En su última sesión antes del recambio legislativo, Diputados declaró de interés el archivo fotográfico de Mónica Hasenberg y Brenno Quaretty.
El viernes pasado, en una de las últimas sesiones del año, Diputados declaró de interés el archivo fotográfico de la familia Hasenberg-Quaretty. Son unos 45 mil negativos que sobrevivieron a la última dictadura y retratan la lucha por los Derechos Humanos y vida política, social y cultural porteña entre 1979 y 1989.
El archivo fue construido y preservado por años por Mónica Hasenberg y su esposo, Brenno Quaretty, fallecido en 1995. Su contenido es utilizado en libros, documentos u homenajes.
"Estoy muy orgullosa de la distinción y agradezco al diputado Juan Carlos Junio por haber prestado atención a un archivo fotográfico, que es de los pocos que están ilesos a través de los años", dijo Mónica a Tiempo.
La fotógrafa contó que heredó el oficio de fotógrafa de su padre. "Empecé de muy chica, lo ayudaba a mi viejo, preparaba el revelador y aprendí la técnica. A los 22 lo conocí a Brenno, que era fotógrafo pero trabajaba en estudio de publicidad. Empezamos a trabajar juntos y terminamos en pareja", recordó.
En 1979, por azar, Brenno comenzó a trabajar para Familia Cristiana, una revista del progresismo católico. "Yo sabía el valor de tener un archivo, así que le pagaban un sueldo y los gastos, pero los negativos de las fotos eran nuestros."
Así, comenzó a tomar forma el archivo. Por su inquietud social, se acercó naturalmente a las rondas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes reclamaban la aparición con vida de sus familiares desaparecidos. "Fue una obsesión, no podía soportar el no hacer nada", comenta.
Actualmente, Mónica participa de la mayoría de los actos y homenajes que realizan los organismos de Derechos Humanos. Con esas fotos, le sigue dando cuerpo al ya enorme archivo. «
Gerardo Aranguren
garanguren@tiempoargentino.com
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