Los restos pertenecen a un obrero, un trabajador ferroviario, un periodista y tres estudiantes, desaparecidos durante la última dictadura militar, entre 1976 y 1977.
La Justicia dio a conocer la lista en donde figura el periodista y poeta José Eduardo Ramos quien se desempeñó en canal 10 y colaboró con otros medios. Ramos fue secuestrado de su casa el 2 de noviembre de 1976 junto a su esposa, Alicia Cerrota. Algunos testimonios de sobrevivientes afirman haberlo visto detenido en la Jefatura de Policía. También su esposa fue vista en el mismo lugar en junio de 1977, ella se encontraba embarazada por lo que se estima su hijo nació en cautiverio. En declaraciones para el portal de noticias Télam su hermana Ana lo caracterizaba como una persona apasionada, que siempre actuaba en defensa de los trabajadores, la vida y la libertad de pensamiento.
El equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) también reconoció los restos de Ramón Oscar Bianchi, tenía 24 años, era estudiante de Bioquímica y fue secuestrado en abril de 1976; Santiago Omar Vicente, estudiante de Agronomía y obrero en el Ingenio Esperanza, secuestrado en febrero de 1976; Domingo Valentín Palavecino estudiante secuestrado en marzo del 1977; Ramón Antonio Ortiz de 20 años, obrero, fue secuestrado en mayo de 1976; y Samuel Antonio Romero, 36 años, tornero en los Ferrocarriles de Tafi Viejo, secuestrado en enero de 1976. Al día de hoy, son 31 las personas identificadas en el Pozo de Vargas.
Pozo de Vargas
La causa se inicia en el año 2000 a raíz de una denuncia realizada por el legislador Enrique Romero, el Pozo se utilizó durante el Operativo Independencia como depósito para las víctimas del Arsenal Miguel de Azcuénaga y de la Jefatura de Policía.
Actualmente los equipos están escavando a más de 28 metros de profundidad y ya se han identificados a 36 personas entre los que se encuentran trabajadores de los Ingenios San Juan, Concepción y Esperanza, estudiantes de la UNT, amas de casa, trabajadores ferroviarios.
Ante un nuevo aniversario del golpe genocida, los nombres de los 30.000 desaparecidos son identificados lentamente ya que los archivos de los servicios de inteligencia no son desclasificados. El 24 de marzo los jóvenes, trabajadores y familiares ganarán las calles por la memoria, la verdad y la justicia.
Silvia Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario