miércoles, 24 de febrero de 2016
Paro y jornada nacional de lucha
Es la primera medida convocada por ATE, a la que adhieren docentes, trabajadores de prensa y el sindicalismo combativo. Habrá marcha a Plaza de Mayo, cortes y movilizaciones en todo el país. La izquierda exige un plan de lucha contra el ajuste.
Hoy se realizará el primer paro y jornada nacional de lucha convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) contra los despidos y el ajuste que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri desde su asunción. Las dos CTA se sumaron a la medida.
El paro será activo. Habrá movilizaciones en las principales ciudades del país. Están anunciadas acciones en Buenos Aires, Neuquén, Córdoba, Tucumán, Jujuy y Rosario, entre otros centros urbanos. También habrá otras expresiones de lucha que votaron los trabajadores en sus lugares de trabajo.
Desde la izquierda y el movimiento obrero combativo se reclama que sea el primer paso de un plan de lucha unificado hasta derrotar los despidos y el ajuste. Señalan que no son momentos para permitir mezquindades. Se requiere la mayor unidad y contundencia para pararle la mano a Macri.
De acuerdo a información difundida por ATE, se produjeron al menos 25 mil despidos en todo el país. Las cesantías de trabajadores estatales avanza en todas las provincias, tanto en jurisdicciones gobernadas por Cambiemos, como las dirigidas por el Frente para la Victoria u otras variantes patronales, como Juan Schiaretti en Córdoba.
A los despidos efectivizados se agrega el plan de “modernización” de la administración pública que anunció Mauricio Macri el lunes. El antecedente es la Reforma del Estado de Carlos Menem que trajo privatizaciones de empresas públicas, desregulaciones económicas, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y miles de despidos. El objetivo fue reducir el déficit público para pagar la deuda externa. La historia se repite.
El Ministerio de Modernización también avanza con una verdadera “cacería de brujas” contra los trabajadores estatales mediante los decretos 254/2015 y 336/2016 que establecen la revisión de contratos, concursos y convenios con universidades. Mientras, para la precarización y el fraude laboral que afecta a miles de estatales no hay ninguna solución a la vista.
Un paro tardío pero más que necesario
Frente a la ofensiva permanente del macrismo contra los trabajadores, el paro llega de manera tardía con el peso de miles de despidos que actúan como una verdadera amenaza intimidatoria en busca del disciplinamiento de los trabajadores estatales. Abordar las paritarias en estas condiciones atenta contra una lucha para romper el “techo” del 25% que pretende imponer el gobierno, cuando la inflación se acelera y no baja del 40% anual.
Incluso, las conducciones de ATE nacional y las seccionales venían postergando el llamado al paro y pretendían convocarlo recién para marzo. El 4 de febrero en una movilización al Ministerio de Modernización los estatales habían mostrado su voluntad de lucha. Esto junto con la prepotencia macrista presionó para que la dirección llame a esta medida de lucha.
Por su parte, la directiva de UPCN aceptó los despidos a cambio de que no toquen a su propia tropa. Es una canallada dado que los despidos masivos debilitan al conjunto de los trabajadores por la imposición del miedo y tira las paritarias hacia abajo. Esto sin hablar que hasta dejan pasar los despidos de sus afiliados.
Las múltiples CGT están en tregua, aún cuando el anuncio del aumento del mínimo no imponible de ganancias les dejó sabor a muy poco. No sólo eso. La inflación está devastando el poder de compra del salario y los despidos y suspensiones avanzan en la industria, la construcción, el petróleo, las automotrices, para mencionar algunos de los principales resortes de la economía. Como si fuera poco, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, pretende un “techo” del 25% en las paritarias.
En este contexto se produjeron las discusiones salariales con los gremios docentes, donde el gobierno nacional protagonizó un verdadero papelón. Primero ofreció un aumento del que luego se arrepintió, tardando más de una semana (hasta hoy) para sentarse a firmar el acta. Así, la "paritaria testigo" demostró que no habrá muchas posibilidades de conseguir aumentos salariales que permitan recuperar lo perdido con la inflación si no es con una lucha decidida y en las calles.
Si durante el gobierno de Cristina Fernández hubo sobradas razones para hacer cinco paros generales, que demostraron la adhesión masiva y la acción de la izquierda con los piquetes expresando cómo hacer activas las medidas de lucha, más razones hay hoy cuando en pocos meses se aceleró el ajuste y la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora.
En esta situación, la tregua de las burocracias sindicales tiene un carácter doblemente antiobrero: por un lado porque contiene las expresiones más genuinas del proletariado, y por el otro porque al hacerlo en las actuales circunstancias allana el camino para la entrega de conquistas de los trabajadores.
La izquierda exige un plan de lucha
La izquierda y el movimiento obrero combativo reclaman que no alcanza con un paro y una movilización de un día para hacer retroceder la ofensiva del macrismo, que mientras beneficia a los fondos buitre, a los bancos, a los sojeros y a las grandes patronales, despide, aplica tarifazos, techo salarial y devaluación del poder adquisitivo del salario.
Por eso, a la vez que marchará junto a las convocatorias realizadas por la conducción de ATE, en la primera jornada nacional de lucha contra el plan económico de Macri, la izquierda y sectores combativos de los trabajadores, realizarán acciones con sus propias banderas con el fin de exponer su perspectiva de un plan nacional de lucha para llevar hasta las últimas consecuencias la pelea por todos los reclamos obreros.
La Izquierda Diario sacó un suplemento especial junto a la Agrupación Marrón, impulsada por el PTS e independientes, para llevar esta perspectivas a miles de estatales.
El paro comprenderá también una manifestación contra el “protocolo antipiquete” que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quiere poner en práctica en la primera jornada nacional de lucha contra el macrismo.
Los dirigentes de ATE nacional, convocados a una reunión para acordar la modalidad de la movilización, a la vez que rechazaron el “protocolo” se encargaron de aclarar que no harán piquetes durante la jornada de lucha. Se trata de una concesión innecesaria al cercenamiento del derecho a la protesta social. Por el contrario, desde las agrupaciones de estatales impulsadas por la izquierda rechazaron cualquier compromiso que implique pautar la modalidad de llevar adelante las medidas de lucha.
En el paro y la jornada de protesta confluirán docentes de los SUTEBA combativos, trabajadores de prensa del SIPREBA y organizaciones del sindicalismo de izquierda. Desde la mañana habrá acciones de lucha en varias ciudades del país. Sobran las razones para un paro contundente que empiece a torcer la relación de fuerzas a favor de los trabajadores en la perspectiva de tirar abajo el plan de ajuste del macrismo.
Pablo Anino
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