri, Vidal y el intendente Arroyo, también de Cambiemos. Exigimos que se investigue el accionar policial para determinar las responsabilidades políticas y materiales, y que cese toda persecución contra los vecinos y trabajadores.
Por un plan de obras públicas y viviendas, a costa de los especuladores y grandes empresas, bajo control de los trabajadores y vecinos.
Alejandro Martínez
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