martes, 16 de febrero de 2016

Bullrich, que cobra $ 115 mil, propone que los docentes vivan con $ 7.300​



Este lunes se reunieron los 5 gremios nacionales docentes, en el Ministerio de Educación de la Nación, con el gobierno. La propuesta gubernamental no fue aceptada. Cuarto intermedio en la paritaria docente nacional.

No hubo acuerdo. Los cinco gremios docentes nacionales (Unión de Docentes Argentinos (UDA); la Asociación de Maestros de Escuelas Técnicas (AMET); el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop); Confederación de Educadores Argentinos (CEA) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) rechazaron en la tarde de ayer la propuesta realizada desde el Ministerio de Educación nacional.
A pesar de que la consideraron “insuficiente” la propuesta, las conducciones de los gremios dijeron que vieron “buena predisposición”. Difícil saber a qué hacían referencia con precisión. Puede haber sido al agua que sirvieron o a un trato amable, pero en términos de oferta salarial no hubo nada que pudiera conformar a algún docente de a pie. Las mismas conducciones se vieron obligadas a rechazarla.
El gobierno propuso llevar el salario inicial a $7300 al 1 de febrero y a $7800 al 1 de julio. Esto significa una recomposición que no llega al 30 %, recién en 5 meses. Un monto más que insuficiente cuando todos los indicadores sociales y económicos dicen que la inflación se aceleró por encima de ese nivel y que la canasta familiar está en montos superiores, cercanos a $16.000. Por eso reclamamos Salario Único Nacional igual a la canasta familiar.
Así, mientras Macri y Bullrich ganan más de $100.000, ofrecen migajas a los docentes.
De conjunto, el aumento que ofrece el gobierno nacional apenas compensaría las subas en los precios de los alimentos en el último año. Según los relevamientos que se conocieron, desde enero de 2015, los precios subieron cerca del 29 %. El porcentaje ofrecido entonces quedaría muy lejos de los aumentos que ya se están registrando y seguirán creciendo en los próximos meses por los tarifazos y la inflación que, a pesar del discurso del gobierno, sigue avanzando.
La paritaria nacional tiene siempre una importancia relativa porque son las provincias las que se hacen cargo de los pagos salariales. Sin embargo, es un indicador de la voluntad política que existe desde el gobierno hacia la docencia y marca los límites que las provincias pueden utilizar a su favor para la negociación.
La CTERA y las demás confederaciones docentes, se han adaptado y aceptan fijar un piso salarial con un ministerio sin escuelas ni docentes, mientras dejan solas a las provincias, discutiendo por separado, como ocurrió durante 12 años de gobierno kirchnerista. Eso implicó dejar aisladas a muchas provincias que vienen con un salario menor. Así ocurrió, por ejemplo, con la huelga docente en Misiones durante 2015.
Esto significa, en los hechos, perpetuar las consecuencias de la Ley Federal de Educación menemista y la Ley de Educación Nacional kirchnerista.

Un reclamo necesario

En este contexto, es necesario que los trabajadores de la educación exijan aumentos de presupuestos tanto para educación como salud. Es preciso exigir y pelear por un salario igual a la canasta familiar para los docentes.
El gobierno y los dirigentes de CTERA y SUTEBA plantean la posibilidad de reabrir la discusión salarial a mediados de año en función de cómo progrese la inflación. Pero eso implica una maniobra que significa firmar ahora un porcentaje que ya está, claramente, por debajo de la inflación previa. La docencia no puede permitir que esto ocurra. Tiene que ganar las calles, junto a los sectores de trabajadores en lucha, para enfrentar el ajuste que ya está avanzando.
En ese marco, se hace necesario reclamar un aumento inmediato, que lleve el salario inicial al costo de la canasta familiar, sea retroactivo al primero de enero ​y se ajuste según la inflación durante el año. El salario de los docentes y trabajadores de la educación no puede ser la variable de ajuste de la economía.

Una tregua que no hace falta

Los dirigentes de los 5 sindicatos docentes nacionales le dan una mano a Macri y a Bullrich dejando pasar la negociación sin medidas de lucha.
No vaya a ser que se imponga la lucha de los docentes combativos que reclaman asambleas, movilizaciones, la elección de delegados paritarios y plan de lucha para conquistar un salario igual a la canasta familiar y contagie a otros trabajadores que no quieren pagar los costos de la crisis y confluir en el paro nacional del 24 de febrero que convoca ATE.
Desde la izquierda y los sectores combativos se viene exigiendo que la CTERA convoque a paro nacional ese mismo día para pelear en común contra los estatales. Ese camino puede permitir enfrentar seriamente el ajuste.

​Hoy deliberan delegados en SUTEBA

En el día de hoy ​se realizarán reuniones de delegados en todos los distritos de la provincia de Buenos Aires, convocadas por la conducción de Baradel (SUTEBA). A pocos días de reintegrase el conjunto de los docentes en las reuniones de delegados proponen evaluar la situación de las paritarias.
Ante las reuniones, un sector de los docentes venimos planteando -junto a los referentes del Frente de Izquierda como Nicolás del Caño y Myriam Bregman- organizar la resistencia al ajuste de Macri y su gobierno. Precisamente por eso; nos plantamos en defensa del salario docente, las condiciones de trabajo y la educación pública. Vamos a debatir con los delegados movilizarnos a la reunión paritaria del 17/2 para que nada se decida a nuestras espaldas. Las seccionales combativas también queremos llevar nuestra voz, exigimos delegados paritarios elegidos democráticamente. A Macri y Vidal los enfrentamos en las calles y no en reuniones a puertas cerradas.

Nathalia González Seligra
Diputada electa PTS/FIT | Secretaria DD.HH, SUTEBA La Matanza

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