lunes, 14 de marzo de 2016

¿Por qué nos tratan así?



La pregunta resuena en todos los patios, salas de profesores y charlas entre las trabajadoras de la educación. Cierre por decreto de las paritarias, verborrágicos ataques por los medios masivos de comunicación y el famoso “ítem aula”. Cornejo y Correas no perdieron el tiempo, y cómo le dijo Macri al gobernador: “Vas más rápido que yo”.

Las trabajadoras de la educación y la mayor parte de la comunidad educativa saben que es mentira que las maestras seamos vagas. Cualquiera sabe que el trabajo en las escuelas no se limita a las 4hs que dijera CFK en su famoso discurso inaugural de sesiones legislativas: “trabajan 4hs y tienen 3 meses de vacaciones”. Y más aún en Mendoza que se trabajan obligatoriamente 4 horas y media. Esto nos transforma en la única jurisdicción que ha sido obligada a “recuperar” días de paro y nunca se modificó el decreto por el cual se trabaja media hora más, sin pago.
El trabajo en las escuelas es mucho más complejo que cumplir un reglamento. Implica ocuparse de diversas tareas no pagas, dentro y fuera de la escuela. Sin este trabajo, que si es vocación, el sistema educativo no funcionaría. Cuidar a los niños, atender las realidades familiares, adaptar contenidos a la realidad concreta, hacerse cargo de gravísimos problemas de infraestructura y deficiencias materiales. Atender a la diversidad social, cultural, económica, problemas de salud y los emergentes cotidianos. Planificar y corregir fuera del horario escolar. Capacitarse fuera del horario escolar, con dinero propio. Proveerse de materiales, guardapolvo, tizas, fotocopias, etc....etc...etc...
Pero, entonces, por qué insisten en atacar a la docencia.
Porque ha sido un sector combativo siempre. Porque conquistó su estatuto luchando contra dos dictaduras: la Fusliladora y la de Onganía. Porque desplegó una enorme potencia de lucha en los `70, siendo puntal del Mendozazo y tomando en ese momento, para toda la educación, la identidad de trabajadoras de la educación. Porque resistió en la dictadura a los planes curriculares, a la censura, a la desaparición de compañeros/as de trabajo y alumnos/as. Porque resistió en los `80 conteniendo en las escuelas las terribles consecuencias de la crisis, la hiperinflación, desplegando una heroica lucha de más de 40 días en todo el país, conocida como el Maestrazo. Porque en los `90 fue el gremio que más huelgas hizo, que más trabajadores huelguistas contabilizó y porque esto aseguró, no sólo mantener la conquista de la educación pública, a pesar de la descentralización y el desfinanciamiento, si no que significó conservar conquistas.
Cuando en los `90 se instaló el menemista sentido común: “ramal que para, ramal que cierra”, y con ello justificaron el desguace del sistema ferroviario, pero también de la privatización del agua, el gas, la electricidad, los teléfonos, los aviones y las principales industrias que quedaban post dictadura en manos del estado, los/as maestros/as siguieron luchando. La jornada laboral, las vacaciones, la relativa estabilidad y conquistas del estatuto docente como las licencias no son privilegios: son derechos que no pudieron arrebatarnos.
En un país con una estructura laboral de altísimo porcentaje de precarización, tercerización e inestabilidad no pueden permitir que uno de los sectores con más consenso social y extensión nacional pueda darse el lujo de conservar esos derechos. Por eso nos atacan. Si nos derrotan a nosotras, las trabajadoras de la educación, los ataques sobre el resto de los trabajadores: con despidos, recortes salariales y pérdidas de derechos serán aún más duros.
Ahora, quieren enfrentarnos al resto de los trabajadores para arrebatarnos esos derechos conquistados. Pero si nos pasan por encima, peor será la situación para el conjunto de los trabajadores. En un contexto de ataques a los estatales y demás trabajadores, con un cálculo de 100 mil puestos de trabajo perdidos en 3 meses, los/as trabajadores de la educación no podemos dar un paso atrás. Y para ello necesitamos fortalecer nuestra lucha con organización y contar con el apoyo de toda la comunidad, del conjunto de los trabajadores.
No somos vagos: somos luchadores y nuestra lucha garantizó una enorme conquista para los trabajadores de todo el país: la educación pública.
Por eso lanzamos una campaña nacional contra el maltrato a los trabajadores de la educación. No al Item aula. Apoyemos a las maestras. La convocatoria es a difundir por todos lados, escuelas, negocios, fábricas, universidades, en los barrios, el apoyo a esta lucha.Serán miles de afiches impresos con el aporte de la banca de la Senadora del FIT Noelia Barbeito.
Con el ítem aula y propuestas salariales diferenciales quisieron dividir a los trabajadores de la educación que estamos fuertes en nuestra lucha. Ya hemos hecho 2 paros contundentes. Nos quieren dividir del resto de los trabajadores y la comunidad tratándonos de privilegiados. Los únicos privilegiados son esos funcionarios que cobran más de 50 mil pesos por mes, con pasajes, celulares y todo tipo de privilegios. Que viven como empresarios y no conocen la realidad de las escuelas públicas. Correas mismo es un hombre de empresa, no de la educación pública. Que no nos dividan ni nos confundan: hagamos enorme nuestra lucha. Si pasa el ítem, irán por el resto de los trabajadores. El ítem aula no pasará. #NoAlItemAula.

Virginia Pescarmona
@virpes - maestra de Maipú

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