lunes, 22 de agosto de 2016

Indios Kilme: nacidos para ser rebeldes



Detrás de los festejos de los 350 años de la fundación de Quilmes se esconde una historia terrible de opresión y desarraigo pero también de rebeldía y resistencia del pueblo Kilme. Otro "pozo" de la historia que no se puede "tapar" con globitos amarillos.

A pesar de la pretendida objetividad que el ideal Positivista intentó imprimirle a la reconstrucción del pasado, el análisis histórico está atravesado por el ojo (y los intereses) de las clases en pugna en el presente y, a su vez, en el pasado. Esta operación da como resultado un relato histórico que legitima, "autoriza" (o desautoriza) el accionar de esas mismas clases en el presente. Este es el caso de la fundación de la ciudad de Quilmes, que tiene en sus orígenes el intento por parte de la gobernación de Tucumán, de dominar y sojuzgar a los pueblos originarios de la región Calchaquí, en el oeste de Tucumán y trasladarlos compulsivamente al sur de la provincia de Buenos Aires.

Nacidos para ser rebeldes

En las punas (sobre los 2500 metros), sierras, valles y quebradas del NOA, somos desde hace alrededor de 15000 años. Cuando hace 450 años los hispano-europeos, guiados por "Yana" (mercenarios o gentes sin comunidad) de los Inka, llegaron al noroeste argentino, florecía la cultura pre-incaica de los Kiilme (que significa "entre cerros"). En el noroeste de Tucumán y el este de Catamarca los Kilme desarrollaron una cultura agrícola-ganadera con una tecnología bastante desarrollada, puesta de manifiesto en excelentes formas de regadío.
Si bien la conquista española se produce alrededor de 1536 con la llegada de Diego de Almagro, casi un siglo le cuesta a los españoles dominar la región. Cuando los españoles creen que a sangre y fuego habían logrado "pacificar" la región Calchaquí, en 1630 se produce una rebelión general que dura más de treinta y cinco años. Según testimonian distintos cronistas, la resistencia a la dominación y a los ritmos de explotación españoles fue tenaz por parte de los pueblos Kilme. En ella participaron mujeres y niños, tanto es así que después de haber sojuzgado al resto de los pueblos del valle, la gobernación colonial de Tucumán doblega a los Kilme por hambre y los confina cautivos desde las tierras altas y secas del noroeste a la húmeda llanura rioplatense después de una cruel marcha en condiciones infrahumanas a través de casi 1500 km.
En 1666 se crea la Reducción de la Exaltación de la Santa Cruz de los Quilmes donde el pueblo Kilme fue sojuzgado. El 14 de Agosto de 1812, acorde a la política post revolucionaria el Triunvirato declara extinta la Reducción y se declara a los indios Quilmes "iguales" al resto de los "ciudadanos". Luego de un siglo y medio de explotación y opresión, el pueblo Kilme consigue una libertad que nunca pudo ser gozada en toda su plenitud.
Durante los años 1806 y 1807 estas mismas tierras "quilmeñas" serán escenario de los intentos de invasión por parte de la Inglaterra industrial, que a fuerza de explotar obreros y obreras británicos necesitaba inundar al mundo colonial con sus manufacturas. Ya las costas y las calles de la incipiente ciudad serían recorridas por esclavos negros ingresados desde la Banda Oriental, era el momento de establecer el "manto de la igualdad ciudadana" a indios, negros y mulatos (aunque la mayoría de ellos fueran después los principales reclutados en la guerras de la Independencia). "Igualdad" que ocultaría hacia el futuro la verdadera desigualdad material a la que fueron sometidos los pueblos originarios.

Emanuel Casas
Graciela Monje Docente | Comisión Directiva SUTEBA Quilmes

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