jueves, 17 de marzo de 2016

Plata para educación, no para los buitres

Macri quiere entregar millones a los fondos buitre para endeudar al país nuevamente. Desde la izquierda se rechazó el proyecto. ¿Cuántas escuelas podrían crearse con ese dineral?

Al cierre de esta nota continuaba la maratónica sesión en el Congreso Nacional, en la cual diputados del PRO y sus aliados planean la entrega a los fondos buitre. Mientras tanto, el presupuesto para educación continúa descendiendo. El salario inicial docente es de $ 8500, la canasta familiar está en $ 16327, y entregan 15 mil millones de dolares a los buitres. Exigimos plata para educación, no para los buitres.
Como venimos denunciando, Macri ha enviado al Congreso de la Nación un proyecto de ley para derogar los instrumentos legales que impiden cancelar el pago a los denominados fondos buitre, además de autorizar al gobierno nacional a endeudarse por 12.000 millones de dólares. Un proyecto a medida de los fallos del juez norteamericano Thomas Griesa.
Desde 1976 al 2015 la deuda pública pasó de U$S 7.000 millones a U$S 240.000 millones, a pesar que desde 1983 a la actualidad los gobiernos constitucionales pagaron alrededor de U$S 400.000 millones. Desde el empréstito de la londinense Baring Brothers al gobierno de Bernardino Rivadavia, que se pagó varias veces y prácticamente no se utilizó, la deuda externa se mostró como un mecanismo de expoliación del capital financiero imperialista.
El macrismo está encarando una estrategia de endeudamiento fenomenal. Además de los U$S 12 mil millones para los buitres que, de mínima, autorizará la ley que pretenden votar en el Congreso, cuenta con autorización para emitir por otros U$S 54 mil millones. Este último es endeudamiento que le dejó servido el kirchnerismo en el Presupuesto 2016 elaborado en el Ministerio que conducía Kicillof.
Los docentes del país que enseñan en escuelas sin paredes, con salarios miserables, donde no llega la luz, en escuelas que se inundan cuando llueve, donde hay ratas y alacranes caminando, o en aulas containers, donde los chicos reciben solo un pobre “sándwich” de vianda, seguramente se preguntarán “con todo el dinero que pagó CFK y que ahora va a continuar pagando Macri, ¿cuántas escuelas se podrían construir y refaccionar?; ¿cuántos campos de deportes?; ¿cuántas computadoras y nuevas redes de wi-fi?; ¿podríamos tener una vianda acorde a las necesidades nutricionales de nuestros chicos?; ¿cuántas bibliotecas nuevas se podrían crear? La respuesta es muchas: si tomamos el cálculo de que con 30 millones de pesos podrían crearse dos escuelas de catorce secciones cada una, ¿imaginan lo que podría hacerse con 12.000 millones de dólares?
Seguramente los docentes tampoco podrán comprender qué explicación encuentran los que consideran un tema de primer orden el endeudamiento nacional con los buitres, pero no así el derecho a que todos los niños que viven en Argentina puedan acceder a una escuela pública, en condiciones, con la mejor calidad educativa. ¿Acaso no es de primer orden la educación?
Nuestros diputados y legisladores del Frente de Izquierda han puesto sus bancas desde el primer día al servicio de la defensa de la educación pública, por eso a la vez que rechazan esta nueva entrega impulsan una consulta popular vinculante, para que sea el pueblo quien decida. Ya que soportará las consecuencias de este vergonzoso acuerdo con los buitres, y no puede ser un mero espectador de la entrega, tiene que ser convocado el pueblo trabajador a opinar mediante una consulta popular vinculante. ¿Por qué los docentes, los jubilados, los que no tienen vivienda o se están quedando sin trabajo no pueden opinar acerca de adónde destinarían estas sumas millonarias? Como dijo Myriam Bregman en la sesión del día de ayer, “qué sean por ejemplo los docentes de Santiago del Estero que cobran el salario más bajo del país los que decidan si toda esa plata tiene que ir a los fondos buitre”.

Federico Puy
Docente, Congresal UTE-CTERA
Marilina Arias
Miembro del Consejo Directivo de Ademys

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