viernes, 18 de marzo de 2016
Obama, Carter y Macri
A pocos días de su llegada, Obama declaró que “la expresidenta [CFK] tenía una ‘retórica que data de los años 60 y 70’”. Y añadió que “la administración de Macri marca ‘una nueva era’”.
Obama vuelve a la “teoría de los dos demonios”, donde los 60 y 70 serían parte de una guerra del Estado contra la guerrilla (o terrorismo) con “excesos”, con la que coincide Macri, aunque todavía no la pueda implantar. Es lo que llaman “la reconciliación nacional y social”. La visita a la ESMA, el pedido de apertura de los archivos de EEUU de Macri junto a la Abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, le ayudarían a dar una imagen “pacífica”. Y en cierta forma, le hace un favor a CFK al decir que era “antiimperialista” (lo que fue solo retórica, ya que era “pagadora serial” de la deuda).
Obama viene siendo comparado con el expresidente norteamericano James (Jimmy) Carter, quien al suceder a Nixon, Ford y Kissinger en 1977 trató de mostrarse como un demócrata por la paz (Premio Nobel en 2002 por su política “negociadora”) y como un aliado en los DD.HH., mientras se desarrollaban los peores momentos de las dictaduras. Sin embargo no las combatió. Su objetivo era mostrar la “otra cara” del imperialismo después de la derrota de Vietnam. Carter –como Obama en Afganistán–, mientras mantenía este perfil “pacifista y negociador”, defendía al Sha de Irán y atacaba la revolución ascendente por derrocarlo desde 1978.
Luego, en 1979, fue responsable de la “crisis de los rehenes” donde los iraníes retuvieron a 52 rehenes para exigir el regreso del Sha a Irán para ser sometido a juicio, la devolución de la riqueza acumulada del Sha al pueblo iraní, el reconocimiento de la culpabilidad de Estados Unidos por sus acciones pasadas en Irán. Carter intentó recuperar los rehenes por medios militares y fue derrotado. A Obama lo acompañan unos 400 empresarios y jefes regionales de compañías estadounidenses diseminadas en América Latina. Con esto abona el mito de que si Argentina paga sus deudas vendrán las inversiones (por ejemplo, la megaminería y las petroleras para extraer y contaminar las riquezas del país).
Gabriela Liszt
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