sábado, 19 de marzo de 2016

Lucharon y volvieron



Fueron reincorporados luego de duras peleas. Enfrentaron los despidos y la persecución sindical. Son ejemplos de lucha en el marco de la tregua que mantienen las conducciones sindicales.

“Vamos a volver, a volver… vamos a volver”. La canción se canta por estas horas en las raídas movilizaciones kirchneristas. Pero mucho antes, y de manera mucho más combativa, se cantaba en las calles y en los cortes que diversos sectores de trabajadores realizaban contra los despidos que sufrían.
Es, hasta cierto punto, un canto de lucha que recorrió calles el país, tanto bajo los gobiernos kirchnerista como, actualmente, bajo el macrismo. Algunos de quienes lo cantaban hasta ayer nomás, son quienes empiezan a volver a sus lugares de trabajo después de duras luchas.
Y al decir duras, no exageramos. Se trata de peleas que, en su gran mayoría, fueron abandonadas a su suerte por las conducciones sindicales. Son, en gran parte, compañeros y compañeras despedidas de manera persecutoria y antisindical. Esos despidos tuvieron en muchos casos el aval de los Ministerios o Secretarías de Trabajo. En muchas de esas peleas, además, la Justicia se ubicó como digna defensora de los intereses del empresariado.
Pero a pesar de la adversidad y de esos obstáculos, ellos y ellas siguieron adelante y lograron ser reincorporados. En estas peleas, el apoyo activo vino y viene de la izquierda referenciada en el Frente de Izquierda y, en muchos casos, del PTS.
Mientras las conducciones sindicales mantienen una pasividad que no puede ser más evidente en el caso de la CGT y medidas de lucha aisladas en el caso de las CTA y ATE, hay sectores de trabajadores que viene peleando y resistiendo los ataques de parte de las patronales, del gobierno y el aislamiento de esas mismas conducciones.
La Izquierda Diario, que ha venido cubriendo muchas de esas peleas y también las reincorporaciones, da cuenta aquí de la importancia que tienen las mismas y reseña algunas de esas peleas.

Córdoba se mueve…

Es lunes y se acerca el mediodía. En la puerta de Cibié Argentina (ex Valeo) están los compañeros de trabajo de Martha Pereyra, acompañados por la izquierda y otros trabajadores combativos. Ella está adentro. Fue despedida en octubre de 2014, en el marco de un falso Procedimiento Preventivo de crisis.
Cuando confirman que la patronal acepta la resolución judicial, empiezan los festejos adentro y afuera. Tienen sentido. Fue una pelea de más de 15 meses contra un despido completamente persecutorio.
Leticia Celli y Sergio Castro son los abogados de Martha. Son parte del CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) y militantes del PTS. “Este es un día histórico –afirman- es la primera reinstalación en Córdoba de una trabajadora, que además es activista, dentro de la industria metalúrgica”.
En la Córdoba donde las multinacionales tienen como sirvientes al poder político y las conducciones burocráticas de los sindicatos, algo empieza a moverse. “Es una pequeña demostración de que quienes pelean y se plantan ante las patronales pueden volver a sus puestos de trabajo” completan los abogados.

El Sur (del conurbano) también existe

Es el mediodía del 10 de marzo. Gustavo Michel vuelve a entrar en la planta de Shell, Dock Sud, en el sur del conurbado bonaerense. La emoción es enorme. Dos años de lucha terminan con este triunfo. No es el primero. Antes que él, fue su compañero Fernando Luna, quien volvió después de luchar.
Hace pocos días, ambos hablaron con La Izquierda Diario. Gustavo relató cómo se gestó este triunfo. “Al comienzo hicimos reuniones clandestinas junto a los trabajadores de la planta. El repudio a los despidos era unánime”.
No fueron los únicos en pelear en la zona sur. Allí se coordinaron junto a los trabajadores de Calsa, de Honda y de Coca Cola. Gustavo recuerda que la pelea fue a contracorriente: “En ATE Sur discutimos con viejos militantes que nos decían que lo nuestro estaba perdido”.
Agrega que “con esta lucha hemos marcado hitos, tanto afuera de la refinería con una importantísima campaña política y de denuncia a Aranguren”. El hoy ministro de Energía fue titular de la empresa por años y fue el responsable detrás de los despidos persecutorios. Hoy tiene que ver como los trabajadores avanzan.

Un triunfo bien al norte

Natalia Morales escribe en su cuenta de Facebook: “quiero trasmitir a todos los trabajadores, a las mujeres y la juventud de que sirve SI luchar. Que sirve organizarse en los lugares de trabajo y de estudio y las mujeres también. Que no somos víctimas sino luchadoras incansables por defender lo conquistado y porque queremos mucho más”.
Acaba de ser reincorporada, junto a varias compañeras, a la Secretaria de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agroindustria, dirigido por el empresario sojero radical Ricardo Buryaile. Es un primer triunfo, después de más de 45 días de pelea.
“La semana pasada realizamos tres días de acampe, enfrentamos a la Policía y al protocolo represivo” le dice a La Izquierda Diario desde Jujuy.
“Estamos peleando por nuestros puestos de trabajo y venimos denunciando y enfrentando la persecución política y sindical que expresan estos despidos en particular” agrega. “Nuestro reclamo muestra lo que venimos denunciando hace tiempo. Jujuy es un laboratorio del ajuste pero también de la criminalización de la protesta social” añade.
También en diálogo con La Izquierda Diario, agrega que “esto fue una imposición producto de la lucha. Tiene que servir para seguir fortaleciendo la pelea contra los despidos y lograr la reincorporación de los 13 compañeros que faltan. Los trabajadores nos tenemos que apropiar de cada paso que damos en cada punto del país contra el ajuste”.

La fórmula “secreta”: organización y lucha

El barrio es Pompeya, sur de la Ciudad de Buenos Aires. La dirección, Amancio Alcorta al 3500. Allí se encuentra la planta de FEMSA, más conocida como Coca-Cola.
En la multinacional que tiene como emblema los colores rojo y blanco, además de una profusa tradición antisindical, empiezan a volver los trabajadores despedidos en 2015 de manera persecutoria. Este martes 8 de marzo ingresaba Gastón Borda, el viernes 11 lo hacía Cristian Duran. Antes, en diciembre del año pasado, fue Walter Lell.
Cristian relata a La Izquierda Diario: “hasta el momento somos tres los reincorporados. Faltan Gabriel, Mario, Jonatan, Cabral y otros compañeros. Estamos impulsando dentro de la fábrica la conciencia de que tenemos que luchar para que ellos vuelvan. Hasta que no entre el último no vamos a parar de luchar y de denunciar”.
La alegría por el regreso es importante: “Cuando ingresé tuve un recibimiento muy grande de parte de mis compañeros”. Pero este triunfo es la base para seguir peleando. “Con esto se logra un antecedente. La empresa se tiene que dar cuenta que no puede hacer lo que quiere, no puede discriminar como discrimina, por el solo hecho de tener poder” afirma.

Desafiando el “Estado eficiente” del macrismo y los gobernadores

El verano cordobés fue bastante caliente. El otoño no se anuncia tranquilo tampoco. Docentes y estatales tomaron las calles contra los despidos y techos salariales.
María José Igarzabal es delegada de ATE y trabaja en el Área de Violencia Familiar, dependiente del Ministerio de Justicia de la provincia. Allí varias trabajadoras perdieron sus puestos de trabajo a fines de enero.
Pero decidieron resistir y lograron la reincorporación de algunas de ellas. Hablando con La Izquierda Diario relataba que todas lograron ser reincorporadas pero los funcionarios del gobierno les pidieron que “no trascendiera” la noticia. “No querían que esto se viera como un triunfo- le dice a La Izquierda Diario- tanto es así que no hay contratos nuevos".
Las reincorporaciones no solo ocurren en Córdoba. El gobierno nacional también se ve obligado a retrotraer los arbitrarios despidos. El jueves pasado fue el turno de los trabajadores del Ministerio de Salud de la Nación. Ese día se firmó un acta con la junta interna de ATE reincorporando a quienes habían sido echados en esa dependencia.
En el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas (ex Economía) fueron 16 los despidos. Hoy son prácticamente 8 las reincorporaciones y sigue la pelea porque vuelvan todos. La organización y lucha que se desarrolla desde principios de año -en particular en Política Económica- disuadió a los funcionarios de despedir masivamente como en otros organismos.
Para los empleados estatales el 31 de marzo es una fecha clave. Ese día culminan cientos de contratos que están basados en dos decretos. En las dependencias los trabajadores de ATE se preparan con acciones para garantizar la continuidad laboral desde el 1° de Abril.

Un dulce triunfo

Carina Brzozowski fue reinstalada en Felfort el 19 de febrero. Su lucha se sostuvo a lo largo de más de un año. En ese marco tuvo varios fallos judiciales a favor. Su despido atendía a la misma razón que muchos de los que hemos reseñado: haberse puesto a la cabeza de los reclamos de los trabajadores y enfrentar los despidos.
El domingo 21 de febrero pasado escribió para La Izquierda Diario: “El viernes 19 de febrero de 2016, a un año, seis meses y cuatro días de ser despedida de Felfort, logré mi reincorporación. Nunca antes lograda por nadie, nunca antes peleada por nadie”.
La nota, más que emotiva, termina afirmando que “ahora empieza a escribirse otra historia, el comienzo podría ser: “Un día volví”.
La frase de Carina bien podría aplicarse a los compañeros y compañeras que son mencionados en esta nota. Con su reingreso, otras historias pueden empezar a escribirse.

Redacción LID

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