jueves, 13 de agosto de 2015

La Boca, territorio de expulsión y entrega

Este domingo [9 de agosto] se llevaron a cabo las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO) en gran parte del país. Mientras se llevaba a cabo la fiesta de la democracia, un nuevo incendio en la Ciudad de Buenos Aires puso de manifiesto la grave crisis habitacional que viven las y los porteños.
Este domingo, mientras todos dormimos, en un extremo de la Ciudad de Buenos Aires casi en el límite con el Riachuelo, se desencadena un feroz incendio en un conventillo de la calle Olavarría 252 entre Necochea y Ministro. Brin. La precariedad de las viviendas facilita la propagación del fuego a las casas lindantes que arden mientras los habitantes apuran a irse, con lo puesto, y ayudándose entre sí, con los chicos a cuestas.

Un problema integral

La Boca está situada en el borde sureste de esta ciudad, si te movés un poquito te caes al Riachuelo. Un rincón que alberga a sectores populares que en su gran mayoría viven en situaciones de excesiva labilidad. Lugares en condiciones paupérrimas con servicios de habitabilidad miserables que albergan a una gran parte de los habitantes del barrio. Llamados conventillos o inquilinatos, lugares de alojamiento característicos de este barrio. Piecitas en donde se alojan familias numerosas, o muchas veces varias familias a la vez, por falta de recursos, que tienen el uso en común del baño, lavatorios, letrinas y lavaderos, en donde el revoque, la iluminación, los desagües casi quedan del lado de una ilusión inalcanzable, con graves perjuicios para la salud, sobretodo de los más pequeños.
Esos lugares arden con frecuencia. La inestable e insegura condición de subsistencia multiplica el peligro para sus habitantes. El valor del metro cuadrado de superficie en esta ciudad parece ser parte de la puja de los poderes financieros que se disputan cada espacio para multiplicar su tasa de ganancia. Los megaproyectos inmobiliarios son parte de la burbuja que favorece la especulación financiera y que son amparados por el gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri que pone en valor estas zonas urbanas, con provisión de servicios y de infraestructura por parte del estado, para sostener las inversiones privadas. La Boca es parte de este proyecto de expansión de Puerto Madero, que tendrá continuidad hacia el Sur bonaerense con la puesta en valor, también de tierras inservibles a precios excesivos. Un negocio para pocos.

Acerca del incendio

Volvemos al relato. Los conventillos ardieron hasta quedar convertidos en ruinas de chapas retorcidas y cenizas sin posibilidades de alojar a sus habitantes, que hasta ahora pagaban sus alquileres para poder alojarse, aún en esta precariedad. Ocurren una serie de casualidades: los tres conventillos alcanzados por el fuego pertenecen al mismo grupo económico. Además, el próximo martes estaba notificado un desalojo, que fue facilitado por el incendio. También, los bomberos vieron entorpecida su acción porque no encontraron agua en las bocas de emergencia.
El predio donde funcionan estas precarias viviendas, parece que ha sido adquirido por un grupo inversor que se llamaría COCUSA, que además se rumorea ha adquirido todos los conventillos de la zona.
La ausencia sistemática de políticas públicas del gobierno ciudadano muestran las estrategias de expulsión y exclusión dirigidas a los sectores más frágiles de la sociedad.
Este domingo hubo elecciones. Mientras las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires estaban almorzando, a la espera de los resultados del proceso eleccionario, los sectores de menores recursos se hallan abandonados por el estado porteño, azotados por la lluvia y el desamparo.
Este domingo, los vecinos, la Mesa de Habitat de Vivienda del Barrio de La Boca, organizaciones barriales, políticas y sociales, cooperativas, sociedades de fomento están trabajando en conjunto, una vez más, para asistir a las familias damnificadas, recolectando alimentos, ropa, calzado y pañales. Los sectores populares en este extremo de la ciudad han aprendido a organizarse para solidarizarse y resistir frente a tantas embestidas de los poderes económicos aliados con el estado ciudadano. Aprendieron que las experiencias colectivas permiten una salida a las luchas comunes por el ejercicio pleno de los derechos.
Hoy, ya pasada la contienda electoral, tan alejada de estas necesidades de la vida cotidiana y las situaciones de sufrimiento de los sectores populares, muestra nuevamente lo grave de estas problemáticas, siempre que se distancie de la verdadera participación de los sectores organizados que necesitan ser parte de los gobiernos.

Vivian Palmbaum
Marcha

[N. de E.] Sobre la disputa por la tierra puede leerse de la misma autora ¿Dónde va la gente cuando llueve?. Marcha. [Enlace].
Vivian Palmbaum es psicoanalista, cronista y productora de radio. Colabora con O.S. y P. Los Pibes y FM Riachuelo.

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