El BCRA acordó con un grupo de bancos extranjeros un préstamo de 5000 millones de dólares por un plazo de 1 año, a una tasa anual de 6,7 por ciento. La garantía sería de 10.000 millones de dólares en bonos.
El Banco Central (BCRA) anunció en el día de ayer el acuerdo alcanzado con un grupo de bancos extranjeros para tomar deuda por 5.000 millones de dólares a un año, a una tasa de interés Libor más el 6,15 por ciento.
Los bancos J.P. Morgan, UBS, Citigroup, Deutsche Bank, HSBC, Santander, y BBVA, adelantarán el préstamo contra una garantía constituida en los bonos argentinos BONAR 22/25/27 por un monto total de 10.000 millones de dólares.
De acuerdo al comunicado oficial de la entidad el préstamo tiene por objeto “diversificar las distintas opciones utilizadas para cumplir sus funciones de regulación cambiaria y monetaria, mejorando la liquidez en dólares estadounidenses de su activo, y facilitando la capacidad del BCRA para enfrentar shocks externos y evitar así movimientos disruptivos en el mercado local”.
Es decir, el préstamo tendrá por finalidad la compensación vía endeudamiento de algunas de las primeras políticas del gobierno que impactan de lleno en las reservas del BCRA, como la eliminación del cepo a la compra de dólares y la reducción o eliminación de retenciones para los industriales y del agro, con la promesa hasta ahora incumplida de liquidación de divisas por exportación de hasta 8.000 millones de dólares.
El acuerdo con los bancos extranjeros se habría empezado a gestionar previo a la asunción de Mauricio Macri y finalmente se concretó luego de los anuncios referidos a la vuelta de las auditorías del FMI.
La tasa pautada es menor que la que rinden los bonos nominados en dólares emitidos en 2015 por el gobierno de Cristina, que para el BONAR 2020 rondaba el 9,4% anual.
Aún así la tasa de interés es muy superior comparada con la que pagó la deuda emitida en 2015 por países como México (4 %) o Uruguay (5 %), por tomar algunos ejemplos.
En caso de no pagar al vencimiento los bancos se quedarían con una garantía del doble de la inversión. Con esto el gobierno intenta fortalecer las reservas del BCRA en medio de las negociaciones con los fondos buitres con un préstamo de muy corto plazo.
Cabe destacar que la operación montada implicó el canje de Letras intransferibles emitidas por el Tesoro Nacional en poder del BCRA, por bonos nominados en dólares pasibles de ser negociados en las plazas financieras.
De esta manera un pasivo intransferible entre organismos estatales se convierte en deuda en manos privadas bajo jurisdicción norteamericana. Según Página/12, este canje implicará un aumento de las erogaciones del Tesoro Nacional por 9141 millones de dólares en los próximos 6 a 11 años.
Hay que decir que el ciclo de endeudamiento externo comenzó a cobrar dinamismo bajo el gobierno de CFK con colocaciones de BONAR a tasas exorbitantes.
A pesar de la reducción del porcentaje de la deuda respecto al PBI, la deuda pública total se incrementó en un 60% en los últimos 5 años, de 156.000 millones de dólares a 246.000 millones de dólares. Al mismo tiempo que la deuda en dólares en manos del sector privado y de organismo multilaterales, comienza a incrementar su participación en el total a partir de 2012.
El gobierno de CFK apuntaba a acceder a los organismos de crédito y bancos internacionales. En función de ese objetivo saldó la deuda con el Club de París, los juicios iniciados por el CIADI, y el inicio de conversaciones con el FMI. El fallo del juez Griesa a favor de los holdouts fraguó el plan inicial.
El gobierno de Macri retoma el camino iniciado por la administración anterior y se predispone a pagarle a los fondos buitres e iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento para sostener la enorme transferencia de recursos que en sus primeros días de gobierno adoptó en favor de los grandes exportadores y especuladores financieros.
Emiliano Trodler
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