martes, 24 de marzo de 2015

Nisman, fiel exponente de la casta política patronal



Nisman en el centro de las polémicas. UCR-PRO, una rosca que recién empieza. La derecha es Macri pero también Scioli. El 24 de Marzo, una cita de honor para los luchadores.

La batalla por Nisman

La autodenominada teoría política posmarxista, nacida en las últimas décadas como expresión de la derrota social y cultural que tuvo lugar bajo el Neoliberalismo, dio al concepto de significante vacío un lugar no menor. La nominación pasó a ser un eje central alrededor del cual construir significados y sentidos. Su sesgo posmoderno -al eliminar o limitar los elementos sociales que dan lugar a la construcción de esas significaciones-, no implica dejar de lado los aspectos parciales que permiten ayudar a entender parcialmente la mecánica política en la construcción de los "relatos".
La palabra "Nisman" (o el nombre sería más preciso decir) se ha convertido, por estos días en un terreno de disputa. El fallecido fiscal, hace escasamente un mes, una suerte de "heróe nacional" que "dio la vida" por la causa AMIA (manifestante del 18F dixit) ha pasado a ser un mujeriego, estafador, pagador de "ñoquis" y demás epítetos, muchos de ellos dedicados por Aníbal Fernández a inicios de esta semana. La profusa difusión de fotos en fiestas y con mujeres, así como la denuncia realizada por Lagormarsino sobre su relación "comercial" con Nisman, son golpes en la línea de flotación de la idea de un Nisman heróico.
Los editoriales de este domingo reflejan esa batalla por el nombre de Nisman. Así Ricardo Kirschbaum en Clarín afirma que intentan "mostrar un Nisman falso para hacer creer falsa la denuncia". Morales Solá, por su parte, escribe en La Nación que "Los únicos aspectos de Nisman que importan son su muerte y su denuncia. Todo lo demás es chismografía propia de la peor televisión. La investigación de su muerte es, según las fotos que se conocieron, la obra perfecta de un chapucero".
En la vereda de frente, y dedicando su nota principal a esta cuestión, Horacio Verbitsky señala que "excluir las revelaciones sobre Nisman como asuntos privados soslaya el uso del más grave ataque terrorista de la historia argentina para obtener réditos económicos y políticos. ¿Con qué chicas iba a salir el último sábado? Su vulnerabilidad a la extorsión resignifica su última semana de vida, cuando se lanzó de lleno a la campaña electoral"
La idea de "Nisman falso" no resiste análisis. Las fotos son reales y la denuncia de Lagomarsino no puede ser contrastada. Como señala Verbitsky "el muerto no puede defenderse, pero eso sólo le ahorra el sofoco de un balbuceo inconducente, porque las imágenes son tan explícitas que no bastarían mil palabras para conjurarlas. Y también se evita el juicio por malversación que le hubiera caído de conocerse estos hechos en vida".
Sin embargo el cinismo de los medios oficialistas no deja de ser mayúsculo. Nisman fue nombrado por Néstor Kirchner y estuvo en su cargo por más de una década. Su "investigación" sobre la causa llevó a la pista iraní, sostenida abiertamente por el gobierno en el escenario internacional y que, con la firma del Memorando de Entendimiento, sólo cambia de manera parcial.
Durante los diez años de "trabajo" de Nisman no se realizó ninguna denuncia contra su manera de vivir. Y es algo que, lógicamente, el periodismo progre no puede hacer porque implicaría cuestionar al conjunto de una casta política que, a costa del erario público, vive una vida completamente alejada de la que vive el pueblo trabajador. El ejemplo de Martín Insaurralde, al que ninguno de los editorialistas de Página12 nombra hoy, basta y sobra para ver el modo en que actúa y se relaciona esa casta.

Del petroléo al uranio

Las denuncias de Nisman contra CFK significaron un enorme cimbronazo político que aumentó con la muerte del fiscal. Pero todos los análisis más o menos serios han demostrado, hasta el momento, el escaso peso probatorio de la acusación. Los ataques del fiscal Moldes -la estrella del "Partido Judicial"- contra el fallo del juez Rafecas no demuestran nada nuevo sino que recurren al argumento de la falta de investigación (ver aquí)
En el medio de tanto remolino apareció la denuncia de la revista Veja de Brasil que daba cuenta de una reunión entre Chávez y Ahmadinejad, dónde éste pedía los favores del primero en la ralación con la Argentina por energía nuclear. Morales Solás, siempre tan solícito hacia la información poco fiable pero que golpee al gobierno, afirma que "la versión de los venezolanos exiliados (un ex edecán de Hugo Chávez, entre ellos) necesita todavía de una investigación para ser corroborada. Cierta información, no obstante, la hace verosímil. En primer lugar, Irán está interesado en el uranio enriquecido argentino desde hace casi tres décadas. Sus centrales nucleares son parecidas a las argentinas. Ex funcionarios de Néstor Kirchner aseguran, por otro lado, que a ellos les consta que Hugo Chávez insistió varias veces en acercar al entonces presidente argentino con el entonces presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad".
Los "ex-funcionarios" de Néstor Kirchner confirman lo dicho por "ex-funcionarios" chavistas. Una cadena de referencias que no conduce a ningún lado.
Por su parte Eduardo Van der Kooy escribe en Clarín que "el caso escaló también en el plano internacional. En el Senado de Estados Unidos se escuchó un informe sobre el fiscal muerto promovido por legisladores republicanos cuyo punto de partida fue la crisis en Venezuela (...) subrayó que Venezuela habría sido un jugador clave en los esfuerzos iraníes para restablecer los lazos nucleares con la Argentina (...) se relató que la Argentina y Venezuela habrían desarrollado un mecanismo elaborado y opaco para la transferencia de millones de dólares de los fondos entre las dos naciones sin supervisión o rendición de cuentas. Ese punto pareció ligado con la denuncia de la revista brasileña Veja, que habló de aportes de dinero iraní para la campaña de Cristina (...) la exposición en el Senado estadounidense concluyó con un diagnóstico: “Independientemente de si los gobiernos argentino o iraní hubieran tenido un papel directo en el asesinato sin resolver de Nisman, los tres países juntos han creado claramente un clima en el que pudo ser asesinado con impunidad”.
Resulta insólito que el periodista lance esta afirmación sin balancear que, en un país como EEUU, donde negros y pobres son asesinados con total impunidad por las fuerzas policiales, resulta de un cinismo mayúsculo criticar la impunidad de un asesinato en otro país. Pero el periodismo de la "Opo" es un fiel servidor de los mandatos imperialistas. Lo evidencia Morales Solá que escribe, contra las críticas de CFK hacia el gobierno israelí, que "Israel es un actor central en el escenario internacional, un Estado defendido tenazmente por Occidente más allá de las discusiones con sus gobiernos". Además de eso es un estado genocida, que carga sobre sus espaldas cientos de miles de muertos y millones de árabes expulsados de sus territorios originados. Pero eso es un detalle sin importancia para el periodista de La Nación.

Radical: con R de Rosca

Los festejos duraron poco. No alcanzaron a una semana. La Convención Nacional de la UCR abrió una suerte de Caja de Pandora de la política nacional, donde radicales y macristas salieron con los tapones de punta. Los editorialistas de Página12 reflejan profusamente esta disputa. La Nación y Clarín prefieren omitir el tema. Resulta lógico.
Verbitsky escribe que "los resultados nacionales y los de los principales distritos (las dos Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza) desaconsejan dar por sentado que el radicalismo es pan comido para Macrì. En 2007, la UCR se acercó al 17 por ciento del total de los votos en todo el país, cinco puntos más que el PRO. En las legislativas de 2009 también estuvo cerca de duplicar la elección del macrismo: 29,5 contra 17,7 por ciento. En las presidenciales de 2001, los radicales atrajeron al 11 por ciento de los electores y los macristas a poco más del 6 por ciento. La diferencia se estiró en las legislativas de 2013, cuando el radicalismo triplicó la votación del PRO: 24 a 8 por ciento. En ninguno de esos casos Maurizio Macrì fue candidato a presidente, lo cual puede hacer una diferencia, y Ernesto Sánz no es la figura más carismática que haya perorado en una tribuna radical (...) También es posible que el radicalismo vuelva a deglutir a una tercera fuerza emergente y sea el contendiente del peronismo en octubre".
Por su parte Mario Wainfeld plantea que Sanz presentó el acuerdo con PRO como una coalición en cierne, que la mecánica de las PASO convalidarían. La réplica-desmentida de Macri fue veloz. El dirigente, al que Boca le debe tanto y tanto le debe a Boca, propuso su interpretación, que traducimos en clave futbolera. Para él no se formó una coalición sino que debe disputarse una semifinal. El que gana va por la Copa, el otro espera su turno. Minga de cogobierno, correligionarios".
Así planteadas las cosas aún está por recorrerse un camino hacia la estabilización política de un escenario claramente dual entre el acuerdo Macri-UCR y la fórmula del FPV. De la disputa entre Randazzo y Scioli los editorialistas de Página12 prefieren no hablar. Como buenos soldados acataron la orden de Aníbal Fernández de bajar un cambio en la disputa.

La derecha y el peronismo

Mario Wainfeld señala en otra nota que "El discurso de la oposición y de los medios dominantes coincide en negar que en la Argentina existe la derecha política, tanto como las clases altas (...) Es cierto que es trabajosa la definición de “clase” (con el marxismo pasado de moda) pero en cualquier lectura algo de clase alta habrá. Su inexistencia, tal vez, podría incordiar al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, porque, verosímilmente, sería uno de sus apoyos (...) Hoy por hoy es el primer cuadro de la derecha vernácula con posibilidades de ser presidente electo. El cronista, aclara, sólo usa como término de comparación lo sucedido desde 1983, el mejor laboratorio de continuidad democrática. Macri ungido, rompería el molde de los presidentes argentinos, de esta etapa. No es un producto de la universidad pública, ni emerge de una clase media ascendente".
En un sentido similar Edgardo Mocca, hablando acerca del acuerdo con el PRO, afirma que "el radicalismo se convertiría en el gran partido de la derecha argentina, esa fuerza de la que históricamente carecieron las clases dominantes argentinas, a partir de 1916. El círculo abierto por el triunfo de Yrigoyen contra los conservadores se cerraría con la resurrección de los conservadores organizados bajo la bandera de quienes se postulan como herederos del gran caudillo radical. Lo más probable, claro, es que todo esto sea pura imaginación porque el partido competitivo de la derecha argentina ya existe, es el macrismo".
Vamos por partes. En ésta muy buena nota, publicada en la revista Panamá, Tomas Borovinsky escribe en relación a Macri, Scioli y Massa, que "Cualquiera que haya visto a alguno o a los tres candidatos en público sabe que, aunque son bien distintos, se mueven como celebridades frente a la pantalla y frente a la gente. Tienen muchas cosas en común. Los tres se iniciaron en la política en los años 90. Los tres terminaron de distinto modo embadurnados de la historia del peronismo reciente. Los tres estudiaron en universidades privadas. Los tres son relativamente jóvenes y llevaron la máxima que dicta que “yo nunca me metí en política siempre fui peronista” al nirvana de la “gestión”. Pero también tienen diferencias notables. Porque “un político puede cambiar de ideología pero no puede cambiar de personalidad”. Dime cómo decides y te diré quién eres".
Si sus orígenes sociales guardan elementos en común, su pertenencia a la casta política que gestiona el estado argentino en función de los intereses de los capitalistas locales e imperialistas, agrega otro elemento unificador. Allí los salarios de decenas de miles de pesos y otras formas prebendarias "igualan hacia arriba", más allá de la ideología.
En segundo lugar, resulta absurdo catalogar solo al macrismo como la derecha argentina. El peronismo mismo, en su versión menemista, expresó el control de las potencias imperialistas y sus socios locales sobre el país. Lo que señala Fernando Rosso aquí sobre Julián Domínguez es aplicable a la enorme mayoría de la dirigencia política peronista actual, incluidos los dos "presidenciables": Randazzo y Scioli. La misma CFK y Néstor Kirchner tienen en su haber decenas de imágenes junto a Menem. Durante los años 90’ la derecha estuvo en el gobierno de la mano del peronismo. La crisis del 2001, donde la movilización masiva y los combates en las calles echaron a De la Rúa, obligó a esta reconversión política. Pero hablar de Macri como "LA derecha" es vender humo.

La lucha de clases y el 24 de marzo

A escasas 48 horas de una nueva movilización del 24 de marzo, sorprende la falta de referencias a la fecha en las editoriales de Página12. La "guerra" contra el llamado "Partido Judicial" y las roscas electorales insumen mucho tiempo al parecer.
Sin embargo, esto también expresa los límites del "Gran relato K", el de la reivindicación de los DDHH. A 11 años de gobierno el doble discurso choca contra la cruda realidad: la casta judicial deja libres a los empresarios responsables del golpe militar como el caso de Blaquier; un acusado por su rol en el genocidio se encuentra al frente del Ejército, la represión a la protesta social y el espiojane a los luchadores populares -como acaba de emerger en Formosa- son una constante.
Como señaló recientemente el diputado provincial Christian Castillo, el empresariado argentino y extranjero estuvo detrás del golpe genocida de 1976. Esa misma clase social se mantiene impune. Al mismo tiempo corrobora la validez de la categoría de clase social desarrollada por lo marxistas, eso que Mario Wainfeld considera "pasado de moda".
Contra esa impunidad de los empresarios, miles de genocidas y el conjunto de los cómplices civiles marchamos este 24 de marzo, de manera diferenciada frentre el gobierno de los Milani y los Berni. En apoyo a las lucha obreras y populares en curso, como de los trabajadores de Lear, estaremos nuevamente en las calles.

Eduardo Castilla
Comunicador Social @castillaeduardo

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