miércoles, 4 de marzo de 2015

Lorenzetti, la casta judicial y la impunidad



El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, respondió, con un discurso saludado por todos los partidos tradicionales de la oposición, a las críticas que el domingo hizo Cristina Kirchner al “Partido Judicial”. Ni con el 18F, ni con el 1M: el 24 de marzo es nuestra marcha. Ganemos las calles contra la impunidad y el espionaje.

En días de “aperturas” y muchas palabras, la disputa entre el kirchnerismo y la oposición tradicional, en la que ambos están involucrados en la impunidad y el espionaje, tuvo ayer un nuevo capítulo. El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, aprovechó la apertura del año judicial para responder a una parte del discurso de Cristina Kirchner en la apertura de las sesiones legislativas el 1M.
Recordemos que ese día CFK había acusado al “Partido Judicial” de “haberse independizado de la Constitución y de las leyes”. Antes, tras la marcha del 18F, la Presidenta había denunciado el bautismo del “Partido Judicial” que, articulado con los poderes económicos concentrados intenta, según ella, por encima de las instituciones surgidas del voto popular, desestabilizar al Poder Ejecutivo.
En ese marco, en su discurso del 1M, CFK también rechazó la denuncia de Nisman (con el respaldo de que la misma había sido desestimada días antes por el juez Rafecas) y criticó a la Corte por la falta de avances en la investigación del atentado a la Embajada de Israel de 1992 y por haber rechazado la investigación sobre posibles torturas sufridas por ex combatientes en la Guerra de Malvinas.
Ayer, el acto de apertura del año judicial comenzó con un video de “víctimas y tragedias” cuya última imagen era, nada menos, que la de Alberto Nisman. Entre los asistentes estaba la ex esposa del fiscal, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado.
Tras la proyección, Lorenzetti hizo su discurso, respondiendo a los cuestionamientos de la Presidenta. En una de sus principales definiciones, contra la definición de “Partido Judicial” realizada por Cristina, respondió que “el Poder Judicial debe poner límites. No hay poderes ilimitados. Poner límites es la función de los jueces. Eso no es gobernar”.
En otros pasajes, de marcado tono institucional y republicano, agregó que "estamos atados a la Constitución. Respetamos la división de poderes y sostenemos que debe haber un Poder Judicial independiente (…) A los ciudadanos les decimos que no tengan temores (…) Debemos preservar la democracia. Es demasiado importante como para dejarla en manos del odio, de la división, del egoísmo y del miedo”.

La oposición tradicional, a gusto

El mensaje de Lorenzetti fue saludado por representantes de todos los partidos de la oposición tradicional que fueron parte del 18F, quienes aprovecharon para volver a cargar contra la Presidenta luego del alivio que representaron para CFK la desestimación de la acusación de Nisman por parte de Rafecas y la movilización del 1M. Gobierno y oposición tradicional están inmersos en una disputa por quedar mejor posicionados para un año electoral. Ninguno de ambos bandos está interesado en acabar con el espionaje y la impunidad.
Desde el macrismo, la diputada Patricia Bullrich sostuvo que Lorenzetti “le puso un límite a la idea de la presidenta de un poder hegemónico e ilimitado”. El massista Adrián Pérez coincidió con el presidente de la Corte “y con la demanda social que de alguna forma lo planteó con mucha claridad en la marcha del 18 de febrero". Desde la UCR Julio Cobos felicitaba por Twitter a Lorenzetti compartiendo los conceptos de “independencia y diálogo entre poderes, justicia para todos sin distinción”. Para la diputada Alicia Ciciliani, del espacio de Binner, “Argentina necesita tanto de discursos como éstos como necesita de una movilización popular como hubo en la marcha del 18F”. Y otro de los protagonistas de la marcha del 18F, el moyanista Julio Piumato, sostuvo que “fue un muy buen mensaje, hablando con altura y aclarando funciones y responsabilidades en temas de alto impacto social”.

Polémica por el atentado a la Embajada

En su discurso, Lorenzetti respondió las críticas de Cristina Kirchner respecto de la causa por el atentado a la Embajada de Israel. "Hubo una sentencia en el ´99, muy anterior a la conformación de la Corte actual”, afirmó el juez, y agregó que “se encontró culpable a un grupo, Hezbollah. No podemos modificar lo que ya ha sido aceptado. Pero podemos pedir a los demás poderes del Estado que se lleve adelante lo que el tribunal en aquella época dijo".
La polémica por el atentado a la Embajada siguió ayer por la tarde. El canciller Héctor Timerman reiteró que "la investigación de las causas" del atentado "es responsabilidad de la Corte Suprema”, mientras que en el caso del ataque a la AMIA el responsable es "el Poder Judicial".
Pero el debate no se agotaría en las fronteras nacionales. En el marco de un nuevo giro pragmático de su política internacional, CFK señaló en su discurso del 1M que "no puedo entender todavía por qué el Estado de Israel reclama por el atentado a la AMIA, y no por la voladura de su embajada". La respuesta no tardó en llegar desde la misma Embajada de Israel en Buenos Aires, que difundió un comunicado donde señala que "es competencia y responsabilidad del Estado argentino investigar el atentado perpetrado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires”. Y a miles de kilómetros de distancia, desde el Congreso de Estados Unidos, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu aseguró que "Irán voló la embajada en Buenos Aires y el centro comunitario" (por la AMIA) y que “la responsabilidad acerca del cuidado de toda delegación diplomática se encuentra en manos del país receptor de la misma". Netanyahu hizo estas afirmaciones en el marco de la exposición en Washington de su postura contraria a un diálogo entre el gobierno de Barack Obama y el de Irán para lograr un acuerdo nuclear.

La impunidad no la resuelve una casta privilegiada

Tanto el gobierno, con su discurso contra el “partido judicial”, como la oposición de los partidos tradicionales y la casta judicial que hablan de “justicia independiente” y de “poner límites”, son parte de un régimen que al calor de la crisis Nisman puso al desnudo toda su podredumbre, su espionaje político, sus negocios y la impunidad de atentados como el de la AMIA y la Embajada de Israel.
Es imposible acabar con la impunidad de la mano de quienes la sostuvieron todos estos años y tienen uno y mil lazos con los servicios de inteligencia que vienen desde la dictadura militar. Según denuncian familiares de víctimas de la Embajada de Israel (que se suman a otras de familiares de la AMIA) publicadas por el portal Infojus, la causa acumula imprecisiones, hubo un sistemático rechazo a las pruebas exigidas por los querellantes y hasta negativas para tomar declaración a los policías de la Federal que ese día se ausentaron de la custodia, entre otras irregularidades.
Los nuevos hechos de disputa entre el gobierno y sectores de la Justicia, su vínculo con problemas de la geopolítica internacional, y la detención de un agente de aduana por el Caso Nisman, dejan abierto que la crisis política tenga nuevos capítulos.
La izquierda no participó del 18F ni del 1M. Nuestra marcha será el 24 de marzo, para exigir la apertura de los archivos, una Comisión Investigadora Independiente para esclarecer los casos AMIA y Nisman, fuera Milani, elección popular de jueces y fiscales que sean revocables y cobren un salario igual al de una maestra, juicio y castigo a los genocidas, contra el ajuste y la represión.
Con esas banderas, seamos miles el 24 de marzo junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.

Fernando Scolnik
@FernandoScolnik

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