martes, 22 de marzo de 2016

¿Cuáles son los objetivos del viaje de Obama a la Argentina?



El viaje de Obama a Cuba y Argentina y su declaración de la apertura de los archivos, esconde la política de EE.UU. para avanzar en la región en un momento de crisis económica y política.

Como parte de propagandizar la visita del presidente norteamericano, desde hace semanas los medios y el gobierno vienen comparando a Obama con Jimmy Carter, un demócrata que impulsó en Latinoamérica un perfil de EE.UU. de “defensa de los DDHH” mientras arreciaban las dictaduras que su mismo país había auspiciado.
La comparación entre Carter y Obama se sostiene en que ambos pretendieron, luego de una política dura o débil por parte de los gobiernos anteriores hacia Latinoamérica, cubrir su avanzada sobre el continente con un perfil “negociador, dialoguista y pacificador”.
Obama pretende, con la visita a Cuba y Argentina, mostrarse amigable con la región, para volver a una ofensiva sobre su “patio trasero”, tratando de desplazar la creciente injerencia de China en el continente.
Pero su “espíritu de dialogo” en la región contrasta fuertemente con el accionar guerrerista en Irak, Siria, Afganistán, Libia o Yemen.
El “señor de los drones” quiere demostrar con ese perfil –que incluye la proclama de la apertura de algunos de sus archivos del período de la última dictadura argentina– pueden ser más fructíferos que una política guerrerista, por otro lado innecesaria frente a los gobiernos de la región.

Macri y Obama

Para el gobierno de Macri la oportuna llegada de Obama al país sirve para mostrar “el cambio” en la política exterior y, de este modo, justificar ante la opinión pública la derogación de las llamadas Ley Cerrojo y de Pago Soberano en pos de pagar a los fondos buitre.
El nuevo relato estatal sostiene que es necesario volver al mercado internacional que traerá crecimiento, desarrollo y más trabajo al país. Mentiras. Los acuerdos con los buitres no favorecerán a los trabajadores. La llegada de Obama traerá mayor sojuzgamiento de los pueblos de la región y beneficios exclusivos para el gran capital financiero y sus socios locales.
Macri tuvo que sortear las voces que se alzaron en contra de la llegada de Obama, justo pocos días antes del aniversario del golpe. El presidente comenzó por recibir a Estela de Carlotto, a quien le había sido ignorado un pedido de entrevista. En esta reunión Carlotto le pidió a Macri que reclame a Obama la desclasificación de los archivos. El gobierno se mostró de acuerdo con este pedido.
Los organismos de derechos humanos que se mantuvieron independientes del Estado y los gobiernos de turno, junto a la izquierda repudiaron, sin concesión la llegada del jefe del ejército imperial. Este repudio obligó a la administración de la Casa Blanca a cambiar la agenda prevista para la llegada de Obama al país, que no visitará la ESMA y viajará el 24 a Bariloche. Después llegaron otros anuncios desde el norte: la desclasificación de nuevos documentos relacionados a la última dictadura militar que, por primera vez, incluirán archivos militares y de inteligencia (excluidos los de la CIA).
Este anuncio de la Casa Blanca fue utilizado por el gobierno nacional para expresar los logros de su gestión y mostrarse como defensores de los derechos humanos. Así lo señaló el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj: "es una demostración que mediante el diálogo estamos construyendo un nuevo vínculo con los países del mundo" y agregó que además este logro demuestra “la importancia que el gobierno nacional otorga a los Derechos Humanos, a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y a los organismos”. Por su parte la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, manifestó que “para demostrar nuestro compromiso con los derechos humanos, el presidente visitará el Parque de la Memoria para honrar la memoria de las víctimas de la guerra sucia de la Argentina”.
La desclasificación de los archivos es un reclamo de familiares y víctimas de la dictadura junto a los organismos de derechos humanos para saber qué pasó con los desaparecidos, conocer quiénes se apropiaron de los más de 400 bebés nacidos en cautiverio para que ellos puedan recuperar su identidad, así como poder juzgar a todos los responsables del genocidio de clase: funcionarios del gobierno yanqui, empresarios locales, la Iglesia, la burocracia sindical, los militares y las fuerzas de seguridad.
Parte de la desclasificación de los archivos de EE.UU. fue realizada en 2002. Aunque la misma tuvo límite en los datos que arrojó, ya que fue manejada y filtrada por los mismos EE.UU.
Esta nueva desclasificación por parte de la administración Obama no está en manos de los organismos de DDHH que pelearon por verdad y justicia.
Obama viene a respaldar a Macri para favorecer el avance de los intereses norteamericanos en Sudamérica, y para aprovechar la crisis económica que afecta a la región así como avanzar en las posiciones comerciales, financieras, políticas y militares del imperialismo. Ambos, Obama y Macri, han apelado a la defensa de los derechos humanos para contrabandear y ocultar sus verdaderos propósitos.

Rosa D´Alesio
Gabriela Liszt

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