domingo, 6 de marzo de 2016

Contrapunto Entreguista Entre Prat Gay y Kicillof



Nuestra batalla política en el Congreso

El publicitado contrapunto entre Kicillof y Prat Gay fue de utilería. Bien mirado, disputaron la titularidad de la política de colonización por parte del capital financiero, que culmina con el pacto buitre.
Kicillof agradeció la presencia del ministro y se mostró comprensivo con el gobierno, porque le toca negociar “con el capital más voraz del planeta”. Luego retrucó a la acusación de Prat Gay de que el gobierno anterior dejó acumular intereses. Dijo que los tiempos los marcaron los buitres, que se negaron a aceptar la oferta que sí le aceptaron al gobierno de Macri.
La confesión es indicativa de que en el fallo Griesa y su resolución, ahora bendecida por el reingreso del FMI y la visita de Obama, había una orientación compartida por toda la burguesía, ante el agotamiento de la experiencia kirchnerista. Esa política la suscribía –y hubiera sido llevada adelante también- por Scioli. Prat Gay le echó en cara a Kicillof la aceptación de la deuda por juicios en los tribunales del Ciadi y la escandalosa indemnización a Repsol, sin decir que contaron en su momento con el beneplácito del macrismo.
El otro debate que plantearon ambos es cuál de los arreglos fue más ruinoso, si el de los buitres o el de los canjes de deuda de la administración k. Prat Gay reconoció que los buitres ganan 13 o 15 veces lo que invirtieron, no ocultó que se trata del capital más tres veces en intereses, incluso que eso es mucho más (369%) que lo que ganaron quienes se acogieron al arreglo del segundo canje de 2005. Pero le retrucó a Kicillof que si los buitres hubieran entrado en el canje II obtenían lo que arrancaron ahora, contando los jugosos cupones PBI y el lucro cesante promedio de cualquier inversión financiera durante estos 11 años.
Uno y otro tuvieron razón: fueron dos negociados fabulosos contra el pueblo argentino, el de los K y el de ahora. Como reconoció Pichetto “hicimos mucho para salir del default, ahora tenemos que apoyar el capítulo final”.
Luego, resultaron absurdas las promesas de Prat Gay de que así evitaremos un ajuste, teniendo en cuenta las devaluaciones, los 70 mil despidos estatales y privados, una inflación proyectada del 45% en cuatro meses, los tarifazos del 600%, la caída de salarios y jubilaciones, el decretazo perpetuando ganancias y una transferencia hacia los exportadores, petroleras y mineras de miles de millones de dólares, más una tasa de interés al 37% que agrava la recesión. Van a fondo en el ajuste que CFK y Kicillof no pudieron llevar hasta el final.
Kicillof le criticó a Prat Gay que emitirá pesos contra los dólares que entrarán. Prat Gay le contestó que compensarán esa emisión absorbiendo pesos “no utilizados” en el gasto público, o sea, avanzando en el ajuste.
El Partido Obrero criticó al ministro y al gobierno Macri por el trámite express cuyos tiempo marcó Griesa, y a todas las fuerzas políticas que votarán un acuerdo que pagará el pueblo trabajador. Denunciamos la unidad macrista kirchnerista en el relato del supuesto “desendeudamiento” cuando Argentina debe 250 mil millones de dólares, lo que ya representa el 50% del PBI. Con las nuevas hipotecas en marcha, esa proporción trepará rápidamente a 2/3, llevando al país al rumbo de la cesación de pagos. Marcamos que pagar deuda con más deuda delata una bancarrota nacional. Señalamos que vuelven a aceptar la jurisdicción extranjera para los fallos de deuda. En suma, denunciamos la naturaleza colonial del acuerdo y el desfalco a la nación que es todo el mecanismo de la deuda.
Macri denunció el pago de u$s 694 mil millones en impuestos en la década K. Pues bien, marcamos que 200 mil milones se fueron al pago serial de Cristina, que hoy debemos más y que marchamos a un oneroso rescate.
Señalamos que, con la intermediación de la banca Morgan, la ex empleadora del ministro de Economía, el acuerdo es una réplica del de Repsol, garantizando un monto en efectivo con la emisión de bonos que fuera necesaria. Para eso pidieron un cheque en blanco al Congreso, que les permita emitir bonos hasta alcanzar el monto máximo de la sentencia total .
El porvenir venturoso del reendeudamiento que pintó Prat Gay, que votarán los “Progresistas” de Stolbitzer, Binnner y Donda, el PJ de los gobernadores, el massismo, la burocracia sindical y buena parte del FPV (la que importa), signa la entrada de Argentina a la crisis mundial. Por eso, el ajuste que servirá de garantía a esta nueva hipoteca será monitoreado nacionalmente y en cada provincia por el FMI, lo que costará sudor y lágrimas a los argentinos.
CFK dio cuenta del default K, cuando dijo que “si Macri arregla con los buitres dura 12 años”. Pero mucho antes de ello, Macri y los gobernadores del PJ deberán vérselas con el movimiento obrero. Así lo demostraron el paro nacional de ATE el 24, los trabajadores de Santa Cruz y los docentes de Santiago del Estero. La grieta nacional no es entre macristas y kirchneristas, sino entre ajustadores y ajustados. El Partido Obrero y el Frente de Izquierda serán la expresión política de estos últimos.

Nestor Pitrola

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