Las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, encabezadas por la decana Graciela Morgade, invitaron a Cristina Fernández a cerrar una mesa redonda por el 50° aniversario de la Noche de los Bastones Largos.
La ex presidenta hizo gala de una demagogia fabulosa. “Ojo, la mano viene para bastones muy largos”, advirtió. El escenario hacía más grandilocuente la impostura, pues durante los gobiernos K, la Policía Federal repartió bastones largos, gases lacrimógenos y balas de goma a los estudiantes que se oponían a las Asambleas Universitarias digitadas por las camarillas profesorales privatistas. Los gobiernos de Néstor y Cristina garantizaron la elección de Rubén Hallú como rector con infantería, carros hidrantes y helicópteros. Nada que envidiarle a Onganía. Cedieron el Congreso Nacional una vez que la vieja mafia radical que parasita la Universidad desde hace décadas y las camarillas kirchneristas a las que adhiere Morgade acordaran el reparto de espacios y negocios. La FUBA, conducida por la UJS-PO y la izquierda, en cambio, encabezó la lucha contra la Asamblea de los privatizadores y denunció ese pacto reaccionario.
“Que no haya presos políticos en la Argentina”, pronunció, con expresión de amianto, mientras señalaba una bandera de la Tupac Amaru. Bajo su gobierno hubo trabajadores petroleros condenados a prisión perpetua en un juicio infame, 4000 procesados por luchar, espionaje sistemático contra las organizaciones populares (Proyecto X), leyes “antiterroristas”, veinte muertos en protestas, un carapintada como secretario de Seguridad y un genocida al mando del Ejército. Esta herencia, al macrismo, no le pesa nada.
En otro tramo, CFK llamó a “la unidad en las calles con los trabajadores, porque se viene la precarización laboral”. Se refirió así a los proyectos de liquidación del derecho laboral argentino que viene pergeñando Macri. Pero la “década ganada” dejó como saldo un 40% de los trabajadores en negro y la tercerización laboral se generalizó en la industria y los servicios. Nuestro compañero Mariano Ferreyra fue asesinado por una patota de José Pedraza, un aliado de los K, cuando compartía “la unidad en las calles” con los ferroviarios tercerizados del Roca para reclamar su pase a planta permanente. En ese entonces, los K practicaban “la unidad en los despachos oficiales” con la burocracia de Pedraza, que participaba de la súper explotación de los trabajadores tercerizados junto a los empresarios y funcionarios de la Secretaría de Transporte.
"La pesada herencia es haber puesto a la ciencia y la tecnología en un lugar preponderante, cuando conformamos ese ministerio, ", expresó. Macri conservó en su puesto al ministro Lino Barañao, garantizando la continuidad de los negocios de Monsanto en el gabinete. Los científicos y becarios, en cambio, cargan con la “pesada herencia”, sí, de la precarización de su actividad.
Fue la primera vez que CFK pisó la Facultad de Filosofía y Letras, en su viejo edificio de la calle Puán.
Sin ir más lejos, el edificio nuevo que se comprometió a construir desde la toma del 2010 no avanzó un sólo ladrillo, pese al enorme cartel que indica que su construcción se inició en 2014.
La obra dependía de la Secretaría de Obras Públicas, oficina de los enterradores de dólares José López y Julio De Vido.
Jacyn
No hay comentarios:
Publicar un comentario