lunes, 2 de marzo de 2015

El maravilloso mundo de CFK

En la última apertura de sesiones legislativas de su segundo mandato, Cristina Fernández hizo un celebratorio repaso de su gestión.

El desendeudamiento ha muerto, que viva el desendeudamiento

CFK inició su discurso citando el tuit de un periodista Joseph Cotterill del periódico Financial Times: “Lo lograron. Finalmente lo lograron. Los bonos reestructurados de Argentina al 2033 cotizan sobre la par: más de cien por cada peso nominal de la deuda argentina”, dijo. Curiosa elección para comenzar el discurso del gobierno “nacional y popular”, podría pensarse. Pero claro, estamos en la década de los pagadores seriales. En lo que puede entenderse como un guiño hacia una futura salida a los mercados financieros internacionales, la Presidenta volvió a hacer un repaso por la firme conducta de pagadores seriales que mostraron ella y previamente Néstor Kirchner. La presidenta hizo hincapié en el desendeudamiento señalando cifras internacionales que muestran que “la República Argentina es la única que ha descendido en forma negativa su deuda externa en todo el mundo”. Destacó que “Argentina tiene signo negativo del 11 por ciento de su crecimiento de deuda” en relación al PBI. Lo que faltó señalar es que desde 2014 la deuda en dólares crece nuevamente más rápido que el PBI: los pagos a Repsol por la “compra” de YPF y los acuerdos con el Club de París y el CIADI determinaron ese crecimiento. Además, está el crecimiento de la deuda en pesos: el “desendeudamiento” creó una deuda interna, del tesoro nacional con el Banco Central y otros organismos, que representará en los próximos 10 años vencimientos por el equivalente a u$s 40 mil millones de dólares.
Además, estuvieron los bonos atados a la cotización del dólar con los cuáles el gobierno buscó frenar la corrida; una contribución al carnaval financiero para frenar la corrida. Y no nos olvidemos del swap con China, que seguirá desembolsándose durante este año y debe devolverse en 2016. Una pesada factura que desmiente el desendeudamiento, y que futuros gobiernos cargarán sobre las espaldas del pueblo trabajador.

Las jubilaciones más altas de América Latina, pero que no cubren media canasta alimentaria

En otro momento de su alocución, la presidenta festejó que, según el Banco Mundial, Argentina tiene la jubilación mínima más alta de América Latina. Amén de la ventaja comparativa respecto de los países de la región, el análisis de los números en términos absolutos no da motivos para festejo. El haber mínimo a partir de marzo será de $ 3.821. Nada menos que el 53% de los jubilados recibe este haber mínimo. Mientras tanto, el 83 de los pasivos recibe menos del equivalente a dos jubilaciones mínimas. Es decir desde marzo 7.642 pesos. La presidenta también festejó que en 2014 se resolvieron más juicios por ajuste de haberes de los que se habían presentado. Causas que en muchos casos tienen más de una década.
El promedio de las jubilaciones está bien lejos del olvidado 82% del salario promedio de los trabajadores en activo. Ajustar los haberes a este nivel fue siempre rechazado por el oficialismo con el argumento de que desfinanciaría al sistema. Pero este planteo presupone que no puede ponerse en discusión la restitución de los aportes patronales a -como mínimo- los niveles que tenían hasta comienzos de los ’90, cuando alcanzaban el 33%. Hoy están en 23,7 % por ciento, pero con los regímenes especiales y programas que benefician a empresarios para incentivar el registro de empleados, la contribución patronal efectiva es mucho menor, promediando apenas el 13,3% de la masa total de los salarios. Si sólo se restituyera las contribuciones patronales a estos niveles, y se terminara con las múltiples desgravaciones destinadas a “promoción” a sectores empresarios a costa de los fondos previsionales, podría cubrirse tranquilamente el pago del 82% móvil. Pero claro, esta medida para afectar la ganancia empresaria en pos de recomponer los haberes jubilatorios, es algo que ni al gobierno, ni a la oposición patronal, le interesa discutir.
La presidenta Cristina Fernández afirmó también que “algunos sectores concentrados” de poder no le perdonan “haber recuperado los recursos de los trabajadores con las AFJP”. Afirmación curiosa, ya que han sido muchos los empresarios que pudieron obtener financiamiento barato gracias al Fondo de Garantía que administra la ANSES, constituido por fondos traspasados por las AFJP.

Reformas laborales, que dejaron el pie la flexibilización

Cristina Fernandez festejó también que “Se sancionaron 48 leyes laborales de las que no hubo que avergonzarse porque no fueron leyes sospechadas de sobornos”. Lo que resulta notorio es que estas leyes, que modificaron numerosos aspectos de las relaciones laborales, dejaron en pie lo sustantivo de las reformas flexibilizadoras. Como observa Clara Marticorena en Trabajo y negociación colectiva los aspectos modificados por esta última fueron “limitados en lo que se refiere a la reversión de los contenidos sancionados durante la década pasada”, es decir los años ’90 (p. 56). Mientras la nueva normativa modifico los aspectos relativos al derecho colectivo del trabajo, “tendió a convalidar los mecanismos previamente establecidos”. Aunque el período de prueba para contratos por tiempo indeterminado fue reducido a 3 meses, no prorrogables, la ley mantuvo la posibilidad de que el patrón disponga la extinción de la relación laboral sin causa y sin derecho a indemnización, con obligación de preaviso.
Esto no sorprende, ya que como hemos planteado en La Izquierda Diario la precariedad está en el corazón del modelo. Que un 34% de los trabajadores siga empleado directamente “en negro”, y que buena parte de los trabajadores registrados esté empleado en condiciones legales pero también precarias, ha sido clave para mantener a raya las aspiraciones de mejora de los salarios. Es lo que explica que a pesar del crecimiento del empleo, los salarios, que vienen perdieron por goleada contra la inflación, estén hoy, en promedio, peor que en diciembre de 2001.

Paritaria docente, para marcar la cancha

La presidenta volvió a dedicar un párrafo a los docentes. Esta vez no hubo ataque a los “privilegios” de las maestras por contar, supuestamente, con largas vacaciones. No, en esta oportunidad destacó el resultado de la negociación salarial, que pautó un aumento de 21,4% sobre el básico, sumado a una duplicación de lo pagado por el Fondo de Incentivo Docente (Fonid), que pasó de de 255 pesos a 510 pesos. El porcentaje negociado da una primer pauta para las negociaciones salariales, que comienzan para la mayor parte de los gremios durante este mes de marzo. Una pauta que, si se impone, marcará otro año de aumentos por debajo de la inflación.

Acuerdos con China

La presidenta Cristina Fernández defendió también los acuerdos" de asociación estratégica que firmó su gobierno con China y advirtió a los candidatos que “tienen aspiraciones de conducir la Argentina” y a los opositores que los cuestionan, que “no se puede ser tan estúpido, tan colonizado y subordinado intelectualmente”. Comparó los acuerdos en materia energética, con “los que nos decían que tengamos relaciones carnales con aquellos nos saqueaban” en los ’90, y arremetió: “¿Cómo no lo vamos a hacer con China?”. Para concluir dijo “cómo no van a venir los chinos, ¿qué miedo le tienen?”. Defendió así el estrechamiento de los vínculos con el gigante asiático, apuntando contra muchos de los que critican pero defienden asociaciones igual de vasallas con EE.UU. y la Unión Europea. Por supuesto, la presidenta no podría más que celebrarlo. En el corto plazo los fondos prestados por el Banco de China son fundamentales para estabilizar la economía, fondeando al Banco Central. También puede mostrar en su último año el inicio de varios proyectos, cuyo destino futuro será materia de otros gobiernos. Los costos de esta “asociación”, que agrega nuevos eslabones a la dependencia del capitalismo argentino, serán vistos en el futuro
El carácter celebratorio que le quiere imprimir la presidencia, no permite ocultar que, además de las banderas “arriadas” como la del desendeudamiento, el mentado “modelo” se va transformando, en el fin de ciclo, en uno de estancamiento con exclusión.

Esteban Mercatante
@estebanm1870

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