domingo, 15 de marzo de 2015

El Plan Conintes y la guerra de Frondizi contra la rebeldía obrera



El 14 de marzo de 1960 el gobierno de Arturo Frondizi puso en marcha el Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) dando lugar a una ola de allanamientos y arrestos en todo el país. El objetivo era terminar con la conflictividad obrera que obstaculizaba sus planes de gobierno y para concretarlo acudió a las Fuerzas Armadas. Con el plan Conintes, el gobierno permitía la aplicación de las penas previstas por el Código de Justicia Militar, entre ellas, el juicio sumario (fusilamiento de los acusados).

A partir de las cero horas del 14 de marzo de 1960, las Fuerzas Armadas argentinas tomaron el control del país y lo dividieron en zonas de operaciones, siguiendo el ejemplo de sus instructores franceses en Argelia. El objetivo principal era poner fin a la “amenaza terrorista” mediante el arresto de personas sospechosas, que serían juzgadas de acuerdo con el Código de Justicia Militar, en el que tenía plena vigencia la Ley Marcial (el fusilamiento como pena máxima). ¿Los militares habían dado un nuevo golpe de Estado? Aún no; quedaban por delante algunos años de presidentes títeres y lucha entre fracciones castrenses. El decreto titulado “Normas militares para la represión de los actos terroristas” que desde el lunes 14 de marzo había convertido al Ejército en fuerza de ocupación llevaba la firma del presidente Arturo Frondizi y sus principales ministros. Frente a la existencia de un “plan subversivo de alcance nacional” para impedir las elecciones del 27 de marzo de ese año (que se iban a llevar a cabo con el peronismo proscrito) y “alterar el orden” el decreto declaraba la situación de emergencia contemplada por la “Ley de Organización de la Nación en tiempos de Guerra” de 1948 y el artículo 23 de la Constitución referido al estado de sitio en casos de “conmoción interior”. De ese modo, Frondizi ponía en marcha el Plan Conintes, creado el 14 de noviembre de 1958. ¿Quiénes eran los responsables de los actos terroristas? Bajo la difusa figura del terrorista se apuntaba a los obreros y jóvenes que participaban en los comandos de la Resistencia peronista. La figura del terrorista también incluía a los militantes del Partido Comunista, proscrito por Frondizi desde abril de 1959, y a otras organizaciones. Al mismo tiempo, el Plan Conintes era un arma letal contra la conflictividad obrera, como lo había sido en 1958 contra la huelga de los petroleros mendocinos, y en 1959, cuando se puso en marcha contra la toma del Frigorífico Lisandro de la Torre.

Frondizi y los trabajadores

Desde mediados de 1958, la conflictividad obrera comenzó a aumentar en respuesta a la política económica del gobierno y sus primeros impactos en la vida de los trabajadores. Arturo Frondizi, el principal candidato del radicalismo intransigente (UCRI), había ganado las elecciones de principios de 1958 gracias al apoyo brindado por el peronismo que, imposibilitado de presentar una fórmula propia, dio su voto a la fórmula radical.
En materia económica, Frondizi suscribía al desarrollismo. El objetivo principal de esta corriente era la superación del subdesarrollo económico con el fortalecimiento de la industria productora de bienes de capital (especialmente la siderurgia) y el autoabastecimiento energético. La sustitución de las importaciones a través del desarrollo de la industria pesada debía llevarse a cabo, entre otras medidas, con un aumento de las inversiones de capitales nacionales y/o extranjeros. Al provocar el ingreso de divisas al país (lo que permitiría reducir el déficit causado por la entrada de productos importados de mayor costo frente a los exportados) las inversiones extranjeras directas se convertirían –según esta corriente- en una fuente de desarrollo nacional. Inicialmente el plan dejaba afuera el área energética. Durante el gobierno de Perón, Frondizi había denunciado el acuerdo con las petroleras norteamericanas. Pero una vez en el gobierno (y frente a la reducción de las reservas monetarias causada por la importación del crudo) dejó de lado las ideas sostenidas en Petróleo y Política, y buscó atraer a las compañías estadounidenses con leyes y tratos preferenciales.
¿Qué rol les asignaba a los trabajadores el programa desarrollista? Especialmente, el de ser el sostén de los nuevos ritmos de productividad. Al asumir como presidente, Frondizi decretó un aumento salarial de emergencia del 60%. Pero a lo largo de su mandato, buscó impedir el incremento de los salarios sin su contraparte productiva. La delicada situación económica profundizó aún más su política antiobrera demandando mayores sacrificios. Uno de ellos, como parte de un plan de racionalización en las empresas y del aparato administrativo del Estado, era el retiro voluntario de puestos que quedaban vacantes. En este contexto, las huelgas se sucedieron una tras otra y trascendieron el ámbito gremial, a inicios de 1959, con la toma del frigorífico Lisandro de la Torre y el desalojo con los tanques del Ejército apostados en la puerta del frigorífico. A fines de ese año, Perón oficializaba la ruptura del acuerdo con Frondizi. La burocracia sindical peronista, por su parte, seguiría reconociendo el favor realizado por el gobierno con la sanción de la Ley de Asociaciones Profesionales (que establecía el sindicato único por rama e industria) y contribuiría a la derrota de la mayoría de las huelgas.

En pie de guerra con el Plan Conintes

A principios de marzo de 1960 (el mes del Conintes) el costo de vida se había triplicado y la caída del salario real llegaba al 35%. El matadero y frigorífico Lisandro de la Torre era transferido en su totalidad a la CAP (Corporación Argentina de Productores de Carne). El ministro de economía Álvaro Alsogaray anunciaba un nuevo plan de reducción del personal del Estado. El presidente norteamericano Eisenhower finalizaba su visita por el país estrechando la mano de Frondizi en el lujoso hotel Llao Llao de Bariloche.
La aplicación del Plan Conintes provocó una ola de allanamientos y detenciones en barrios y lugares de trabajo, en los principales centros urbanos. A la vez, el control de la prensa se volvió más riguroso. Los detenidos eran trasladados a las distintas cárceles del país (Las Heras, Magdalena, Caseros, Coronda) donde eran torturados y juzgados por tribunales en los que la querella y la defensa estaba en manos del personal del Ejército. Los decretos de creación y aplicación del Plan Conintes fueron derogados por Frondizi en agosto de 1961. Según el decreto 6.495, el terrorismo y la subversión habían sido contenidos; gracias a la intervención de las Fuerzas Armadas volvía a reinar la paz. Unos meses más tarde, Frondizi era víctima de un golpe militar que, sin necesidad de alterar los mecanismos constitucionales, colocó al frente del gobierno al presidente del Senado, el radical ucrista José María Guido.
La aplicación del Plan Conintes puso en evidencia una vez más la vocación anti-obrera del radicalismo. Años más tarde volvería a demostrarlo con la aprobación de la política de “aniquilamiento de la subversión” de Isabel Perón, Ruckauf y Cafiero, y posteriormente, con el apoyo al gobierno del genocida Rafael Videla, al que la UCR respaldó con la cobertura de numerosos puestos de gobierno en ministerios y provincias, como también lo hizo el Partido Justicialista. Como hoy en día, y desde siempre, cuando la rebeldía obrera irrumpe queda en evidencia cuáles son los verdaderos intereses de clase de estos partidos. El Plan Conintes fue tan solo una muestra.

***

La legislación represiva del gobierno de Arturo Frondizi (mayo 1958-marzo 1962)

- 1958. Noviembre: declara el estado de sitio en todo el país por 30 días. Diciembre: el estado de sitio se prorroga por tiempo indeterminado.
- 1959. Enero: se aplica el Plan Conintes en la Provincia de Buenos Aires y Capital Federal. Abril: se prohíben las actividades del Partido Comunista.
- 1960. Marzo: se pone en marcha el Plan Conintes en todo el territorio nacional. El Estado de Conmoción Interna rige hasta el 1 de agosto de 1961.

Adela García

No hay comentarios:

Publicar un comentario