sábado, 20 de febrero de 2016

Macri, Bullrich y la gran estafa a los docentes

Ni 40% de aumento a los docentes en las paritarias nacionales, ni $30.000 de piso al impuesto al salario.

Mientras la ministra Bullrich salió a explicar cómo sería el funcionamiento del flamante Protocolo contra la protesta social (“le vamos a dar cinco minutos o los sacamos”), el otro ministro de apellido ilustre y a cargo de la cartera educativa, Esteban, fue el encargado de salir a explicar lo inexplicable: que el mismo Ministerio de educación retrocedía de su propia propuesta en la paritaria docente nacional, desmintiendo que la oferta haya consistido en una suba del 40 por ciento y que la información difundida tuvo un “error de interpretación”.
En tanto, y para una “mejor digestión” de las paritarias a la baja, del protocolo contra la protesta, los despidos que están sufriendo miles de trabajadores, la inflación y el tarifazo que se viene, esta semana el presidente anunció los cambios en ganancias. El mínimo no imponible no sube a 30 mil pesos, como se había anunciado, sino a 18.880 pesos, y sólo sumándole las deducciones por cargas de familia de esposa y dos hijos a cargo, se llega a 25 mil pesos de ingresos no gravados, que se corresponden a un sueldo bruto de 30 mil pesos. Los trabajadores que pagaban y dejarían de pagar el impuesto serían 180 mil, pero habría una cantidad no precisada de trabajadores –pero significativa– que no pagaban y pasan a pagar el impuesto ahora (con retribuciones brutas menores de 15 mil pesos mensuales en 2013, pero mayores a 22.500 pesos este año, sin cargas de familia). Además, el impacto en los salarios de bolsillo sólo será importante para una franja menor de trabajadores, y en especial a favor de aquellos con más altas remuneraciones.
Pero no se modifican las escalas ni las alícuotas. Esto se dejará “para más adelante”. El salario no es ganancia. Pagar ganancias parece una cuestión de “privilegiados”, en un país donde un tercio de los trabajadores no se encuentra registrado, y la mitad cobraba un salario inferior a 5.500 pesos mensuales según la última cifra oficial del Indec de fines de 2014, lo que en valores de hoy podría en el mejor de los casos ser de 7.000. Aunque no podemos saberlo a ciencia cierta gracias al “apagón” estadístico. El 90 % de los trabajadores no verá modificado en nada sus ingresos por lo anunciado ayer sobre Ganancias, ya que ganaba por debajo de los niveles del mínimo no imponible que regía, aunque este estaba en valores cercanos a la canasta familiar, inalcanzable para la inmensa mayoría.
Siguiendo con su “revolución de alegría” el gobierno de Macri cometió el “gran error” de la semana. Ansioso por evitar una nueva una huelga docente, como la protagonizada en el 2014 en la provincia de Buenos Aires, salió a ensayar números para conformar a los gremios docentes. La oferta implicaba una elevación del piso salarial docente a $7.800 ($6.000 más $1.500 de sumas en negro y $300 de incentivo docente) a partir del mes de febrero y $8.500 ($8.000 más $300 de sumas en negro y $200 de incentivo) a partir del 1° julio. Sumas que de todas maneras están por debajo de la mitad de la canasta familiar.
Rápidamente los gobernadores, oficialistas y opositores, pusieron el grito en el cielo. Recordemos que el dinero para pagar los salarios de los docentes sale de las cajas provinciales y Nación no paga un solo salario, solo se hace cargo del incentivo docente y la paritaria docente nacional funciona como un “piso”, es decir que ningún docente del país puede cobrar por debajo de la suma que se acuerde.
Ante esta “rebelión” de los gobernadores que se negaban a dar un aumento mayor al 25% como se venía anunciado, el viernes por la mañana un presuroso Macri salió a aclarar que “el techo para la paritaria docente es del 25 %”. No vaya a ser que si los docentes consiguen un punto más, se descalabre el resto de las paritarias de los demás sectores de trabajadores y se empiece a expresar con fuerza la resistencia contra el ajuste.

Escenario de conflicto

Ayer, en conferencia de prensa convocada por los gremios CTERA-SADOP-UDA-AMET, los dirigentes aseveraron que “el gobierno pone en riesgo el inicio de clases”, al mismo tiempo que afirmaron que “es un escándalo verdaderamente vergonzoso. Exigimos que de manera responsable el gobierno nacional se haga cargo de esta situación y resuelva la firma de este acta paritaria para que se pueda avanzar en las paritarias en las provincias. Llamamos a las autoridades a retomar la discusión paritaria. De no ser así comunicamos a toda la sociedad que estas conducciones sindicales nos reuniremos la próxima semana para tomar medidas de acción directa”, anticiparon. No contento con la represión en Merlo, y el intento de impedir la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, tras el anuncio del protocolo antipiquete, Macri envió policías de civil a amedrentar a dirigentes docentes a la conferencia de prensa de la Ctera, a raíz del retroceso del gobierno en la oferta de paritaria docente; dos policías de civil indagaban nombre y cargos de los dirigentes de los gremios docentes.
Así, la paritaria nacional está suspendida a la espera de que avancen las paritarias provinciales, que están suspendidas. Por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal venía ofreciendo un 24,1 por ciento; y en la Ciudad de Buenos Aires, la última propuesta de Horacio Rodríguez Larreta fue del 22%. En muchas provincias ni siquiera hubo aún una oferta.
Ante este giro por parte del gobierno nacional, se preanuncia un escenario conflictivo.
El macrismo empuja a las burocracias sindicales a salir de su “zona de confort”. Recordemos que han dejado pasar estas semanas de negociación sin llamar a una sola medida de lucha. El jueves en el plenario de secretarios generales, Baradel no dejó planteada ninguna medida de acción, ya que tenían expectativas en las promesas de Bullrich y pretendían negociar sin haber consultado a las bases docentes.

Basta de tregua: Un plan de lucha para ganar

Desde los SUTEBA combativos y de izquierda insistimos con la exigencia a la CTERA y a la conducción del SUTEBA de Baradel la convocatoria urgente a un plenario de delegados para que la docencia pueda discutir un plan de lucha capaz de torcerle el brazo al macrismo, sus despidos, su techo salarial y el ajuste que viene de la mano de mayor represión, y por eso es necesario derrotar en las calles el protocolo antipiquetes.
Es el momento de golpear al gobierno que muestra una crisis en cómo resolver la paritaria, pero a la vez exigimos que no se firme ningún acta ni se desarrolle la negociación a espaldas de los docentes. ¡Que todo se decida en asamblea!
Como inicio de este plan de lucha llamamos a los docentes a organizar en forma urgente el paro del 24 de febrero convocado por ATE, que CTERA y SUTEBA se pongan a la cabeza de convocarlo y hacerlo activo, con acciones y piquetes, para transformarlo en un gran paro nacional contra el gobierno de Macri.
Las seccionales combativas de SUTEBA ya hemos votado tomar en nuestras manos el paro, hacer acciones y piquetes ese día contra el techo a las paritarias, los tarifazos , la criminalización de la protesta y el protocolo "antipiquete", con el cual buscan cercenar la libertad de expresarnos en las calles.
Este paro tiene que ser solo el inicio de un verdadero plan de lucha para derrotar los planes del gobierno, para ello hace falta que tanto los gremios docentes como la CGT rompan la tregua con el gobierno.

Ariel Iglesias
Secretario de Organización | SUTEBA La Matanza
María Díaz Reck
Dirigente de SUTEBA La Plata

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