domingo, 27 de marzo de 2016

Mary Sánchez El derrotero de una historia gremial y política de la docencia



Fue activa defensora de la Ley Federal Educativa menemista. Logró que se votara, en 1993, el proyecto de ley que representaba a los proyectos de la iglesia, los radicales, los peronistas y la propia Ctera. Defendió desde el parlamento, como diputada, y desde las conducciones celestes del gremio docente, esta ley privatista, acorde a la mercantilización y a la injerencia de la iglesia en la educación.

El fallecimiento de Mary Sánchez nos obliga a dar cuenta de la historia de esta dirigente sindical del gremio docente. Sirve recorrer la historia de su intervención gremial, porque ella ofrece también una oportunidad para abordar una tradición histórica que sólo comprendiéndola podrá ser superada.
Nuestra crítica, que se encarnó en una lucha de años de la mano de la organización docente antiburocrática más importante del país, Tribuna Docente, no nos hará olvidar, sin embargo, que Mary Sánchez acaudilló -junto con Cecilia Martínez- el primer gran paro y movilización contra la dictadura en la provincia de Buenos Aires -cuando las UDEB (Unión de Educadores Bonaerenses) de La Matanza y Morón marcharon por la Avenida Rivadavia en 1982. O sus inicios como sindicalista, cuando en 1972 la dirigente ultramilica de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), María Ferrabosco, echó a La Matanza y a 22 distritos "disidentes” por haber cumplido durante 1971 los paros del Acuerdo de Nucleamientos Docentes, movimiento que fuera precursor de la Ctera. No casualmente las crónicas ignoran esta parte de la historia.
También reivindicamos su papel en la sindicalización de la docencia como trabajadores de la educación, enfrentando la organización anterior en asociaciones por ramas y niveles, o como profesionales. Sánchez defendió el carácter de asalariados de los maestros y profesores, de “obreros de la tiza” como gustaba decir ella.
Sin embargo, su defensa incondicional de la alianza de clase con el capital y del peronismo la llevaron a abandonar la Ctera a finales de 1975, en medio del Rodrigazo y de la Triple A.

Reingreso

El reingreso a Ctera lo hizo con La Matanza y los sindicatos que dirigía recién durante el gobierno de Raúl Alfonsín, sobrepasada por la inmensa tendencia que había en la docencia por recuperar la Central y sus sindicatos, que habían sido atacados por la dictadura.
Volvió para garantizar la colonización de la Ctera por parte del peronismo. Se dio un plan de conquista de direcciones sindicales provinciales y distritales, ingresó a la CGT ubaldinista, quebró la Ctera y levantó, junto con Marcos Garcetti (dirigente de una de las Cteras -que por entonces estaba dividida) la histórica huelga por tiempo indeterminado en 1988 que reclamaba el nomenclador único nacional. Esa huelga histórica fue levantada sin ninguna conquista y usando para eso al novel Suteba, constituido sobre la base del estatuto verticalista y burocrático de la UOM. De ese modo, impuso la mayoría absoluta en la central.
Luego, como secretaria general de Ctera, tuvo un papel fundamental en el levantamiento de la huelga de 1991 contra el traspaso de las secundarias nacionales a las provincias. Así, abrió el camino para la reforma antieducativa de Menem-Decibe, que impuso el principio de descentralización de la educación a nivel nacional.
Fue activa defensora de la Ley Federal Educativa menemista. Logró que se votara, en 1993, el proyecto de ley que representaba a los proyectos de la iglesia, los radicales, los peronistas y la propia Ctera. Defendió desde el parlamento, como diputada, y desde las conducciones celestes del gremio docente, esta ley privatista, acorde a la mercantilización y a la injerencia de la iglesia en la educación.
Mientras tanto, lideró la creación de la CTA como sindicalismo alternativo, abandonando la tarea de conquistar las direcciones de los sindicatos burocratizados en una perspectiva combativa e independiente. Ello terminó con una Central que luego tuvo como orientación fundamental el apoyo a otro gobierno, el kirchnerista.

Kirchnerismo

Adhirió, antes que la propia Lista Celeste, al "modelo”. Y así pasó de dirigente sindical a funcionaria. Y desde ese lugar, manejó fondos en Cooperación Escolar (tenía el piso 14 en la DGEYC), que es el ámbito en el que se negocian los presupuestos.
Cumplió un papel en el sostenimiento del programa capitalista de educación y en el armado de un sistema paralelo de precarización y deseducación que son, entre otras iniciativas, programas como el Plan Fines.
Nuestra corriente, Tribuna Docente, nació delimitada desde el inicio de esta política de sometimiento de la docencia y sus organizaciones al Estado y enfrentó a Mary Sánchez.
La conquista en la actualidad de la conducción del Suteba Matanza (cuna de la Celeste) y de otros 8 distritos en Buenos Aires por parte de la Multicolor (y conquistas en otras provincias), nos coloca en la enorme perspectiva de la independencia de clase, cuestión que hace imprescindible superar al peronismo y a la burocracia sindical.

Nora Biaggio

Fundadora de Tribuna Docente

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