domingo, 6 de marzo de 2016
Nisman, el Estado descompuesto y Clarín bailando en una pata
Después de meses sin novedades reaparecieron Stiuso y Parrilli. Una causa con varias posibles consecuencias. Y el "gran diario argentino" que se ríe de todos en la cara.
“Los gobiernos pasan y los espías quedan”, se escribió en la edición de ayer de este diario. Y Clarín siempre mira desde la vereda de enfrente, se podría agregar.
En pocos días la causa por la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman tuvo más “novedades” que en muchos meses. Es que después de unas largas vacaciones (dicen que en Estados Unidos) habló quien tiene más información, sea verdadera e inventada: Antonio Stiuso, el exmandamás de los espías del Estado argentino.
Todo lo que le dijo Stiuso el lunes, durante más de 15 horas, ante la jueza Fabiana Palmaghini, la fiscal Viviana Fein y los abogados de la familia de Nisman puede ser mentira. Pero eso no importa. Lo dicho alcanzó y sobró para que la magistrada resolviera denunciar penalmente a la fiscal, declararse incompetente y enviar la causa con moño y todo a la Justicia Federal para que se haga cargo.
Pero no todo quedó en el despacho de Palmaghini. El martes, al otro día de su declaración, “Jaime” habló vía telefónica por primera vez en vivo y en directo en un programa de televisión, con el doble propósito de seguir haciendo ruido y de demostrar que puede apretar a quien quiera y cuando quiera.
Como para sumar rating, después de unas vacaciones más modestas que las de Stiuso, reapareció el exsecretario general de la Presidencia Oscar Parrilli. En pocas horas visitó más canales de TV de lo que lo había hecho en años. Y fue para defender lo hecho por su gobierno en el rubro “servicios de inteligencia”, intentando borrar de la memoria colectiva que Néstor y Cristina fueron tan aliados y cómplices de Stiuso como el mismo Nisman.
Sólo Parrilli sabe a esta altura si todo lo que dijo fue pensado o le salió sin darse cuenta. Lo cierto es que con unas pocas palabras dejó servida en bandeja una serie de las más variadas interpretaciones (sólo faltó un meme de Eameo). “Que a Stiuso lo cuiden, para que no le pase lo mismo que a Nisman”, dijo. ¿Amenaza? ¿Advertencia? ¿Apuesta? ¿Información? ¿Intriga? ¿De todo un poco?
Lo cierto es que uno de los cuadros más “serios” del kirchnerismo, de esos que se contaban con los dedos de la mano y formaban parte del núcleo duro del gobierno de Néstor y Cristina, ahora recorre los medios juntando las esquirlas que va dejando cada nueva revelación de lo que dijo su peligrosamente bizarro exsocio de la Secretaría de Inteligencia.
Si bien no son muchos los lodos en los que kirchneristas y macristas se han enchastrado juntos, en este caso están, como dice el tango, "todos manoseaos". Desde Stiuso hasta Milani, pasando por Ciro James, el Fino Palacios, Sergio Berni, el Lauchón Viale y Parrilli hay una larga lista de personajes que se entrecruzan, se alían, se pelean y hasta se matan en una trama retroalimentada de negocios y vendettas.
Tan podrido está todo alrededor del caso Nisman que una verdadera “institución” dedicada a la operación política y el armado de mentiras como el diario Clarín pareciera terminar mirando el entuerto desde la vereda de enfrente, sin siquiera verse salpicado por tanta mugre desaparramada.
Como si no se tratara de la corporación que creció y se desarrolló gracias a mil y un entuertos con dictaduras y democracias, comprando y vendiendo al mejor postor, servicios de inteligencia incluidos, cuanta alma ajena se cruzara en su camino, ahora “el gran diario argentino” se da el lujo de meter en la misma bolsa a espías, jueces, fiscales, policías, exfuncionarios y funcionarios actuales.
Con la ironía de quien siempre cae parado, ayer el editor responsable de Clarín escribió que “en esta guerra sucia del espionaje criollo, han comenzado a ventilarse cuestiones demasiado graves, aun para los entrenados oídos argentinos”. Ricardo Kirschbaum quiere mostrar cierta preocupación republicana. Pero no le sale.
Obviamente Clarín todavía está en su “luna de miel” con Macri, por lo que al nuevo gobierno solo lo involucra en este entuerto a modo de “heredero” incapaz de resolver tanta podredumbre. Por el contrario, respecto al anterior gobierno (con el cual también tuvo sus años de romance) todo es deseos de venganza. Al punto de estar preparándose para ver, según sus deseos, un largo peregrinar de exfuncionarios por los tribunales.
“Ahora se destapó la cloaca. Lo que quedó al descubierto promete desagradables consecuencias judiciales, políticas, o ambas a la vez”, pronostica el siempre cínico Julio Blanck, el mismo que el 27 de junio de 2002, con la sangre de Kosteki y Santillán aún derramada, mandó a imprimir la tapa del matutino con el titular “la crisis causó dos nuevas muertes”.
Desde Cristina hasta Guillermo Moreno, las huestes de Magnetto se hacen por estos días una panzada imaginando futuras posibles declaraciones indagatorias y procesamientos.
Desde ya, hay muchos jueces y fiscales predispuestos a sumarse al pelotón de fusilamiento. Causas sobran. Y es muy difícil que a Parrilli y compañía les dé el cuero para aguantar todas las embestidas. Se verá.
Daniel Satur
@saturnetroc
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