lunes, 30 de marzo de 2015

Del ocaso Nisman al paro nacional



Un nuevo fallo judicial desestima la denuncia del fallecido fiscal y marca un salto en el lento ocaso de la conmoción Nisman. La oposición mediática ensaya un retorno a la agenda anti corrupción y algunas operetas nuevas para mantener la guerra de desgaste contra el kirchnerismo en retirada. Macri tensa su reciente alianza con los radicales a la vez que su propia coalición porteña. Massa acorralado en la Provincia de Buenos Aires, no puede tan siquiera elegir un candidato a Gobernador. La estrategia oficialista kirchneriza a Scioli, mientras scioliza a Randazzo. La incógnita sobre el futuro del kirchnerismo después del kirchnerismo, continúa abierta. Después de las movilizaciones del 24 de marzo, los trabajadores preparan una nueva demostración de fuerzas mientras las conducciones sindicales apuestan a reposicionarse en las internas de los partidos patronales. El Frente de Izquierda y la posibilidad de seguir haciendo historia.

Un nuevo fallo judicial vuelve a echar por tierra las denuncias del fallecido Nisman. Al igual que tras el fallo de Rafecas, la prensa oficialista se regodea.
Para aumentar los males opositores, la vida privada y las oscuras finanzas del fiscal han precipitado la caída del héroe póstumo en el lodo de los impresentables. A la ya conocida relación con la embajada norteamericana y la subordinación a sectores de la Secretaría de Inteligencia, Raúl Kollmann agrega desde Página 12 que en su declaración jurada “no están la cuenta en el Merrill Lynch de Nueva York ni el dinero encontrado en su casa, ni inversiones o propiedades, ni siquiera un auto.
En los papeles, el fallecido fiscal no tenía ahorros, aunque se tomaba vacaciones en el extranjero todo el tiempo”. Incorpora además un nuevo elemento sobre la propiedad de la ya famosa camioneta Audi aportada por contratistas de la CIA: “El dato no sorprende, porque es sabido que Nisman mantenía una estrecha relación con esa agencia de Inteligencia y con la propia Embajada de los Estados Unidos.
Pero a esto se agrega un dato más: la Agencia Télam afirma que Picón es pareja de una hija de Hugo Anzorreguy, imputado en la causa por encubrimiento del atentado contra la AMIA. Es decir que el fiscal andaba en una camioneta vinculada con una agencia de Inteligencia extranjera y a nombre de la hija de una de las personas a las que acusaba".La conmoción política tras la muerte de Nisman y la acusación por encubrimiento contra Cristina y otros funcionarios, entra en su definitivo ocaso.
En su columna central de hoy, Horacio Vervitsky se entusiasma con el retorno coyuntural de la iniciativa oficialista: “La hipótesis de que el liderazgo de Cristina siga intacto durante todo el proceso electoral y aún después incrementa el encono de la oposición política y mediática que no alcanza a entender las razones de esta adhesión popular.
Tal incomprensión los lleva a radicalizar sus posiciones negativas, con lo cual aceleran el recorrido de un círculo vicioso que podría dejarlos una vez más con las manos vacías.” Para luego finalizar con un racconto de las embestidas desestabilizadoras que los enemigos de la Patria (es decir de Cristina). Pero esta construcción de “El Relato”, una especie de trilogía del Realismo Mágico local, tiene varios problemas.
En primer lugar, la hipócrita indignación sobre las trapisondas financieras del difunto fiscal contrasta con la falta de indignación por el inexplicable enriquecimiento de medio gabinete nacional que incluso está procesado. Dentro de “El Relato”, Hotesur, Báez, Ciccone, Jaime, Felisa “devolvé la bolsa” Miceli, etc., son víctimas de las operetas judiciales y de prensa.
Sobre esta línea de falla, apunta parte de la oposición mediática que domingo tras domingo intenta darle letra a la oposición política. Aunque Eduardo van der Kooy trata de no desanimarse del todo y seguir sacándole el jugo a Nisman. Señala que tras el espía no reconocido, Ramón Allan Bogado, habría denuncias por el dinero de campañas del FpV en Misiones, Neuquén y Formosa vinculadas al tráfico de efedrina que podría llegar a manchar al propio secretario de la Presidencia, Eduardo de Pedro.
De todas formas reconoce que al asunto le resta poca soga. Propone entonces volver a la siempre redituable campaña anticorrupción: “Apisonada aquella denuncia del fiscal muerto, el desvelo excluyente de Cristina tendría relación con Claudio Bonadio. El juez sustancia la causa Hotesur, la empresa que administra un complejo hotelero de la familia Kirchner”.
Pero el pacto de fondo tras la pirotecnia verbal contra el “Partido Judicial”, nuevamente lleva desánimo al editorialista rosarino porque “los casos emblemáticos de corrupción –el de Ciccone y Amado Boudou– se aletargan en pruebas y trámites administrativos. Algunos aseguran que el juez Alfredo Lijo colabora con la pacificación. A medida que progrese la campaña electoral, parecería difícil que algún magistrado disponga medidas que incomoden al Gobierno y pueda descompensarlo en la carrera de las urnas. La incógnita quedaría circunscripta a Bonadio y a las novedades capaces de estallar con causas abiertas en el exterior.”
En segundo lugar, El Relato “juega sobre la línea” y corre el riesgo de transformar a Super Cris, infalible, irremplazable, sobrepuesta de una y mil crisis, en su absoluto contrario, una especie de tontuela inocente a quien todo el mundo engaña y traiciona. La lista del “millón de enemigos” es, a pie juntillas, la de los “¿ex? amigos”: los bancos que amasaron fortunas; las policías del gatillo fácil y la impunidad; los buitres y Griesa con jurisdicción cedida; las patronales rurales invitadas hasta 2008 a los actos oficiales y luego de la 125 jamás cuestionadas; los paros sindicales de burocracias traidoras y entreguistas que desde 2003 acompañan al kirchnerismo y que el próximo martes encontrará adherentes incluso en la CGT Balcarce; Jueces y Fiscales nombrados en los últimos años, o los que vienen desde la dictadura y jamás fueron cuestionados. La lista podría ser eterna. La omisión absoluta por parte de Verbitsky no es por ignorancia, por supuesto, es simple obsecuencia.
Y en tercer lugar, el peligroso error de confundir los tiempos y dejarse llevar por la paranoia mediática de las inmediatas coyunturas. Hay debilidades opositoras y fortalezas oficialistas. En gran parte sueles ser simétricas. Que los editorialistas de la Corpo o de la Korpo no quieran ver algún lado de la moneda, es otro cantar. Pero sobre todo, es la “fecha de vencimiento” de este ciclo la que impone una “estrategia de desgaste” que no busca voltear a ningún gobierno sino condicionar al que vendrá.

Después, ¿qué importará el después?

Y hablando de lo que vendrá, Joaquín Morales Solá escribe en La Nación sobre la polarización entre Macri y Scioli: “Se conocen desde hace treinta años. Los dos son hijos de empresarios. Fueron reconocidos popularmente por su afición al deporte antes que por la vocación política. Mauricio Macri y Daniel Scioli (el orden puede cambiar, según las encuestas) están cerca de cumplir un viejo sueño: competir entre ellos por la presidencia de la Nación.” Una pregunta… ¿esta era la nueva política, el trasvasamiento generacional y la revalorización de la militancia?.
Jorge Fernández Díaz señala otro elemento que la prensa oficialista pasa por alto: “El mismísimo Frente para la Victoria tendrá esas inquietantes características: es cada vez más notorio que esa fuerza ya no es un partido sino dos, y que existen más diferencias drásticas e irreconciliables entre el peronismo clásico y el cristinismo que entre los miembros de cualquier otra asociación política”.
No convence más que a sus propios lectores estas supuestas “diferencias drásticas” entre pejotismo y kirchnerismo. Solo hace falta ver el gabinete y las listas nacionales, provinciales y locales en 12 años. ¿O Scioli salió de una Unidad Básica? ¿Sería Scioli el abanderado de un supuesto republicanismo perdido de la mano deel sheriff Granados y los muchachos de la CGT?
Pero sí es cierto que está en debate qué sucederá una vez que el kirchnerismo duro no cuente más con los beneficios del uso centralizado y discrecional del poder y la caja estatal. Para Fernández Díaz y su gorilismo desenfrenado, la militancia kirchnerista, sea cual sea, es un rejunte de yihadistas ideologizados por un populismo revolucionario y no logra ver que una gran parte, la que nació y vivió de, desde y por el Estado es tan marxista como Groucho. Tiene sus principios, pero si es necesario, tiene cualquier otro.
Desde el final de la dictadura a esta parte, la hegemonía conductora dentro del peronismo tuvo dos formas de ejercicio. Cuando oficialista, bajo el bonapartismo absoluto e incuestionable. Cuando opositor, la liga de gobernadores y jefes territoriales que manejan la caja y el poder real vinculado a las policías y los sindicatos. La pelea por determinar las listas se trona vital para el núcleo kirchenirsta y están dispuestos a jugar a fondo, como señala Julio Blanck en su editorial de hoy. Sino pregunten a Paco Pérez en Mendoza. Sin embargo, sin cargos ejecutivos habrá que ver la capacidad de contención de la propia tropa.
Otra parte de la militancia, y sobre todo simpatizantes del kirchnerismo, es una militancia real y nada despreciable. Este sector enfrenta y cada vez lo hará con mayor agudeza, una gran contradicción. Las opciones propuestas desde “el proyecto” serán aceptar a un Scioli “kirchnerizado” con Axel Kicillof como Vice (o algún otro) y un Randazzo sciolizado con Julián “Viva El Papa” Domínguez en provincia por el otro.

De memorias y paros

Sobre esta contradicción enorme, hoy opacada porque el estancamiento económico no se traduce en crisis aguda y por lo tanto una actividad obrera y popular relativamente contenida que está con los ojos puestos sobre los recambios electorales, que el Frente de Izquierda asume cada una de sus batallas.
El casi millón y medio de votos conquistado en 2013 no fueron un fenómeno superficial u ocasional. Amplios sectores de la juventud y de la clase trabajadora escucha, sigue y vota a una izquierda anticapitalista que lucha junto a ellos por cada uno de sus reclamos sin ausentarse de una sola de las contiendas.
Las recientes movilizaciones del 24 de marzo lo pusieron de relieve y por ello el kirchnerismo hizo sus propios “carpetazos” para embarrar la cancha mostrando sus cuotas de macartismo y olvido. La denuncia contra Milani quedó en nuestras manos. En las del kirchnerismo su sostenimiento, la represión en Formosa contra la comunidad Wichis y un pasado que niega el relato al punto tal que el propio Nestor Kirchner le negaba en Santa Cruz un simple estadio a los que siempre perseguimos a los genocidas para conmemorar el 24 de marzo.
Pese al estrepitoso silencio de la prensa oficial u opositora, en pocas horas, millones de trabajadores y trabajadoras expresarán mediante un paro nacional su propia voz pese a que los dirigentes sindicales traidores lo convoquen “desde arriba”, sin continuidad y con intereses mezquinos de disputar sus lugares en la contienda electoral entre los partidos capitalistas a los que pertenecen. En este terreno, el Frente de Izquierda tampoco está ausente.
En especial el PTS, que dedicó y dedica sus mayores esfuerzos para desarrollar la lucha y la independencia política de los trabajadores, está al frente de tomar este paro en nuestras propias manos, exigiendo a los burócratas oficialistas la adhesión y no la simple “libertad de acción” de los Caló, la realización de asambleas de base para votar nuestras demandas y la continuidad en un plan de lucha, activo y nacional.
La confluencia de este sujeto y su adhesión a una perspectiva política independiente, anticapitalista y socialista es nuestra propuesta hacia los millones cansados de un Relato que no terminó con la precarización laboral, las jubilaciones de hambre, el impuesto al salario, los despidos, las persecuciones, la represión y la impunidad.

Sebastián Quijano

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