A 40 años del golpe genocida, una reflexión sobre cómo enfrentar los ataques del gobierno macrista. ¿Conmemoración y festejos o lucha y organización?
Marzo es un mes emblemático para los trabajadores y el pueblo de Villa Constitución. El 16 de marzo de 1974 los trabajadores metalúrgicos protagonizaron una de las gestas más trascendentales de la etapa revolucionaria abierta con el cordobazo: aquel día los trabajadores de Acindar conquistaron con la huelga y la lucha la recuperación de su sindicato, que había sido intervenido por la burocracia nacional de Lorenzo Miguel para derrotar a los delegados combativos elegidos democráticamente entre las bases.
Pero como la UOM nacional y el gobierno no iban a quedarse de brazos cruzados, el 20 de marzo del año siguiente invadieron y ocuparon la ciudad con un verdadero ejército de asesinos y matones a sueldo; grupos paramilitares financiados por la familia Acevedo. Una gran caravana de más de 100 Ford Falcon ingresaron a Villa, deteniendo a más de 300 dirigentes y delegados políticos y sindicales. Entre ellos, más de 40 compañeros fueron desaparecidos y asesinados.
El régimen de terror, persecuciones y asesinatos que impuso Acindar y el gobierno de Isabel Perón y López Rega en el 75 fue la antesala de lo que luego vendría: el 24 de marzo del 76 se inicia la dictadura genocida comandada por Videla y que puso como Ministro de Economía a nada más y nada menos que a José Alfredo Martínez de Hoz, miembro del directorio de la empresa de la familia Acevedo.
Algo más de cuatro décadas después, de aquel gremio combativo queda solo el recuerdo. El 20 de marzo del 2015, al cumplirse 40 años de la derrota de la histórica lucha, la conducción local de la UOM alineada con el kirchnerismo y la conducción nacional de Caló, realizó un "homenaje" a los obreros del Villazo que tuvo entre sus invitados a dirigentes y organizaciones que en los 70 estuvieron del lado de la intervención contra los combativos obreros: la Agrupación Lorenzo Miguel, Caló, Brunelli y representantes de los partidos patronales como el PJ y la UCR que fueron colaboradores directos de aquella nefasta época.
No se vive de historia
Este acto no fue una casualidad: fue un claro mensaje político de lo que se venía. Los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución venimos sufriendo los cierres de fábricas, los despidos y las suspensiones. Nuestros dirigentes sindicales, en vez de levantar las banderas de nuestros compañeros, nos dicen que “la época cambió”; muy lejos del discurso y la práctica de unidad, lucha y organización de los obreros contra la patronal. Nos dicen que hay que confiar en los Ministerios, en vez de en la fuerza y la organización de los trabajadores, las asambleas y la huelga. Nos dicen que luchar es de “quilomberos”, de “los zurdos que están en contra de todo”. Las mismas palabras que usaba la burocracia de UOM en los 70 para referirse a los obreros combativos de Villa Constitución! Nos plantean que el camino es negociar con la patronal lo mejor posible, pero terminan aceptando que los trabajadores paguemos los platos rotos. Así fue como en el 2015 terminaron quedando tres compañeros en la calle por despidos antisindicales, luego de que la UOM nos planteara levantar el paro de 7 días sin que los compañeros pudieran reingresar. Luego de eso vino el cierre de Paraná Metal y ahora las suspensiones en Acindar, con la perspectiva de despidos de contratistas y en los talleres.
A 40 años del golpe genocida perpetrado por los militares junto al gran empresariado es más urgente que nunca retomar las banderas de lucha de nuestros compañeros caídos para enfrentar los ataques del gobierno de Macri, los gobernadores y los empresarios. Este 24 de marzo sobran motivos para marchar junto al PTS en el Frente de Izquierda para mostrar una alternativa de organización y lucha.
Luciano Molina
Delegado Acería | Acindar Villa Constitución
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