El Gobierno pasó de asegurar que los problemas de empleo eran “una sensación térmica” a decir que el Indec antes “medía mal”. Nuevos datos oficiales dejaron en evidencia la disparada de la desocupación.
El desempleo en la Ciudad de Buenos Aires saltó a 10,5 por ciento al cierre del primer semestre, cuando era de 6,8 por ciento en diciembre pasado y de 8,6 a mitad de 2015. Así lo informó ayer la Dirección General de Estadística y Censos porteña. El dato de desocupación en Capital termina de confirmar las tensiones del mercado laboral ya registradas en el informe del Indec de la semana pasada para todo el país, en el que la tasa de desempleo finalizó junio al borde de los dos dígitos, en 9,3 por ciento, luego de tocar un piso de 5,9 en el tercer trimestre de 2015. Frente a esa disparada de la desocupación, el argumento del Gobierno fue que no hubo pérdida de puestos de trabajo durante su gestión, sino que el Indec medía mal el desempleo y ahora solo se “transparentó” el indicador. Esa versión de los hechos pierde sentido frente a los números arrojados ayer por el centro de estadísticas porteño, en línea con los del Indec, que ratifican el crecimiento explosivo de la desocupación por las políticas de Cambiemos. En la Capital se perdieron 60.553 puestos en el primer semestre, al anotarse 177.555 individuos desocupados, contra los 115.667 de diciembre pasado.
“Los despidos son una sensación térmica. Que no nos hagan creer que estamos teniendo pérdidas notables de empleo. A la discusión hay que darla con un poquito más de datos y de conceptos de la realidad. Es muy fácil decir que por una empresa que cerró despidieron 100 empleados pero hay que ver toda la película”, decía a finales de abril el ministro de Hacienda y Finazas, Alfonso Prat-Gay. Este fue el primer argumento que empleó el Gobierno para asegurar que el programa económico ortodoxo aplicado en los últimos meses no había afectado el mercado de trabajo.
En ese momento, el Indec seguía en la modalidad de apagón estadístico y no se publicaban estimaciones acerca de la desocupación desde octubre de 2015. Cuando el organismo oficial volvió a informar los datos de desempleo la semana pasada, el argumento de la sensación térmica cambió por otra justificación: no hubo un salto de desocupados sino que en 2015 los indicadores subestimaban los problemas de trabajo. “Es muy importante que Argentina tenga cifras confiables y el Indec diga la verdad. La desocupación es una situación grave, pero viene desde hace mucho. Lo que pasa es que los porcentajes que difundían antes no se constataban con la realidad”, apuntó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
La difusión del informe Indicadores Laborales del centro de estadística porteño también deja sin sentido este segundo argumento para justificar los elevados niveles de desempleo en el segundo trimestre del año, puesto que en la Ciudad de Buenos Aires, en donde se viene midiendo la situación del mercado de trabajo en forma homogénea y respetando una misma metodología, el desempleo alcanzó una cifra de dos dígitos, al incrementarse en casi cuatro puntos porcentuales en los primeros seis meses del año. Algo más de 60 mil personas perdieron su puesto de trabajo en ese período, muchos de los cuales estuvieron vinculados con el recorte del sector público en la primera parte del año.
La desocupación en la Capital venía bajando el año pasado y volvió a incrementarse en forma abrupta en los primeros meses de 2016. La serie de la Ciudad muestra que la tasa de desocupación era del 8,6 por ciento en el segundo trimestre de 2015, del 7,2 en el tercer trimestre y del 6,8 en el cuarto, mientras que en el primer trimestre de 2016 subió a 8,6 por ciento y en el segundo, al 10,5. “Las tensiones en el mercado de trabajo son muy grandes. Los datos de la Capital reflejan sólo una parte de lo que ocurre en los principales centros urbanos del país, donde se concentra la producción industrial y otras actividades como la construcción, es decir la economía real”, indicó a este diario Ana Gárriz, investigadora del Centro de Innovación de los Trabajadores (Citra- UMET). Agregó que “la tasa de desempleo en los principales polos productivos de la Argentina saltó hasta los dos dígitos. En Gran Rosario, donde pesa la industria automotriz y la metalmecánica, se ubicó en 11,7 por ciento. En Mar del Plata, con ramas fuertes como la industria pesquera y el turismo, marcó 11,6. En Gran Córdoba, 11,5 por ciento, y en Gran Buenos Aires, el principal centro productivo del país, 11,2. En todos estos centros urbanos las tasas de desocupación eran de un dígito en 2015, con la excepción de Gran Córdoba, que concentra su actividad en autos, un sector que hace mucho viene en descenso por la baja de ventas al mercado brasileño”.
En el informe del centro de estadísticas de la Ciudad se detalló que la tasa de actividad (individuos que trabajan o tienen interés en trabajar) pasó de 54,7 al 55,5 por ciento entre el segundo trimestre de 2015 y el mismo período de este año, la misma tendencia que mostró el Indec para todo el país, que se movió de 44,6 por ciento en el segundo trimestre de 2015 a 46,0 en igual período de este año.
Federico Kucher
No hay comentarios:
Publicar un comentario