La Unidad de Información Financiera (UFI) confirmó la hipótesis de que el incendio ocurrido el año pasado en la sede de Barracas (Buenos Aires) de Iron Mountain, la empresa estadounidense líder en administración de información, fue intencional y en acuerdo con sus clientes. En el siniestro, que cobró la vida de 10 rescatistas, se perdió documentación perteneciente a 600 empresas -Sideco Americana (Grupo Macri), HSBC, JP Morgan Edenor, Swiss Medical, Santander Río, Monsanto, Telered Imagen, Banco BNP Paribas, Deloitte, GlaxoSmithKline y Exxel Group, entre otras- que las podrían involucrar en casos de “coimas” y/o lavado de dinero. Iron Mountain ya había sufrido otros tres incendios en Argentina, así como otros cuatro en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá -donde las mismas empresas que archivaban en Buenos Aires también guardan en estas otras sucursales-.
El 5 de febrero de 2014 se produjo el incendio de la sede de Iron Mountain de Barracas, en el que perdieron la vida 10 rescatistas. Desde un primer momento, la Policía Federal concluyó que el siniestro fue intencional ya que detectó que las llamas se desataron por dispositivos colocados en cajas de cartón y se aplicó combustible para acelerarlo.
El presidente de la UIF, José Sabatella, informó el lunes al diario Tiempo Argentino que presentarán pruebas en la Justicia que confirman la hipótesis de “asociación ilícita” entre Iron Mountain y sus clientes para “eliminar pruebas”.
En la misma línea se expresó el titular de la Procuraduría contra la Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella, quien aseguró al portal Infojus Noticias que “si la hipótesis es que se destruyeron pruebas, sería un hecho gravísimo por esa acción pero sobretodo porque estamos hablando de una tragedia donde murieron personas y hubo cuantiosos daños materiales”.
Asimismo, la semana pasada el inspector de Trabajo porteño Edgardo Castro precisó a Télam que el gerente operativo de inspección de la administración Mauricio Macri, Fernando Cohen, “hizo desaparecer las actuaciones sobre Iron Mountain” realizadas en 2008, y que ya daban cuenta de las falencias que tenía el lugar, al que debía revocársele la habilitación. Además indicó que el ministro de Desarrollo Económico porteño, Francisco Cabrera, “un ex ejecutivo del HSBC, también participa de los manejos para frenar las clausuras denunciadas”, como la de Iron Mountain.
Al momento del incendio, HSBC estaba siendo investigada por la Procelac por delitos de criminalidad económica. Según expresó Gonella a Infojus Noticias, de los archivos hallados en el depósito, “hay 29 de las 43 empresas que nosotros estábamos investigando por criminalidad económica” y aseguró que “la más comprometida es el HSBC”.
De acuerdo con la investigación de la Procelac en conjunto con la Comisión Nacional de Valores (CNV), la mayoría de las 30 mil cajas de HSBC guardadas en Iron Mountain contenía información contable, de contratos varios, seguros, impuestos y todo tipo de documentación administrativa de la firma relacionada con sus clientes. Más de una veintena de las cajas llevaban el rótulo “Lavado de Dinero” o “Lavado de Dinero Premier”, y otras mencionaban la palabra “blanqueo”.
Se trata del mismo banco británico que se encuentra bajo la lupa de la justicia suiza, tras revelarse en su sede en Ginebra cuentas no declaradas por cien mil millones de euros que involucran a más 100 mil personas y entidades jurídicas de 200 países. En el caso de Argentina, se descubrieron más de 4 mil cuentas que fugaron 3 mil 505 millones de dólares. Al respecto, la investigación judicial deberá establecer el posible nexo entre el incendio y el escándalo financiero “Swiss Leaks”.
Según la investigación, el Banco Patagonia y HSBC fueron los clientes que registraron la mayor pérdida de documentación archivada en el depósito de Barracas.
Otro dato revelador que difundió la Procelac es que “una gran mayoría de las empresas involucradas en el siniestro retiraron, entre diciembre del año 2013 y febrero del corriente, una numerosa cantidad de cajas antes de que ocurriera el incendio”. A su vez, el informe comprobó que el HSBC no hizo ningún archivo de reserva de la documentación perdida en el siniestro.
Por su parte, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) meses atrás de la tragedia había denunciado a Iron Mountain por transacciones financieras que consideró sospechosas. Las firmas controlantes de la multinacional, Iron Mountain South America Ltd. y Iron Mountain Chile Servicios SA, fueron constituidas en paraísos fiscales. Según informó por entonces la UIF, Iron Mountain South America es “una sociedad pantalla, sin actividad real, utilizada como medio para ocultar al titular real y el origen de los fondos”.
Antecedentes
La hipótesis sobre la intencionalidad del incendio en Barracas coincide con los antecedentes de Iron Mountain. En la Ciudad de Buenas Aires la firma ya había sufrido otros tres incendios en 2006, uno en Patricios y dos en Villa Lugano.
Asimismo, entre 1997 y 2006, hubo en todo el mundo otros cuatro siniestros investigados en depósitos de Iron Mountain. Dos de ellos ocurrieron en Nueva Jersey, Estados Unidos, y los otros en Londres, Reino Unido, y Ottawa, Canadá. El dato revelador es que las mismas empresas que archivaban en Buenos Aires, también guardaban documentos en esas otras sucursales de la empresa en el mundo.
Noticias PIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario