Luego de haber sido ratificado por la Sala I de la Cámara Federal penal porteña, el fiscal Germán Moldes pidió a la misma Cámara que revoque la decisión del juez Daniel Rafecas y dé lugar al pedido de Gerardo Pollicita, que continuó con la denuncia de Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios y dirigentes kirchneristas por presunto encubrimiento de un grupo de iraníes acusados por el atentado contra la AMIA.
Como fiscal de Cámara Moldes sostiene la acusación de Pollicita para evitar que la causa sea archivada. El fiscal destaco la tarea del reemplazante de Nisman sosteniendo que: "la destacada labor del agente fiscal desarrollada en este caso poco espacio ha dejado para que ella sea mejorada, pues ha cubierto todos los puntos que la resolución mostraba criticables.
Entonces cualquier intento de profundizar solo iría por el camino de la inútil reiteración en detrimento de toda originalidad". A la vez que critico a Rafecas sosteniendo que "Un magistrado inusualmente presuroso enervó todo el derrotero procesal y llegó a la fatal conclusión -sin mediar materialización de prueba alguna- de la ausencia de delito". Para Moldes el juez que desestimo la denuncia ayuda al desprestigio de la justicia: "La desvinculación exprés de funcionarios poco lugar deja al ideario de justicia en las expectativas sociales y en la imaginación popular".
Moldes rechaza la conclusión de Rafecas para quien, al haberse caído el Memorandum de Entendimiento con Irán no hubo consumación del supuesto delito y la denuncia del fallecido fiscal de la UFI-AMIA no tenia sustento. El fiscal de Cámara en cambio sostiene que "Queda así sin pesquisa un hecho calificable como de gravedad institucional", y por lo tanto "ha impedido que la tesis expuesta por el Ministerio Público en el requerimiento de instrucción pueda investigarse adecuadamente". Rafecas por su parte ratifica que el gobierno fue el más aplicado en sostener la denuncia que la Emabajada norteamericana y sus servicios de inteligencia habían ordenado a Nisman.
La impugnación de Moldes como fiscal en la causa había sido solicitada por el dirigente de La Campora, Andrés “el Cuervo” Larroque y el supuesto espía Ramón Allan Bogado, al considerar que German Moldes por carecer de imparcialidad al ser uno de los convocantes de la marcha del 18F y cuando denunció a la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, por presentar un escrito en defensa de la Presidenta.
Así como Rafecas es un juez de Justicia Legitima, la fracción kirchnerista dentro de la oligárquica casta de jueces y funcionarios judiciales, Moldes evidentemente es una de las cabezas del partido judicial que busca acorralar en los tribunales al kirchnerismo. Moldes fue en su momento señalado por el CELS y Memoria Activa como parte de la cadena de encubrimiento sobre el atentado a la AMIA cuando la causa estaba en manos del juez Galeano.
Cierto es que la protección de los funcionarios como pretende el kirchnerismo ante las causas judiciales desprestigia a la justicia, pero Moldes se olvida de que el es parte de una cadena de encubrimiento, al igual que lo era Nisman, que tiene como uno de sus protagonistas a una casta corrompida que como denuncio el ladero de Nisman, Diego Lagomarsino, pagaba sobresueldos para quedarse con los dineros públicos, colonizada por los servicios de inteligencia que vienen de la dictadura, por los intereses de grupos económicos, la embajada norteamericana y el poder político.
Las causas cruzadas que desató la crisis de denuncia y posterior muerte de Alberto Nisman, hace que en Comodoro Py y en las salas de los tribunales se desarrolle gran parte de la política argentina.
Facundo Aguirre
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